ID de la obra: 1439

Échale la Culpa a Lo que Jugábamos de Niños

Slash
NC-17
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planificada Maxi, escritos 11 páginas, 4.267 palabras, 1 capítulo
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Parte Uno: Capítulo 1

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Era sábado por la mañana cuando Cartman les envió un mensaje a Stan, Kyle y Kenny pidiéndoles que se reunieran en la cabaña abandonada en el bosque. Normalmente, ignorarían su petición, pero su amigo había faltado a la escuela los últimos dos días, y tenían curiosidad por saber la razón de su ausencia. Por supuesto, ni Kenny ni Stan, y mucho menos Kyle, estaban preparados para escuchar a Cartman decir: "Soy un omega y necesito que uno de ustedes se enlace conmigo", cuando llegaron a la polvorienta cabaña. Stan estaba bastante seguro de no haber escuchado bien. Kyle estaba seguro de haber escuchado correctamente a Cartman, pero sabía que no quiso decir lo que dijo, y Kenny miró a sus amigos uno por uno antes de preguntarle a Cartman —¿Quieres que tengamos sexo contigo? —No, ¡mierda! ¡qué asco! —Cartman hizo un sonido de arcada y luego hubo silencio. Stan respiró hondo, tratando de entender por qué decidió meterse al bosque en lugar de quedarse en casa y, al hacerlo, captó un aroma dulce que le erizó la piel y le hizo estremecer el cuerpo. Era el olor de Cartman. Un aroma agradable que podría haber llamado más atractivo que el de Wendy, pero sabiendo que pertenecía a Cartman lo dejó confundido. —Entonces… ¿quieres enlazarte sin tener sexo? —preguntó, tratando de enfocarse en la situación y no en sus propios pensamientos. Eric frunció el ceño. No tenía idea de por qué sus amigos estaban mencionando sexo. Tenía la sensación de que algo no andaba bien, y esa sensación pronto se convirtió en una enorme luz roja frente a él cuando se dio cuenta de que había convocado a tres alfas a un lugar lejano y aislado, sin decirle a nadie. —No se acerquen a mí —dijo de repente, y sus tres compañeros, en sincronía, retrocedieron. —¡No tengas ideas estúpidas, Cartman! ¡NO vamos a tener enlazarnos contigo! —Kyle sabía qué tipo de pensamientos inundaban la mente de Eric y se ofendió enormemente—. Vámonos —les dijo a sus amigos. Kyle se dio la vuelta para salir de la cabaña con Stan y Kenny siguiéndolo; tenían cero tolerancia para esa mierda. Pero cuando estaban a punto de cruzar la puerta, Cartman los detuvo. —¡Esperen! ¡Necesito su ayuda! —Cartman, no vamos a… —¡Solo necesito que uno de ustedes se enlace conmigo! —¡Dije que no! ¡Dios, ¿estás loco?! ¡No queremos cogerte! —¡No quiero nada que ver con tu pito! ¡Solo quiero que me muerdas la nuca y te vincules conmigo! Hubo otro momento de silencio. Los tres ya sabían que Eric era incluso más tonto de lo que pensaban. —Así no funcionan los enlaces —dijo Kenny cuando quedó claro que ni Stan ni Kyle iban a explicarle a su gordo amigo que para formar un vínculo morder no era suficiente. —Claro que así funciona, Kinny. No soy estúpido. —No, claro que sí eres estúpido —Kenny soltó una risita. —¡No lo soy! ¡Tú lo eres! Kyle se llevó una mano a la cara. —Está bien, Cartman… finjamos por un momento que no estás siendo tan estúpido como siempre eres. ¿Por qué quieres estar enlazado? Eric se ofendió, pero respondió de todos modos. —Para no tener que tomar las clases extra para omega. Los omegas enlazados necesitan estar cerca de sus alfas, y no se permite a los alfas estar en las clases extra. Cuando las palabras de Cartman se asentaron en su