ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
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41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 62

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Regulus mira la luna llena mientras juega con el anillo que le regaló James, está sentado en la torre de astronomía, esperando el amanecer; preocupado por Potter. Dé repente un relámpago ilumina el cielo, seguido por un fuerte trueno, su corazón comienza a latir rápidamente y piensa en qué hacer. Ir con James sería totalmente desastroso... "¡Sirius!" exclama su cerebro y emprende camino hacia gryffindor, corriendo rápidamente. Al llegar, luego de decir la contraseña, Regulus corre escaleras arriba, buscando el dormitorio de su hermano, y toca la puerta. La puerta se abre, dejando ver a Pettigrew medio dormido. -Sirius- llama Regulus, su hermano está tirado en la cama de costado, mirando a la nada misma. -Reg- tose- ¿qué pasó?- pregunta preocupado. La lluvia comienza a caer, respondiendo la pregunta de Sirius- él estará bien- promete Sirius- están resguardados en una casa, Remus está con consciencia gracias a la poción matalobos y James estará bien, ambos están trasformados- comenta, suponiendo que James ya le contó. Regulus asiente, apenas notando las lágrimas que comienzan a caer por sus mejillas. -¿Puedo...puedo quedarme aquí?- pregunta el menor de los Black, sollozando. -Claro Reggie, siempre puedes quedarte con nosotros- sonrie Sirius y tose. -Debes visitar a un médico- insiste Regulus. -Lo sé, luego- mueve la mano, despreocupado- ahora que estás aquí me quedo más tranquilo, intentaré dormir ¿sí? Regulus asiente, Peter ya está roncando en su cama. El menor de los Black mueve su mano ansioso, los traumas y la imagen de James muerto vuelven a su mente, se sienta en la cama del mayor, buscando su aroma: eso lo mantiene un poco tranquilo, asi que decide levantarse y buscar ropa usada, con olor a James, en su armario. [...] -Mierda, llovió- se queja James, mientras ayuda a Remus a caminar de regreso a Hogwarts. -Uhm- se queja Lupin, adolorido. -Regulus- explica. -Oh sí, lo siento- se disculpa Remus. -No te preocupes, vamos a la enfermería y de paso arrastramos a Sirius para que lo vea la enfermera. -Sinceramente no creo que esté embarazado- habla Remus, despacio, el sol se ve en el horizonte, la luna ya no está- su magia sigue igual que siempre, enferma, pero igual que siempre. -Quizá solo es una intoxicación o algo así- piensa James- tengo entendido que ha estado comiendo todo tu chocolate. -¿Qué quieres que haga? ¿que le diga que no a mi novio?- suspira- no puedo, ¿tu podrías negarle algo que le trae buenos recuerdos a Regulus? -No, tampoco- niega, abriendo la puerta principal para entrar- está fresca la mañana ¿no crees? Remus asiente. James lo lleva hasta la enfermería y espera hasta que la enfermera lo atienda, confirmándole que estará bien. -Trae a Sirius- pide Remus- debe atenderse y esta es la excusa perfecta. Vendría a la enfermería por mi pero no por si mismo- suspira. -Lo sé, él odia el hospital y sus derivados- sonrie- realmente te ama, Rem. -Lo sé- responde sonriente, mientras cierra los ojos, agotado. [...] -Remus quiere verte- habla James, sentándose en la cama de Sirius- puedo llevarte con él, está en la enfermería. -Caminaré, ve a Regulus que anoche vino por la lluvia- pide, levantándose de la cama y caminando al baño- estaba llorando, se lo notaba muy ansioso- sale del baño- yo iré con Moony, lo cuidaré; hablaré con Minnie para decirle que necesitas una mañana y probablemente Regulus también. Tu duerme, mira lo cansado que te ves- se lamenta, besando la mejilla de su mejor amigo antes de tomar su campera de cuero y salir por la puerta. James se asoma a ver a Regulus y lo ve por un instante, asegurándose que está dormido, asi que toma una toalla y entra a la ducha. Minutos después sale, se coloca el pijama y entra a su cama entre las