Tratando de conseguir una cita

Año 2004.   Gabrielle interceptó a George a las afueras de la Madriguera para poder hablar con él. Había terminado la cena del sábado que había organizado Molly Weasley. Molly al enterarse que Gabrielle había venido el fin de semana para visitar a Fleur, le dijo a Fleur que, si quería, podía acompañar a la familia para comer en la Madriguera.   —¡Geoge! Tengamos una cita —dijo con mucha seguridad Gabrielle.   Ni siquiera ella lo había preguntado.   George sonrió, con una de esas sonrisas que no auguraban nada bueno.   —Si te portas bien, tal vez tú y yo dentro de unas semanas tengamos una cita —dijo con tranquilidad George sin borrar su sonrisa.   Hace unos meses atrás, descaradamente Gabrielle le había preguntado a Fleur por medio de una carta si George estaba soltero; Fleur le afirmó en una carta, que George hace años había terminado su noviazgo con Angelina y que hasta la boda habían cancelado.   —Pego … ¿paga ti que es pogtagse bien? —preguntó con duda genuina Gabrielle.   En serio, ¿para George que era portarse bien? ¿Cuál podría ser la definición de portarse bien para un bromista que causaba caos en cualquier lugar que él quisiera cuando él quisiera?   —¿Quieres descubrirlo? —le preguntó George a Gabrielle en voz baja, manteniendo contacto visual con ella, para posteriormente acariciar la mejilla de Gabrielle.   Gabrielle tragó saliva, ella no sabía si George le estaba coqueteando o si la estaba amenazando.   Luego ella notó un brillo en sus ojos, de seguro ese brillo en los ojos de él, se debía a la “belleza de veela” de Gabrielle. Con aquello percibido, Gabrielle podía afirmar sin miedo, que George le estaba coqueteando.