cerebro, Kyle puso los ojos en blanco, pensando que, por supuesto, Eric quería hacer algo tan extremo como vincularse solo para no tomar clases extra. Los omegas maduros no necesitaban estar cerca de su pareja después de vincularse, pero los recién presentados y, por ende, omegas jóvenes, sí necesitaban quedarse junto a sus alfas si no querían enfermarse. Era sorprendente cómo Cartman podía retener esa información pero no le importaba recordar que para vincularse un omega necesitaba estar en celo, ser penetrado y mordido por un alfa. —Escucha. Si eres un omega, necesitas tomar esas clases. Especialmente cuando es obvio que no pusiste atención en educación sexual —Kyle quería sonar calmado, pero un poco de fastidio se escapó en sus palabras. Cartman gruñó. —No necesito clases extra, Khal. Ahora soy un omega. Lo sé todo. Kyle respiró profundo. Necesitaba encontrar las palabras correctas para que el cerebro de su estúpido amigo lo entendiera. Pero al inhalar, captó involuntariamente el aroma de Cartman y perdió el hilo de sus pensamientos. Había percibido el aroma desde que entró en la cabaña, pero era tan tenue que no registró que pertenecía a Cartman hasta ese momento. —Realmente no te importa —Eric fingió sentirse decepcionado, sin notar que Kyle se había quedado ido—. El otro día estabas diciendo que las clases que toman los omegas son innecesarias, pero cuando me afecta a mí, de repente te parecen bien porque quieres que me jodan. Maldito hipócrita. Kyle llevaba solo un mes y medio viviendo como alfa y tenía poca experiencia enfrentándose a feromonas. Pero logró volver a la realidad bastante rápido. —Obligar a los omegas a aprender a cocinar y hacer los quehaceres, y no permitir alfas en esas clases, está mal. Pero las clases extra son más que eso. Necesitas aprender sobre tus… cosas de omega. Lo que estaba diciendo es que el plan de estudios necesita cambiar. Cartman estaba a punto de discutir, pero se detuvo a la mitad porque Kyle acababa de darle una idea. —¡Tienes razón! ¡Tenemos que cambiar el plan! ¡Y lo hacemos protestando! —comenzó a tener una conversación completa consigo mismo—. Tengo que llamar a las chicas, ¡ninguna de nosotras va a tomar clases extra si tú no te unes! Es injusto que seamos las únicas tomando esas clases. —No puedes hacer eso. —¿Por qué no? ¿No quieres una sociedad que busque igualdad? Sabía que eras un choivinista. —Es “chauvinista”, imbécil. Y no te importa una mierda la igualdad, solo no quieres tomar clases extra —Kyle trató de razonar con él, pero Cartman lo ignoró. Sacó su teléfono y salió de la cabaña mientras escribía. —Espera… —Kyle se detuvo cuando Stan puso una mano en su hombro. —Déjalo. Sea lo que sea que esté planeando ahora, es mejor a que nos siga fastidiando para que nos vinculemos con él. Kyle frunció el ceño, pero cedió. Stan tenía razón. —Creo que alguien va a violarlo pronto —dijo Kenny con naturalidad mientras inhalaba el rastro de aroma que Cartman dejó detrás de sí. Cuando sus amigos lo miraron rarísimo, se encogió de hombros—. ¿No creen que huele mejor que cualquier cosa que hayan olido antes? Si no aprende a cuidarse… Stan soltó un suspiro de alivio. Era muy feliz de no ser el único que se sentía atraído por el aroma de Cartman. Él y Kyle se habían presentado la misma semana, pero sus sentidos no se desarrollaron al mismo ritmo, y a veces le daba pena hablar de estas cosas. Kenny, en cambio, no tenía nunca vergüenza y les llevaba tres semanas de ventaja. Kyle cruzó los brazos, protegiéndose inconscientemente del comentario de Kenny. No iba a aceptar, ni siquiera en su mente, que el aroma de Cartman fuera atractivo. —Volvamos a casa. El lunes, cuando Stan y Kyle estaban parados junto a sus casilleros preparándose para su primera clase, escucharon a Cartman gritar el nombre de Kyle desde el otro lado del pasillo. —¿¡Por qué lo hiciste!? Kyle fingió no escuchar a Cartman, pero Stan pudo ver cómo se le curvaban los labios. —¡Tú! ¡Tú!.. —¿Qué quieres?