Capítulo 1
1 de julio de 2025, 11:01
Notas:
Fic escrito para el evento "¡Feliz cumpleaños, Kacchan!"
La temática es: Animales.
Este evento fue uno organizado por mi.
Los recintos estaban preparados para cuando los animales rescatados llegaran a la reserva. Quinientos metros cuadrados adaptados para grandes felinos. Cameron era un león y Zabu, una tigresa blanca. Ambos animales habían sido traídos al refugio de un lugar donde habían sido maltratados y mal cuidados, el único objetivo de sus propietarios anteriores era la crianza de ligres, pero Cameron y Zabu nunca pudieron procrear, así que fueron dejados a su suerte.
El equipo estaba listo para recibirlos. Los veterinarios se encargaron de estabilizarlos antes de soltarlos en sus nuevos hogares. El plantel que se encargaría de los cuidados esenciales de esos dos animales estaba formado por Izuku Midoriya y Katsuki Bakugou. Ambos fueron a la facultad de veterinaria, se graduaron juntos y siguieron la misma especialidad; y ahora trabajarían juntos en ese zoológico lleno de situaciones especiales. Izuku se encargaría de la tigresa y Katsuki del león.
Los días pasaban y, aunque comían hasta la saciedad y se acostumbraban a sus cuidadores, los felinos no dejaban de llorar. Se llamaban el uno al otro y se mantenían lo más cerca que las separaciones de los recintos se lo permitieran.
—Kacchan. Estos animales no están mejorando —comentó Izuku con preocupación mientras preparaba los trozos de carne para Zabu. —¿Qué podemos hacer?
Katsuki, que ya había terminado de preparar las raciones de Cameron, quedó en silencio por un rato. Ya había pensado en una cosa, pero todavía no la había comentado con nadie aún.
—Podría ser peligroso —dijo —pero… ¿qué te parece si los juntamos en el mismo recinto? —le preguntó a Izuku, aunque sospechaba que en algún momento él ya lo habría pensado.
—¿Crees que sea buena idea? —le preguntó más ilusionado que intrigado. —Sé que siempre han vivido juntos.
—¡No te hagas El Otro, Deku! Seguramente pensaste lo mismo. —Las pequitas de Izuku se colorearon ante esa declaración de Katsuki, más que nada porque tenía razón, él sí había pensado en poner a los dos animales juntos pero no se había animado a plantearlo aún.
—No puedo engañarte. Me conoces bien —dijo girando hacia Katsuki con un cuchillo en una mano y un trozo de carne chorreante en la otra, portando una enorme sonrisa.
—¿De qué clase de slasher saliste? Presta atención que vamos a tener que limpiar más— le gritó mientras reía, tratando de ocultar con ese gesto el ligero sonrojo que le provocó ver la brillante sonrisa del pecoso.
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Desde el día siguiente las cercas se removieron tanto Cameron como Zabu comenzaron a mejorar. Pasaban todos los días juntos jugando y acicalándose, como si fueran gatitos domésticos en lugar de las poderosas bestias que en realidad eran. A pesar de todo lo que habían sufrido en el lugar de donde los sacaron, también se creó entre ellos una relación muy hermosa y ambos habían sufrido mucho durante el tiempo que los mantuvieron separados.
Izuku veía esa interacción con una profunda nostalgia, con fragmentos de su vida reflejados en sus ojos. Katsuki, por otro lado, la veía con ironía, como si esos animales representaran el guión de su propia relación con su compañero.
Se habían conocido de niños cuando empezaron a asistir a la misma escuela. Se hicieron amigos de a poco pero para el final del primer año escolar ya eran inseparables. Todos los días estuvieron juntos por muchos años, planeando un futuro juntos entre diversión y entretenimiento. Hasta que el padre de Izuku fue transferido a Estados Unidos y se llevó a toda su familia consigo.
Estuvieron separados por cuatro largos años, en los cuales no perdieron contacto, se llamaban casi todos los días y se quedaban largo rato hablando. A medida que crecían y sus responsabilidades aumentaban su tiempo de contacto se fue acortando a cortos mensajes diarios y una llamada el fin de semana. Y así se mantuvieron hasta que Izuku cumplió la mayoría de edad, tomó todos sus ahorros y volvió a Japón.
Desde que se reencontraron, Katsuki empezó a desarrollar lentamente sentimientos hacia Izuku. Al principio no estaba seguro de qué era lo que sentía pero con el pasar del tiempo se dio cuenta que él se estaba enamorando del chico de cabellos verdosos y no hizo nada para impedirlo. Su problema era que Izuku nunca se había dado cuenta a pesar de la cantidad de tiempo que estaban juntos, realmente era un chico muy distraído. Y en ese mismo momento, que ambos estaban juntos casi todo el día, sus animales a cargo le restregaban en la cara algo que añoraba desde hacía mucho tiempo.
Katsuki se sinceró consigo mismo, no quería volver a separarse de Izuku. Decidió que le declararía a ese despistado cuánto lo quería.
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—Izuku
—¿Qué sucede, Kacchan?
—¿Sabes lo mucho que te extrañé cuando te fuiste?
—Yo también te extrañé mucho… Fue por eso qu-
—Quiero que te quedes conmigo —Lo interrumpió Katsuki, metiendo la mano en el bolsillo de su uniforme.
—... volví por tí. —Terminó con voz bajita al ver que el rubio arrodillarse frente a él estrechándole una cajita con un anillo adentro.
—¿Te quedas conmigo? —La pregunta flotó en el aire un momento eterno. Entonces Izuku avanzó y tomó el anillo.—Por siempre —respondió colocándose el anillo. Katsuki se abalanzó sobre él dándole un abrazo fuertísimo.
—¿Por qué tardaste tanto?... Bobo —dijo refugiándose en la curva de su cuello. Izuku solo rió y respondió al abrazo con uno igual de fuerte al que estaba recibiendo.
—Fue sin querer. No te preocupes, Kacchan. Me quedaré contigo siempre. —Y juntos se amalgamaron con un beso.
Notas:
Para los que quieran saber más sobre lo que fueron esos dos animales: https://www.facebook.com/upsoclverde/videos/1005885991153756