ID de la obra: 335

Reencarne por pendeja en Harry Potter pero en la epoca equivocada

Mezcla
R
Finalizada
3
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Tamaño:
153 páginas, 60.001 palabras, 33 capítulos
Descripción:
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Dedicatoria:
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Capítulo 21 - No surprises

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Esa noche descanse con tanta paz, me hizo pensar que esto tal vez era un producto de imaginación, sin darme cuenta, me desperté añorando poder ver esos ojos celestes que me mataba por besar, pero ya no estaba, me sentí como si fuera solo una. muñeca que dejo olvidada, pero ¿qué error cometió para no poder amar en ninguna vida? ¿Será que ese será mi destino siempre?   Recordé sus palabras y me di cuenta de que en esta vida no podríamos ser algo, me dolió tanto, pero ¿puede cambiar ese hecho? Porque si me lo propongo tal vez si pueda tener, aunque sea un amor fugaz.     Mientras pasaba el día me di cuenta que mis pensamientos estaban solo en Loki, tanto que no les había hablado a mis “Amigos” ni a Peter, no había girado a ver a Gellert, Sali del gran comedor con seguridad, la cena no me interesa. , camine hasta la sala de menesteres esperando que entendieran que quería estar sola, y así fue de alguna manera me hizo ver que solo quería ser abrazada por él.  

***

Al entrar encontré una habitación llena de libros, con sillones cómodos, tome el libro que me llamo la atención, mi sorpresa fue que encontré fanfic que ya había leído, no me di cuenta que esta sala era majestuosa, me hizo querer volver a leer todas , me encanto, no me di cuenta que no había salido de esa habitación por tres días, y lo mejor de todo fue que recordé demasiados hechizos tal vez de magia negra porque recordé la serie de “El mundo oculto de Sabrina”, estuve practicando quería tal vez poder dejar de pensar en lo que sucedió en Loki, ya era hora que recordara mi edad, en realidad yo ya sobrepasaba los treinta, aunque me gustaban estos niños, ¿Qué está mal conmigo?   Ya al ​​tercer día, me bañe, si tarde en tomar un baño y agradecía tener el cuerpo de una niña, porque no tenía mal olor, tal vez a sudor levemente, me fui directo al baño que tenía en la sala, ahí tome un baño. en una bañera victoriana, me pregunté que estaría el agua como me gusta, tibia casi a un paso de frío pero sin estarlo, me bañe con lo que encontré en ese baño, parecía que en algún momento permaneció a un hombre o tal vez adolescente, ya que todo era con olores varoniles que me hicieron estremecer, pero no había olido tal fragancia en mi corta vida en este universo de locos. Sal salir me coloque la toalla en mi cuerpo, encontré unos pantalones algo cortos, lo mejor que se me ocurrió fue cortarlos y doblar el corte que hice, encontré una playera lisa y una camisa de cuadros, me los puse, y si pude ver a lo lejos los converse que me había comprado el abuelo Elijah, solo los decolore y los agrande; mi cabello lo deje en una cola alta lo teñí de negro solo porque quería recordar mi cabello natural de mi vida pasada, no era negro pero era castaño oscuro, era un color que usaría para molestar a Lucius pero siento que me veo mejor.  

