Capítulo 2:La desconfianza
9 de julio de 2025, 15:21
Horas después despertó cedric y le conté todo lo que me dijo Voldemort.
—"enserio tenía nariz y cabello?"— Dijo cedric ahogandose de la risa haciendo que el contrario rodará los ojos.
—"estoy hablando enserio idiota!, el va a venir en estos días para hablar', sobre eso"— Dijo Harry poniendo cara sería
Cedric se siguió riendo durante un largo tiempo y Harry solo lo veía con cara aburrida—ya!—
Cedric dejó de reírse lentamente al notar la seriedad en el rostro de Harry. Se incorporó en la cama de la enfermería y lanzo un hechizo silenciador alrededor ellos —¿Hablar? ¿Sobre qué exactamente? —preguntó, ahora más alerta.
—hay algo que no te conte.... sobre lo que ocurrió—dijo un poquito nervioso, para volver a decir—Dijo… que quiere hablar sobre “mi lugar en su plan” —murmuró. Cedric frunció el ceño. Harry continuó—: Mencionó algo sobre cómo “los elegidos también pueden elegir”. No entiendo qué significa. Pero sus ojos… Cedric, juro que por un momento no parecían los de un monstruo. Parecían… humanos. Tristes.
Cedric lo observó en silencio durante unos segundos. No se rió. No bromeó. Se levantó completamente y se acercó, sentándose junto a Harry.
—¿Estás seguro de que no fue un sueño?
Harry negó con la cabeza lentamente.
—No. Porque me dejó esto. —Se bajó ligeramente la manga del brazo izquierdo, y una tenue marca serpenteante, apenas visible, pero viva, palpitaba bajo su piel. Cedric dio un salto hacia atrás como si lo hubieran electrocutado.
—¡Eso es… eso es como la Marca Tenebrosa!
—No exactamente —dijo Harry con una mezcla de cansancio y miedo—. Es más suave. No duele. Pero desde que apareció… siento cosas. Como si pudiera escuchar sus pensamientos a veces. Oler el humo antes de que aparezca fuego. Cedric, hay algo en mí que está cambiando.
Cedric se pasó una mano por el cabello y maldijo en voz baja.
—¿Y qué piensas hacer cuando venga?
Harry alzó la mirada. Por primera vez, sus ojos verdes tenían un brillo distinto. No de miedo, ni de rabia. De decisión.
—Lo voy a escuchar.
—¿¡Estás loco!? —gritó Cedric—. ¡Es Voldemort! ¡No es un profesor que te quiere dar consejos sobre tu futuro!
Harry sonrió amargamente.
—Tal vez no. Pero si el enemigo quiere hablar, es porque hay algo que teme. Y quiero saber qué es. Si hay una manera de acabar con esto… incluso si eso significa entenderlo.
Cedric se quedó en silencio, luchando internamente. Finalmente, suspiró.
—Entonces no irás solo.
—No puedo arrastrarte a esto —dijo Harry.
—Ya estoy metido, idiota. Me contaste. Eso me hace parte. —Cedric le dio un leve empujón en el hombro—. Además, si tú te vas con Voldemort sin un respaldo, Hermione me mataría. Y luego, me reviviría solo para volver a matarme.
Ambos rieron, suavemente, con el corazón todavía tenso. El silencio que siguió fue más profundo.
Hasta que Harry murmuró:
—Lo raro es que… cuando me habló… no sonó como el Voldemort de siempre. Su voz era distinta. Como si estuviera... perdiendo el control de sí mismo.
—¿Crees que alguien lo está manipulando?
Harry lo pensó un segundo.
—No. Creo que... él está intentando huir de algo. Y si incluso Voldemort tiene miedo… entonces lo que viene es peor que él.