Capítulo 94
20 de julio de 2025, 23:56
Regulus se separa de golpe, entrando en pánico. Sus labios tiemblan, pero ya no de la euforia. Tiene miedo, tiene pánico. Miedo de perder todo lo que tiene, miedo de abrir esta caja de emociones, miedo de herir a James, miedo de no ser suficiente, miedo de volver a casa.
Potter abre los ojos, desorientado, los labios aún entreabiertos y mojados, pidiendo más.
-Reg- Llama James, en un susurro suave.
Regulus niega con la cabeza y sale corriendo. Escapa de James, de la multitud, pero sobre todo de lo que más intenta escapar es de sus propios sentimientos.
-¡¿QUÉ MIERDA FUE ESO?!- Grita Sirius. James a penas tiene tiempo de voltearse antes de que Sirius lo empuje con fuerza, tirándolo al piso- ¡¿BESASTE A REGULUS?! ¡¿A MI MALDITO HERMANO?!- mueve las manos, exasperado.
Sirius está cegado por su enojo, se siente decepcionado y traicionado por su segundo hermano: James Potter.
-Sirius, yo...- se levanta lentamente, todavía respirando con dificultad.
-¡NO!- grita, empujándolo otra vez. James se tambalea un poco pero se mantiene de pie- Confié en ti, James-le toca el pecho con su dedo acusador- confié en que lo cuidarías, en que era como un hermano para ti. No puedo creer que estés jugando con mi hermano- vuelve a empujarlo. La rabia se mezcla con el miedo, con la angustia de imaginar a su hermano menor enamorándose y saliendo destrozado.
-Yo no estoy jugando con nadie, Sirius- habla James, sincero. Su cabeza sigue tratando de procesar todo lo que ha ocurrido.
-¡No mientas! ¿qué intentas demostrar? ¿qué mierda te pasa, James?- escupe Sirius con la voz hecha pedazos. Las lágrimas caen por sus mejillas- ¿quieres demostrar que los cantos esos eran reales, eh? ¿Te calentaste porque te gritaban que te lo estabas tirando? ¿Lo hiciste por el puto público?
James se queda helado, no puede creer que su mejor amigo le esté planteando esto.
-¿Qué mierda te pasa, Sirius?- frunce el ceño, mirándolo- claro que no.
-¡Porque eso parecía!-grita. Sirius toma a James de los hombros y lo zamarrea- ¡lo besaste en frente de todos como si fuese un trofeo! ¡es MI HERMANO al que estás usando!
-¡QUE NO LO ESTOY USANDO, MIERDA!- grita James- ¡Yo no soy así! ¡y ni siquiera fui yo el que inició el beso!
Sirius lo suelta y retrocede ante su grito. Respira entrecortadamente tratando de recuperar su ritmo cardíaco. Baja la guardia y lo mira triste.
-¿Sabes cuántas veces vi cómo lo mirabas y me dije '"es solo cariño fraternal"? Me mentí a mí mismo porque no quería pensar que algo más estaba pasando- solloza.
-Sirius yo...- suspira, tratando de buscar la forma de explicarlo.
-Confiaba en ti, James- suspira Sirius- no puedo creer que me hayas defraudado así.
-Sirius tienes que escucharme, yo no hice nada. Nunca busqué defraudarte- insiste, todos a su alrededor los observan, murmurando sobre James y su "beso trofeo"
Sirius quiere gritarle algo más, quiere decirle que lo odia, que lo arruinó todo. Pero lo único que sale de su boca es un sollozo ahogado.
-Yo solo... confiaba en ti- murmura, y se da la vuelta, en búsqueda de su hermano. Deja a James allí, confundido, molesto y sintiendo la culpa quemar sus venas.
Ese hermoso sentimiento de amor que obtuvo cuando Regulus lo besó se desvanece. Siente que los perdió a ambos.
"Debiste alejarlo, él estaba eufórico fue un impulso, tu podías alejarlo" regaña su mente "eres un imbécil"
La lágrimas de James caen por sus mejillas mientras toma su escoba del piso y camina decaído hacia la entrada de Hogwarts. Remus y Peter lo miran a lo lejos, preocupados.
-Todo estará bien, cariño- habla su padre, abrazándolo por los hombros. James levanta la mirada y sonrie de lado.
-No quiero hablar- susurra, Alphard se une a la caminata y acompañan a James.
El apoyo de sus padres, a pesar de ser silencioso, es muy importante para él.
[...]