cortinas. James se encuentra a Regulus durmiendo abrazado a su almohada, entre muchas de sus prendas de ropa, ve su perfume sobre la mesa de luz, su cama huele intensamente a él. Sonrie enternecido, pero la sonrisa se desvanece cuando lo mira a detalle, notando las lágrimas frescas en las mejillas pálidas. Potter suspira y tira un poco de su ropa al piso, metiéndose entre las sábanas. -Uhm- se queja Regulus cuando James trata de quitarle suavemente la almohada. -Estoy aquí, cariño- susurra, Regulus abre un poco los ojos y suelta la almohada, abrazándose a James con fuerza. -Llovió- susurra, dormido. -Lo sé, lo siento mucho- se disculpa en un susurro, enredando sus piernas con las de Regulus para luego taparlos con las mantas. Ambos se duermen, James agotado por el largo día de ayer y Regulus por fin tranquilo. [...] Horas después... -Reg- llama James, acariciando su mejilla. Regulus duerme con una suave sonrisa, sumergido en sus sueños, allí donde aquella niña le regala flores, el pequeño de lentes juega con James y Potter es su esposo- Regulus, hay que comer, bonito- insiste. -No tengo hambre- se queja, dándose la vuelta para abrazarse a la pila de ropa de James que está a su lado derecho. James lo abraza por la cintura y besa su mejilla. -Debes comer, Regulus- insiste Potter, con su voz firme. Regulus parpadea, despertándose. -¡James!- exclama emocionado, volteando para abrazarlo fuerte- estás bien. -Claro que estoy bien, te prometí que lo estaría, lo estoy- sonrie, sentándose en la cama, con Regulus entre sus brazos. -Creí que... y la lluvia- tartamudea. -Realmente lo siento, bonito- se disculpa besando su hombro- no escuché la lluvia allí. -Igual no podías dejarlo solo, no me hubiese gustado, yo estaba en el castillo, junto a mi hermano, calentito y cómodo; y él estaba pasando por un momento horrible, hubiese sido muy egoísta de mi parte y no quiero ser egoísta, mis padres son egoístas- hace un puchero, frunciendo el ceño. -No eres egoísta, solo tenías miedo. Le hubiese cambiado a Sirius pero está enfermo y tampoco quiero que se ponga en riesgo. -Sí, obviamente- asiente Regulus- gracias por cuidar de mi y de mi hermano, James- agradece, besando su mejilla, manteniéndose sentado sobre él. James sonrie enternecido, viendo la luz del sol golpear el costado de su cara con suavidad, los ojos grises parecen trasparentes. -Es un placer, los aprecio a ambos, ya lo sabes- acaricia su mejilla y mira detalladamente- está mejor, ¿estuviste aplicando la pomada? Regulus asiente. -Claro que sí, dijiste que funcionaría, así que... -Recuérdame afeitarme cuando veas que te molesta- pide, bajando sus manos hacia la cintura de Regulus. -Te dije la vez pasada pero no me hiciste caso- se cruza de brazos. -Lo siento, soy muy olvidadizo- suspira- tanto que a veces me odio a mi mismo. -No lo hagas- pide Regulus, pasando sus manos por el cuello de James- solo te olvidaste y ya está mejor- señala su mejilla, casi no se nota. -Sí pero te hice daño, lo siento mucho- se disculpa, hundiendo su cara en el cuello de Regulus. -Daño era lo que me hacían mis padres- suspira- esto es... un efecto colateral de estar cerca de James Potter- sonrie divertido. James ríe, causándole cosquillas, pero Regulus no se queja. -Hay que ir a comer algo y luego iré a ver a Remus y Sirius, que están en la enfermería. -¿Sirius aceptó ir?- pregunta, elevando una ceja. -No, fue por Remus y seguro Poppy lo dejó internado, se veía mal- explica, Regulus asiente. -También te acompañaré allí, quiero ver como está mi hermano. -Genial- se levanta de la cama con Regulus entre sus brazos. -Debería cambiarme el pijama- piensa Black en voz alta -Tu pijama es mi ropa de andar en el día- sonrie divertido, tomando una camisa mientras sostiene a Regulus con un solo brazo. -Tomaré ropa de Sirius, bájame- pide palmeando suavemente su pecho. James sigue sus órdenes, bajándolo. [...] -Fui engañado- se queja Sirius, cruzándose de brazos. -Era necesario, cariño- habla Remus, besando su mejilla. -Realmente lo era- asiente Cygnus. -Buenas tardes- saluda James, entrando junto a Regulus. Sus padres, sus tíos y sus mejores amigos lo miran. -Hola campeón- saluda Mont, abrazándolo cuando llega a su lado- ¿cómo estás? -Bien, un poco cansado- responde James, devolviéndole el abrazo. -Hola- saluda Regulus, tímidamente. -Hola Regulus- saluda Alphard- ¿cómo estás? -Mejor ahora que pasó la tormenta, ¿Sirius? ¿qué tienes? -Intoxicación y gripe- responde el mayor de los hermanos Black, suspirando. -¿Tu? ¿cómo va todo, cariño?