ID de la obra: 443

Fórmula 1//Jegulus

Slash
R
Finalizada
70
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
15 páginas, 2.717 palabras, 70 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
70 Me gusta 1 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 4

Ajustes de texto
-¡James vení acá!- se queja Sirius siguiendo a su mejor amigo. -Debo practicar- coloca el casco en su cabeza. -Yo te cubriré. -No ganaras, Sirius y no quiero perder esta carrera. -¿Quien te dejó hacer esto? -Me hice pasar por ti- besa su mejilla, llenandolo de rabia. Potter entra en el auto mientas Sirius le grita. -¿Ese es Potter?- pregunta Regulus llegando junto a Sirius. El mayor suspira mientras se aleja, sólo espera que James no se haga daño. -Vuelve ¡maldita sea!- habla por el radio. -Estoy bien, solo fue un golpe, puedo correr. El manejar de James es torpe y muy rápido. -Está loco- susurra Regulus en shock mientras toma su casco, pronto lo alcanza. James lo mira fugazmente -JAMES PARA YA- grita Black. -Vas cerrado, el la próxima curva te matas, James- la voz sensata y calmada de Remus lo hace volver a la realidad. Potter se baja del auto molesto, su pie duele más que antes y no aguanta que Regulus esté cerca. Black estaciona cerca, Sirius no tiene tiempo de regañarlo porque Regulus ya se está encargando de eso. -¿Estás loco? ¡pudiste morir! -¿Y qué te interesa? ni siquiera me conoces. -¡Claro que te conozco! ¡todo el mundo te conoce! -No es importante. -Deja de actuar como si tu vida no valiese para nada, tienes de todo, dinero, prostitutas, médicos de primera. -¿Prostitutas? por favor- ríe- yo no tocaría ni con un palo a alguien así, existen las ETS ¿comprendes? -Y los condones también. -Ajá, ¿terminaste? tengo que escuchar el reto de mi mejor amigo. -¡No, no terminé! si te mueres- pone un dedo en su pecho- no tendré un digno rival, mira a la competencia, son nefastos, nadie es tan bueno como yo o quizás tu. -Ajá, compermiso. -Te sancionarán ¿sabes -No puedo correr igual, mira mi pierna, no sirve para nada, no puedo ser un hombre servible, no quiero nada. -¿Para qué quieres ser servible? deja que te sirvan. -No es mi estilo, yo no compro escuderías, yo trabajo por lo que quiero y merezco- suelta cortando la conversación. El otro día se miraron por varios minutos cuando coincidieron, pero ninguno se atrevió a acercarse, hoy; vuelven a discutir.
70 Me gusta 1 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)