¿Dónde está Naruto?

En la aldea de la hoja, un lugar muy tranquilo para los civiles y con una cantidad media de ninjas con potencial pero solo pocos siendo de elite. El tercer Hokage siendo Sarutobi Hiruzen luchaba con un enemigo muy poderoso y que sería más rápido de vencer si usará un jutsu de clones de sombra pero bueno mientras tanto el papeleo sería el vencedor de esta interminable pelea. Pero siguiendo a lo anterior un niño de 13 años con unos característicos bigotes de gato en su rostro corría a su departamento intentando esquivar a los aldeanos y así evitar salir lastimado o humillado por estos. Por qué de eso siempre a tenido bastante en su vida y gracias a que es huérfano y no sepa ni papas de sus padres nadie lo ha podido salvar de esos aldeanos locos que para su desgracia lo escogieron cómo saco de boxeo sin importar que fuera tan solo un niño. Demonio

Monstruo

Demonio

Y entre otros insultos más se han dirigido a él sin saber el porqué de estos. Igual no se enfocaría más en ello por qué el es UZUMAKI NARUTO y sería el próximo hokage y nunca más lo verían con odio y lo respetarían cómo nunca lo han hecho y el trabajaría muy duro para cumplir esa meta dattebayo. Pero un golpe o más bien un jitomate lo traería a la realidad pues al parecer fallo al pasar desapercibido por los aldeanos porque uno de ellos le acaba de tirar un jitomate y para mal uno podrido. —Ugh que asco— Con una mueca susurro — ¡LARGO DE AQUI DEMONIO! —Ni quién quisiera estar aqui— Gritó para después sacar la lengua y correr lejos de alli Agradecía a Kami Sama que nadie lo había seguido hasta el momento pues en otras ocasiones siempre que lo perseguían lo acorralaban en un callejón sin salida y lo golpeaban hasta dejarlo inconciente. Tan pronto como llegó a su departamento cerró con llave la puerta y se dispuso a acostarse en su cama agotado pues había salido para comprar algunos ingredientes para preparar su cena pero todo fue en vano ya que nadie le permitió comprar algo por qué enseguida era sacado a golpes o le tiraban verduras podridas Soltó un gran suspiró, todo era un asco y hablando de eso se acordó que tenía que darse un buen baño para evitar el mal olor que ahora su ropa tenia Se levantó y se dirigió al baño, se sacó toda la ropa mal oliente para después girar la llave

Jodeerrr…

El agua fría enseguida cubrió su piel siendo la responsable que soltará esa sorpresiva grosería pero aunque toda su vida se haya bañado con esa agua su cuerpo nunca se acostumbraba pero era algo que no podría evitar. Después volvió a cerrar la llave pero ahora en el sentido contrario y salió de la regadera para usar la toalla y secarse. Se miró al espejo que tenía delante suyo y se pregunto, ¿Cómo habrían sido sus padres? ¿Lo llegaron a querer o simplemente lo abandonaron? ¿Por qué el viejo Hokage no le decía nada sobre ellos? Entre esas y otras preguntas más le llenaban de curiosidad pero nadie le respondía nada, suspiró nuevamente y decidió que no llegaría a nada si lo seguía pensando así que salió del baño y camino hasta llegar al frente de la cama donde se encontraba su habitual ropa naranja. Cuando termino dio una mirada al reloj que estaba a lado de la cama —Vaya son las 08:00 pm Un rugido se hizo presente en la habitación descubriendo que venia de su estómago. —Lo siento mucho pero al parecer nos quedamos sin cena amigo— Habló mientras tocaba su panza con tristeza —De nuevo—Suspiró Al ver que era muy temprano y todavía no tenía sueño decidió mejor salir al bosque haber si tenía la suerte de encontrar algo comestible y calmar su hambre. —Si solo el viejo en vez de dinero me diera alguna despensa tal vez sería diferente—Suspiró—Da igual pensarlo no hará ningúna diferencia. Y con ese último pensamiento salió de su casa rumbo al bosque.