- pregunta Cygnus, mirando a James- muchas gracias por acompañar a nuestro Remus- se acerca y lo abraza. -Bien, fue una noche tranquila, con la poción estuvimos bien- asiente. -Gracias, James- agradece Lyall, revolviendo su cabello. -No hay de qué- sonrie Potter. -Traeré las pociones para ustedes dos y repondré las de Regulus- avisa Fleamont- tenemos pociones mejores que aquí. -Iré contigo-habla Lyall, siguiendo a su mejor amigo. Alphard y Cygnus se acercan al despacho de la enfermera para hablar. -¿Cómo sigues, Moon?- pregunta James, sentándose en la silla. -Mejor que otras veces- sonrie de lado- aún mejor sabiendo que Sirius está aquí, tratado y recuperándose- toma la mano de su novio. -Sí que eres terco, Sirius Black- suspira James. Sirius sonrie de lado. -Sabía que no estaba embarazado, esto es solo pasajero- responde el mayor de los Black- la vez que no nos cuidamos tomé una poción. -Deben cuidarse- recuerda Regulus, apoyado en la pared. -Sí pero era... complicado- sonrie, mirando a su novio. -Merlín, detesto saber tanto- se queja James. -Hola chicos- saluda Peter, sentándose en la otra silla libre- ¿cómo siguen? La conversación sigue por un par de minutos y Regulus mira a su alrededor, buscando una silla, ya cansado de estar parado. James lo toma de la mano y lo arrastra hacia él, sentándolo sobre sus piernas. Sirius los observa pero no dice nada. Rato después la puerta de la enfermería se abre. -Regulus Arcturus Black- llama Barty, entrando en la enfermería- hola ustedes- los mira mal- tenemos entrenamiento, Regulus. ¿Dónde te metiste desde anoche? -Vamos bajando el tono, Crouch- exige James, serio- él no tiene por qué darte explicaciones. -Fue una larga noche, Barty- suspira Regulus, levantándose- no hagas un drama, estoy yendo. -Reg- llama James. -Debo ir a entrenar- se encoge de hombros- déjale un saludo a los señores Potter y Lupin- pide, antes de salir por la puerta, junto a Barty. Los merodeadores se quedan un par de minutos en silencio. -No confío demasiado en Crouch, ¿quieres ir a ver que Regulus esté bien? que no se sobreesfuerce- pide Sirius, mirando a James. Potter asiente y se levanta rápidamente, caminando hacia la puerta. [...] James repasa cada uno de los movimientos de Regulus, observando el entrenamiento. -Es demasiado- grita James, desde la gradas- si siguen haciendo ese ejercicio se dañarán los músculos. Los slytherins voltean a verlo. Rosier se acerca a Potter. -¿Qué haces aquí?- pregunta el rubio, mirándolo. -Me aseguro de que Regulus esté bien- responde James- no puede hacer sobreesfuerzos, tiene mucha deficiencia de vitaminas, no necesita que lo carguen con estos ejercicios pesados. -Es mi equipo y Regulus es mi mejor amigo desde los once años, créeme que lo he cuidado antes que tu y sé como hacerlo, no te metas en mi entrenamiento, Potter- exige serio. -Ahora Regulus está a mi cuidado y si quieres agotar a tu equipo genial, pero no a mi Regulus- recalca James -Es mi equipo, sé cuidarlos- Evan se cruza de brazos. -No parece- eleva una ceja. -Cambiaré de ejercicio- suspira, sintiendo la mirada de Regulus en su espalda- pero deja de molestar, entrenamos poco porque ustedes toman todos los turnos, asi que, si tanto quieres a Regulus, sabrás lo mucho que le gusta ganar y no podemos ganar sin entrenar, asi que piérdete o cierra la boca, gatito de cuarta- escupe, mirándolo molesto. James