Única parte
12 de mayo de 2025, 19:33
—¿noche difícil? —preguntó Knuckles, pasándome un coco a sonic a su lado.
La noche era fresca y las estrellas brillaban con fiereza a media noche. La luna siendo su única luz en la oscuridad.
Sentado sobre un barril, tan alejado de la borda como se podía permitir, Sonic observó a Knuckles, tomando el coco en sus manos, sin llevárselo a la boca. No estaba tan de humor para seguir bebiendo.
—Un poco. ¿Qué hay de ti? —Su voz fue suave, sonriendo mientras miraba a este knuckles a la cara, quien caminó a su lado, su brazo apoyándose en el barril donde estaba sentado, la piel roja y azul tocándose sin nada que lo impidiera. En alguna otra situación, tal vez no se sentiría tan nervioso. Sus dedos jugaron con el coco en sus manos, dándole vuelta de manera constante mientras intentaba distraerse de la mirada de Knuckles sobre él.
—Algunos pensamientos no me dejan conciliar el sueño. Un poco relacionado con un erizo azúl ¿sabes algo sobre eso? —preguntó Knuckles, sus ojos vueltas fijos en el rostro de Sonic, un aire de coquetería dejándose ver mientras pasó su lengua por sus colmillos y su mano se apoyó en la rodilla azul. Casi al instante Sonic tembló ante el tacto cálido, sus manos se detuvieron de jugar y sus ojos esmeraldas se fijaron en el rostro de Knuckles, el cual soltaba una carcajada en burla a su reacción. Sonic esperaba encontrár algúna razón hacia la creciente ansiedad en su pecho.
Si era por las palabras superficiales o por la mano acariciando su rodilla, quizás por la suave risa del capitán pirata.
Su cabeza no se encontraba tan bien para saberlo.
—Tal vez… puede que sepa dónde está esa información. —Respondió con rapidez, rascándose debajo de la nariz para después cruzarse de brazos.
Los ojos de Knuckles brillaron y su sonrisa creció, la distancia entre el rostro de él y Sonic siendo acortada, sus respiraciones cada vez más cerca para poder mezclarse.
Sus narices se tocaron y en ese momento se miraron fijamente, en busca de alguna cosa en los ojos del otro que no fuera sólo deseo.
—¿Puedo saber dónde? —la preguntá fue solo un murmullo, pero sonic pudo escucharla como si le fuera susurrada al oído, enviándole un escalofrío.
—Si. —Respondió en voz baja, como si estuviera a punto de decir un gran secreto y deseara que sólo él equidna frente a él lo escuchara, una de sus manos enguantadas se posó en la mejilla de knuckles, mientras la otra señaló sus propios labios —. Está aquí —Susurró Sonic, acortando la distancia entre ambos, uniendo sus labios en un casto beso por solo unos segundos, separándose para ver la reacción de Knuckles.
El capitán lo besó de vuelta. Tan dulce y suave, que Sonic podía sentir que se derretiría ante la calidez. Sus brazos rodearon los hombros de knuckles, olvidándose del tonto coco, que se derramó en el suelo.
Rápidamente una de las manos de Knuckles se aferró a su cintura, evitando así que pudiera caerse.
De alguna manera, se sintió como si estuviera e
n casa por solo un momento.