ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
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49
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 23

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Regulus dibuja en su libro de dibujos mientras escucha la lluvia caer por la ventana. Está en la biblioteca, la cual está desierta gracias a que es viernes en la tarde todos salieron a embarrarse con los charcos o toman chocolate caliente en el gran comedor. -Hola- saluda una voz conocida, ya recuperada. -Hola- saluda Regulus de regreso- ¿mejor? -Ya bien, papá me dio una de sus pociones mejoradas, esas que valen fortuna y Hogwarts no tiene- sonrie divertido, sentándose frente a él. -Lo bueno de ser el hijo del pocionista ¿no?- sonrie de lado. -Si, creo. ¿No sales a embarrarte o a tomar chocolate caliente? -No, odio mojarme, ensuciarme y el chocolate engorda- niega con la cabeza. -Realmente odias la vida- sonrie divertido, bromeando- el domingo es el partido de quidditch, te quiero ver ahí con mi buzo. -¿Cuánto más va a durar la tonta apuesta?- resopla. -Era una semana entera de ir por ahí con mi buzo, no cumpliste, asi que son siete partidos. Regulus suspira. -¿Cómo quieres que use una sola prenda toda la semana? arruinaría mis outfits y me retarían si lo llevo a clase. -Bueno, entonces quedan este y cinco partidos más- extiende una bolsa- tu manta, la necesitarás para el frío. -Oh, gracias- sonrie de lado y abre la bolsa, encontrándose un chocolate y su manta- ¿y esto?- pregunta, mostrando la barra de chocolate. -Para ti, lo trajo mi padre de su último viaje a suiza, pruébalo, es riquísimo. -Todavía tengo del regalo de navidad. -Ese es mejor, pruébalo. -¿Ahora? -¿Podrías? -Bien pero solo porque me siento culpable de que casi hayas muerto de frío- suspira y abre el chocolate, cortando un cuadrado para él y otro para James, que sonrie, sorprendido- hay que compartir, ¿no?- James asiente. -Supongo que compartías con Sirius, ¿no? Regulus asiente con la cabeza y se lleva el chocolate a la boca. -Está muy rico- asiente, saboreando el chocolate- gracias por lo de la otra noche, Potter. Realmente fue muy lindo de tu parte. -Estabas lo suficientemente desesperado como para irrumpir en gryffindor a mitad de la noche, necesitabas ayuda, yo te ayudé. -Sí y te enfermaste por eso. -Pero tu ya estás tranquilo y eso es lo que vale. -¿Por qué? -Porque tu me salvaste la vida y eres el hermano de Sirius, debo cuidarte, quiero cuidarte. Regulus mira por la ventana pero no responde. -Lo siento, James- llama la buscadora, reemplazo de Sirius. -¿Sí?- responde Potter. -Necesito las estrategias para repasarlas, ¿te lo robo un minuto?- pide, mirando a Regulus, quién asiente, algo celoso- gracias- tira del brazo de James. Regulus los observa irse, debe acostumbrarse a eso si él se casará, James tendrá novias y debe aceptarlo. Pero no hoy, cierra su cuaderno y se levanta. [...] Regulus los observa discretamente, ambos están en el gran comedor con algunos papeles. -Entonces... hay mucho ruido por aquí, ¿qué tal un té en Hogsmeade? -No lo creo, Sam, yo...- se rasca la nuca. -Será rápido, realmente necesito entender la jugada, ya sabes. -Es que los chicos... -Ve, luego nos vemos- sonrie Peter, James suspira y asiente resignado. -Bien. "Mierda" piensa Regulus, sus amigos lo miran confundidos cuando se levanta del asiento y sale antes de que James y Sam. Black cambia el rumbo de sus pasos, chocando con la rubia. -Auch- se queja, cayendo al piso. -Regulus, ¿estás bien?- pregunta James preocupado, mientras se agacha a su lado- ¿qué te duele? dime, Reg. -El pie- hace un puchero, tocándose el pie derecho. -Oh no, te llevaré a la enfermería, vamos- lo toma en brazos. -Pero, James- se queja Sam. -Marlene sabe las jugadas, ve con ella- concluye la conversación. Regulus la mira con una sonrisa victoriosa, entre los brazos de James. [...] -Quizá fue solo el golpe, veo que está todo en su lugar. Igual lo vendaremos y descansará de caminar uno o dos días, ¿okey? -Sí, señora, gracias- asiente Regulus- lamento haberte hecho venir hasta aquí- se disculpa con James cuando la enfermera se va. Regulus ni siquiera sabe por qué está haciendo esto, ¡se supone que tiene prometida a la cual amar y eso! -No te preocupes, tampoco me emocionaba la idea de ir a Hogsmeade, hace frío y no quiero exponerme antes del partido, este debemos ganarlo. Sam ya sabe las jugadas, no comprendo por qué la insistencia. -Porque eres lindo- responde sin pensar- o sea, atractivo. -¿Crees que soy lindo?