sonrie divertido y apoya el brazo contra la grada de atrás. -Cuida a Regulus o me meteré ¿okey? no me importa tu equipo, me importa Regulus. Minnie sabe del diagnostico médico, puedo llamarla y puede explicarte ella misma como Regulus necesita mantenerse tranquilo. Evan se aleja, mirándolo mal. Ve a Regulus fruncir el ceño y hablar unos minutos con Evan antes de acercarse a él. -Estoy bien, James- suspira Regulus- no soy de cristal. -Estás a mi cuidado, te estoy cuidando- sonrie, suavizando su mirada- ve y diviértete pero detente cuando estés cansado. -Bien- suspira- pero no hagas enfadar a Evan, no te conviene. -No me conocen enojado, a él no le conviene- besa su frente y sonrie ampliamente- ve, entrena y diviértete, detente cuando estés cansado- repite. Regulus asiente y vuelve caminando hacia su equipo- ¡vamos Regulus!- apoya James, desde su lugar. Black se sonroja, bajando la cabeza. Los slytherins van a decir algo pero Evan habla antes de que puedan burlarse de Regulus. -Vamos al aire- comienza Rosier- simulación de partido, vamos equipo. [...] -Asi que Jaimie cuida a Reggie- se burla Barty, tirándose en su cama, junto a Evan- de lo que me pierdo por ir al baño- suspira. -Los odio, ya cállense- exige Black- estoy leyendo- muestra el libro "Alicia en el país de las maravillas" -Lo que más me enfadó fue que vino a decirme como cuidar de Regulus, ¡yo! ¡su mejor amigo desde hace casi seis años!- se queja el rubio, suspirando. La conversación sigue pero Regulus decide no escucharlos, no le interesa lo que tienen para decir. [...] Hora de la cena. James busca a Regulus con la mirada. Peter charla animadamente con Mary. Potter ve a los amigos de Black entrar, pero a Regulus no, asi que se apresura a terminar su cena y se acerca a la mesa de slytherin. -Hey- saluda Potter- ¿y Regulus?- pregunta. -Se quedó leyendo- responde Barty- la próxima vez que molestes a mi novio te las verás conmigo ¿entendiste? -Dile a tu novio que no haga que Regulus se sobreesfuerce y luego hablamos- responde, en el mismo tono. -No peleen chicos, a Regulus no le hará bien saber que sus amigos y su... lo que sea que sean ustedes- mira a James- peleen, dejen el ego de lado- pide Pandora. -Sí, tu fuiste muy dramático y tu quizá pudiste buscar otros ejercicios- resuelve Dorcas- ahora dense la mano y terminen con la discusión. -Debí cambiar los ejercicios antes, lo siento- se disculpa Evan, extendiéndole la mano a James. -Debí llamarte y decírtelo en privado, también lo siento- sonrie James, tomando su mano- le llevaré la cena a Regulus- avisa, mirando a las serpientes, quienes asienten. -Lo comerá si se lo llevas tu- afirma Dora- llévale carne, ¿te ayudo a preparar el plato?- pide, ilusionada. James asiente. -Claro- sonrie el de lentes- nadie conoce a Regulus tan bien como Dora, ¿no? -Sí, somos superhipermega mejores amigos. Dile que arboldemanzanasquesito le manda este queso y esta manzana- coloca los ingredientes en el plato de carne con verduras y le sonrie ampliamente. -¿Quién?- pregunta James. -Mi gato, se llama arboldemanzanas y le decimos quesito de cariño pero me gusta más arboldemanzanasquesito- asiente, seria. -Claro, yo le digo. Gracias Pandora, nos vemos luego- toma el plato entre sus manos y aparece una bandeja, colocando un vaso de pasada y una jarra de agua. -¡Ey!- se queja un slytherin al cuál le robó la jarra y el vaso limpio. Se queda callado al ver a rey de los gryffindors alejarse con la bandeja y las cosas. -Dile algo- insiste una slytherin. -Es que es tan lindo- suspira- e imponente, es... Black tiene suerte, ¿me pasas la sal? -Barty no te metas en esos problemas- aconseja Dorcas- Evan es grande, sabe defenderse solo, luego tu haces una escena y te pones mal; y ellos terminan hablando amistosamente de quidditch, son ese tipo de hombres que resuelven todo con una charla deportiva. -Es que es un gran deportista- asiente Evan. -¿Quién los entiende?