Capítulo 46 Una noche
Hermione despertó con un nudo en la garganta y vacío en el pecho, llevo sus manos temblorosas para limpiarse el sudor que resbalaba por su frente. Miro frente a su cama y respiro con alivio al ver que Ginny aún seguía dormida. Saco el anillo colgando en un collar de su mueble al lado de su cama apretándolo con fuerza mientras las imágenes de su pesadilla se repetían en su mente. Cuerpos ensangrentados regados a su alrededor. Draco con la espada que tenía en la mansión el día que fueron capturados impregnada de la sangre de aquellos inocentes, con la mirada perdida como si fuera un títere esperando la siguiente orden. Y Hermione en lo alto de una colina con un impresionante y pulcro vestido blanco observando la escena sin el las mínimo sentido de remordimiento. Las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas mientras se enfurecía con ella misma, ya conocía las consecuencias de no dormir con el collar, siempre era lo mismo, pesadillas y desesperación. Pero el no saber nada de Draco los últimos días la descontrolaban. Se colocó la cadena en el cuello y tras unos minutos en los que su respiración se normalizo y las imágenes de sus pesadillas empezaron a disolverse de su cabeza, Hermione se levantó para darse una ducha y prepararse para aquel agotador día. La ceremonia a los caídos, aún debía preparar los últimos detalles de organización junto a la directora McGonagall, regresar a su habitación para cambiarse junto a la pelirroja y tener que ver a Ron, fingir emoción y amor que no sentía. Esconder la desilusión de no ver a Draco y la impotencia por seguir ahí mientras otros estaban fuera arriesgándose y buscando una manera de liberarla de la caja. —Estas hermosa —expreso Ginny con entusiasmo mientras regresaba a dar los últimos toques a su propio maquillaje. Hermione se miró en el espejo apreciando su belleza. El escote en su vestido hacia visible la cadena dónde colgaba el anillo de Draco, respiro profundo decidida a guardarlo en su cajón, pero Ginny se lo arrebato antes de lograrlo. Soltó la cadena y sacó el anillo. —Si hacemos unos arreglos al color del vestido, te lucirá como un buen accesorio —dijo la pelirroja antes de colocarlo en el dedo índice de la castaña. —No necesito que conviene… es solo… —Este collar me lo dio Harry en sexto año, días después de que me besara en la sala común —interrumpió Ginny mostrando un pequeño dije de una escoba dorada—. Desde entonces lo llevo siempre conmigo sobre todo cuando fueron en busca de los horrocrux. Me hace sentir… que estoy cerca de él ¿Me entiendes? —Perfectamente… Hogwarts, 2021 —¿Estas listo? —pregunto Albus con nervios —¿sabes a dónde irás? —Iré al día que hicieron la ceremonia a los caídos. —¿Por qué ese día? —Fue cuando mis padres se juraron amor eterno, o eso me contó mi padrino. —Debes tener cuidado, si alguien te ve podrías cambiar las cosas… —Tranquilo, sé muy bien que paso ese día. Mi padre intentará usar este mismo giratiempo para viajar al pasado, pero mi madre se entera de la verdad sobre mis abuelos y le pide que luche por ella… que la salve, eso es lo que necesito averiguar, ese secreto que nadie me quiere decir. Una vez que me enteré regresaré. Scorpius respiro profundo para calmar sus nervios y tras darle una sonrisa para que Albus no se preocupara dio cinco giros a la cadena y todo empezó a dar vueltas. Hogwarts, 1998 —Señorita Granger. —Profesora McGonagall… —Hermione lo que hiciste con el lugar es increíble —dijo la directora admirando el gran comedor. Que ahora estaba reemplazado por un hermoso y elegante salón adornado en tonos grises. Fotografías mágicas de las víctimas de la guerra rodeando el lugar que sonreían alegremente a los visitantes. —Fue un trabajo de todos —respondió la castaña con una sonrisa refiriéndose a sus compañeros