- sonrie, elevando una ceja. -Sí, o sea, no, o sea, ¡agh!- se sonroja, hundiendo la cara entre sus manos- eres lindo pero no significa que yo crea que eres lindo- habla duro, tratando de volver a sí mismo, al Regulus frío y distante, ese que su madre necesita que sea. -Oh- su sonrisa decae y mira sus manos, triste. Su corazón late rápidamente necesitando negarlo, siente realmente un dolor en el pecho, y su magia lo moviliza. -No, sí, sí- trata de explicarse- me pareces lindo- suspira y se deja caer en la camilla, agotado. ¿por qué se siente tan vulnerable cuando Potter está cerca? ¿por qué se queda? ¿por qué no puede alejarlo y ya? -Gracias, también me pareces muy lindo- sonrie cálidamente, todavía sentado en la silla, apoyando sus codos en sus piernas. Regulus voltea a verlo y suspira, necesita dejar de sentir lo que siente por él. La enfermera vuelve con una venda y cubre el pie de Regulus. -No lo apoye hasta el lunes, no tiene clase asi que no habrá problema, ¿no? le sugiero que vaya a Slytherin porque luego el domingo juega gryffindor contra ravenclaw y tendremos a varios estudiantes perturbando su tranquilidad. -Sí, Madame Pomfrey, prefiero volver a slytherin.  -Va a necesitar que el señor Potter lo lleve. -Sí, claro, yo lo llevo, Poppy- asiente James, levantándose de la silla. La enfermera le guiña un ojo a Regulus, sabiendo que su pie está completamente sano. Regulus se sonroja levemente, al ser descubierto. -Bien, tengan un lindo fin de semana. Ambos cuídense, usted acaba de salir de casi un hipotermia y usted cuídese el pie. -Yo me encargo- afirma, protectoramente- yo lo cuido y me mantengo a salvo, lo prometo. -Tenga cuidado con el frío en el partido, use un hechizo abrigador. -Sí, claro. Gracias Poppy- agradece, tomando a Regulus en brazos. Regulus mueve la mano, en forma de saludo y ancla sus brazos al cuello del mayor. [...] -Fue lo más humillante del mundo- se queja Regulus, al ver que los alumnos los miraban entre divertidos e impresionados- ¡como si fuese una maldita princesa! -Bueno, eres tan lindo como una- molesta, con una sonrisa en la cara. -Cierra la boca- exige, mirándolo mal. -¿Ni un gracias por traerte hasta la cama?  Regulus se cruza de brazos y resopla, regañando al Regulus del pasado, que se le ocurrió ser celoso y armar un show. -Gracias, vete. James se muerde el labio, sin comprender por qué de un momento para el otro se vuelve frío e hiriente. -Claro- susurra en respuesta y sale por la puerta, cerrándola. Regulus se estira y busca en el cajón que tiene exclusivamente para los regalos de James, guardando el chocolate que le dio hoy. Sus ojos se llenan de lágrimas, mientras su cabeza pelea contra su corazón. [...] James piensa y analiza los comportamientos de Regulus en su mente. Cuando se pone frío es porque se quedó un rato en silencio, pensando. Y los regalos lo vuelven sonriente y cálido. -¿Qué haces?- pregunta Remus- ya casi es la hora de cenar. -Pienso en Regulus- suelta. -Que bueno que no te gusta- sonrie divertido. -Trato de descifrar su patrón de comportamiento, no comprendo porque es dulce y luego frío. -Porque tiene a Walburga y Orión de padres, James. Sirius a veces también es así. -Sí pero no tan así. -Porque tiene amigos que lo apoyan y sacan de allí, llevamos seis años apoyándolo. -¿Llevas seis años apoyándolo?- molesta con tono juguetón, elevando una ceja- hace seis años eran muy pequeños, Moony- Remus le tira con su almohada, golpeándolo en la cara- ¡auch! -Por bobo, vamos a cenar. [...] Media hora después... La puerta de la habitación suena. -Pase- responde Regulus, -Permiso- sonrie James, llevando una bandeja. -Potter- sonrie nervioso mientras se sienta, escondiendo el buzo de gryffindor debajo de las sábanas. -Traje tu cena, necesitas cenar- sonrie de lado, dejando la bandeja sobre la cama. -No tengo tanta hambre, Evan va a llevarme mañana al desayuno. -¿Y esperar hasta mañana? no, debes cenar -Bien, comeré algo. -¿Cómo está tu pie?