FIN
_________________________________________________________ Notas del Autor: Finalmente ponemos punto final a esta historia, mostrando qué fue lo que pasó luego de la mencionada operación en el volcán, con varias consecuencias de salud para Shinji. Eso es algo que siempre me hizo ruido, el que pese a estar sumergido en el magma sin ninguna protección especial, el EVA-01 y Shinji no tuvieron mayores consecuencias. Siempre creí que Shinji debería resultar con alguna lesión y justo aquí me pude sacar esa espina que tenía clavada desde hace tanto tiempo. Espero que esto de un punto de vista un poco más realista, con un Shinji de verdad lastimado por su acto imprudente, pero necesario. Esto de paso nos da el pie para ese esperado reencuentro entre Shinji y Rei luego de esta loca operación, donde finalmente pudieron expresas con palabras y acciones, aquello que ya era totalmente evidente. Espero que esta historia haya sido de su agradado, que la hayan disfrutada y cierro agradeciendo nuevamente a Fantastic-Man por darme la autorización para tomar un fragmento de su fic “La Desconocida”, para crear esta nueva historia que une a Shinji y la chica peliazul. Saludos y nos estamos leyendo.Epílogo 2: Un nuevo camino
8 de noviembre de 2025, 15:22
Abrió los ojos lentamente dando pesadas pestañadas. Le costaba un poco mantener los ojos abiertos, pero con el paso de los segundos pudo abrirlos bien. En un inicio solo vio manchas frente a él, pero con el correr de los segundos pudo enfocar la vista hasta reconocer lo que tenía al frente, era un techo, un techo desconocido. Suspiró con resignación, pero se arrepintió. Tenía la garganta adolorida. Ahora que lo pensaba, no era solo la garganta.
Se percató de que le hormigueaban un poco los ojos, como si los tuviera secos. Su garganta se sentía algo adolorida, así como el tracto intestinal. Sentía algo incómodo el estómago y tenía una sensación un poco rara al respirar, de hecho, sentía algo en la nariz. Con mucha más dificultad de la que le gustaría, logró levantar su mano derecha y vio que estaba vendada. Al mover los dedos sintió como algo húmedo bajo las vendas. ¿Una especie de gel refrescante o algo así? Lo pensó porque sentía la piel algo caliente en algunas partes.
Volvió a mover la mano a su cara con algo de dificultad y se percató de que pasaba una manguera delgada bajo su nariz, con dos pequeños tubos que se insertaban un poco en ella. Le estaban dando oxígeno. Eso lo preocupó, más al percatarse que estaba recostado en una cama, seguramente de un hospital. Intentó sentarse para realizar un control de daños, pero tenía el cuerpo un poco adormecido. Su intento fracasó miserablemente y se dejó caer dando un gemido de frustración.
— ¿Shinji? — pregunto una voz.
El aludido desvió los ojos a un lado hacia donde había escuchado esa voz llamándolo. Dio unas pestañeadas de incomodidad por lo secos que sentía los ojos, pero en cuestión de segundos pudo enfocar bien y reconocer a la persona ante él, aunque ya la había identificado por su voz.
Rei Ayanami estaba de pie a un lado de él, mirándolo con preocupación. No pudo dejar de sorprenderse al ver vida en esos ojos perpetuamente fríos. No era común en ella expresar algún tipo de emoción. De hecho, incluso su tono de voz denotaba preocupación. ¿Qué podía hacer que Rei Ayanami expresara emociones tan abiertamente? Entonces lo golpeó: La operación para capturar al Ángel.
Los ojos de Shinji se abrieron como platos ante el recuerdo. Como bajaban a Rei a la caldera de magma, como capturaba al Ángel y este luego se liberaba. Luego vino la batalla que casi le cuesta la vida a Rei, como luego él saltaba al magma incandescente en el EVA-01 en un intento desesperado por salvar la vida de la chica, mientras Misato gritaba histérica por el sistema de comunicaciones. Recordó como alcanzó a coger al EVA-02 justo antes de que cayera, recordó a Rei llamándolo, luego nada.
— Rei, ¿estás bien? — preguntó con preocupación, la voz ronca por su boca reseca, mientras estiraba hacia ella una mano cubierta de vendas.
Rei dio una mirada de sorpresa ante esa pregunta y la evidente preocupación en su mirada y su ronca voz. Increíblemente la mirada de la chica peliazul se suavizo y tomó con delicadez la mano de Shinji entre las suyas.
— Estoy bien gracias a ti — respondió ella con voz suave y una pequeña sonrisa en los labios.
