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—Link, estás exagerado, sube al caballo ahora. Link se negó rotundamente mientras Zelda intentaba subirlo a Epona contra su voluntad, no iba a hacer tal cosa mientras tuviera fuerza suficiente para resistirse. —¡Te dije que no! ¡Ya cumplí mi misión de salvar Hyrule como me pediste, no tengo por qué seguir obedeciendote! —¡Solo te dije que ahora teníamos que dirigirnos al Dominio Zora! —reclamó Zelda con molestia mientras tiraba de su brazo—. ¡De cualquier modo tienes que ir tarde o temprano, hiciste una promesa! —¡Por eso no voy a ir! —finalmente pudo liberarse de su agarre y se alejó de ella resguardándose detrás de un árbol cercano. Zelda resopló con frustración y camino en su dirección para asomarse detrás del árbol en el que se escondía. Pero su mirada se suavizó al encontrarlo abrazando sus piernas. Ella se sentó a su lado y al no recibir ninguna objeción comenzó a hablar. —Link ¿Por qué no quieres volver al dominio? Creí que realmente querrías ver a Sidon otra vez... El caballero se tomó un momento antes de finalmente encontrar las palabras para contestar. —Quiero hacerlo pero... Tengo miedo... Cuando le confesé que lo amaba no esperaba sobrevivir para iniciar verdaderamente una relación, nunca tuve planeada una vida después de pelear contra Ganon y ahora no se que hacer. Los nervios y el miedo en su voz eran evidentes y Zelda no sabía qué hacer, ella no era la mejor tratando estas situaciones. Así que solo atinó a acariciar su cabello como si fuera algo así como una hermana consolando a su hermano menor. —Link, se que el futuro es incierto y eso a miedo después de haber tenido tus dudas, yo también desconfíe sobre si podría contener a Ganon el tiempo suficiente, pero ahora que lo logramos tenemos toda una vida por delante y no podemos desperdiciar esta oportunidad solo por nuestros temores que nos atan al pasado —con delicadeza tomó su mano y lo miró con una sonrisa—. Link, has arriesgado tanto por estas tierras y su gente, tu mas que nadie merece tomar esta nueva vida para hacer lo que te dicte tu corazón, no un destino impuesto por Hylia. Sus palabras llegaron a el de una forma que no hubiera creído posible hace un siglo, su honestidad le hizo reflexionar al respecto, el ya había muerto una vez intentando cumplir su misión, solo para ser traído de entre los difuntos para volver a ser lanzado a la boca del lobo, solo que ahora sin recuerdos o experiencia en combate. Tal vez realmente merecía darse la oportunidad de aferrarte a esa felicidad. —Gracias Zelda yo... Realmente necesitaba escuchar eso... —No tienes que agradecer, Link, después de todo realmente quiero que estés bien —ahora después de decir eso su mirada se endureció y su expresión volvió a ser seria una vez más—. Pero aún así vamos a ir al Dominio Zora. —¡No!***
Aún faltaba para llegar a su destino pero ya podía ver la figura del salón del trono erguirse a lo lejos. Todo su cuerpo le gritaba que aún no estaba listo y que diera medía vuelta para regresar a su casa en Hateno, pero sabía que si hacía tal cosa Zelda lo traería de regreso así fuera atado con una correa como un perro. "¿Qué clase de imagen tienes de mí?" Link se puso rígido y miró a la princesa con molestia. —Zelda ya no estás en el castillo, estás aquí conmigo. ¿Podrías por favor dejar de hablar dentro de mi cabeza y hablarme directamente? —Lo estaba haciendo, pero estabas tan sumergido en tus pensamientos que por más que te hablé no me escuchabas. Link desvío la mirada todavía molesto con ella por invadir su privacidad. —Todavía sigue siendo grosero, ya tengo suficiente con que estuvieras viendo todo lo que hacía como para que ahora vengas a espiar también mis pensamientos. —Okay, primero, no