Capítulo 1
13 de mayo de 2025, 1:30
Hermione Granger era una niña muy rara, desde el punto de vista de otros niños, ah, y de otros adultos. A Hermione le gustaba hablar con quien mostrara el interés de escucharla, sobre los libros que ella leía; le gustaba hablar de las aventuras de los protagonistas de los libros que leía, los pequeños análisis que hacía de las obras, el modo de escribir del autor, además de las opiniones que ella tenía sobre los artículos científicos de la revista mensual en la que estaba suscrito su padre. Pero cuando Hermione empezaba a hablar de su pasión: los libros, muchos mostraban aversión a seguir hablando más tiempo con ella, aunque, Hermione debía reconocer que muchos adultos eran más discretos respecto a ello. Los padres de Hermione eran unas excepciones, cuando terminaban de cumplir con sus jornadas laborales, se sentaban unas horas en la sala de la casa para escuchar a su pequeña hablar del nuevo libro que había leído.
A principios de 1991, Hermione, con 11 años, empezó a interactuar con la computadora y la red, pero muy pocas veces y todo el tiempo bajo la supervisión de alguno de sus padres, porque tenían el tiempo libre reducido y no podían estar alerta todo el tiempo de lo que hacía su hija en la red, igual que Hermione debía cumplir con sus deberes. Entonces Hermione debía esperar pacientemente a que alguno de sus padres se desocupara, y tuvieran la disposición de estar pendiente de ella mientras navegaba en la red. A mediados del año 1991 se creó el primer sitio web para compartir videos. Pasando los meses de esa creación, Hermione se puso a ver videos de personas haciendo reseñas de libros; Hermione pasaba un tiempo entreteniéndose viendo esos videos.
Entonces un día Hermione, se animó para contarles a sus padres sobre como ella, también planeaba subir videos a la web de ella reseñando libros. Los padres de Hermione al principio mostraron rechazo ante la idea, de exponer a su pequeña hija ante un mundo virtual desconocido, pero Hermione luego de expresar sus argumentos desde el respeto y debatir con sus padres, logró convencerlos.
Fue así como Hermione con ayuda de sus padres comenzó a subir videos de ella reseñando libros; sus padres para proteger a Hermione, decidieron deshabilitar los comentarios, no querían que su hija recibiera comentarios de mal gusto respecto a su apariencia física, o de otros temas con el fin de hacerla sentir mal.
Con el pasar de los meses, Hermione siguió subiendo videos a la web; recibía vistas en los videos que no pasaban de las 900, pero eso la animó a seguir subiendo videos de ella reseñando libros; al fin había más gente, además de sus padres y otros familiares, que estaban dispuestos a escucharla.
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En septiembre de 1991, Hermione fue al internado de Hogwarts para seguir con su educación. Hermione no podría subir videos de reseñas en su cuenta de usuario durante su estadía en Hogwarts, porque las cámaras, cintas, y demás objetos que había usado para grabar las reseñas, pertenecían a su padre y se encontraban en casa. En ese internado, Hermione tuvo unas interacciones tensas y ásperas con Harry Potter y Ronald Weasley, en resumen, ella no había pasado ni un solo mes en ese internado y ya se llevaba mal con dos de sus compañeros de clase.
Algo que tampoco pasó desapercibido para Hermione fue que también le costaba integrarse con sus compañeras de dormitorio; a Parvati, Lavander y a las demás compañeras de cuarto, les gustaba hablar de chismes, y sobre suposiciones que tenían de las personas, fue ahí que Hermione, supuso que así se sentían las demás personas cuando ella quería hablar de libros, sentían esa apatía y desinterés que ella experimentaba cuando escuchaba a sus compañeras hablar de chismes.
Hermione como la chica organizada que era, compró con varios días de antelación en la papelería que estaba cerca del internado, unos materiales que se iban a usar durante las clases del profesor Flitwick.
Días después, durante las clases del profesor Flitwick, el profesor ordenó a sus alumnos formar equipos de tres, muchos ya habían formado sus equipos y solo quedaban Hermione, Harry y Ron para formar el equipo.
Sin más opciones formaron el equipo y, aunque en el pasado tuvieron interacciones tensas, se dieron la oportunidad de hablarse un poco más a fondo, teniendo los tres la oportunidad de conocerse un poco más.