Regulus se encierra en la Sala de Menesteres. Una biblioteca acogedora y cálida, con el cielo encantado con un cielo estrellado, tranquilo, pacífico; lo recibe.
Se deja caer entre los almohadones del sofá que tiene en frente y comienza a llorar desconsoladamente. Sus manos tiemblan mientras las lágrimas caen sin parar.
Está cargado de miedos, de verguenza.
"No debiste besar a James"
"Pero te correspondió"
"Él solo te ve como una presa fácil"
"James nunca te tocaría sin tu consentimiento"
"Bien, sal con él... y luego piensa donde ir a vivir porque terminarás arruinándolo todo. Como siempre."
"Tienes razón, debo alejarme"
Regulus solloza fuerte, sabiendo que perdió eso que le daba ilusión y nada volverá a ser como antes. Sabe que es su culpa, siempre es su culpa.
"Sabías que no debías enamorarte de James" "Es tu culpa"
La voz cambia, ya no suena como él. Se vuelve más dura, más cruel: es la voz de su madre.
"Inutil" "Imbécil" "Inservible"
Luego aparece la voz de su padre.
"Afeminado" "Poco hombre"
"Encontraremos la forma de matarlo..." susurra la voz de su madre, aguda, venenosa y viva, como si estuviese allí.
Regulus no puede más, su corazón late tan rápido, su cabeza duele demasiado, está en un límite que nunca ha llegado. Pero ahora no tiene a James y no lo volverá a tener. Está en medio de la tormenta solo, y necesita distraerse, piensa en... calmarlo con el físico. Examina la habitación con la mirada, el pequeño espejo que estaba allí desaparece.
Regulus suspira entrecortadamente y mira sus manos, buscando algo. No hay nada, asi que se clava las uñas en la piel, intentando arrancarse todo lo que lo envenena, intentando calmar el dolor de su corazón. Solo quiere que esas voces se callen, solo quiere volver a estar entre los brazos de James, pero ya no puede; ya lo arruinó.
[...]
Sirius se deja caer en el piso de la torre de astronomía, llorando desconsoladamente, la mezcla de emociones lo abruma. Escucha la voz áspera y cruel de su madre regañarlo:
"Bueno para nada" "Ni siquiera tus impuros amigos te querrán si sigues siendo la basura que eres" "No puedo creer que seas mi hijo, que hayas salido de mi vientre"
"Ahora vístete bonito que vendrán los amigos de papá a verte" susurra, como si estuviese allí, a su lado.
Eleva la mirada asustado, sigue en la torre de astronomía, pero se levanta rápidamente y sale corriendo, en búsqueda de su novio.
[...]
Dos horas después...
Sirius suspira y mira hacia otro lado.
-¿Dónde está Regulus, cariño?- pregunta Alphard, acariciando la espalda de Sirius.
-No lo sé- murmura Black- fui a slytherin y a la torre de astronomía pero no estaba.
James saca el mapa de su bolsillo y revisa, su corazón late rápidamente al ver que no hay rastro de él.
-No está en el mapa- responde James, sintiendo su mundo caerse. Su garganta se cierra, entrando en pánico. Cierra los ojos tratando de buscarlo mágicamente.
-¿Cómo que no está en el mapa?- pregunta Sirius, arrebatando el mapa de sus manos- ¿Dónde está mi hermano?
-No lo siento lejos, debe seguir aquí- susurra y sale de la oficina del director, corriendo hacia los pasillos, siguiendo a su magia.
Sirius sale detrás de él, preocupado por su hermanito.
[...]
Pandora mira la pared, no sabe por qué pero siente que Regulus está allí. Solo trata de descifrar como encontrarlo entre los muros de Hogwarts.
-¿Dónde está Regulus?- pregunta James. La rubia voltea a verlo.
-Eso estoy buscando- responde Rosier.
-Hablo en serio, Pandora- suspira Potter, preocupado.
-Siento que está aquí- menciona Dora.
-Yo también- responde James- mi magia dice que está aquí.
-Hay que pensar... aquí ¿donde?- habla Dora. Sirius llega, cansado.
-¿Donde está?- pregunta el mayor de los Black.
-Eso tratamos de averiguar- responde Dora.
James suspira y camina de un lado hacia otro, pensando en Regulus, queriendo encontrar a Regulus. Realmente necesita encontrarlo y abrazarlo.
Una puerta aparece frente a James. Potter frunce el ceño y mira a Sirius y a Pandora, Alphard y Fleamont llegan a su lado. Decide abrir la puerta, de allí salen sollozos, los reconoce, es Regulus y entra rápidamente, buscando a Black.
