1500 palabras
C:P 2. Destrozada
27 de septiembre de 2025, 10:09
》Pov Narradora《
La vida de Alux pasó frente a sus ojos en el momento en que atravesó la pared y empezaba a caer al vacío. Cuando rompió el cascarón y vio por primera vez a sus progenitores, el momento en que recibió sus acaricias y esas dulces palabras. Cuando desgraciadamente los perdió por culpa de una pandilla de criminales, su motivación para entrar a la comisaría y evitar que eso le sucediera a tantas familias.
Las tantas veces que salvó vidas y también las perdió entre sus brazos sin poder hacer algo al respecto.
Cuando conoció a Miranda por primera vez, alguna vez su madre le dijo una de las tantas frases que se quedaron plasmadas en su memoria.
"No hay mayor fortuna que el de una verdadera amistad"
Tenía razón, ambas después de pocos días se volvieron un dúo inseparable, viajando por muchos distritos, resolviendo casos peligrosos, las veces que le cuidó la espalda. No podría haber pedido una mejor compañía como la que le otorgó esa Braixen.
No pudo evitar soltar un par de lágrimas, pero al menos estaba segura de algo, si moría ese día...moriría por salvar una vida a cambio de la suya. Siempre puso a los suyos primero antes que ella, y era algo que estaba dispuesto a aceptar si eso significaba sacrificarse.
— Gracias por todo....— Murmuró con voz débil y quebrada pocos segundos antes de impactar contra el suelo de asfalto.
Mientras tanto, Miranda olvidó por un momento lo que pasaba a su alrededor, se sujeto ambas orejas a la vez que solo gritaba el nombre de su compañera caída.
— ¡ALUX RESPONDE! — Estaba en pánico al ver desde esa altura el cuerpo inerte de la lucario.
El Charizard por otro lado no se mostró sorprendido y solo lanzó una fuerte carcajada.
— Que inepta, sacrificarse de esa manera, mi objetivo no era pero ni modo — Exclamó con bastante altanería a su vez que observaba la pokemon de pelaje púrpura que se quedó callada.
— tú...TÚ MALDITO INFELIZ!! — Se escuchó decir de la canina a su vez que su cuerpo se cubrió de grandes llamas.
— ¿Qué-....— No tuvo tiempo de terminar su oración cuando Miranda, usando Nitrocarga a gran potencia se lanzó a gran velocidad como una bala de fuego, impactando en el abdomen de este sacandole el aire de los pulmones y dejándole una gran y dolorosa quemadura en esta.
El tipo fuego/volador solo cayó al suelo totalmente fuera de combate, Miranda respiraba de forma constante y entrecortada a su vez que bajaba la elevada temperatura de su cuerpo. Usar ese ataque y más aún con bastante fuerza solía dejarla casi agotada, se erguió con algo de dificultad a su vez que sus piernas temblaban amenazando por perder la poca fuerza y caer arrodillada.
Pronto el ruido de varias sirenas se escucharon seguido de pasos apresurados, Gellyd llegó al piso y observó a la Braixen shiny no muy lejos del Charizard derribado.
— Miranda ¿Estás bien? ¿Dónde está Alux? — Exclamó el tipo Pisquico/Lucha mientras tocaba el hombro de la más baja.
La nombrada solo se giró para luego soltar el llanto mientras se sujetaba la cabeza con ambas manos.
—Lo siento, lo siento, le falle señor, no pude protegerla, lo siento — finalmente sus piernas colapsaron y cayó de rodillas mientras seguía clamando lamentos.
El Gallade tuvo una expresión de impacto para luego desesperarse y tomarla de los hombros — ¡Miranda, mírame! ¿Qué pasó con su compañera?
Pero antes de seguir bombardeando con preguntas a una desesperada Braixen, un Intelon llega interrumpiendo mirando al Detective.
— A-Alux esta al borde de la muerte.
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Una ambulancia llegó al lugar, varios pokemones salieron con una camilla y llegaron donde estaba el cuerpo moribundo de la lucario, no no estaba muerta, pero sus signos vitales avisaban que debía de ser atendida lo antes posible.
El estado en el que la encontraron era desastroso, Quemaduras de segundo y tercer grado en las extremidades y el torso, principalmente el brazo derecho y la caja torácica lo que rompió la púa de acero de su pecho, fracturas cuando quier, una contusión en el cráneo abierta, la oreja izquierda quedó casi hecha una protuberancia de carne quemada al igual que dos de sus sensores de aura.