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En las vacaciones de verano de 1992, Hermione se quiso ir a dormir a la casa de la familia Weasley por dos noches. Para que Hermione pudiera quedarse a dormir en casa de la familia Weasley, estuvo como aproximadamente dos horas exponiendo sus argumentos y debatiendo respetuosamente con sus padres, de igual forma Hermione estuvo haciendo uso de sus mejores dotes de persuasión. Sus padres estaban encantados de que su hija hubiera hecho amigos en el internado, pero ambos estaban preocupados de que, su hija quisiera a dormir en una casa llena de puros chicos, aunque hubiera una señora y una niña cerca de la misma edad de ella, viviendo en esa casa a la que Hermione quería ir. De todas formas, Hermione logró convencer a ambos padres.
El padre de Hermione la llevó en el día, en el auto, hasta la casa de familia Weasley; luego de que el señor Granger se pusiera a hablar un rato en el patio con la señora y el señor Weasley, se fue más tranquilo a su casa. Cuando Hermione entró a “La Madriguera” (cómo le llamaba cariñosamente la familia Weasley a su hogar), Hermione se dio cuenta de que ahí ya estaba Harry Potter con Ron Weasley platicando, sentados en el sofá de la sala, Hermione se acercó a ellos y se unió a la conversación.
En la tarde, Harry, Ronald y Hermione se pusieron a jugar diversas cosas en el patio: las escondidas, rayuela y saltar la cuerda. A lo que Hermione ya no jugó con ellos fue al fútbol; Harry y Ron jugaron al fútbol con Ginny.
Hermione fue por un vaso de agua a la cocina de la madriguera, agarró un vaso y llenó el vaso con agua del grifo, por ahora Hermione veía que nadie más estaba en la planta baja de “La madriguera” además de ella, o eso fue lo que ella creyó por un momento. Mientras Hermione bebía de su vaso de agua, ella decidió poner atención a lo que escuchaba a sus alrededores y se dio cuenta que estaba escuchando un cuchicheo proveniente de la sala; lo que Hermione escuchaba eran las voces de Fred y George.
Hermione no tenía buena imagen de Fred y George; Fred y George iban al mismo internado que Ron, y Hermione había sido testigo de cómo Fred y George aplicaban las nuevas bromas que se le ocurrían a los chicos de nuevo ingreso por el pasillo. Si Hermione tuviera “poder” en la escuela, ella podría ponerles un alto a sus acciones reprochables, pero como ella no tenía ninguno… luego estaba el hecho de que Hermione también había visto las bromas que le hacían a Ron, a percepción de Hermione, las bromas que ellos hacían no eran graciosas, más bien eran de mal gusto y crueles.
Hermione dejó de beber de su vaso de agua y decidió prestar más atención a lo que fuera que Fred y George estuvieran susurrando desde la sala; ellos estaban planeando hacerle una broma a Ron, nada graciosa, más bien, humillante. Hermione se comenzó a cuestionar varias cosas ¿sería ella una buena amiga si dejaba que ellos hicieran esa broma cruel teniendo ella la pequeña posibilidad de detenerlos? Hermione no tenía muchos marcos de referencia para saber qué expectativas cumplir en una amistad, pero ella estaba segura de que los amigos se protegían, se apoyaban y se defendían mutuamente. Ron Weasley no era el mejor amigo que ella hubiera tenido, pero tampoco el peor, bueno, es que ella tampoco había tenido amigos antes de Harry y Ron, así que ella no tenía más amigos con qué comparar los comportamientos de Harry y Ron, o que tan sana era su amistad con Harry y Ron. De todas formas, Hermione llegó a la conclusión que, para proteger y fortalecer su amistad con Ron, era necesario que ella lo defendiera, con eso en mente, Hermione dejó su vaso de agua en la mesa, puso una postura firme y se acercó a la sala dónde estaban Fred y George.
—Ustedes no pondrán ningún balde de agua sucia y jabonosa, encima de la puerta del cuarto de Ron —dijo Hermione firmemente con el ceño fruncido mientras entraba en la sala.
Fred y George estaban sentados en el sofá de la sala. Fred y George intercambiaron una mirada, en la cara de ambos se dibujó una sonrisa traviesa.
—Granger, qué gusto verte —dijo Fred sin borrar su sonrisa traviesa.
La forma en la que habló Fred, le dio la impresión a Hermione de que lo hizo para irritarla.