estaba "espiando" estaba procurando tu seguridad —Link rodó los ojos ante su pobre excusa—. Segundo, por lo mismo yo vi exactamente lo que te pidió, el te dijo que te cortejaría apropiadamente para que seas su pareja, no te prometió una boda extravagante en tanto pusieras un pie en el Dominio. —¿Y cómo se supone que es el cortejo de los zora? Solo sé sobre la pedida de matrimonio de las princesas. —¿No sabes nada sobre sus costumbres y aun así dijiste que si? Realmente a veces eres muy impulsivo —Zelda negó con la cabeza como si se resignara a que su amigo simplemente decía si a todo lo que le decían porque sí—. Bueno, el cortejo zora no es un proceso muy largo, así que solo memoriza los 5 pasos antes de llegar a ser una pareja "oficial". Link asintió en silencio, listo para tomar nota mental de todo lo que Zelda le dijera. —Primero, aquel que pidió iniciar el cortejo traerá comida y pequeños obsequios a su interés amoroso, esto simboliza que a su lado no permitirá que sufra de ninguna carencia. Conociendo a Sidon muy seguramente le traería a todos los pescados de Hyrule junto a las gemas más valiosas solo para probar lo serio que se tomaba el cortejo. —Segundo, para llamar la atención de la otra persona, el zora que desea llamar su atención realizará una serie de acrobacias y saltos fuera del agua para impresionarle. Eso ya estaba hecho, Sidon sin duda lo dejó boquiabierto cuando se lanzó de la torre con una acrobacia bien practicada para luego saltar con gracia otra vez al agua. —Tercero, si se llega a este paso ambas partes tendrán que regalarse un accesorio de plata con un zafiro, hecho en su totalidad por ellos, para entregárselo en un día acordado. Link nunca había hecho ningún tipo de joyería, eso sin duda sería un reto pero seguro que podría llegar a aprender en la Ciudadela Gerudo. —Cuarto, la pareja tendrá que competir en un juego amistoso en el que el interés del zora tendrá que nadar lejos mientras que este intenta atraparlo. Esta parte estaba perdida, él sencillamente no tenía oportunidad contra Sidon en el agua, era lo suficientemente veloz como para esquivar los ataques de Vah Ruta obviamente lo atraparía sin que se diera cuenta. Pero tal vez se apiadaría de él y se contendría antes de atraparlo. —Y quinto y último paso... Bueno... —Link miraba expectante a Zelda mientras se aclaraba la garganta antes de continuar—. Cuando todos los pasos anteriores se hayan realizado la pareja tendrá que aparearse y encajar sus colmillos en sus hombros para marcarse como la pareja del otro. Link casi se cae de Epona por sentir que su alma abandonaba su cuerpo. Aparearse, tener sexo, tendría que tener sexo con Sidon en cinco pasos. —¿Y... Y todo eso es necesario? —Si, así es, ese ha sido el ritual de cortejo zora desde hace milenios y dudo que haya cambiado en este último siglo. —Okay, lo entiendo... ¿Y exactamente cuanto dura este cortejo? —Pues son cinco pasos así que... Cinco días, menos de una semana. Ahora si Link se dejó caer de su caballo con un golpe seco en el suelo, pero estaba tan ido que ni siquiera sintió dolor por la caída. Tenía solo cinco días para completar el cortejo y acostarse con Sidon, el segundo zora más grande de todos, el mismo que supera los tres metros de altura mientras que Link apenas alcanzaba el metro y medio. Zelda apareció en su campo de visión claramente preocupada por él al ver que no se levantaba. —Uh... Creo que yo también me apresuré al traerte aquí... —¡¿Tu crees?! —Link se sentó de golpe para mirarla de frente—. Zelda, llegando al dominio tendré menos de cinco días para preparar joyería, mejorar mi técnica de natación y, el pequeño detalle, ¡de tener que prepararme para acostarme con un zora que me dobla la altura! —Muy bien, estás impactado por