Una promesa cumplida
27 de junio de 2025, 18:20
Como era costumbre para Remus se despertó tarde para ir a su trabajo así que estaba apurándose todo lo que podía para llegar temprano a la librería donde ya lo esta esperando Madame Pomfrey quien era la dueña del lugar.
-Se te hizo un poco tarde jovencito-Reprendió Madame Pomfrey viendo a un agitado Remus que venia corriendo.
-Discúlpeme Madame Pomfrey, no me di cuenta de la hora, No volverá a pasar-Respondió Remus mientras habia la puesta del local y ponía el cartel de abierto.
-Es molestándote Remus, a todos nos pasa en algún momento- Respondió la anciana dirigiéndose a su oficina.
Mientras tanto Remus comenzó a organizar algunos libros y llevar algunas cajas al segundo piso, esto se le dificultaba debido a que su cadera no estaba muy bien, pero ese era el trabajo de sus sueños y enserio le gustaba.
Desde pequeño a Remus siempre le gustaron los libros, especialmente los de magia con hombres lobos, magos y romance. Por eso su sueño siempre fue tener una biblioteca por eso trabajaba para Madame Pomfrey ya que era los mas cercano que tenia para alcanzar su sueño. El lugar era hermoso y tranquilo por lo que a Remus le encantaba por que podía leer cuando no habían clientes y habia terminado todas sus tareas, era lo mejor que le habia pasado a Remus en mucho tiempo.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de la campana de la tienda que indicaba que alguien habia llegado, así que Remus bajo las escaleras para ver quien era y al llegar a la entrada no podía creer lo que estaba viendo era el chico mas guapo que habia visto en toda su vida. Tenia el pelo negro y largo que estaba recogido en una media coleta, una chaqueta de cuero que le quedaba increíble además de unos pantalones negros que se ajustaban a sus piernas de una manera que resaltaba sus atributos, tenia una cara que parecía tallada por los mismos dioses y al mirarlo a los ojos, tenían un color grisáceo que lo hipnotizó por su belleza.
-Hola-Saludo el chico misterioso.
-Hola bienvenido a la librería luna llena, ¿Viene por algo en especial? -Pregunto Remus como normalmente lo hacia.
-No la verdad solo entre a mira-Contesto el chico dejando un silencio incomodo entre ellos.
-Eeee, bueno, cualquier cosa que necesites me llamas-Agrego Remus de manera nerviosa mientras se acercaba al mostrador para coger su bastón ya que el dolor de cadera se estaba haciendo insoportable para despues ir a donde estaban las cajas que tenia que subir.
Remus siguió haciendo su trabajo pero esta vez sentía la mirada del chico lindo que lo seguía mientras cargaba las cajas, hasta que no lo soporto mas lo ponía nervioso así que nervioso acerco a donde estaba el chico.
-¿Necesitas algo? Hace rato me estas mirando entonces me preguntaba si necesitabas ayuda-Pregunto lo mas calmado que pudo.
-No en realidad te veo muy ocupado en esas cajas y me preguntaba si ¿podía ayudarte a subirlas?-Contesto el chico esperando una repuesta de Remus.
-No quiero molestarte po..
-No hay problema enserio me gustaría ayudarte-Lo interrumpió el chico y Remus no tenia el suficiente valor para volver a rechazarlos además que por alguna extraña razón quería decirle que si al chico, así que acepto.
Así el chico comenzó a llevar las cajas donde Remus le indicaba mientras hablaban a Remus le parecían un chico muy interesante pero no quería ilusionarse solo por el hecho que ser amable con el. El tiempo paso volando hasta que terminaron de organizar. El chico parecía querer decir algo antes de irse pero Remus se adelanto para agradecerle.
-Gracias por la ayuda, por cierto ¿Cómo te llamas?-Pregunto Remus.
-Sirius y tu ¿Cómo te llamas lindo?-Pregunto Sirius acercándose a Remus.
-Remus Lupin-Contesto nervioso.
-¿Tienes algo que hacer el fin de semana?- Preguntó Sirius poniendo nervioso a Remus.
- No..no tengo nada que hacer-Contestó mientras miles de ideas llenaban su cabeza.
-¿Te gustaría salir conmigo a alguna cafetería? o a donde tú quieras-Le pregunto Sirius mirándolo con esos hermosos ojos color plata.
-Claro me gustaría salir contigo el fin de semana-Contestó Remus poder creer lo que estaba pasando.
-Entonces dame tu número de teléfono y me dices a dónde quieres ir-Dijo Sirius mientras acaba su teléfono y se lo extendía a Remus para que pusiera su número de teléfono.
En ese momento ninguno de los dos sabía que sus almas estaban destinadas a estar juntas después de años de sufrimiento y de sueños que nunca pudieron ser cumplidos, volvieron a esta juntas por una promesa que debía ser cumplida por dos almas que se aman mas allá del velo.