Las más preocupantes eran la contusión craneal, una fractura en el fémur derecho de donde sobresalía dos pedazos del hueso y una posible fractura de la columna vertebral. Los paramedicos abrían presenciado de todo pero era imposible no quedar casi en shock al ver lo destrozada que había quedado.
Pero como los profesionales que eran actuaron, con cuidado la movieron hasta colocarla en la camilla, luego le pusieron una mascarilla para darle oxigenación empezando a trasladarla dentro del vehículo. Mientras todo aquello pasaba un preocupado Gallade estaría junto a una Braixen shiny desesperada y con un gran peso de culpa sobre sus hombros.
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— Señores, esta vida depende ahora de nuestras manos — Exclamó una Gadevoir quien seria la doctora disponible en ese momento.
— Doctora no hay tiempo — Irrumpió otro pokemon al notar los signos vitales de la canina bajar drásticamente.
Sin más, se dirigieron hacia la sala de operaciones con la esperanza de poder rescatar a la lucario, o al menos rescatar lo que quedase de ella. La tipo hada/Psíquico había detectado más daños ocultos a simple vista.
Minutos después llegarían Gellyd y Miranda al hospital; se dirigieron a la sala de espera sin más tomando asiento. El Detective se notaba algo estresado, con el ceño fruncido y moviendo algo inquieto los dedos de su diestra. Mientras que la Oficial solo estaba con la mirada baja en total silencio.
5 Horas largas pasaron, las puertas de la sala se abrieron revelando a la Gadevoir, casi instintivamente Miranda se levantó y se puso al frente de la profesional.
— ¡¿Todo salió bien verdad!? — Preguntó bastante preocupada la de pelaje púrpura observando a la tipo hada/psiquico.
— Por el momento esta estable, pero tengo malas noticias....Ella no volverá a caminar. La caída le terminó partiendo la columna – Confesó con su semblante serio y sincero.
— N-no puede ser cierto....no ella no — Miranda estaba en shock ante las palabras de la Doctora.
Ella por otro lado pudo notar las diferentes emociones de la canina y un gran sentimiento de culpa, suspiró mientras colocaba una mano en los hombros de la opuesta quien levantó la mirada mostrando los ojos llorosos.
–Mira ¿Porqué no vas a descansar? Puedes darme tu número y yo te-
— No....
— ¿Eh?
— Lo siento Doctora, pero no pienso retirarme — Respondió la Braixen con un tono entristecido pero determinado.
— Miranda, deberías escucharla e irte a tu casa, se que lo que pasó con Alux es sorpresivo y lamentablemente. Pero no por eso vas a descuidarte a ti misma — Gellyd se levantó mientras observaba a la tipo fuego, quien negó con la cabeza.
— Sí lo hago, entonces no voy a ser una buena amiga, tengo que estar para ella. Cuando se entere de que ya no podrá levantarse y tendrá que estar condenada a una silla de ruedas quedará devastada....¿Quién soy yo para dejar a un compañero en sus peores momentos?
Miranda sabía que habían más daños irreparables, y sabía que la lucario necesitaría de mucho apoyo para superar aquello. Por eso, aún cuántas veces pidieran que se retiraran ella no movería un músculo.
Y no muy lejos de ellos, un Meowstic entraba en aquel hospital pero hay algo diferente en él, el tipo Pisquico le falta uno de sus brazos siendo reemplazado por uno mecánico, las placas de metal de su mano son de un color azul oscuro mientras que el resto es blanco. Lo que más destaca son sus ojos, rodeados por un material sintético y el color de sus orbes especialmente la pupila es de un tono anaranjado neón.
Dichos globos oculares que no eran para nada orgánicos, le servían para hacer un escaneo de todos los pokemon que encontrara, el Meowstic podía notar una pantalla semejante a la de una cámara y con una simple orden de su mente podría volver esta infrarroja. Estaba buscando a alguien a juzgar por la forma en la que observaba a los que se encontraban en la sala de espera.
Su vista se enfoco en la Braixen shiny y el Gallade, la pantalla se mostraba en rojo leyendo la descripción de ambos pokemon hasta que el tono primario se torno verde, el tipo Psíquico sonrió para sus adentros.
— Los encontré Señor ¿Qué sigue? — Preguntó este alejándose un poco mientras se comunicaba por un pequeño micrófono pegado a su oreja derecha.
— Busca las piezas que trajiste y habla con ellos, no te muestres misterioso y responde a las preguntas que te hagan, recuerda que necesitamos a la lucario como sea — Una voz grave le contestó del otro lado, el felino asistió con la cabeza y con su avanzada prótesis apagó el pequeño dispositivo, saliendo un momento del lugar y dirigiéndose a un auto.