—¿Qué no me escucharon? —preguntó Hermione con el ceño fruncido.
—Sí, sí, sí, te escuchamos Granger, pero esto no te concierne a ti —dijo George con desdén tranquilamente.
—Oh, claro que sí me concierne, están planeando hacerle una broma humillante a Ron, y Ron es mi amigo —dijo Hermione firmemente sin dejar de fruncir el ceño.
—Dime Granger ¿Qué harás si le terminamos haciendo esa broma que tanto temes a Ron? —preguntó Fred desafiante, pero sin borrar su sonrisa.
—Le diré a tu madre —dijo Hermione sin dudar.
Es que a ella no se le ocurría otra cosa.
—Oh, no lo harás Granger —dijo Fred confiado.
—Sí lo haré Fred —respondió Hermione.
—¿No crees que estás siendo muy entrometida Granger? O debería decir ¿“La bruja brillante”? —Dijo Fred ensanchando más su sonrisa si eso fue lo que le pareció a Hermione.
Hermione sintió que el color abandonaba su rostro, ese era su nombre de usuario en el sitio web en el que ella subía videos reseñando libros.
—Me pregunto si de casualidad Harry y Ron saben sobre tu curioso pasatiempo —insistió Fred despreocupadamente.
Hermione no estuvo segura de que expresión puso en su propio rostro, pero debió ser muy comunicativa para Fred.
—Granger, Granger, Granger, se supone que los amigos se tienen confianza entre sí, si tú no puedes confiar plenamente en ellos ¿de verdad ustedes son amigos? —dijo Fred con un tono de voz burlón.
—Fred… —dijo George con preocupación mirando a Hermione y luego a Fred, para posteriormente ponerle una mano en el hombro a su hermano gemelo.
George esperaba que su hermano captara la señal para que se diera cuenta que se estaba sobrepasando.
Hermione no les dijo nada a Harry y Ron sobre que subía videos reseñando libros, ya que cuando hablaba de los libros y artículos científicos que ella había leído, ellos mostraban desinterés, en cambio cuando los tres hablaban de temas más triviales, le pedían a ella que explicara algún tema de las clases que no entendieron o cuando hablaban de sus vidas cotidianas, ahí era cuando le prestaban atención a Hermione, pero bueno, no todas las amistades eran perfectas, ¿verdad?
—Honestamente, no les he dicho nada de eso, porque quiero evitar burlas, cómo las que me estás haciendo tú—dijo Hermione con el ceño fruncido y los ojos vidriosos—, tú mismo me estás dando un ejemplo con cómo te estás burlando, no te importa las reseñas de mis videos, a ti lo que te interesa es ver de dónde sacas material para burlarte de mí, pero algún día mis videos llegarán a las personas indicadas.
—Granger, ¿estás diciendo que George, Harry, Ron y yo no somos las personas indicadas? —insistió Fred con una sonrisa—, eso suena a discriminación.
Tal vez Fred decidió ignorar el hecho de que la voz de Hermione sonaba temblorosa, quizá él no se percató de los ojos vidriosos de ella, tal vez la parte más competitiva de Fred buscaba ganar ese enfrentamiento con Hermione, o más bien, Fred buscaba asustar tanto a la chica que ella se lo pensara dos veces antes de volver a meterse con él, pero probablemente él se arrepentiría más adelante de haberlo hecho.
—Tú y George no son graciosos, todo lo contrario, ambos son unos matones crueles e insensibles que se escudan en la comedia para molestar a otros, ¿Cuándo lo van a reconocer tú y George? —dijo Hermione con la voz temblorosa y lágrimas saliéndole de sus ojos.
Hermione no se dio cuenta que de los ojos de Fred comenzó a manifestarse un atisbo de preocupación y arrepentimiento.
Hermione caminó y se encerró en el baño para llorar más tranquilamente y recuperarse, ¿Qué haría si Harry y los demás Weasley la vieran así?, Ahora ella se sentía mal; ella no logró que Fred y George se detuvieran en la maquinación de su broma, Ron terminaría cubierto de agua sucia y jabonosa, y de paso se burlaron de ella, parecía que hasta indirectamente la sobornaron, no le dirían a nadie sobre la cuenta dónde subía videos de reseñas de libros, si ella no le contaba a nadie sobre las bromas de ellos.