Shinji intentó decir algo pero la resequedad en su garganta se lo impidió y solo pudo emitir un gorjeo. De pronto vio a Rei acercarse y estirar una mano para tocar algo en el borde de la cama y con un ruido mecánico, esta de pronto comenzó a alzarse por sí misma, hasta detenerse dejándolo en una posición semisentada. Entonces Rei estiró una mano hasta un gabinete medico junto a la cama, tomando una pequeña botella y se la acercó a la boca. Tenía una pajilla, por lo que pudo succionar y beber un poco de agua, refrescando su seca garganta y calmando la sed que hasta ese momento había pasado por alto.
— Gracias — dijo Shinji dando un suspiro de alivio cuando su garganta estuvo en mejor estado.
— Iré por el médico —dijo Rei comenzando a alejarse.
— Espera. Tengo que decirte algo — dijo Shinji y alcanzó a sujetar la mano de la chica, sintiendo como sus músculos protestaban por ese repentino movimiento, sin poder evitar hacer una mueca.
Rei se dio la vuelta y contempló al Tercer Elegido seriamente. Shinji supo que ella alcanzó a captar la mueca de dolor que hizo, al ver como estrechaba un poco los ojos.
— Primero el médico — dijo ella con la voz seria.
Shinji pestañeó al sentir el tono de voz monocorde de Rei, ese tono de voz tan característico en ella, sumado a su mirada y su rostro repentinamente serio, le hicieron sentir que no sería una buena idea contradecir a la chica en ese momento. Solo pudo asentir con la cabeza y verla salir, antes de pestañear al sentir que sus ojos secos se estaban tornando molestos.
El médico llegó en cosa de segundos y pudo conocer la gravedad de sus lesiones. Producto del calor del magma, el LCL había comenzado a hervir, junto con cocinarlo por dentro y por fuera. Por fortuna las propiedades del LCL habían reducido al mínimo el daño por quemaduras respiratorias y digestivas. El Plug-Suit protegió su cuerpo, salvo la cara, que tenía algunas vendas, y las manos, con las que sujetó los mandos recalentados del EVA-01, por lo que su piel estaba más sensible ahí, igual que sus ojos, los que se refrescaron con la aplicación de gotas, que debía usas 3 veces al día durante una semana.
Luego de quitarle la manguera del oxígeno de la cara, explicar que debía beber mucho líquido y mantener una dieta blanda por una semana, el médico finalmente salió del lugar dejando ya más tranquilo a Shinji, diciendo que pasaría una noche en observación y lo dejaría salir al día siguiente, con la indicación de descansar por cinco días, en los que estaría libre de la escuela, de NERV y las pruebas de sincronización. Solo eso hacía que esto valiera la pena… eso y Rei.
Shinji recordó a la chica peliazul y la buscó con la mirada, ella estaba de pie a un lado de la cama mirándolo expectante. El solo verla hizo que su corazón diera un vuelco por todas las cosas que hacía unas horas acababa de descubrir, cosas que increíblemente había pasado por alto, enceguecido por cierta pelirroja en la que no valía la pena pensar. Lo importante es que ya había abierto los ojos y sus sentimientos estaban claros en su mente, ya no podía dejar las cosas así. Había tomado la resolución de no huir, la resolución de decirle a Rei lo que sentía por ella.
El Tercer Elegido miró a la chica, que se había acercado y ahora estaba de pie junto a él a un lado de la cama. La contempló por varios segundos perdiéndose en la belleza de la chica peliazul, su sedosa cabellera, sus ojos de un curioso y hermoso color escarlata. Contempló esos carnosos y tentadores labios que lo invitaban a besar. Tragó sonoramente al recordar como hace algunas horas atrás estuvo a segundos de hacer precisamente eso, besarla.
Por su parte, Rei contemplaba a Shinji con una mezcla de sentimientos. Se sentía alegre por saber que se encontraba bien y se recuperaría. A la vez se sentía mal al ver sus heridas, las cuales fueron causadas al saltar a la caldera del volcán sin protección. Lo hizo para salvarle la vida y eso la hacía sentir bien, la hacía sentirse especial al saber que él era capaz de algo semejante por ella, pero a la vez, verlo así y recordar lo que sintió al creer que él podría estar muerto, la hizo comprender sus palabras frente a esa bodega en el interior de NERV.
— Ahora sé lo que sentiste ese día — dijo Rei, atrayendo la atención de Shinji, el que solo la miró con una cara de confusión, sin comprender sus palabras — El Quinto Ángel — añadió.
Shinji sintió un vació en el estómago al escuchar esa declaración de Rei. ¿De verdad ella se había sentido de esa forma? ¿Había sentido la misma desesperación? ¿El mismo miedo? Se sobresaltó al sentir como un de las manos de Rei tomaba una de sus manos vendadas y la miró con sorpresa y expectación.
