Capítulo 1
28 de junio de 2025, 23:50
En 1991, en la tarde del sábado, Hermione llena de valor, se dirigió a la oficina del director Dumbledore. Preguntando a las personas correctas, Hermione consiguió la contraseña para entrar a la oficina.
Diciendo “sorbete de limón”, fue fácil para ella entrar. Dentro de la oficina estaba el director escribiendo en un pergamino. Hermione interrumpió la actividad del director, sacando un tema de conversación que ella había querido tener durante mucho tiempo.
Hermione se quejó sobre el comportamiento grosero de Snape, con todo el respeto posible. En la casa de Hermione, le habían enseñado que, si ella quería argumentar sobre algún tema en particular, lo hiciera desde el respeto.
Hermione le habló al director Dumbledore acerca de cómo en el aula de clase, Snape se ponía a decirle comentarios humillantes y crueles a los estudiantes de Gryffindor; el como una vez durante las clases de pociones, Snape amenazó a Neville con envenenar a su sapo; y también ella mencionó el descarado favoritismo que tenía Snape con los Slytherin.
Cuando terminó Hermione de exponer los hechos, ella notó que Dumbledore habló del tema sin mostrar mucha importancia. Dumbledore le dijo a Hermione que hablaría con Snape, luego Dumbledore despidió a Hermione con lo que ella definiría como “una metafórica palmadita en la espalda”.
Hermione, todavía recuperándose de la perplejidad por la conversación que tuvo con Dumbledore, reflexionaba mientras caminaba directo a la torre de Gryffindor. Ella se sintió tonta; era probable de que otros estudiantes antes que ella, se hubieran quejado con Dumbledore acerca de Snape.
¿Por qué si Dumbledore no había escuchado a otros estudiantes, escucharía a Hermione?, Hermione siguió reflexionando.
¿A quién más se tendría que recurrir para que se remplazara al profesor? Hermione todavía seguía creyendo en Dumbledore. Ella seguía creyendo que Dumbledore era sabio, pero, ¿en quién más se debería confiar si no cuentas con las figuras de autoridad?
Entonces Hermione pensó que inclusive las personas más sabias pueden ser negligentes y cometer errores, de ejemplo estaba Dumbledore; al tener aquel pensamiento controversial, Hermione decidió pensar en otra cosa.
Quizá había más cosas que una chica de 12 años no estaba tomando en cuenta.