— Kyle cerró su casillero y miró a Cartman directamente a los ojos, sin expresión. —¡Hiciste que el director aprobara asientos para alfas en las clases especiales de omegas! —Sí, ¿y qué? —¿¡Cómo que “y qué”?! —Mira, Cartman, no quería que fingieras que esto era algo que te importaba mientras hacías todo lo posible para no lograrlo. A la mayoría de nosotros no nos molesta ir a las clases para los omegas; la única razón por la que no las tomábamos es porque nunca lo solicitamos. Yo lo pedí, y el director lo aprobó, fin de la historia. Si quieres luchar por los derechos de los omegas, deberías fijarte en los miles de problemas que tienen. Problemas que sabrías si tomaras las estúpidas clases. Eric frunció el ceño. —¿¡Sabes por qué los alfas nunca habían pedido estar en esas clases antes?! ¡PORQUE NADIE QUIERE TOMARLAS! —Como sea. —Yo-yo no quiero tener clases en el mismo espacio que tú. Me voy a sentir incómodo y…— Cartman estaba tratando de inventar otra razón para saltarse las clases. —No tienes por qué. El director aprobó dos salones. Tú puedes estar en el grupo regular, que es solo para omegas. Yo estaré en el mixto para omegas y alfas, Y vamos a tener clases especiales para alfas también, con la misma dinámica. Cartman se estaba enojando más con cada palabra de Kyle, y su aroma se hacía más fuerte. Tan abrumador que Kyle tuvo que contener la respiración y dar un paso atrás. Por suerte para él, Eric no tenía ganas de alargar su discusión y se fue gritando que Kyle debería irse a chingar a su madre. —Deberíamos haber hecho que Kenny mordiera a Cartman— dijo Stan, un poco molesto porque ahora él también debía tomar clases extra. Kyle tuvo que contenerse de fulminarlo con la mirada. Cartman avanzó por el pasillo hasta encontrar a Kenny y Butters, y empezó a decirles cuánto odiaba a Kyle. Normalmente se enojaba cuando Kyle arruinaba todo su arduo trabajo, pero hoy se sentía mucho más irritado y enfadado de lo usual. Tal vez hablar mal de Kyle con Kenny y Butters lo ayudaría a calmarse. Al principio, Kenny fingió escucharlo, pero conforme pasaban los segundos empezó a sentirse incómodo. Era demasiado temprano, no había desayunado, y las emociones de enojo y angustia de Cartman lo estaban ahogando. —No hagas eso— le pidió a Cartman, sabiendo que era inútil porque su amigo gordo solo había sido omega por menos de una semana, y no podía controlar sus feromonas. —¿Hacer qué?— Cartman frunció el ceño, y Kenny empezó a rascarse el brazo, lastimándose para calmarse. —Me estás dando dolor de cabeza. —¿Estás del lado de Kyle?— Cartman liberó más feromonas, y Kenny estaba evaluando sus opciones para calmarlo; tal vez ponerle una mano en la boca para callarlo sería un buen comienzo. Cuando Butters le preguntó si estaba bien, Kenny finalmente notó que Butters estaba junto a Eric, luciendo como alguien que no sentía absolutamente nada. Algo extraño porque él también era un alfa. Había presentado más o menos al mismo tiempo que él. —¿No puedes olerlo? —¿A quién? ¿A Eric?