-Regulus- llama James, colocando su mano en el hombro del menor. Black niega con la cabeza y luego levanta la mirada, confundido de verlo allí. Sirius y Pandora también entran.
-Hermano- llama Sirius, acercándose.
-Fuera- exige- váyanse, no quiero verlos, no me toquen- exige, quitando la mano de James con brusquedad- déjenme solo.
-Reggie- intenta Pandora.
-Vete, Dora- pide, hundiendo la cara entre sus manos, para que no lo vean llorar.
-Vayan- habla Alphard- ustedes a casa con papá- señala a Sirius y a James.
-Pero pa...- insiste James.
-Vayan, James- exige Alphard y los mira, serio.
Los adolescentes suspiran y salen de la sala, Pandora deja un pequeño peluche de conejo que tejió ella misma y sonrie de lado.
-Espero que te mejores- habla la rubia, antes de salir por la puerta. Regulus solloza más fuerte, odiándose más a sí mismo.
Alphard se sienta a su lado, en silencio. Está allí por una media hora, hasta que Regulus se calma un poco.
-Yo también pasé por esto- comenta suavemente, mirando a un punto muerto. El menor de los Black se sienta, limpiando sus lágrimas- me dio miedo arruinarlo todo, tenía miedo de mi mismo, de que tan cruel podía llegar a ser con Fleamont, ¿Cuánto aguantaría él antes de echarme a la calle? La respuesta es mucho, porque me ama y crecimos juntos, mejoramos juntos.
-No quiero hablar- susurra Regulus.
-Bien- asiente Alphard- pero debes volver a casa, hablaremos cuando estés más tranquilo y hoy en la noche vamos pedir pizza, podemos charlar sobre libros, o quedarnos en silencio.
-No quiero ver a nadie- responde.
-Entonces te pasaré la caja de pizza por debajo de la puerta- sonrie divertido y acomoda su cabello- estarás bien, mi niño- promete, Regulus sonrie de lado- la mansión Potter es tu casa, por favor ven conmigo. Nadie te sacará de tu hogar, asi que no pienses en eso. Ni aunque te pelees con James.
Regulus suspira.
-Debo ir por mis cosas- susurra.
-¿Ya preparaste el bolso?- cuestiona Alphard, Regulus asiente.
-Bien, vamos por él y luego a casa ¿sí?- habla suavemente, Regulus asiente.
[...]
-¿A dónde vas?- pregunta Fleamont.
-Al campo- responde James, tomando su bolso.
-Hay que hablar, James.
-No, no lo obliguen a hablar- pide- lo alejarán, yo... debo comenzar a preparar el terreno para construir, en una semana me egreso y comenzaré con los planos.
-James, hijo...
-Ya soy mayor, papá.
-Te quiero aquí el lunes en la mañana ¿oíste?- exige. James asiente.
-No los presionen- pide James, suspirando- Sirius está enfadado porque cree que yo lo engañé y fue todo un plan para meterme con Regulus y supongo que Regulus está triste porque me besó impulsivamente, avergonzado... ¿Cuál es el común denominador? ¿Quién es el problema entre los tres?- suspira, caminando afuera para cargar su bolso en el asiento del copiloto.
-Nadie es el problema, James- insiste Fleamont.
-Necesito despejar mi mente- comenta el adolescente- sabes que ir al campo me hace bien, confío en que los cuidarás por un día y medio- se sube en la camioneta.
-No hagas nada que yo no haría- pide Fleamont- que Alphard no haría- se corrige a sí mismo- confío en ti, James.
-Tranquilo, solo iré a despejar mi mente, ellos necesitan espacio y yo también- suspira. Fleamont lo mira, su hijo ha madurado mucho este último tiempo.
-Mándame un patronus ante cualquier cosa, no importa si es mínima ¿oíste?
James asiente y arranca la camioneta.
-Nos vemos el lunes- responde y maneja, alejándose.
Alphard y Regulus pasan por la chimenea mientras Fleamont entra del jardín trasero.
-¿Y James?- pregunta Alphard, mirando a su esposo.
-Volverá luego- responde Fleamont, sin querer alertar a Regulus. Alphard comprende.
-¿Y mi hermano?- pregunta Regulus.
-Arriba, con Remus- responde Fleamont.
-¿Te preparo un baño caliente?- propone Alphard, Regulus niega con la cabeza.
-Iré a la habitación si me lo permiten- pide, todavía mirando por la ventana.