- cuestiona, mirándolo. -Bien, ya me saqué la venda. -Déjame verlo- pide, Regulus saca el pie debajo de las sábanas y James se sienta en la cama, a revisarlo. -Luce bien, no camines hasta el lunes, recordalo. -Sí, gracias. -Mañana vengo a buscarte para el desayuno- coloca suavemente el pie en el colchón y lo tapa. -Me llevará Evan. -Claro que no, él tiene demasiado con Barty y su no embarazo. -Okey, como quieras- se encoge de hombros. -¿Esa comida es de tu agrado?- pregunta, levantándose. -Es mi comida favorita, de hecho. -Que coincidencia- sonrie James. -Sí, que coincidencia. Potter se acerca y besa su mejilla. -Cená y duerme, es algo tarde y necesitas descansar- le guiña un ojo, antes de salir por la puerta, Regulus suspira enamorado y mira su plato de salmón ahumado y verduras al vapor. Barty y Evan entran en la habitación y miran a Regulus. -Tu mentira fue demasiado lejos, ¿no crees?- opina Evan, sentándose en su cama. Black suspira y asiente. -Fueron celos, Reggie. Potter te encanta y debes admitirlo, estás seguro con nosotros- habla Crouch. Regulus niega con la cabeza y mira el plato. -Bien, déjalo cenar. Descansar no le hará daño- habla el rubio. -¿Puedo dormir contigo?- pide Barty. -¿Desde cuando preguntas? ven- sonrie, quitándose los pantalones. Barty sonrie y se tira sobre él, uniendo sus labios con los de Rosier. Regulus lo mira de reojo, escucha a sus amigos reír y besarse; enamorados. Siente un nudo en la garganta y muchas ganas de llorar. Mueve la cortina de su cama con magia y rebusca en el cajón donde guarda las cosas que James le regaló, tomando un pedazo de chocolate. [...] Regulus lee un libro mientras espera a James. Ya se vistió, armó sus rulos y se perfumó. La puerta suena, James aparece detrás de ella, sin camisa y con el cabello pegado a la frente. -Buenos días, Reg- saluda Potter- ¿tienes agua?- Regulus abre la boca e intenta responder, pero no puede, asi que señala la jarra y el vaso en su mesa de luz- genial, muero de sed. ¿Me puedo sentar en el piso?- pide. -¿En el piso?- pregunta confundido- sí, supongo- se encoge de hombros- ¿qué haces sudado? -Fui a entrenar, mis pulmones funcionan bien- toma agua, sentado en el piso. Regulus se sienta al borde de la cama, mirándolo. James mira hacia arriba, Regulus se muerde el labio, pensando en cosas que no debería. -¿Qué hora es?- logra hablar, cambiando su enfoque mental. -Las... nueve y cuarto. -¿Hace cuanto estás corriendo y entrenando? -Desde las seis. -Estás demente- sonrie divertido. -Quiero ganar mañana, debemos ganar porque sino quedaremos descalificados. -No te sobreesfuerces tanto- pide, preocupado- y levántate del piso, hace frío- palmea su cama, invitándolo.  James hace caso, sentándose en la cama, a su lado. -Igual tengo calor.  -Sí, veo, sabes que es obligatorio usar camisa, ¿no? -La traigo en el bolso- señala el bolso que dejó caer en el piso. -¿Y no te bañaste antes de venir por mi? que asco. -Es que quizá llevabas tiempo esperándome y no me gusta dejar plantada a la gente, es feo. -¿Te han dejado plantado?- frunce el ceño. -Sí, más veces de las que crees. ¿Y tus amigos?- cambia de tema, dejándose caer en la cama de Regulus, cansado. -No sé, cuando desperté ya no estaban. James asiente. -¿Por qué no te bañas? así no me ensucias con tu sudor. -Que pereza, debo ir hasta gryffindor- suspira cansado. -Báñate aquí, tengo tu ropa del otro día- señala su armario. -Oh, ¿está aquí?- Regulus asiente, quizá usó su remera una o dos veces y los elfos ya la lavaron nuevamente- bueno, entonces sí, así no te ensucio, estás muy lindo vestido como para que yo te ensucie con mi sudor de mortal- sonrie divertido y se levanta de la cama, haciendo una reverencia. Regulus sonrie divertido y le tira con una almohada. -Bobo. James le guiña un ojo y entra al baño, cierra la buerta -Espera, la rop- se detiene, sabiendo que no lo escucha, asi que espera que le pida la ropa y no salga desnudo. Diez minutos después, James sale del baño con una toalla en la cadera y otra en sus hombros, reteniendo algunas gotas que bajan de su cabello. -¿Donde dices que está mi ropa?