Pasó 20 minutos en el baño, 10 minutos se la pasó llorando lo más silenciosamente posible, los otros 10 se la pasó mirándose en el espejo hasta estar segura de que sus ojos no se vieran tan hinchados como cuando entró al baño. La verdad es que ella tampoco pensaba quedarse ahí más tiempo, había 8 personas más aparte de ella que estaban en la casa, personas que de seguro en cualquier momento tendrían la necesidad de hacer uso del baño.
Cuando salió del baño, se encontró a Harry y a Ron jugando ajedrez en la sala, ellos al escuchar los pasos de alguien acercándose a ellos, giraron su cabeza hacia ella.
—Hermione ¿dónde estabas? —preguntó Ron.
—En el… ¿baño? —contestó Hermione extrañada.
—Estábamos preocupados por ti Hermione, no te encontrábamos —dijo Harry, luego él frunció el ceño—, tienes los ojos hinchados.
—Oh, eso, me dieron alergias, nada de que preocuparse —dijo Hermione agitando una de sus manos, fingiendo desdén mientras se acercaba a ellos.
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En la hora de la cena, todos los lugares de las sillas que estaban frente a la mesa en “La madriguera” se ocuparon. Hermione se dio cuenta que la señora Weasley cocinaba muy bien (y algo que ella no admitiría, es que tal vez mejor que su propia madre), también Hermione se dio cuenta de que sentía las miradas constantes de Fred y George, pero más la de Fred, ¿estaban planeando tenderle a ella una broma? (humillación más bien), Ella esperaba que no porque Dios, ella ya había entendido y ellos dos le habían dejado en claro, que lo mejor era no meterse con los gemelos Weasley.
El resto de la estadía de Hermione en “La madriguera”, ella fingió que no tuvo un enfrentamiento con Fred y George, también ella decidió que ignoraría cualquier broma que ellos le decidieran hacer a Ron, Hermione llegó a la conclusión de que Fred y George eran una fuerza difícil de parar, y Hermione tampoco quería que gente indeseada, se enterara de los videos sobre reseñas de libros que ella subía en la web.
Cuando Hermione llegó a la casa que compartía con sus amados padres, soltó un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. El alivio se apoderó de ella cuando se percató de que ella, no tendría que estar alerta ante cualquier pequeño movimiento raro de Fred y George, que la hiciera sospechar acerca de que ella sería posible víctima de las bromas de ellos (más bien humillaciones), por ahora.
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Era septiembre de 1992, otra vez había que estar de vuelta en Hogwarts. A Hermione dentro del internado le daban ganas de preguntarle a Ron si al final Fred y George habían ejecutado su broma (humillación), en él, pero conociendo el temperamento de Ron y que el sentido común de ella le comunicó que era mala idea, decidió no hacerlo.
Había momentos en los que Hermione no estaba siempre pegada a Harry y Ron, como por ejemplo cuando ella se refugiaba en la biblioteca del internado, su lugar seguro. Con lo que ella no contó fue que Fred decidiera sentarse en la biblioteca junto a ella, Hermione decidió ignorarlo lo más posible, creyó que estaba implícito que ella ya no se entrometería con nada que lo involucrara a él y a George, entonces no habría razón por la que quisiera hablar con ella. Pasaron varios segundos en los que Hermione se esforzó por leer el libro que tenía en sus manos, pero el que sintiera la mirada de Fred sobre ella la desconcentraba, y le dificultaba pasar las páginas siguientes del libro, ¿estaba él buscando intimidarla?
—¿Qué quieres Fred? —preguntó Hermione con el ceño fruncido mientras despegaba su mirada del libro, para luego dirigirla a Fred.
—Wow Granger, no hay necesidad de estar a la defensiva —dijo Fred fingiendo perplejidad, desde el punto de vista de Hermione.
—Contigo siempre hay que estar a la defensiva Fred —dijo Hermione con todavía el ceño fruncido—, ya dime ¿Qué es lo que quieres?
Fred dio un suspiro.
—Solo vine a sentarme aquí para pedir que me disculpes —dijo Fred con una expresión en la cara que denotaba arrepentimiento.
El rostro de Hermione mostró incredulidad.
—Oh, claro —respondió Hermione sarcásticamente.