-A tu habitación- corrige Alphard, Regulus asiente- claro, ve. Monty subirá tu bolso.
-Lo subiré yo mismo, no se preocupe- habla Regulus y toma su bolso, subiendo con dificultad.
[...]
Regulus mira por la ventana, esperando a James.
La noche cae lentamente mientras sigue esperando, pensando y esperando un poco más.
Regulus suspira entrecortadamente, su corazón anhela y extraña a James. Alguien fuera de su habitación toca la puerta, el pelinegro se levanta a abrir rápidamente, la esperanza de que sea James sigue allí. Aunque no sabe que le diría, de hecho se sentiría incómodo porque su mente se tambalea entre el amor que siente por él y su tormentosa lógica.
La emoción de Regulus decae al encontrarse a Fleamont .
-Oye no soy tan feo- bromea- ¿esperabas a James?- cuestiona. Regulus suspira en respuesta.
-Lo siento, señor Potter- se disculpa y finge una sonrisa- ¿Qué necesitaba?
-Quítame esa sonrisa fingida porque me conozco el actuar Black de memoria, a mi no me engañan- señala- llevo 20 años casado con uno- recuerda. Regulus deja caer su sonrisa fingida- traje una pizza, sé que no es la comida más nutritiva pero Lib eligió la cena esta noche y es una niña ¿qué más va a elegir?- sonrie divertido, Regulus sonrie de lado.
-Gracias señor pero no tengo hambre- responde Black. Fleamont suspira, decide no insistir.
-Bien, dejaré la caja por aquí- deja la caja de pizza sobre su escritorio.
-¿Cuándo vuelve James?- pregunta Regulus.
-Él fue al campo, iba a preparar el terreno, llevará... un tiempo, pero le dije que el lunes a la mañana debía estar aquí,
Regulus asiente y se mantiene en silencio. Fleamont sale por la puerta.
-Cena si puedes, campeón- pide antes de cerrar la puerta. Regulus mira la caja de pizza, el aroma se mezcla con el nudo en su garganta y corre al baño, a vomitar.
[...]
"¿Qué le dirías si volviese ahora, en este momento?" se pregunta a si mismo, mirando las estrellas. Es tarde en la noche, no comió, solo se bañó rápidamente y se colocó el pijama antes de volver corriendo a la ventana, a seguir esperando.
"Probablemente no le hablaría" se responde a sí mismo porque ¿Qué le va a decir? ¿Qué no lo besó por un impulso y está locamente enamorado de él? ¿Qué quiere ser su novio?
No lo hará, claramente no lo hará, porque eso significaría exponerse demasiado ¿Y si le dice que sí? ¿Y si salen y luego él es tan cruel que le rompe el corazón? ¿Cómo podría seguir viviendo allí? No podría. No podría seguir allí.
Ahora puede excusarse bajo la "euforia" del momento, disculparse y quedar como amigos o lo que sea que eran antes de esto. Pero sabe que perdió los mimos, la sonrisa de James y su lugar en su cama. Sabe que perdió todo eso porque él mismo se alejará, porque esa es la única solución factible para poder seguir viviendo allí: disculparse, alejarse y pretender que nada pasó.
Regulus suspira y sigue mirando las estrellas. El dije de sol en su pecho se mantiene brillante, guardando la magia protectora de James, cosa que sabe que también perdió. Nada será lo mismo después de ese beso y tiene miedo, asi que no sabe que espera. No sabe por qué lo espera si tiene pánico de hablarle, pero lo espera, porque su alma lo espera.
[...]
Regulus no duerme en toda la noche, James tampoco.
James termina su caja de cigarrillos mientras bebe de su cerveza, tratando de ahogar las penas.
Le duele que esto sea así, le duele que Regulus haya huido del beso. ¿No fue suficientemente bueno para él? "Claro que no, James" responde su cabeza "él merece algo mejor"
Potter suspira y asiente, mientras las lágrimas caen por sus mejillas. No fue suficiente para enamorar a Lily, no fue suficiente para mantener a Alice a su lado y no es suficiente para Regulus.
También piensa en Sirius, nunca han discutido así y teme haber perdido su amistad. Realmente le duele que su mejor amigo piense que podría llegar a usar a alguien así. Y más tratándose de Regulus, él realmente se cortaría las manos antes de tocarlo sin su consentimiento.
Ahora siente que lo perdió todo, se siente solo, se siente lejos. Y sabe que él mismo salió de casa hoy, pero prefiere sufrir él antes de que, por la incomodidad de tenerlo cerca, Regulus se vaya y Sirius se sienta humillado.
