Fórmula 1//Jegulus

Remus y Regulus suben al avión con lentes negros. Tienen una semana de descanso y eso, pero la carrera de Japón los presiona a ambos. James y Sirius van riendo. Mont se tomó un vuelo específicamente para ver a Sirius y ahora los acompaña. -Un placer contar con su compañía, señor Potter- saluda el CEO de Ferrari mientras Mont estrecha su mano. Fleamont asiente. -Un placer acompañarlos. Regulus mira a James, no sabe por qué lo mira tanto pero le encanta observarlo. Potter es... adictivo. Remus mira sus manos, su historia con Sirius es demasiado complicada y ambos prometieron no volverse a acercar. No después de aquella fiesta en la que ambos terminaron despertando desnudos uno junto al otro. Su amistad se perdió ahí, las peleas comenzaron y luego Remus miró para otro lado, ahí fue cuando conoció a Regulus y abandonó Ferrari. -¿Qué harás?- pregunta Regulus- ¿seguirás entrenando? -Rezaré por morir en la próxima carrera. Regulus golpea la nuca de Remus. -¡Oye! -Si te llegas a morir te revivo y te mato por imbecil, ¿me escuchaste? -Uy, ¿problemas en el paraíso?- se mete Mont. -¡Papá, no seas metido!- se queja James. -Nosotros no salimos, señor Potter. -Hola Remus ¿cómo sigues?- sonrie Fleamont. -Nunca saldría contigo- Regulus hace una mueca de asco. -Genial porque vomitaría sobre tu cara- responde Remus. -Hazlo a ver como te va. -¡Ey!- reta el CEO de Mercedes, separados, ¡ya!- exige. Remus es arrastrado al asiento vacío junto a Sirius y Regulus se queda en su lugar, solo y malhumorado. -¿Cuál es el colmo de un electricista?- pregunta James sentándose a su lado. -¿Uhm? -¿Cuál es el colmo de un electricista? -Si vienes a molestar mejor vete, no es mi día. -Vamos Reggie- Regulus lo mira a los ojos, ama ese apodo y suena genial en su boca- solo trato de socializar. -Bien- suspira- ¿cúal es el colmo? -Tener mala corriente- responde James comenzando a reír y aplaudir como foca. Regulus ríe levemente mientras niega con la cabeza. -Qué tonto eres. -¿Te digo otro? -Bien- sonrie "molesto" James le pasa una bolsa de galletitas dulces y comienza su repertorio de chistes. Regulus realmente agradece esto (aunque nunca lo admitirá) Fleamont sonrie orgulloso desde su lugar, fue él el que lo empujó a su hijo a ir con Regulus para socializar y ser mejor compañero... Además quiere nietos.