La historia de Rodrigo

Rodrigo no podía dormir. Estaba pensando en Matteo y en lo que había pasado. Se sentía emocionado y nervioso al mismo tiempo. Se levantó de la cama y se fue al salón. Se sentó en el sofá y miró el teléfono. Quería llamar a Matteo, pero no sabía qué decir. Se quedó sentado en el sofá durante horas, pensando en Matteo y en lo que había pasado. Finalmente, se durmió en el sofá, exhausto. Al día siguiente, Rodrigo se despertó temprano. Se levantó del sofá y se fue al baño. Se lavó la cara y se peinó el cabello. Se vistió y se fue a la cocina. Se preparó un desayuno y se sentó a comer. Mientras comía, miró el teléfono. No había mensajes de Matteo. Se sintió decepcionado, pero no se rindió. Sabía que Matteo le había dicho que lo llamaría, así que esperó. Pasaron las horas y Rodrigo se mantuvo ocupado. Estudió, trabajó en sus proyectos de diseño y se ejercitó. Pero no podía dejar de pensar en Matteo. Se preguntaba qué estaba haciendo y si lo estaba pensando. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, sonó el teléfono. Rodrigo lo miró y vio que era Matteo. Se sintió emocionado y nervioso al mismo tiempo. Respondió la llamada y escuchó la voz de Matteo. "Hola, Rodrigo", dijo Matteo. "Lo siento por no haberte llamado antes. Estuve ocupado con algunos proyectos". Rodrigo se sintió aliviado. "No hay problema", respondió. "Me alegra que hayas llamado". Matteo se rió. "Me alegra haber llamado también", dijo. "Quería saber si quieres salir conmigo esta noche". Rodrigo se sintió emocionado. "Sí, me encantaría", respondió. Matteo se rió de nuevo. "Genial", dijo. "Te recogeré a las 8 pm". Rodrigo se sintió nervioso, pero emocionado. "Perfecto", respondió. Se despidieron y Rodrigo colgó el teléfono. Se sintió emocionado y nervioso al mismo tiempo. Sabía que esta noche sería especial.