— Butters le lanzó una mirada curiosa a Cartman antes de inclinarse e intentar olerlo enterrando su nariz en su cuello. Kenny sintió la necesidad de apartar a Butters, pero Eric se adelantó y se movió. —Eww, Butters. ¡¡No te me acerques tanto!! —Amm, perdón, Eric.— Butters sonrió y luego miró a Kenny. —Si algo te está molestando, no creo que sea Eric. Él no tiene aroma. Presentó la semana pasada. Normalmente empiezo a oler a los omegas después de que cumplen su primer mes. —¡Butters! ¡Deja de ser raro y asqueroso! —Lo siento, Eric— repitió, aunque no parecía sentirlo. Más bien estaba divertido porque las mejillas de Cartman estaban rojas. —Además, creo que vas a tener un olor agradable. Tal vez algo dulce, como pastel. —Argh— Cartman empujó a Butters y le preguntó a Kenny mientras se acercaba, —¿Estás diciendo que apesto? Ahora que Cartman se había calmado, se suponía que Kenny debía poder enfocarse. Pero todo a su alrededor se había vuelto una nube espesa de olor dulce, haciéndolo sentir atontado. Ese era el olor de Eric sintiéndose avergonzado. —No… yo también creo que tu olor sería pastel, recién horneado. Cartman puso los ojos en blanco, pero sus mejillas siguieron rojas. —Si no dejan de acosarme los dos, voy a reportarlos con el director. —¡No, no, Eric! Te juro que no era mi intención!— dijo Butters, tomándose sus palabras en serio. Kenny sabía que Eric estaba mintiendo. Kenny pasó la primera clase mirando a Cartman y se dio cuenta de que era el único que se sentía atraído por su aroma. El resto seguía evitándolo como la peste que era. En la siguiente clase—cuando sintió que tenía más control de sí mismo—no pudo evitar sentarse detrás de Eric para mirar su nuca y empujarlo con el lápiz cada vez que la maestra no miraba. En el almuerzo también intentó envolverlo con sus hormonas, pero eso fue involuntario. Por suerte, el sentido del olfato de Cartman aún estaba subdesarrollado y no lo notó. Al final del día, Kenny estaba seguro de que la intención inicial de Cartman era tomar las clases extra en el salón mixto, pero decidió estar en el salón exclusivo para omegas porque quería evitarlo. Tal vez realmente planeaba reportarlo por acoso. Stan salió del salón con el pretexto de ir al baño, pero la verdad era que ya no quería escuchar más sobre biología omega. Él tenía demasiados problemas con su propio cuerpo como para preocuparse por el de otros. Como lo alterado que se había sentido esa mañana y lo mucho que deseaba no volver a tener a Cartman cerca. No estaba seguro de si Kyle también podía captar el aroma de Cartman y encontraba la situación tan insoportable como él, pero ambos llegaron a un acuerdo silencioso de mantenerse lo más lejos posible de su amigo durante las clases y en el almuerzo. Stan no entendía cómo Kenny y el resto de la escuela podían soportar estar alrededor de Cartman, pero no iba a preguntar. Se llevaría esa pregunta a la tumba. Decidió tomarse su tiempo en el baño, pero se arrepintió cuando la puerta se abrió y Cartman entró. Stan reconoció su aroma antes de verlo y se quedó en el mismo lugar, dolorosamente consciente de su presencia, mientras Eric ni siquiera hizo un gesto de notarlo. En cambio, fue directo al lavabo, abrió la llave y comenzó a enjuagarse la cara. Mientras lo hacía, gotas de agua resbalaron por su cuello y empaparon su camisa. —¿Qué?— preguntó Cartman sin mirarlo. —Nada.— Stan volvió a la realidad. —¿Qué te pasa? —Hace un calor de mierda. —Creo que te estás enfermando.