El amanecer golpea sus ojos rojos de tanto llorar y suspira cansado, dejándose caer en el sofá.
El amanecer saca a Regulus de su mente, mira a todos lados y sale en búsqueda de James. James no está, James no volvió; asi que, arrastrando los pies, vuelve a su habitación y se tira en la cama.
[...]
Domingo
-¿Podemos hablar?- pregunta Sirius, Regulus niega con la cabeza, revolviendo su cereal.
-No, gracias- responde el menor de los hermanos Black. Sabe que ha discutido con James, nadie tuvo que contárselo. Sabe como reacciona su hermano
-Remus a dit que nous pouvions aller dans sa maison à la campagne pour rester- susurra Sirius.
-Parce que? Est-ce qu'ils nous ont chassés d'ici?- pregunta, sintiendo su corazón latir rápidamente, no quiere irse de aquí, puede arreglar esto.
-Bien sûr que non- responde Alphard. Ambos se sobresaltan, olvidando que él es Black y todos los Black hablan francés- Vous, les enfants, vous n'allez nulle part, vous m'entendez? Nous allons résoudre ce problème en tant que famille que nous sommes- los mira, dejando un plato de fruta frente a ellos- desayunen ¿sí?- pide.
Regulus y Sirius se miran, ninguno de los dos tiene apetito y ninguno de los dos comerá.
[...]
Los hermanos Black esperan a que los Potter se sienten a desayunar, desayunen y luego de ayudarles a lavar los platos, ambos van a dar un paseo. El sol brilla en el cielo, calentando la espalda de Regulus, haciéndolo sentir un poquito más vivo.
-¿Qué le dijiste?- pregunta Regulus.
-Estaba cegado- suspira Sirius- dije cosas que no pienso, cosas muy feas, me ganaron los genes- suspira, avergonzado de sí mismo.
-Allez au diable, ¿qué le dijiste?- repite la pregunta.
-Que te tomó de trofeo, es que con los cantos y... eso- susurra, avergonzado de sí mismo- lo que es real es que me sentí defraudado porque pensé que él te miraba con amor fraternal, no sabía que... o no quería saberlo.
-No hay nada que saber- corta Regulus- él no me quiere de esa forma, no sería suficiente para él. Asi que ya déjalo.
-No digas eso- pide el mayor de los Black.
-Deja el tema- suspira Regulus- y discúlpate con él, es tu mejor amigo, han estado juntos desde los once y el te adora. Además vivimos en su casa, con su familia, por lo menos tienes que ser respetuoso- recuerda. Sirius asiente y mirando el paisaje.
-Lamento haber arruinado tu euforia- se disculpa- tus exámenes aprobados.
-Yo lo arruiné primero al besar a James- suspira, pasándose las manos por la cara.
Los hermanos Black se sientan en un tronco caído y miran al horizonte por un largo rato.
[...]
-¿Qué haces?- pregunta Remus, sentándose junto a Regulus, quién mira por la ventana.
-Nada- responde- ¿y tu?
-Espero a que Sirius se termine de bañar, ¿quieres?- extiende un trozo de chocolate. Regulus niega, sin despegar su vista de la ventana, espera a James, su alma espera a James- ¿y pizza? ¿Qué tal si voy a comprar algo de salmón, ese del restaurante al que fuiste con James?
-¿Cómo sabes eso?- cuestiona- ¿Sirius sabe eso?
-Él estaba emocionado de mostrarte aquel lugar- sonrie Remus, apoyando su cabeza en la pared- me lo contó muy emocionado. Y no, Sirius no sabe.
-¿En serio? ¿James estaba emocionado?- pregunta Regulus, mirándolo. Sus ojos brillan, un poco más vivos que antes.
Remus asiente.
-Él nunca jugaría contigo, te lo aseguro- afirma Remus- sé que tienes miedo de amar- suelta, mirando hacia la ventana- pero James es la persona correcta en quién confiar.
Regulus suspira.
-Debes dejar de leer romances cliché- responde, cruzándose de brazos.
-Sí, quizá- sonrie divertido- ¿seguirás esperando a James con el estómago vacío o aceptarás un poco de comida?
-No tengo hambre- responde Black- ve con mi hermano, no quiero hablar.
-Bien- suspira Remus, pero no se levanta, ni se va. Se queda allí, a su lado hasta que escucha a Sirius llamarlo desde su cuarto.
[...]