eso, lo entiendo, pero en mi defensa creí que tenías el mínimo conocimiento al respecto por lo fácil que aceptaste. —Zelda, no recuerdo ni cuando es mi cumpleaños, ¿cómo iba a saber que así era el cortejo zora? Link estaba bastante molesto por la situación y, francamente, un poco ofendido de que Zelda pensará que estaba lo suficientemente necesitado de cariño como para irse a la cama con Sidon en menos de una semana. —Vamos Link este no es el fin del mundo, además, es Sidon de quién hablamos, seguro que si te sientas con él para hablar al respecto estará más que de acuerdo en darte tu tiempo para que te prepares y te sientas cómodo para iniciar el cortejo. Ella tenía razón, Sidon podía ser algo intimidante al inició, después de todo era un zora con rasgos de tiburón que era más alto que el promedio de su propia raza (que ya de por sí eran más altos que los otros pueblos de Hyrule), pero sin duda no era ninguna bestia que tomaría a Link contra su voluntad y lo obligaría a iniciar el cortejo para saltarse al último paso. Era más probable que Sidon se sintiera culpable por no haberle explicado en qué consistían los cinco pasos a seguir y se disculpará por hacerlo sentir presionado a hacer algo con lo que no estaba cómodo o algo así. El pensamiento era lo suficientemente reconfortante como para que Link pudiera pararse una vez más, dispuesto a llegar al dominio cuanto antes. —Es verdad, Sidon tiene un corazón tan bueno y noble, seguramente lo entenderá y llegaremos a un acuerdo. Zelda asintió con entusiasmo y cuando Link estaba por montar nuevamente a Epona la mano de su amiga lo detuvo en el acto. —Una última cosa, puede que no sea apropiado decirlo ahora que recuperaste tu vigor pero creo que mereces saberlo —el rubio la miró con nerviosismo por el temor de lo que fuera a salir de su boca esta vez—. Los tiburones poseen dos miembros. Su llegada al Dominio Zora volvió a retrasarse porque Link directamente se desmayó.***
Era muy tarde cuando finalmente llegaron a su destino y la emoción del pueblo zora no se hizo esperar. Fueron recibidos con agradecimientos, felicitaciones por su victoria y buenos deseos para su futuro. Pero sobre todo se acercaban a Link para expresar lo felices que estaban de que él hubiera sido elegido por su príncipe. Parece que la voz corrió muy rápido. —¡Link! ¡Perla mía! La voz de Sidon resonó por todo el dominio mientras todos se hacían a un lado para dejar el camino libre de su príncipe hasta su persona amada. —¡Estoy tan feliz de que estés aquí! La espera por tu regreso se sentía eterna, realmente añoraba tenerte aquí. El enorme zora rojo levantó al hyliano del suelo y lo atrapó en un fuerte abrazo que casi saca el aire de sus pulmones. —¡Ugh! Yo también te extrañé Sidon pero... Estás apretando muy fuerte... —¡Oh! ¡Lo siento mucho Link! —el príncipe volvió a dejar al pequeño chico en el suelo para que recuperara el aliento—. Es solo que después que partiste al castillo... Sentí como si te hubieras llevado mi corazón contigo, mi querida perla. Sidon se arrodilló para quedar a su altura para juntar su cresta con su frente, Link no entendía porqué lo hacía pero parecía ser importante o íntimo porque todos a su alrededor los veían con ojos enternecidos, algunos desviaban la mirada con un rubor azul en sus mejillas, el club de fans de Sidon lloraba desconsoladamente y Zelda solo los miraba divertida. Tanta atención sobre ellos lo empezó a poner nervioso y Sidon debió de darse cuenta, pues lo volvió a tomar en brazos pero esta vez al estilo nupcial haciendo que el color rojo se apoderara de su rostro y se abrió paso entre la multitud para llevarlo lejos de cualquier mirada indiscreta. —Lamento haberte metido en esa situación querido, es solo que no pude evitar mostrarte mi afecto por ti aun estando en público. —¿Eso fue una muestra de afecto? ¿Algo que solo se hace con una pareja? —Sidon asintió—. Hmmm, se sintió bien... Link recostó su cabeza contra el pecho de Sidon y cerró los ojos un momento, solo con él se sentía lo suficientemente cómodo y seguro como para bajar la guardia de esa manera. —Por cierto, me gustó como me llamaste antes. —¿Te refieres a mi perla? Link asintió. —Se sintió bien, es lindo ¿me llamarás así a menudo? —Siempre y cuando estés de acuerdo con eso lo haré con mucho gusto.***