— Afuera hacía sol, pero Stan difícilmente lo llamaría un día caluroso. —¿Me veo lo suficientemente enfermo para que la enfermera me mande a casa. —No. —¡Carajo! Cuando Stan logró hacer que sus piernas funcionaran, salió del baño pensando que era mejor pasar la siguiente media hora en el salón que con Eric, pero su amigo lo agarró del brazo y le dijo que no fuera un nerd y faltara a clases con él. Stan no era alguien a quien pudieran convencer tan fácilmente, pero por alguna razón no fue capaz de decirle que no a Cartman, y ambos terminaron detrás de la escuela. Fumando. A Stan realmente no le gustaba fumar, pero su padre se molestaba al saber que prefería la nicotina al THC, así que siempre que podía se iba a casa oliendo a tabaco. Para su fortuna, el olor del tabaco ocultó el aroma de Cartman, así que un minuto después solo estaban recargados en la pared, relajándose, como siempre. —¿Cuál es mi aroma?— preguntó Cartman de repente y Stan casi se atragantó. —No lo sé, amigo.— Stan empezó a temer que Cartman pudiera leerle la mente. —¿Por qué quieres saberlo?— preguntó un momento después, al verlo preocupado y cohibido. Stan nunca creyó que viviría para ver el día en que Cartman se sintiera cohibido. —Butters y Kenny estaban hablando de eso. Stan frunció el ceño. Realmente no le importaba que Kenny hablara del olor de Cartman, pero si Butters lo hacía, eso sí le molestaba. —¿Y qué estaban diciendo? —Que huelo bien, por supuesto.— Cartman estaba contento, como si recibir cumplidos sobre su aroma de parte de Butters fuera algo positivo y no algo de lo que no deberían estar hablando. Stan se enojó al imaginar a Butters diciéndole a Eric que olía bien. Butters era el único que se atrevería a subirle la autoestima a Eric Cartman, de todas las personas. —¿Entonces intentando que te dé un cumplido? ¿O quieres saber si me gustas porque aún quieres que tengamos sexo? El cigarro casi se le cayó de la boca a Cartman. Tenía una expresión bastante cómica, que Stan hubiera querido inmortalizar de no ser porque se horrorizó en cuanto se dio cuenta de lo que acababa de decir. Ni siquiera sabía por qué lo había dicho. O sí sabía, y no quería aceptar que estaba celoso. —Ya te dije que no te estaba pidiendo que… ¿lo harías? —¡No me preguntes algo así!— La cara de Stan estaba completamente roja. —Nos conocemos desde el kínder. Pensar en algo así es asqueroso. —Sí, puedes contestar eso. O podrías decir simplemente “no”, ¿sabes? Además, tú eres el que sigue pensando en sexo, no yo. Stan gruñó y se frotó el puente de la nariz. —Entonces, no. —Está bien. Estaba pensando que necesito enlazarme con alguien de North Park. Mi mamá está trabajando allá y está rentando un departamento; dijo que puede inscribirme en la escuela usando esa dirección. No permiten alfas en las clases para omegas. Aunque quiero seguir viviendo solo, y creo que Kyle tenía un punto, no debería desperdiciar mi primer enlace. Necesito encontrar a alguien rico. ¿Tolkien sigue siendo tu vecino? Puedo visitarlo hoy y arreglar algo con él. Stan estaba experimentando una montaña rusa de emociones. —Kyle nunca dijo eso. Como respuesta, Cartman lo miró como si estuviera diciendo incoherencias. Kyle recogió los libros de Stan y cargó su mochila cuando terminó la clase. Estaba seguro de que Stan se escondía detrás del edificio de la escuela, así que fue directo allí y se sorprendió al encontrarlo con Cartman; tenía la impresión de que acordaron evitar a Cartman. Además, era raro que Stan y Eric pasaran tiempo a solas. Stan apagó su cigarrillo de inmediato y golpeó a Cartman para que hiciera lo mismo. Eric hizo una mueca pero también apagó su cigarro. Kyle no fumaba, y su madre se volvería loca si detectaba cualquier rastro de tabaco en su ropa. —Te traje tu mochila— dijo, y Stan se lo agradeció. Estaba aliviado porque la presencia de Kyle lo había salvado de continuar la incómoda conversación que estaba teniendo con Cartman. —¿Te vas a ir a casa?