- suspira Barty. Las chicas sonríen divertidas. [...] James camina por slytherin, buscando la habitación de Regulus, cuando encuentra la puerta, toca. -¡Estoy leyendo Barty, no quiero cenar!- exclama la voz de Regulus desde adentro. -Reg soy yo, James La puerta se abre un segundo después, dejando ver a Regulus en pijama. -Hola- sonrie mirando a Potter- pasa, lo siento es que estaba leyendo y Barty es insistente. -Sí, lo sé- sonrie divertido- te traje la cena- deja la bandeja en la cama y lo observa volver a sentarse. -Oh... es que no tengo mucha hambre- se encoge de hombros. -Solo un poco ¿sí?- pide, sentándose a su lado- hasta llenarte- habla dulcemente. -Bien- suspira Regulus y toma la bandeja. -Lamento avergonzarte hoy en el entrenamiento- se disculpa James, mirando el libro- es que realmente me preocupas y quiero que estés bien. -Lo sé pero... me hace sentir que no puedo hacer lo que antes podía y... -Si puedes, podrás, pero lleva tiempo y debes salir de... -El trastorno alimenticio, llámalo por su nombre. Leí el diagnóstico del médico. -Es solo una etiqueta, no significa que sea grave- coloca su mano en el muslo de Regulus, acariciando la suave piel desnuda, ya que lleva el short rosa del pijama y uno de sus suéteres rojos con su apellido detrás- te queda genial el rojo- sonrie, cambiando de tema. -Te lo devolveré- promete Regulus, llevándose el tenedor a la boca. -No, quédatelo. Te quedan mejor que a mi. -Uhm, esto está realmente delicioso- opina Regulus, comiendo un pedazo de carne con verduras salteadas- casi tan buena como la de Alphard, ¿cenaste? -Sí, pollo con ensalada- responde. -Debes probar esto- insiste Regulus y lleva el tenedor a la boca de James, lleno de comida. -Uhm, está rico sí- asiente el de lentes, luego de tragar- pero come tu, estoy muy lleno. -¿Seguro?- pregunta Black, Potter asiente. -Sí, seguro. Aunque si luego de cenar quieres compartirme un pedazo de chocolate...- juega con uno de los rulos de Black. -Ah no, consíguete el tuyo, Potter- sonrie divertido- bromeo, literalmente lo compraste tu, toma un pedazo ahora si quieres. -¿Seguro?- pregunta, Regulus asiente- donde. -En el cajón- señala el pelinegro, James abre el primero y no lo encuentra, luego abre el segundo y se encuentra con algunos consoladores, plugs anales y varios potes de lubricante. El suyo destaca por su tamaño y al parecer está algo... desgastado ya. -¡En ese no!- se queja Regulus, sonrojándose- ¿sabes qué? muévete, yo lo buscaré- deja la bandeja en los pies de la cama y se tira sobre James, estirándose para abrir el último cajón. La posición no deja demasiado a la imaginación de James, Regulus con la espalda arqueada y completamente sobre él, la mente de Potter vuela rápidamente a sus pensamientos más impuros-aquí está- bufa molesto, dejando el chocolate en las piernas de James y volviendo a tomar su bandeja. James se mantiene callado, todavía estático-¿y ahora que te ocurre?- pregunta Regulus, mirándolo mal. -Na, nada- tartamudea, volviendo a la realidad. -Por favor, tu me regalaste uno de esos, no es como si fuese algo de otro mundo ¿por qué la reacción?- eleva una ceja. James niega con la cabeza y se levanta, colocando sus manos sobre su entrepierna. -Olvidé que tengo que irme, buenas noches- saluda, escapando de allí. Regulus frunce el ceño y luego se encoge de hombros. [...] -¿Qué haces en el baño de chicas, James?- pregunta Lovegood, confundida. Potter se tira agua fría en la cara, intentando quitarse las imágenes que corren por su mente- ¡James!- lo toma de los hombros, volteándolo. Potter baja la mirada y la chica abre los ojos- oh, wow, comprendo ¿qué pasó? -Necesito sacarlo de mi cabeza- suspira. -¿A quién?- pregunta la chica, confundida. -No puedo pensar eso de él es... debería ser como un hermano para mi- se frota los ojos- bésame- pide, acorralándola contra la pared. -James no te besaré- habla segura- y aléjate, me la estás clavando en el estómago. -Lo siento, tienes razón- suspira, alejándose mientras camina por el baño. -Solo mastúrbate y ya- se encoge de hombros. -Claro que no- se niega- masturbarme confirmaría que... -¿Te atrae sexualmente esa persona?