***

Sali ese día ya al anochecer, era la hora de la cena, caminé como lo hubiera hecho en mi vida pasada, como si nada me importara porque en realidad era así, para mi lo era, mi varita estaba en mi cabello (la que conseguí en el callejón Diagon), y la otra en una bolsa de mi pantaloneta. Al entrar al gran comedor no mire a nadie, solo me senté en el lugar de siempre, y tome un poco de jugo de mandarina, mientras llenaba mi plato de pollo y ensalada. Al levantar la vista mire a Severus viéndome como asombrado. - ¿Pasa algo? – Hable neutra, pero sin interés. - ¿Eres tu Phoenix? - Severus susurro, pero casualmente todo ese comedor estaba en silencio. - Si – No dije mayor cosa, pero Severus me abrazo, le di una palmaditas en la espalda para que me soltara. - Nunca desaparcas así, tenía miedo de perderte – me susurraba al oído, pero lo que me sorprendió fue lo ultimo que dijo con una voz tan insonora que solo podía captarla por que me pegue a el – Pen, no desaparcas como hace seis años. – Lo separe de mí, me sorprendí, voltee a ver si alguien más había escuchado, pero no, lo único que pude hacer fue tomarlo de la mano y salir del gran comedor, no recuerdo si corrí o no pero lo lleve hasta la sala común, subimos a mi habitación la insonorice, - Severus... - Siempre lo supe, como podría olvidar a mi primera amiga - Pero pensé que era inexistente en tus recuerdos. - Nunca podría, eres mi Pen, la única que me ve como soy – Severus tomo mi rostro. – Nunca podría olvidarte, por mas que cambies de color de cabello, de ojos, o de físico, lo que te hace ser tu está aquí. – Me señalo la cabeza y después el corazón. En ese justo momento llore tanto que lo abrace, no quería saltarlo, por primera vez extrañe a Anthony, lo amaba, amaba pasar los días con los abuelos, con los chicos, y con mama Eilen y sin duda con Severus. - Es que eres el único que me nota, pensé que nadie recordaría a la insignificante melliza de Peter. - Nunca vuelvas a mencionarte de esa manera, por que te aseguro que te callo. – En ese momento Severus me miraba seriamente pero no entendía, lo único que hice fue besar su mejía. - Nadie me extraña Severus, solo era un remplazo. - Nunca lo has sido. - Pero... - Sin peros, para mi, has estado en mi mente desde siempre, desde que te conocí, nunca podría dejarte. - Pero ahora tu amistad con Lily es más fuerte. - No, nunca seria como la nuestra porque en realidad tú y yo sabemos que nunca podría ser de esa manera, desde hace un tiempo me di cuenta de que no solo quería ser tu amigo. - Ya no quieres ser mi amigo. – Me separe de él, el ya no me quería ver, había perdido a la única persona que me reconoció, me sentía devastada y furiosa. – Entonces para que me hablaste, mejor te hubieras quedado con el secreto de quien era, pero no, siempre dices cosas para herir a los demás. - No, escúchame una vez en tu vida, siempre crees que te alejare, nunca lo entendido, nunca lo entenderé, por que seamos sinceros, tú eres la única que no se da cuenta que la amo. – lo mire asombrada, como un niño de once me podría amar a mí, yo siendo un ser que no era buena, nunca lo e sido, nunca como Lily - Tu no puedes amarme, tu amas a Lily, lo he sabido siempre. - ¿Por qué piensas eso? Nunca te di razones para creer eso. – Se acerco a mí, tomo mi rostro en sus manos y me acaricio con tanto cariño. – Tu eres mi luz, siempre lo has sido, mi dulce Pen, mi querida Nix y aunque creas que amo a alguien más siempre te demostrare que tu eres mi todo. – En ese preciso momento sentí sus labios en los míos, no comprendí que hice, pero lo besé suavemente, no como Loki. Fue suave, era un niño, yo era la que tenía que sepárame. - Pero no puedo decirte que te amo así, tu buscas un amor épico, conmigo solo habría un momento y después seriamos extraños, y no deseo perderte a mi Sev. - Nunca me perderías, porque en este preciso momento me di cuenta que te amo, más y lo único que hare de ahora en adelante será demostrarte que lo que digo es cierto.

***

Narrador externo:             Para los que habían visto entrar a la joven se asombraron era una belleza pero algo si se dieron cuenta y es que era la Grindelwad, no estaba vestida como siempre, tan recta, parecía una muggle eso era sorpresa para los slytherin, pero no negaban que era ella por la varita de su cabeza, aparte que había pasado con su cabello, su ropa era muy descubierta (No tanto pero para la época un poco), Gellert miro a su princesa entrar y no la reconoció al principio pero cuando ella empezó a comer se dio cuenta que ella era, en ese momento iba caminando para la mesa para hablar con ella, la quería abrazar, su angustia había sido calmada, pero después la vio salir corriendo tan rápido con unos de sus compañeros de casa que lo primero que haría al verla seria un castigo por desaparecer de esa manera. Sabia que estaba en el castillo, pero nunca la encontraban cuando la buscaban.   Albus se dio cuenta que Nix quería estar sola por eso no insistió en buscarla, el sí sabio donde estaba, lo que no comprendía era quien le había dicho a la pequeña, lo que no le gusto fue verla con ese semblante tan serio, como si hubiera perdido la esperanza. Le llegaron recuerdos de cierto mago que ahora era jefe de cierto departamento.   En la mesa de gryffindor estaban confusas, Peter quería salir corriendo detrás de su Pen, porque la extrañaba, nadie entendía su desesperación de estar con ella; Remus contuvo salir corriendo detrás de ella, por que se dio cuenta que ella estaba demasiado pálida, mientras que James y Sirius se dieron cuenta que su corazón tarde con fuerza, ella tenia las vibraciones de su primer amor Penélope Pettigrew pero estaba tan seria que no Era ella, pero la querían ver, y parecía un enamoramiento instantáneo para estos dos. Lo que más lo enojo fue que se fuera con Severus Snape, pero recordaron que Pen se enojara si le hacían daño, ellos no perderían a Pen por el tonto de Snape.
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