— Kyle se acomodó al lado de Cartman y sacó su teléfono para revisar sus notificaciones. Stan se encogió de hombros y estaba a punto de decir que hoy podría llegar tarde a casa. Cuando Cartman dijo que se iban juntos a su casa. —No te voy a llevar a mi casa, nunca. —No seas imbécil— Cartman usó su dedo medio e índice para picarle la sien a Stan. —Oye, vete a la mierda. —Ni siquiera planeaba quedarme en tu casa. —De todas formas. No te voy a llevar. —¿De qué están hablando?— Kyle no se sentía cómodo con que alguien compartiera secretos con Stan y que él no supiera de qué se trataba el asunto. —Cartman quiere venderse al mejor postor. Cartman bufó. —Solo estás celoso de que soy un omega y tengo opciones, mientras que tú eres un alfa mediocre. Stan giró la cabeza al escuchar la palabra “celoso”, pero se calmó casi de inmediato. —Así que ahora somos mediocres.— escucharon la voz de Kenny, que estaba llegando. Le lanzó a Cartman su mochila. —Eres el más mediocre de todos. Hubiera sido mejor para ti si hubieras nacido omega. Así podrías haberte cogido el camino fuera de la pobreza. —Todavía puedo hacer eso— Kenny se encogió de hombros. Cartman lo insultaba constantemente, pero estaba seguro de que ahora lo hacía porque Kenny lo había avergonzado antes. Kyle guardó su teléfono. —Entonces, tu nueva gran idea es prostituirte, ¿y qué tiene que ver la casa de Stan con eso? —Tolkien— respondió Stan, mirando al cielo y deseando poder fumar otro cigarrillo. —¿En serio? ¿Vas a acorralarlo como hiciste con nosotros y pedirle que tenga sexo contigo? Cartman negó con la cabeza. No tenía caso discutir con sus amigos que nunca les había pedido sexo. Los tres eran idiotas; él siempre lo había sabido. —¿Por qué no? Si lo piensas, es la mejor opción. Si tan solo Cartman pudiera leer el lenguaje corporal o captar el aroma de sus amigos. Habría notado que los tres se enojaron. —¿Prostituirte, como tu madre, en serio?— lo atacó Kyle sin miramientos. —No, prostituirme casándome, como tu madre. Kenny y Stan sabían que las cosas solo podían escalar cuando Kyle y Cartman empezaban a insultarse a laadre del otro. Pero nadie esperaba que Kyle sujetara a Eric de los hombros y lo golpeara contra la pared. Se suponía que nunca debían golpear a un omega, pero eso era porque los omegas solían ser chicas, así que estaban en una zona gris y no sabían cómo reaccionar. Además, estos eran Cartman y Kyle. Kyle no sabía por qué sintió tanta furia repentina, ni entendía por qué le importaban las decisiones de vida de Cartman. —No puedes simplemente enlazarte con quien sea. Y menos por una razón tan estúpida como dinero. —¿Te estás escuchando?— El dinero no era, ni sería nunca, una razón estúpida. Kyle intentó calmarse. El olor a tabaco se estaba desvaneciendo. —Esto no es porque quiera llevarte la contraria. Tienes que cuidarte. —Wow. Kyle, sigues con la hipocresía.— Cartman tenía una sonrisa diabólica. —Intentando imponer tus estándares morales sobre los míos. Porque soy un omega, ¿ahora sientes la necesidad de controlarme? —¿Qué? ¡No, claro que no! —'Cause I'm just a girl, oh, little old me Well, don't let me out of your sight— empezó a cantar, y Kyle hizo una mueca. —¡No es eso! Esque tú, lo que yo quería decir...