Sidon lo llevó a su cuarto, donde pasaron una noche preciosa el uno junto al otro antes de separarse, y con delicadeza lo recostó en la gran cama. —Debes de estar cansado ¿Quieres que le pida a los cocineros que te preparen algo de comer? —No gracias, preferiría acostarme un momento nada más —Link miró a Sidon a los ojos, el amor en ellos era tan evidente que Link sentía que se derretiría por la calidez que hacía brotar en su interior—. Uh, Sidon ¿te puedo preguntar algo? —Claro que sí ¿Qué deseas saber? —Es sobre el cortejo, Zelda me explicó en qué consiste y ¿de verdad dura solo cinco días? Sidon asintió mientras inflaba su pecho con orgullo —Así es querido, durante cinco días no pararé de dejarte claro lo mucho que te amo y lo serio que me tomó nuestro cortejo. La cara de Link se puso roja, el sabía que Sidon iba a decir algo como eso pero ya escucharlo directamente era algo muy distinto, este hombre tenía un gran poder sobre él del que no era consciente. —Estoy seguro de que lo harás, pero me preguntaba si, ¿podríamos tomarnos un tiempo entre los cinco pasos? —la mirada de confusión y desconcierto de Sidon lo hizo agregar rápidamente—. ¡No porque no quiera hacerlo o algo así realmente quiero! es solo que... Normalmente los hylianos nos tomamos un tiempo antes de llegar al quinto paso... Quería que la tierra se abriera y se lo tragara vivo, no podía creer que estuviera diciéndole a Sidon sobre como quería tomarse un tiempo entre los días solo porque estaba nervioso de apurarse hasta el quinto día en el que tenían que tener sexo, podía pelear contra el rey de los demonios pero no podía acostarse con la persona por quién estuvo suspirando durante todo su viaje. Era un maldito inepto en el amor. Aun así su petición pareció golpear a Sidon como si acabará de tener la revelación de siglo y se puso tenso repentinamente. —Oh diosas ¿Es así cómo funciona para los hylianos? No tenía ni idea mi perla, lamento tanto que hayas tenido que sentirte presionado o algo, si quieres que nos tomemos un tiempo entre cada día lo haremos, es más, ¡si gustas podemos hacerlo al estilo hylian si eso te hace sentir más cómodo! Ahí estaba, sabía que Sidon se sentiría responsable por la confusión y nervios que pudo haber provocado en el este choque cultural, y ahora incluso le estaba proponiendo sencillamente no hacer el ritual zora y hacerlo al estilo hyliano, Sidon realmente era considerado hacia sus sentimientos y adoraba de sobremanera esa parte de él. —Esta bien Sidon, no tenemos que dejar de lado la tradición de tu gente solo por mí, ¿podríamos buscar la forma de fusionar ambas costumbres? Tal vez podríamos hacer algunas actividades que hacemos los hylianos en pareja entre paso y paso, cómo tener citas, darnos algunos obsequios o simplemente besarnos. Ese pensamiento se sintió bien, la idea de tener una cita con Sidon sonaba maravillosa, solo ellos dos compartiendo un momento y Sidon parecía estar de acuerdo con la idea. —¡Eso es brillante Link! Esa es una solución perfecta, pero si me permites preguntar ¿qué es un beso? Link miró confundido a Sidon ¿De verdad hablaba en serio? ¿Acaso los zoras no se besaban? —Eh... Bueno, un beso es como ¿eso que hiciste