prefectos. —Y uno muy bueno, me alegro que usted y el señor Malfoy lograrán resolver sus diferencias. Juntos son un excelente equipo. Hermione suspiro formando una sonrisa fingida tragándose sus palabras de decepción. —Estoy segura que a él le afecta tanto como a usted no estar aquí. —¿Cómo esta Pansy Parkinson? —pregunto Hermione tratando de desviar la conversación. —Mejor, por lo que se salió de San Mungo hace dos días. Hermione suspiro aliviada y sorprendida de que ella fuera a preocuparse alguna vez por el estado de la pelinegra. —directora McGonagall, ¿puedo robarme a mi novia unos minutos? —pregunto Ron acercándose a ambas para abrazar la cintura de Hermione. —Por supuesto señor Weasley… me alegro que estén aquí, yo debo encargarme de unos asuntos. Disfruten la noche —dijo la mujer para después alejarse dejando a la pareja solos. —¿Te dije lo hermosa que estás hoy? —Muchas veces —contestó ella con una sonrisa. —Si bueno, nunca es suficiente —interrumpió dándole un corto beso en los labios. Hermione se alejó incomoda ante el contacto con una sonrisa fingida y antes de que alguno pudiera hablar, la voz de la directora resonó en el salón dando la bienvenida a los presentes. —Antes de iniciar quiero tener a mi lado a quien hizo posible todo esto. ¡Hermione Granger! La castaña se acercó a la plataforma central donde la directora se encontraba con una sonrisa avergonzada ante la atención y los aplausos de los presentes. Cuando llegó a su lado está sonrió amablemente. —Y por supuesto, mi otro premio anual. Draco Malfoy. Hermione sintió su corazón detenerse al escuchar su nombre y segundos después pudo vislumbrar la figura del rubio acercarse elegantemente entre la gente. Cuando llegó a la tarima hizo una pequeña reverencia de respeto hacia la directora para después sonreír seductoramente hacia la castaña, quien no pudo hacer nada más que sonreír como una tonta. —Si abren este evento con un baile les estaría eternamente agradecida —soltó McGonagall en un susurro a los chicos. —Sera un placer —contesto Draco sin darle tiempo a Hermione de reaccionar tomando su cintura para arrastrarla al centro del salón. Una vez llegaron el rubio se apresuró a tomar su cintura al tiempo que la música empezaba a sonar. —¿No ibas a escapar o sí? —susurro en su oído lentamente. —Si viniste… —No iba a perderme la oportunidad de verte con ese vestido. Aunque para ser sincero preferiría mil veces quitártelo. Draco no pudo ver el rostro enrojecido de la castaña, pues en ese momento la hizo girar, cuando la tuvo nuevamente frente a él al sostener su mano pudo sentir el anillo en su dedo. Bajo su mirada sorprendido. —Creí que te habías desasido de él. —Lo intenté —sentenció—, pero no pude… —Porque aún estas enamorada de mi —interrumpió acariciando dulcemente el rostro de Hermione, logrando que ella cerrará los ojos disfrutando del tan anhelado contacto. —Yo… Draco se acercó lentamente incapaz de controlar por más tiempo la necesidad de sentir sus labios, el aliento del rubio choco contra Hermione cortando su respiración. —Mejor me voy —logro decir cuando sintió un roce en sus labios. —Solo uno —suplico el rubio acercándose aún más a Hermione apretando su rostro con ambas manos—. Solo el último. —Porque hablas con si fuera una despedida —contesto abriendo los ojos para encontrarse con la mirada desesperada de Draco. —Una noche… solo dame esta noche, olvídate del imbécil de Weasley, de la caja, de Eris, la guerra. Déjame recordar lo que se siente la felicidad por última vez… —Y luego que… ¿Me abandonaras? —Luego te prometo que serás la persona más feliz del mundo ¡Jamás lo seré sin ti! No pudo decirlo y se alejó de Draco precipitadamente sin atreverse a mirarlo, sabiendo que si lo hacía no sería capaz de resistirse a él. Por su parte el rubio la miro alejarse