— Kyle estaba avergonzado, enojado y confundido. —Te estoy diciendo que deberías tener cuidado y... —Oh, I'm just a girl, all pretty and petite So don't let me have any rights. —No estoy diciendo... —Dime, Khal, por favor, protégeme de mí mismo. —¡No deberías pedirle a la gente que se enlace contigo cuando no sabes de lo que hablas!— Kyle casi gritó, acalorado, olvidándose de respirar por la boca. Estaba llenándose los pulmones con las feromonas de Cartman. —Y ¿tú sí? —¡Más de lo que tú crees!— Luego empezó a acortar la distancia entre ellos. —¿Qué estás haciendo?— Eric sintió su pulso acelerarse y estaba más curioso por la cercanía de Kyle que asustado. Aunque Kyle parecía estar algo enojado, no parecía dispuesto a lastimarlo. Para ser honesto, Kyle no estaba seguro de lo que pensaba. Quería mostrarle a Cartman por qué decir que iba a vincularse con el primer tipo dispuesto estaba mal; al mismo tiempo, quería deshacer la repentina ira que sentía. Así que, sin pensarlo, se dejó arrastrar por el aroma de Cartman y enterró la cara en su cuello. Luego lo recorrió con la punta de la lengua, cerca de sus glándulas de aroma. —Ky— Eric se estremeció y trató de mover las manos para apartarlo, pero otra lamida le hizo perder el hilo, y de manera inconsciente inclinó la cabeza para darle más espacio. Kyle tomó su movimiento como una invitación y decidió darle un mordisco suave. —Seguimos aquí, ¿saben?— dijo Kenny. Al principio estaba embelesado con lo que estaba pasando, pero marcó un límite cuando su entorno estaba a punto de volverse demasiado denso para soportarlo. Stan también estaba ido, pero igualmente volvió a la realidad cuando Kenny habló. Eric y Kyle se separaron. El corazón de Kyle latía rápido, y estaba seguro de que la sangre se le había acumulado en la entrepierna. —¿Lo entiendes ahora?— dijo sin aliento. —El vínculo significa más que impregnar tu aroma en alguien más, y no puedes hacer eso con alguien a quien no amas ni en quien confías. Eric no pudo hacer más que mirar a Kyle; se sentía como si estuviera en una nube de sensaciones placenteras y confusas. Kyle no se suponía que lo hiciera sentir así, y quizá Kyle tenía razón. Se conocían desde hacía años, y aunque estaba seguro de que ese idiota pelirrojo no lo lastimaría, se asustó cuando se dio cuenta de que—si no hubiera sido por Kenny—hubiera dejado que Kyle hiciera lo que quisiera. No le gustaba la idea de darle a alguien ese tipo de control sobre él. —Yo-yo me voy a casa.— No sabía qué más podía hacer. Además, estaba muy agitado, y quedarse con sus tres amigos no lo ayudaría a pensar. Kyle fue el segundo en irse. Tomó su mochila y empezó a caminar sin decir una palabra. No había forma de saber adónde pretendía ir, pero no era a su casa. Había tomado la dirección opuesta. —Creo que yo también me voy a casa— dijo Stan incómodo. Ajustó su mochila a la altura de su entrepierna, dejando evidente lo que intentaba ocultar. Kenny también tenía algo que esconder, y tenía un deseo tremendo de ir a casa, encerrarse en su cuarto y procesar todo lo que había pasado. Probablemente acabaría tocándose. Pero la parte más responsable y probablemente la más primitiva de su cerebro le dijo que no había forma de que fuera a dejar que Eric se fuera solo a casa después de lo que había pasado. No iba a caminar a su lado. No. En ese momento, preferiría parecer un acosador antes que enfrentarlo. No sabía cómo reaccionaría Eric. Tal vez los ignoraría los próximos días; tal vez planearía cómo matarlos, o, en el mejor de los casos, los ignoraría y les cantaría el resto de Just a Girl.
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