sobre juntar nuestras frentes cuando llegué? Solo que los hylianos lo hacemos con nuestros labios. —¿Con los labios? Hmm, eso suena a que sería un poco incómodo por mis colmillos —oh, es verdad, los zoras tienen colmillos, por eso ellos no se besaban y preferían juntar sus crestas—. ¿Aun así te gustaría que lo intentemos? ¡Prometo ser cuidadoso con mis dos filas de dientes! Link ignoró el comentario sobre su cantidad de colmillos y asintió enérgicamente ante sí podían besarse. Fue él quien tomó la iniciativa esta vez, acercándose más al rostro de Sidon para juntar sus labios. Link no podía recordar si hace cien años había llegado a besar a alguien pero eso no ya no importaba, ahora este era su primer beso con Sidon, y esperaba firmemente que fuera el primero de muchos más. Aun así, por su inexperiencia por parte de ambos el beso fue bastante torpe, esto junto con su diferencia de tamaño hacía que fuera difícil mantener el ritmo pero eso no evitó que ambos lo disfrutaran. Cuando se separaron las pupilas de Sidon estaban más dilatadas que antes y agitaba su cola como si fuera un cachorro emocionado. —¿Es así como ustedes demuestran afecto? Es maravilloso ¿Pero tiene que ser solo en los labios? —Puede ser en otras partes —respondió antes de besar su mejilla. —Me gusta la idea. Ahora fue Sidon quien inició una nueva ronda de besos, en los labios y en sus mejillas haciendo sonreír a Link por su afecto. Pero empezó a bajar un poco más hasta llegar a su cuello, salpicando algunos besos amorosos que lo dejaron sintiéndose sin fuerzas. —¡Ah!... Sidon... —cubrió su boca lo más rápido que pudo en tanto dejó salir ese gemido pero ya era tarde. El príncipe se separó de él con un rubor azul tiñendo sus mejillas, él tampoco se esperaba tal reacción —Oh, lo siento Link, no sabía qué tu cuello era una zona sensible de tal manera. —No te disculpes por eso, de hecho... Me gustó, se sintió bien. La cola del príncipe volvió a agitarse con emoción mientras miraba a su pareja que permanecía acostada debajo de él. —¿Entonces puedo seguir? Tal vez se sobrestimó a sí mismo cuando se sintió ofendido cuando Zelda dejó implícito que creía que Link aceptaba tener relaciones con Sidon en menos de una semana. Parece que realmente estaba hambriento por el cariño de su amado. Link no lo pensó mucho, inclinó la cabeza dejando expuesto su cuello para el. Y esa fue toda la respuesta que Sidon necesitaba.***
Zelda caminaba por los pasillos del palacio guiándose por su memoria de la última vez que estuvo aquí hace cien años. El lugar tenía algunos cambios pero en su mayoría se mantenía igual. Acaba de terminar de hablar con el Rey Dorphan sobre los planes que tenía para el futuro de su reino y sobre cómo quería volver a fortalecer los lazos entre ambas razas. Ahora ella buscaba a Sidon para también incluirlo en estos planes, después de todo él era el príncipe y muy seguramente sería a quien su padre mandaría en su nombre para las negociaciones fuera del dominio. Finalmente llegó a la puerta de su habitación y cuando estaba por tocar un fuerte jadeo la detuvo. Zelda miró en todas direcciones asegurándose de que no hubiera nadie a la vista para verla pegar el oído a la puerta. Y entonces lo escucho, jadeos, gruñidos y gemidos placenteros se escuchaban al otro lado de la puerta. Su rostro se tiñó de rojo ante lo que acababa de escuchar y aún conmocionada simplemente se separó de la puerta, y regresó por donde vino. Tanto había renegado Link de venir en un principio y ahora se había saltado todos los pasos del cortejo en un solo día. Aunque, pensándolo bien, la unión entre el campeón hylian y el príncipe de los zora parecía una magnífica forma de fortalecer la unión entre ambos reinos, así que todos salían ganando esta vez.