Con el enemigo

Llegó el día, Draco toda la mañana ha estado nervioso y sin tener energías para hacer algo productivo como solía hacerlo. Siente que hoy es el fin del mundo a un que los días y el tiempo seguirá pasando, lo que hoy pase para el será el último día donde se sintió vivo. Draco siente que no tiene la valentía de ver hoy a Harry a pesar de que sabía que Harry lo estaría buscando. De repente se escuchó ruidos en el patio de howgarts, así que Draco rápidamente fue al patio encontrándose con una gran multitud de estudiantes y a Voldemort junto a sus mortifagos. Draco estaba por irse cuando siente que Voldemort lo llama. — Draco, ven aquí.. — Habló Voldemort con su voz intimidante. Draco volteó a mirarlo ignorando las miradas de los estudiantes, sin decir nada fue hacia donde estaba Voldemort y cuando giró a ver a los estudiantes se topó con la mirada de Harry quien lo veía con su expresión decepcionante. — Gracias a Draco Malfoy pudimos tener en todo momento información de Harry Potter, así que hoy Potter morirá — Empezó Voldemort a reír junto a los mortifagos a excepción de Draco. Harry sentía que el mundo se derrumba, no podía creer que el único chico a quien confiaba plenamente, estaría ahora de lado de Voldemort. Siempre lo estuvo. Harry sin perder ya nada, sentía su mundo derrumbarse, era más dolorosa la traición de Draco que el hecho de que Voldemort lo mate. Sin decir nada, Harry caminó hacia Voldemort ignorando las súplicas de sus amigos. — Hazlo, ya no tiene sentido vivir — Habló Harry mirando a Voldemort con expresión seria y herida. — Vaya, por fin Potter hace algo bien — Respondió Voldemort con una sonrisa mostrando sus dientes. Harry le dio una última mirada a Draco, era una mezcla de: decepción, amor, tristeza. — Avada Kedavra — Dijo Voldemort con su varita apuntando a Harry. Harry cerró los ojos esperando su muerte hasta que se escucharon gritos y cuando abrió los ojos, bajó la mirada y se encontró a Draco tirado en el suelo. Muerto. Harry se quedó paralizado, no entendía como Draco lo protegió pero ahora, Draco ya no existía. Y eso dolía para Harry. Sin decir más, Harry soltó un grito que a todos les puso la piel de chinita mientras caía de rodillas frente al cuerpo de draco, sintiendo lágrimas caer por sus mejillas sintiendo que lo quemaban. — Por favor Draco, no me dejes.. — Sollozó Harry tomando el rostro frío y pálido de Draco. — Sin tí, esas noches estrelladas perderán su brillo y solo quedará oscuridad.. una oscuridad que me sofocara hasta el olvido. —