Capítulo 1
18 horas y 53 minutos hace
La vida en la tierra tenía varios beneficios por sobre la vida sobre las nubes. Había más espacio para el cultivo y muchísimas más variedades de alimentos a parte de la calabaza. Link estaba muy feliz con esta nueva vida, pero todavía había algo a lo que Link no podía acostumbrarse. El invierno. En Skyloft vivían en una primavera eterna y nunca habían conocido un frío como el que asolaba las tierras inferiores en los últimos meses del año.
El primer invierno sin duda fue el más duro, en realidad, nadie tenía ropa adecuada para un clima tan duro, todos esperaban que fuera un frío que podrían soportar con un abrigo y por lo mismo muchos tuvieron que salir con las inclemencias del clima para buscar más leña para la comunidad. La única razón por la que no murieron de hambre fue porque Ghirahim ya les había advertido que tuvieran guardadas reservas de comida pues en esa estación todos los animales se esconderían y los cultivos no crecerían.
Irónico pensar que el demonio que casi los condenó a todos terminó siendo quien los ayudó a sobrevivir durante el primer año. Honestamente fue gracias a él que Link no sufrió tanto esa temporada como los demás. Ghirahim se encargó de tener todo listo exclusivamente para Link, ya que él en realidad no necesitaba comer y no sufría por las bajas temperaturas. Pero aún así él procuró en todo momento la seguridad del rubio.
El recuerdo de ese invierno pasado hizo que el rubio sintiera su rostro caliente, aun si Ghirahim insistía en que lo hizo solo porque ahora era su maestro eso no evitaba que Link realmente apreciará su preocupación.
Ahora las cosas eran un poco distintas. Ambos habían sobrepasado los límites de la relación maestro/espada después de ese primer año juntos y ahora eran algo más, ninguno de los dos parecía atreverse a decir exactamente que eran en voz alta, pero sin duda Link seguía estando igualmente feliz.
—Toma, bébelo antes de que se enfríe —Ghirahim apareció a un lado del sofá y le ofreció una taza de té caliente que Link aceptó agradecido—. ¿Necesitas una manta?
—No es necesario Ghirahim, solo necesito que estés aquí conmigo.
El espíritu de la espada aceptó y tomó su lugar al lado del caballero quien no dudó en acurrucarse con él, disfrutando de la cercanía. Ambos compartieron un momento de silencio mientras Link terminaba la bebida caliente. Sin duda Ghirahim había mejorado en la preparación de alimentos humanos, todo por el, Link realmente podía sentir su pecho llenarse con la calidez del agradecimiento y el cariño por el demonio.
—Te preocupas demasiado por mí... Te lo agradezco mucho...
—Ni lo menciones niño del cielo, no puedo dejar que mi maestro caiga en cama por algo tan ridículo como un resfriado —replicó Ghirahim con un todo un poco más juguetón que serio.
Aun con esa respuesta por parte de su compañero Link se acercó a él para besar su mejilla. —Aun así te lo agradezco tanto, me hace feliz tenerte conmigo, en general, me haces feliz...
Link desvío la mirada para dejar su taza en la mesita al lado del sofá, además de no tener que ver a Ghirahim luego de decir algo así. Pero el demonio no aceptaría eso tan fácilmente. Tomó la mejilla del niño mortal y lo hizo mirarlo antes de darle un beso en los labios. No era la primera vez que se besaban, pero Link aún se sentía cohibido cada que Ghirahim lo tomaba para besarlo así.
El demonio puso sus manos en sus esbeltas caderas y lo acercó más a él, bajando sus besos hasta su cuello. El rubio se tragó los ruidos placenteros que querían salir de su boca ante tal atención por parte del más alto.
—Ghirahim... No, aun no...
Eso fue lo único que logró decir de forma coherente y entendible antes de que su "pareja" lo liberara de su agarre y retrocediera. —Lo siento... Arruiné el momento.
—No tienes nada por que disculparte, si aun no quieres dar ese paso no hay nada que hacerle, la decisión es tuya al fin y al cabo.
Aun con su respuesta Link se sentía decepcionado de sí mismo por no tener el valor de dar ese siguiente paso, podrían llamarlo mojigato, pero el hecho de aun no tener una relación bien definida con Ghirahim lo hacía reacio a aceptar estos avances, honestamente preferiría sentirse realmente amado por Ghirahim a simplemente se algo de una noche. Pero decir esto en voz alta resultaba bastante vergonzoso.