— También eres importante para mí. No quiero perderte — esas palabras fueron un golpe directo al corazón del Tercer Elegido, sobre todo al sentir como la mano de la chica estrechaba delicadamente el agarre sobre la suya. Tragó sonoramente.
Shinji supo que era el momento. Rei Ayanami acababa de repetir las mismas palabras que él le había dicho hace solo unas horas atrás. Ella estaba reconociendo los mismos sentimientos que él tenía por ella. Ahora más que nunca sabía que debía decirlo. No solo se lo había prometido a Misato, era algo que debía hacer por Rei y por él. Tal vez Rei aún no lo comprendía del todo, pero era obvio que sentía lo mismo. Era el momento. Ya no podía seguir aplazándolo más. Estaba a punto de hablar, pero Rei se le adelanto.
— Esto es nuevo para mí. Me haces sentir tantas cosas. Me cuesta asimilarlas — reconoció ella mientras bajaba la mirada a su mano, con la que tenía sujeta la vendada mano de Shinji — Pero me gusta lo que me haces sentir.
Shinji la miró sorprendido, sin atinar a decir nada. Aquí estaba la silente y apática Rei Ayanami hablando como nunca antes en su vida, expresando libremente sus sentimientos. Era tan irreal, como si fuera otra persona, como si fuera un sueño, pero era real. La mano de la chica sosteniendo la suya era prueba de ello.
— Rei… yo… — intentó decir, pero las palabras se negaron a salir de su boca al ver como esos hermosos ojos lo miraban, no con la frialdad de siempre, sino que de una forma totalmente distinta. Pudo ver vida en esos ojos, pudo ver calor, pudo ver amor.
El Tercer Elegido sintió que su corazón iba a saltar de su pecho ante esa profunda mirada. Sintió que podía perderse por el resto de su vida en esos ojos, que podía mandar al infierno a todo el mundo por proteger a la dueña de esa mirada, una mirada llena de vida y de pasión que sentía estaba dedicada exclusivamente a él. Se volvió a estremecer.
— No sé qué hacer en estas situaciones — dijo Rei de pronto, sorprendiendo a Shinji cuando pudo ver como un sonrojo cubría las mejillas de la chica. Ella lo miró directamente a los ojos y con sorpresa pudo ver como el sonrojo de la chica aumentaba un poco más — La Teniente Ibuki me aconsejó sobre lo que debía hacer.
— ¿Eh? — fue todo lo que Shinji pudo decir, cuando Rei se acercó repentinamente y lo besó.
El Tercer Elegido abrió los ojos como platos al procesar lo que estaba pasando, al comprender que Rei se había inclinado y que había capturado sus labios, robándole un beso. Una corriente eléctrica recorrió su cuerpo cuando sintió los suaves labios de la chica presionando los suyos, al sentir su proximidad, su calor. La mente de Shinji simplemente dejó de funcionar, solo estaba ahí, recibiendo un beso de la chica que amaba, sin atinar a hacer nada. En ese momento el beso terminó y Rei comenzó a alejarse de él.
Shinji Ikari sintió algo apoderarse de él. No sabía a ciencia cierta qué fue, pero tenía una sola cosa clara, después de todo lo que Rei había dicho y después de ese beso, simplemente no podía dejarla ir. Ya no. Fue así como en un acto totalmente desconocido para él, e ignorando las protestas de sus músculos doloridos, sorprendió por completo a la chica peliazul, jalándola de un brazo para atraerla y darle un nuevo beso.
Rei se sorprendió totalmente por esta acción. Esto era algo que ella nunca esperó. De hecho, hasta el último momento dudó sobre si seguir o no el consejo de la Teniente Ibuki y besar a Shinji para expresarle lo que sentía. ¿Esto quería decir que había hecho bien? ¿Sus sentimientos habían llegado a él? Sentimientos que ella estaba aún tratando de ordenar correctamente, pero que la Teniente Ibuki aseguró que se aclararían una vez besara a Shinji. ¿Se habían aclarado? Ciertamente no lo sabía aun, estaba demasiado impactada por lo que estaba pasando, abrumada por la increíble sensación de sentir los labios de Shinji contra los suyos, como él la besaba suavemente una y otra vez, sentir como ella comenzaba a responder inconscientemente, buscando extender y aumentar la increíble sensación que estaba experimentando, hasta que le fue imposible contener un gemido al sentir como la lengua de Shinji entraba en su boca.