—Hablo enserio, ¿Tú crees que yo entraría a esta biblioteca para leer libros? No, vine aquí para disculparme contigo —insistió Fred—, y como estoy seguro de que contigo pedir que me disculpes no es suficiente —dijo Fred mientras ponía un libro en la mesa—, también te regalo un libro.
Hermione dirigió su mirada al libro en cuestión, ¡Era una nueva edición de “Alicia en el país de las maravillas”, con relieve en la portada y de pasta dura!, Hermione se quedó sin habla por un momento, ¿Cómo supo Fred que “Alicia en el país de las maravillas” era uno de sus libros favoritos?, Oh, cierto, en uno de los videos que ella había subido a la web (con los comentarios deshabilitados), ella mencionó que le encantaba “Alicia en el país de las maravillas”, sin embargo, ahora había otra incógnita.
—Fred ¿cómo conseguiste este libro? —preguntó Hermione con mucha perplejidad reflejada en su rostro.
No es que ella quisiera ser grosera ahora con Fred, ¡Le estaba regalando una nueva edición de un libro que le gustaba muchísimo a ella! Pero, Hermione estaba consciente de que la familia Weasley, no podía darse el lujo de andarse comprando libros nuevos a diestra y siniestra.
Hermione al no escuchar ninguna respuesta de parte de Fred, dirigió su cabeza y mirada hacia él.
—¿Fred? —preguntó Hermione entrecerrando los ojos.
—Lo que tu cabeza se esté imaginando es mentira —se limitó a responder Fred con diversión.
A Hermione esa respuesta no la calmó, ella estaba empezando a sospechar que ese libro él lo había robado, pero ella tenía sus dudas, una cosa era que Fred y George hicieran bromas crueles, pero otra cosa era que Fred y George robaran algo. Si la señora Weasley se llegaba a enterar que Fred y George robaron algo, ella no se quedaría callada al respecto.
—Fred, si no me dices cómo conseguiste este libro, le voy a decir a tu madre —dijo Hermione con un tono de voz autoritario.
—Demonios Hermione, alguien no puede tener un gesto lindo contigo porque ya en automático quieres entregarlo a las autoridades —contestó Fred con aparente ofensa.
—¡Fred!
—De acuerdo, de acuerdo, ¿Por dónde empiezo?, A George y a mí nos gusta reparar cosas, las personas que viven en el pueblo que está cerca de nuestra casa, se enteraron de eso y, en consecuencia, comenzaron a solicitar de nuestros servicios para reparar cosas como televisiones, tostadoras, radios, relojes, y demás objetos; nos han estado pagando a George y a mí por eso. No nos pagan grandes cantidades de dinero, pero sí lo suficiente como para gastárnoslo en alguna baratija que nosotros queramos —dijo Fred acompañando sus palabras con ademanes.
—Este libro no es una baratija Fred —afirmó Hermione.
Hermione hizo esa afirmación porque en primera, se sintió ofendida de que él se refiriera a ese libro como una baratija, y en segunda, porque en efecto ese libro no era una baratija, era un objeto muy costoso.
—Oh sí, por supuesto que no es una baratija, si todavía tienes dudas de cómo es que me pude costear ese libro, simplemente recuerda que existe un concepto mágico llamado “ahorrar” —contestó Fred con ademanes muy exagerados.
Hermione se quedó pensando por unos cuantos segundos.
—Creo que eres brillante Fred —hizo una pequeña pausa Hermione—, no creo que cualquier persona sea capaz de reparar diferentes objetos entre sí, o que tenga los ánimos suficientes para hacerlo.
Fred solo se limitó a sonreírle en respuesta. Unos segundos después se acercó Madame Pince a la mesa en la que estaban ellos, para sacarlos de la biblioteca porque estaban haciendo mucho ruido.
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Con el pasar de los meses, Fred se seguía acercando a Hermione en la biblioteca para hablar entre ellos, pero entre susurros, porque Madame Pince estaba también presente en la biblioteca. Fred le preguntaba por los libros que ella leyó, Hermione al notar que mostraba interés ante lo que ella tuviera que decir sobre los libros, se emocionó y no tuvo problemas para explayarse sobre esos temas. Hermione para hacer las cosas más equitativas, también le preguntó cosas a él respecto a sus intereses. Los intereses de Fred consistían en hacer bromas y reparar cosas.
