Único: Final touch
2 de julio de 2025, 20:40
Sus puños se tocaron: uno real, físico, material; el otro, etéreo, sutil, incorpóreo.
Hasta ese momento, Izuku creía que la conciencia de Tomura había sido consumida por All For One. Pero él, al igual que su oponente, subestimaron la ardiente voluntad de los vestigios de los portadores del One For All.
La séptima portadora, Nana Shimura, era la abuela biológica de Tomura. Ella amaba muchísimo a su hijo; y ese amor fue una de las causas que desembocaron en la creación de este villano catastrófico. Ella logró, impulsada por un sentimiento de culpa tan inmenso como su amor, evitar que la conciencia de su nieto se desvaneciera de la existencia.
‘¿Acaso vale de algo mi existencia?’ Tomura divagaba sobre sus memorias perdidas que la pelea de las dos particularidades primigenias revolvieron en ese sitio irreal. Fue gracias a esos recuerdos que él supo que su sola existencia era parte de un plan. Todo fue planeado por All For One, su sensei, su mentor. Todo, incluso su misma concepción.
“Mi miserable existencia”. La ira comenzaba a consumirlo mientras intentaba recordar si alguno de los actos que realizó en su vida fue por decisión propia. ¿Desintegrar a esos tipos fue decisión suya? ¿Comenzar la Liga de Villanos, lo fue? ¿Realmente ÉL quería más poder cuando fue con el doctor Garaki? ¿Acaso la atracción que sentía por Midoriya era falsa?
El interés de Tomura por Midoriya comenzó gracias a los planes que All For One tenía para acabar con All Might, por eso dudó de sus verdaderos sentimientos por él cuando supo cuál era el verdadero propósito de su existencia. De su creación. Quería creer que esa atracción que empezó a sentir por el enemigo no fue influenciada por los planes de su sensei.
Lo que no podía negar que era producto de sí mismo, era el inconmensurable odio que lo mantenía existiendo. Odio nacido del miedo y el sufrimiento de un niñito al que no se le permitió recibir ayuda. SU odio, que quemaba todo a su paso, y SU particularidad, que desintegraba todo lo que tocaba; ninguna de las dos cosas eran originalmente suyas, pero las volvió propias y las desarrolló, con ira, a su máxima expresión.
Pero algo más comenzó a crecer en su interior después de que se encontró con Midoriya en Jaku. Cuando Tomura lo tocó, no solo su particularidad no sirvió con él sino que ambos se conectaron de forma tal que pudieron encontrarse en ese lugar desconocido donde los vestigios moran. Y allí, la verdadera semilla del ser de Shigaraki Tomura, Tenko, fue apenas alcanzada por la brillante voluntad del héroe.
Pero eso fue más que suficiente para que empezara brotar ya que, al igual que todas las criaturas vivientes, la esencia de Tenko Shimura, oculta por tanto tiempo, creyó encontrar una luz que lo llevaría a la salvación. La pequeña esencia escarbó y logró agrietar la protección que había creado a su alrededor. Y esperó hasta que finalmente algo externo se percató de su ínfima presencia.
Una luz intensa lo alcanzó y el pequeño bulbo en el que se había manifestado el pequeño Tenko floreció en una pequeña flor de pétalos amarillos que, como un pequeño faro, atrajo al interior de su esencia a quien lo salvaría de la oscuridad.
Los recuerdos de Izuku Midoriya y de Tomura Shigaraki se revelaron y ya no hubo secretos entre ellos, sus esencias se manifestaron en su forma más pura y mientras ambos reconocían sus sentimientos, vibrantes caléndulas amarillas como el sol los rodeaban.
Pero en una pelea que empezó hace seis generaciones no puede tener un final feliz. Una avalancha de recuerdos pertenecientes a All For One, reveló el verdadero sentido de la vida de Tomura. Toda su existencia había sido diseñada para la perpetuidad del mal. Una sombra oscura devoró lo que quedaba de la confundida conciencia de Tomura escupiendo a un Midoriya herido al mundo real.
Oscuridad. Nada. ¿Acaso su vida terminó así? Sintió un tacto cálido. No estaba solo, el vestigio de su abuela lo acompañaba, protector. Un punto luminoso apareció en el vacío, señalando lo que creyó era un camino de regreso. No podía distinguir nada hasta que se acercó lo suficiente para ver la espalda del causante de todo su sufrimiento. Lleno de una ira sanguinaria, se abalanzó sobre él con toda su fuerza.
Sus puños se tocaron: uno real, físico, material; el otro, etéreo, sutil, incorpóreo. Las esencias de Shigaraki Tomura se conectó con la de Izuku Midoriya, pero sabía que ya era demasiado tarde para él, los villanos como él, aunque actúen bajo la manipulación de alguien más fuerte e inteligente, no tienen perdón. Y su única salvación solo sería la muerte.
Ambos golpes llegaron a All For One al mismo tiempo, uno destruyó su cuerpo y otro destruyó su esencia. Entonces, el villano más grande de la Tierra finalmente fue vencido, desintegrado por completo. Y lo que alguna vez fue el cuerpo de un muchacho que nunca tuvo posibilidades de decidir casi nada, flota finalmente libre en el resplandeciente cielo azul.
Notas:
Gracias por leer!!!
Ya sé que muchos no lo ven así exactamente, pero yo creo que fue una muerte digna de un villano final. Reducido a la nada misma.