Fue repentinamente sacado de sus pensamientos al ser tomado por Ghirahim y dejarlo sentado en su regazo. —Estás temblando, sabía que debía de darte una manta antes —con un chasquido de dedos una gruesa manta cayó sobre ambos, envolviéndolos en una calidez reconfortante mientras Ghirahim lo sostenía entre sus brazos.
El chico rubio se sentía afortunado, por tener a alguien que procurará tanto su bienestar como Ghirahim, él simplemente podría cerrar los ojos y hundirse en este cálido sentimiento, que él hacía florecer en su pecho. Lo hacía tan feliz.
—Me gustas... De una manera romántica...
Sus palabras sonaron como un susurro para que solo Ghirahim las escuchara. Tenía tantos sentimientos revoloteando en su interior que no sabía por dónde empezar a expresarlas. Solo pudiendo atinar decir esas palabras para intentar externar todo lo que este hombre, que una vez fue su enemigo jurado, le hacía sentir con sus atenciones y afectos.
El silencio cayó a su alrededor, solo quedando el sonido del crepitar de la leña en la chimenea al arder. Sus ojos se mantenían cerrados mientras su agitación se calmaba. No sabía si había dicho las palabras correctas pero lo había hecho y con eso ya había pasado lo peor.
Las manos de su compañero lo tomaron de la cintura y le dieron media vuelta, quedando ahora en una posición donde era más fácil ver su rostro. Sus ojos marrones, casi negros no brindaban ningún indicio de lo que pasaba por su cabeza, pero si sonrisa de satisfacción demostraba que no le se sentía molesto en lo absoluto por la simplona confesión del rubio.
—Oh mi niño del cielo, realmente te pones ansioso por las cosas más banales —Link desvío la mirada con algo de molestia, preferiría no tener que lidiar con sus burlas en un momento así—. Sin embargo, yo estaba seguro que ya había quedado establecido que tú eras mi pareja.
Link lo miró con confusión en sus ojos. —¿Cuándo... Establecimos tal cosa?
—Bueno era bastante evidente —respondió Ghirahim con total naturalidad—. Te he estado brindado todo tipo de atenciones y mis muestras de afecto debieron de haber terminado de dejar establecida nuestra relación.
Link seguía estando en un estado de confusión por esta declaración ¿de verdad Ghirahim ya pensaba que estaban en una relación?
—Pero tu no... Nunca me lo pediste...
—¿Por qué tendría que hacerlo? Nos tratamos como pareja, entonces somos pareja.
Honestamente, Link tenía ganas de reír de los nervios por la situación, llevaba un año entero creyendo que Ghirahim aun no quería formalizar su relación y temiendo que solo estuviera jugando con él. Todo para que al final resultará que él ya pensaba que eran una pareja como tal.
—¿Es acaso así como funcionan las relaciones para los demonios? Porque para los humanos no, nosotros tenemos que pedirlo directamente...
Ahora el confundido era Ghirahim al darse cuenta que Link en verdad dudaba de lo que eran debido a este nuevo choque cultural.
—Oh claro, debí imaginarlo, ustedes los mortales le dan más valor a las palabras antes que a las acciones —la molestia en su voz era bastante notoria, algo normal en él cada que tenía que adaptarse a las costumbres mortales de Link—. Bueno, viendo entonces la situación en la que nos encontramos, permíteme aclarar las cosas —Ghirahim tomó el rostro de Link por la barbilla y lo hizo mirarlo a los ojos—. Link, ¿aceptarías ser mi pareja y pertenecer totalmente a mi, así como yo te pertenezco solo a ti?
Los ojos del héroe se agrandaron por la confesión, no esperaba que su declaración fuera tan posesiva, pero mentiría si dijera que no le gustó escuchar que solo se pertenecían el uno al otro.
—Si... Acepto...
Ghirahim no esperó ni un minuto más antes de unir sus labios con vigor. Este beso era distinto al anterior, este era mucho más enérgico por parte de ambos. Ahora que toda la confusión había sido resuelta ya no había motivos para contenerse.
Link se separó un momento de su ahora pareja, totalmente rojo y con la respiración agitada. —Ghirahim... ¿Podemos ir antes a la habitación? Quiero compensarte por lo de antes...
La timidez en su voz era evidente. Realmente el pequeño héroe ya no tenía nada que lo hiciese negar su deseo por el demonio y Ghirahim estaba más que complacido por eso.
—Con mucho gusto querido —levantó la mano y con un chasquido ambos habían desaparecido del sofá para saciar sus deseos en la comodidad y privacidad de su cuarto.
Después de todo eso es lo que las parejas hacen.