sabiendo que esa era la última vez que la vería con el amor que tanto le tenía. Harry saludo cordialmente a otro grupo de personas que no conocía, cansándose de la atención y felicitaciones constantes. Ginny quien conocía perfectamente a su novio tomo su mano en un apretón para darle fuerza y brindarle una sonrisa dulce. —Cuando el baile inicie dejarán de prestarte atención. —Pues eso espero… —¿Quieres irte? —¡No! Solo me irrita la atención es todo... Se lo mucho que disfrutas de estos bailes, no te lo negaría nunca… —Eres muy tierno, —soltó con una sonrisa—, pero no te he visto en meses… lo único que hoy quiero eres tu y mi habitación. Harry esbozo una gran sonrisa en su rostro, pero antes de que pudiera tomar a Ginny y sacarla del salón otro grupo de magos se acercó en busca del niño que vivió. El castaño forzó una sonrisa tratando de ser amable al ser interrumpido en tan encantadora cita con su novia. Ginny por su parte contuvo la risa por los deseos de su novio. —En cuánto el baile empiece escaparemos —susurro Harry en cuanto pudo alejar a los magos. Minutos más tarde la gala dio inicio con Hermione y Draco abriendo el baile, Ginny miro en dirección donde se encontraba su hermano quien forcejeaba por soltarse del agarre de Theo y Blaise quienes lo sostenían. No dudo en ir hasta él. —¡Suficiente! —Tranquila mini zanahoria, solo nos aseguramos que este imbécil no arruine el baile —contesto Blaise con una sonrisa socarrona. —Si no quieres terminar tu noche con una maldición ¡suéltalo! Theo y Blaise fueron divertidos al tiempo que soltaban de mala manera a Ron y se alejaban de ellos. El pelirrojo aliso su arrugado traje listo para ir hacia Hermione. —Ronald basta, no te atrevas a hacer un escándalo. —No te metas Ginny. —¡Porque no tienes un poco de amor propio y entiendes que Hermione no te ama! —Claro, porque Harry si te ama mucho, ¿verdad? —soltó Ron con malicia y luego saco una carta de su bolsillo—. ¡Toma! A ver si dejas de ser una tonta niña ingenua. Ginny vio alejarse a su hermano mientras recogía la carta en el aire y con temor la abrió. Gracias por tan espectacular noche con el elegido. Con amor. Cho —¿Listo amor nos vamos? Harry llegó junto a su novia apresurado sin darse cuenta de su semblante. La pelirroja apretó la carta en sus manos conteniendo las lágrimas y mirando a su novio desafiante. —Te lo voy a decir esto una sola vez. No quiero volver a verte en lo que me queda de vida y si te me vuelves a acercar. Te juro Harry Potter que acabaré contigo sin importarme nada. —¿Ginny que sucede? —No voy a armar una escena, no aquí y mucho menos hoy. Así que aléjate de mí. —¡No espera! Explícame qué demonios te sucede… —¡Esto me sucede! —soltó controlando todas sus fuerzas por no estallar frente a todos y golpeando el pecho de Harry con la carta en su mano—. Y si tienes un poco de decencia y respeto por mí no me vuelvas a buscar. El castaño miro sin entender el pedazo de papel y tras leerlo alzo la vista solo para mirar a Ginny alejarse entre la multitud. Harry salió corriendo tras ella para tratar de alcanzarla. —¡Ginny para! Esto no es cierto —grito cuando lo logro—. ¡Quién te dio esto! —¡Te dije que me dejaras en paz! —grito parando su caminar para enfrentarlo—. Por Merlín mi hermano tenía razón, eres un falso y mentiroso, ¡siempre lo fuiste! —¿Espera que? Ron… ¡él te dio esto! —¿Esperabas que se quedará callado? Enserio creíste que mi hermano me traicionaría… —¡Tu hermano es un vil mentiroso y manipulador! —Eso no es cierto… —¡Lo es! Y me cansé de seguir dándole tantas oportunidades, quieres saber quién es en realidad tu hermano. Harry tomo del brazo a Ginny para arrastrarla por el pasillo en busca de Ron con la única intención de que su novia supiera de una vez y por toda la verdad.Una noche
16 de noviembre de 2025, 23:24