—Oye Fred, ¿y al final, sí pusieron el balde de agua sucia y jabonosa encima de la puerta del cuarto de Ron? —preguntó Hermione porque esa era una duda que la andaba carcomiendo.
—No —contestó Fred—, no lo hicimos ya que vimos lo empeñada que estabas con que no lo hiciéramos.
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Pasaron los años, y Fred y Hermione se fueron acercando más y más entre ellos, al punto en que terminaron teniendo una relación romántica. Las personas que los rodeaban a ellos se lo tomaron bien, a excepción de Ron, que, al enterarse de la relación romántica de ellos, estuvo un mes sin hablarle a Hermione, posteriormente de ese mes, Ron volvió a hablarle a Hermione como si nada.
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Hermione se puso a estudiar la licenciatura de Bibliotecología mientras que al mismo tiempo seguía subiendo videos de reseñas de libros a la web, y Fred y George se pusieron a estudiar una ingeniería. Hermione terminó de estudiar su licenciatura, por su parte Fred y George abandonaron la ingeniera a la mitad de ésta. Fred y George se habían cansado de escuchar a su tía Muriel lanzarles en cara que la razón por la que ellos estaban estudiando la ingeniería era por ella, ya que al final en parte era cierto, la tía Muriel les había estado pagando la colegiatura de la universidad. Cuando Fred y George abandonaron la ingeniería, a la tía Muriel la ira la invadió. Fred y George tardaron 3 años en pagar la deuda que tenían con tía Muriel.
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Hermione consiguió un trabajo en una biblioteca de Inglaterra, y los videos de reseñas de libros que ella seguía subiendo a la web estaban ganando reconocimiento. Fred y George abrieron un negocio que, se dedicaba a la reparación de electrodomésticos, pero también se dedicaban a fabricar lámparas y relojes al gusto del cliente. A Fred y George le iban bien en su negocio.
Hermione se casó con Fred a los 24 años, meses después de la boda de Fred y Hermione, George y Angelina también se casaron. Fred y Hermione compraron una bonita y espaciosa casa en Inglaterra.
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Un día que Hermione salió para tomar un café con Harry y Ron, Fred invitó a George a la casa que compartía con Hermione, para tomar Whisky y hablar entre ellos. Fred y George estuvieron hablando por varios minutos entre ellos, hasta que George tocó un tema en específico.
—¿Y cuándo me vas a decir la verdad? —preguntó George.
—¿Sobre qué? —preguntó Fred con aparente perplejidad.
—Sobre tú y Hermione —respondió seriamente George.
—Oh ¿Otra vez quieres hablar de eso?, Ya pareces disco rayado George —dijo Fred con un atisbo de irritación en su voz.
—Solo quiero saber la verdad, eres mi hermano gemelo y a ti nunca te ha funcionado esconderme las cosas —dijo tranquilamente George.
—Bien, bien, te voy a decir la verdad —dijo Fred con impaciencia—, al principio la única razón por la que decidí salir con Hermione fue para molestar a Ronikins, ni siquiera Ronikins estaba consciente de sus propios sentimientos por Hermione cuando todos asistíamos al internado.
George abrió los ojos más de lo normal.
—¡Ja!, Lo sabía —dijo George con júbilo, porque sus sospechas fueron confirmadas mientras señalaba a Fred con el dedo.
—Pero —siguió hablando Fred—, ahora no estoy solo con Hermione para molestar a Ron. Me di cuenta de que disfruto hablar y pasar tiempo con ella, tiene muchos temas de conversación interesantes, y deberías prestar atención a la expresión de su rostro, cuando ella habla de cosas que le gustan —expresó Fred con cariño.
Fred y George siguieron platicando de otros temas, no obstante, mientras seguían platicando entre ellos, lo que Fred había admitido seguía haciendo eco en la mente de George. George entendió que se podía afirmar sin ninguna duda, que Fred tenía formada una vida feliz al lado de Hermione, pero que no se podía negar que lo que había hecho Fred era, “la broma más cruel jamás hecha” a Ron. George anteriormente había sido testigo de las miradas de disgusto, “disimuladas” que Ron les dirigió a Fred y a Hermione. A Ron le gustaba Hermione, pero no había nada que él pudiera hacer, Ron decidió conformarse con la amistad de ella. Si Hermione se llegaba a enterar de la primera razón, por la que Fred decidió volverse cercano a ella, Hermione se pondría furiosa.