Shinji apenas creía lo que estaba pasando, lo que estaba haciendo. Había atraído a la fuerza a Rei para seguir con el beso que ella comenzó y que ahora se estaba volviendo en algo realmente intenso. Él no tenía experiencia en estas lides, solo se estaba dejando llevar por las hormonas. Al sentir como Rei comenzó a responder sus besos, siendo tan activa como él, buscando un poco más, sus hormonas lo impulsaron a ir más allá, e introdujo su lengua en la boca de Rei y un nuevo mundo de sensaciones se abrieron ante él.
El dulce gemido de Rei fue como un combustible que aumentó el fuego que sentía dentro. En cosa de segundos, comenzó a explorar la boca de la chica, sintiendo su dulce sabor y prontamente encontrándose con su lengua. La sensación fue electrizante y comenzaron a frotarse con delicadeza, asimilando la sensación de entrelazar sus apéndices carnosos, aumentando el estímulo hasta trabarse finalmente en un combate, donde ambos buscaron aumentas y extender las agradables sensaciones que estaban experimentando. Shinji pronto comenzó a respirar un poco más fuerte y Rei a dar suaves gemidos por las nuevas y agradables sensaciones que estaba experimentando.
Ambos se separaron cuando la falta de oxígeno se hizo crítica, pero no se apartaron demasiado. Sus rostros estaban frente a frente, mirándose a los ojos, ambos con la respiración pesada y con la certeza de que no podían parar ahora, necesitaban más.
Esta vez ambos se fueron sobre el otro mutuamente, Shinji atrapando a Rei por los hombros para atraerla y esta, en un acto impensado para ella hace unas horas atrás, se trepó en la cama recostándose junto a Shinji, pasando los brazos por su cuello, mientras este la estrechaba en un abrazo, fundidos en un beso, expresando todo aquello que estuvo contenido dentro de ellos por tanto tiempo, haciendo físico aquello que estaba en sus corazones, expresando con acciones lo que uno sentía por el otro.
Ninguno de los jóvenes supo cuánto duró la maratónica sesión de besos, pudieron ser minutos u horas, solo supieron que se perdieron en la boca del otro, besándose con ternura, otras veces con pasión, explorándose mutuamente, sorbiendo el aliento del otro, entregando tanto como recibían. Finalmente el cansancio los venció y terminaron recostados en la cama, Rei apoyada contra el pecho de Shinji, rodeándole el pecho con un brazo, mientras que este la abrazaba con una radiante sonrisa en los labios, feliz como nunca antes en su vida.
— Te amo Rei — expresó finalmente Shinji, haciendo audible aquello que a esas alturas era demasiado evidente, pero que de todas formas necesitaba ser dicho.
La chica peliazul levantó la cabeza y miró a Shinji con algo de sorpresa en sus ojos y un leve tinte rojo en sus mejillas. Nuevamente el joven Piloto EVA supo que sería capaz de mandar al infierno a todo el mundo si era necesario, con tal de proteger a la chica que tenía en sus brazos.
Rei se impactó por la repentina declaración de Shinji y lo miraba con sorpresa y algo de rubor en las mejillas, sintiendo que un calor subía por su cuerpo y que su corazón estaba por estallar. Entonces lo supo. La Teniente Ibuki tenía razón, ahora, luego de esa increíble sesión de besos, las cosas estaban claras para ella, de hecho, mirando las cosas en perspectiva, siempre lo estuvieron, solo que ella era demasiado densa para comprenderlo. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios sabiendo ya lo cómo debía responder.
— Te amo Shinji.
Ambos jóvenes se contemplaron un momento antes de intercambiar sonrisas para luego fundirse en un tierno beso, un toque de labios, al que le siguió otro y otro más. Sonrieron y Rei se volvió a aferrarse a Shinji, con una diminuta y linda sonrisa en los labios. El chico por su parte, maniobró para cubrirlos a ambos con las sabanas antes de besar la frente de la chica y estrecharla en un fuerte abrazo. Sus músculos hace rato que protestaban por el esfuerzo y su garganta se sentía dolorida, pero aun así supo hacer todo eso a un lado. En este momento estaba demasiado feliz como para pensar en las protestas que hacia su cuerpo aun convaleciente. Suspiró de pura felicidad.
— Debemos darle las gracias a Maya por su consejo — comentó de pronto Shinji con una sonrisa.
— Sí… debemos — respondió Rei con una pequeña sonrisa, cerrando los ojos y disfrutando el sentirse en los brazos de la persona que amaba.
Ambos estrecharon el abrazo sobre el otro, y cerraron los ojos con una paz y una felicidad que nunca antes habían experimentado, con un sentimiento tan intenso y poderoso que había transformado sus vidas de un momento a otro, sacándolos de la soledad, el dolor y el abandono, para darles la oportunidad de una vida mejor, una nueva vida que construirían juntos.