- completa. -Sí- susurra, enfadado consigo mismo- tengo una idea- sonrie, saliendo del baño. -¿A donde vas, James?- pregunta la chica, siguiéndolo- llevas un bulto en los pantalones, están los de primero rondando por el pasillo. -No te preocupes, no estaré en el castillo- responde, corriendo hacia la salida. -Y ese es nuestro head boy- habla para sí misma y luego suspira, caminando de regreso al comedor. [...] Miércoles. -No puedo creer lo imbécil que eres- se queja Regulus, colocándole una toalla en la frente- ¿a quién mierda se le ocurre meterse al lago a la noche? ¡hace frío! ¡es obvio que te vas a resfriar, James Potter!- regaña, suspirando. -Bueno, al menos está con nosotros- sonrie Sirius, en la camilla de Remus, abrazado a su novio. -Cállate que casi me haces tío y yo no sé ser tío- calla Regulus. -Reggie- llama James, estornudando- lo siento ¿sí? solo... necesitaba refrescarme. -¡PARA ESO EXISTEN LAS DUCHAS!- grita sobre su rostro, inclinándose hacia él. -Pero James va a lo extremo- sonrie Sirius. -No me gusta lo extremo, no hagas lo extremo- exige Regulus, mirando a James. -Bien, no iré a lo extremo- suspira- lo siento. -Agradece que Pettigrew te encontró ni bien te ibas a meter y a penas te mojaste porque es un lago peligroso, no sabes los animales horribles que se le desde la ventana de slytherin. -Yo le grité que no se meta y se tiró igual- recuerda Peter, cruzándose de brazos. -Necesitaba refrescarme- insiste James. -¿No puedes tomar un baño como las personas normales, James Potter?- se queja Regulus. -Que no me incumbe, Marlene- se queja una voz conocida, Marlene arrastra a Lovegood hacia James- ¡ya suéltame!- se queja, empujándola. -Dile que no vuelva a tirarse al lago negro de noche- exige Marlene, codeando a la de rulos. La chica rie. -¿Te tiraste al lago negro? ¿quieres morirte o qué?- pregunta divertida, mirando a su ex novio. -No le veo lo gracioso, Lovegood- la mira mal- hay muchos monstruos en el lago negro, pudieron matarlo. -Dumbledore lo hechizó para que nadie pueda meterse más allá de la superficie- habla la chica- donde no corre riesgo, digamos. -¿Ah sí?- pregunta Regulus, Lovegood asiente- igual se resfrió. -Es solo James siendo James, te acostumbrarás- sonrie divertida- recupérense pronto- mira a los merodeadores- nos vemos- saluda, antes de salir por la puerta. -Ella es tan rara- opina Marlene- ¡me encanta! aunque me gusta más como mejor amiga, nadie se compara con Dorcas- suspira. -Solo discúlpate- aconseja Regulus. -¿Por qué? -Seguro algo mal hiciste, eres una gryffindor, son impulsivos. -Oh... debería disculparme sí, pero no quiere ni verme. -Llevalé flores ¿a quién no le gustan las flores?- aconseja Sirius. -¿Saben qué? si fuese hetero los besaría pero giu- sonrie la rubia antes de salir corriendo. -Ella es la rara- señala Remus. -Si- asienten todos, de acuerdo. -Voy al baño- avisa Sirius, levantándos. -Lo siento- se disculpa James, mirando a Regulus- estaba... perdido en mi cabeza y necesitaba despertarme. -Hay otras formas, James- suspira sentándose a su lado y tomando su mano. -Lo sé, lo siento- se disculpa dulcemente, besando sus nudillos, ganando completamente a Regulus. -Bien, pero no vuelvas a hacer nada extravagante- pide, mirando sus manos entrelazadas. El anillo del sol brilla entre sus dedos. -Lo prometo- sonrie James y luego se mueve hacia otro lado, para toser. -Bien- suspira y deja caer su frente en el pecho de James- me asustaste mucho. -No quise hacerlo, perdón. -Lo sé- asiente Regulus, acostándose a su lado para acurrucarse en su pecho. Remus y Peter los miran, luego se miran, sonrientes. Regulus se vuelve a dormir, ya que es muy temprano en la mañana; ahora abrazado a James, confirmando que está bien.
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