- cuestiona, Regulus lo mira fijamente, con los labios entreabiertos- Regulus- llama, acercándose a su cama. Black mueve la vista, sintiendo sus mejillas arder. -Allí- señala su armario, James lo abre, encontrándose con la elegante ropa de Black. Entre los colores neutrales resalta la falda rosa que él le regaló y su remera, pantalón y boxer, los cuales toma y camina hacia el baño, nuevamente. Cinco minutos después sale del baño y busca calzado limpio, que lleva en su bolso. -Ya estoy- sonrie James, tomando su bolso. Regulus sale de sus pensamientos y se aclara la garganta, asintiendo. -Pero no te peinaste- señala su cabello- gotea agua, te mojarás y te enfermarás otra vez, ven- pide, palmeando la cama. James se sienta a su lado y Regulus busca el peine sobre la mesa de luz.  Seca su cabello con la toalla que James sigue llevando en los hombros y lo peina. -Se despeinará- recuerda. -Pobre de tus hijos- habla Regulus- o de su madre, que va a peinarlos. -¿Por qué asumes que me casaré con una mujer?- eleva una ceja, volteando a verlo. -Bueno, lo que sea- se encoge de hombros- ya estás, vamos. James lo toma por la cintura, anclando sus manos en el trasero de Black, con el bolso en su hombro y las manos de Regulus rodeando su cuello, camina hacia el gran comedor, algo cansado. [...] Los susurros de sorpresa comienzan cuando James cruza la puerta del gran comedor con Regulus en brazos. James deja a Regulus en mesa de slytherin y va hacia gryffindor, sentándose entre Lily y Remus. -Entonces...- comienza Lily- ¿te estás tirando al hermanito de tu dramático mejor amigo?  -Claro que no, soy un caballero, no me "tiro" a la gente. -Lovegood no diría lo mismo- señala a la castaña de cabello ondulado en ravenclaw. Los gryffindors la miran, la chica levanta la mirada y sonrie, moviendo su mano para saludarlos. -Eso ya pasó, Lils. Fue el año pasado, actualízate. -¿Sirius como está?- pregunta Remus, cambiando de tema. -Mejor, papá dijo que volverá el miércoles pero si quieres puedes ir a verlo. -Iré hoy, ¿tu qué harás? -Descansaré para mañana, repasaré el plan de juego, estaré tranquilo en la biblioteca. -¿Tu en la biblioteca? ni Moony pudo con eso- señala Peter. -Es que Black va a la biblioteca- molesta Marlene. -Basta Lene- pide Remus, James debe darse cuenta solo- no lo molestes, no le gusta Regulus. -¿Ves? Moony siempre tiene razón. "Hueles a Regulus" habla Remus en su mente, James sonrie nervioso [...] Regulus termina su desayuno y James aparece a su lado, casi de inmediato. -¿Necesitas un taxi?- pregunta, sentándose a su lado. -No puedo esperar a que Sirius vuelva, se entere de esto y te corra por todo el colegio- sonrie Barty. -Él solo hace el trabajo que mi hermano haría si estuviese aquí. -Pero más sexi- opina Dorcas, sus amigos la miran- ¿qué? todos aquí los pensamos. -Sí, iré a la biblioteca, necesito libros nuevos. -Yo también iba a ir a la biblioteca, que coincidencia- sonrie coqueto. -¿Tú? ¿a la biblioteca? ¿por decisión propia?- eleva una ceja. -Sí, debo repasar el plan de juego para mañana y descansar. Moony irá a ver a Sirius, asi que mañana cuando vuelva te doy actualizaciones. Regulus suspira. -Bien- extiende los brazos, James se levanta y lo toma- llévame de la forma más masculina posible- pide. James eleva uno de sus brazos y muestra su músculo- ¡no tu! ¡hablo de mi! de que no parezca tan... -Tienes demasiados prejuicios, solo te estoy llevando porque no puedes apoyar el pie. -Maldito sea mi pie- resopla Regulus. [...] James deja a Regulus en el sillón de la biblioteca, junto a una gran ventana. -¿Cual quieres?- pregunta Potter, acercándose a los estantes. -No veo desde aquí, elige tu- se encoge de hombros. James lee los títulos y algunas sinopsis, pensando en qué le puede gustar al hermanito de su mejor amigo. Vuelve con un par de libros, dejando una pequeña pila sobre sus piernas. -Esos quizá te gusten, llámame si me necesitas, estaré en una mesa. Regulus asiente y Potter camina hacia una mesa cercana, sacando sus papeles y analizando las jugadas. Black lo mira, a penas leyendo un poco y suspira. "Concéntrate en lo importante, Regulus" se pide a sí mismo, pero para su magia, lo importante es James, llevándolo a mirar a Potter por una hora y media.
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