Horas después...
-¿Y si quito un poco de comida?- sonrie Alphard, quitando gran parte de la comida de su plato.
-No tengo apetito, señor Potter. Lamento que haya gastado ingredientes en preparar esta comida, que se ve deliciosa, pero no tengo hambre- se niega Black.
Sirius se fue con Remus, quién le prometió a su tío que su novio iba a comer y, efectivamente lo hizo, ya que hace unos minutos le llegó una carta de Cygnus comunicándole que Sirius había cenado.
-Solo un poco, hasta llenarte- insiste Fleamont. Regulus niega con la cabeza. Alphard asiente, sabiendo que seguir insistiendo solo empeoraría la situación.
Regulus bosteza agotado, ha dormido poco y mal, lejos de James, suele dormir mal.
-¿Puedo retirarme?- pide, Alphard asiente.
-Ve, cariño. No dudes en llamar a nuestra puerta ante cualquier cosa, no importa que sea ¿sí?- pide, Regulus asiente.
[...]
Regulus da vueltas en la cama, pensando.
Quiere a James, desearía nunca haberlo besado, ¡él sabía que acercarse de más arruinaría todo! "Maldita euforia, maldita alegría, malditos lo padres que me engendraron, maldito yo"
Se sienta en la cama y suspira, sintiendo su corazón latir rápidamente. En estos momentos acudiría a James pero no puede, y aunque pudiese, no lo haría.
El pesar es tanto que deja de razonar y sale de su habitación, rumbo a la de James. Lo necesita, su magia lo necesita, necesita su olor, su calor, su voz, su sonrisa, "¡maldito beso!" sigue reprendiéndose mientras busca en el armario de James, busca ropa con su olor. Encuentra algunas prendas, en su mayoría abrigos (que no se lavan luego de cada puesta), y los tira en la cama, gracias a Merlín, el aroma de Potter sigue impregnado en las sábanas, envolviéndolo como un escudo invisible.
El aire de la habitación es cálido, más quieto. La magia de James aún flota en el espacio, y dentro de ese "nido", su cuerpo por fin se rinde al sueño.
[...]
Lunes 6 AM
James vuelve temprano en la mañana, no quiere regaños de su padre, no quiere ser una carga más a los problemas que están ocurriendo, asi que estaciona la camioneta y se baja.
Antes de venir pasó por la panadería, allí compró pan y cosas ricas para el desayuno.
-Ey, campeón- saluda su padre, desde adentro. James sonrie y entra.
-Está fresco afuera- comenta- buen día, pa. Traje esto- extiende la bolsa, Fleamont la toma.
-¡Mi niño!- Alphard corre a abrazarlo- ¿estás bien? te extrañé.
James suspira.
-Yo también pa. ¿Cómo sigue todo?
-Ellos no parecen estar enojados entre ellos, hablaron mucho- responde Alphard- pero Sirius mencionó lo de ir a vivir a otro lado.
-¿Qué? no, eso no. Ellos podrían encontrarlos- mueve sus manos, desesperado.
-Sí, no los dejaremos irse- habla Fleamont- igual la magia no los dejaría- aprieta su hombro y ambos caminan hacia la mesa.
-Sirius está en lo de Cygnus- comenta Alphard, dejando un café frente a su hijo- él cenó pero no pudimos lograr que Regulus coma.
-¿Anoche?- pregunta James, sentándose.
-Desde que llegó de Hogwarts.
-Eso fue hace dos días- suspira preocupado- ¿lleva dos días sin comer? ¿ha tomado agua? ¿las pastillas?
-Agua sí- asiente Alphard.
-Ayer llamamos a su psicomaga, por si quería hablar con ella, quizá no confía mucho en nosotros- suspira Mont- vino aquí, salimos de la casa para darle privacidad pero...
-Ella dijo que no habló, ni una palabra- Alphard responde la duda silenciosa de su hijo- que notaba una gran angustia. Regulus solo se limitó a mirar un punto muerto por horas.
-Es mi culpa- suspira James- debí alejarlo- niega, triste.
-No es tu culpa, cariño. Tu no hiciste nada- apoya Alphard, acariciando su cabello.
-Creo que alejarlo hubiese sido peor- opina Fleamont.
James se encoge de hombros.
-No sé que hacer- responde.
-Encontraremos una solución- promete Alphard.
Regulus, por su parte, duerme tranquilo entre las cosas de James. Su magia está aún más tranquila por tenerlo cerca.
James suspira, pensando en una solución para este problema.