Capítulo 6
5 de agosto de 2025, 12:10
La pandilla del encapuchado estaba celebrando. A través de un programa del hacker slug habían logrado vender la quinta armadura robada por unos 100 millones de dólares, el dinero había Sido depositado a través de varias cuentas encriptadas y prácticamente irrastreables y en ese mismo momento el dinero estaba siendo blanqueado a través de varios negocios legítimos, ellos ya estaban a casi nada de lograr sus objetivos.
La mayoría del dinero estaba en cuentas de las islas Caimán. “Pero un número en un monitor no era para nada divertido” pensaba el jefe de la pandilla. sus secuaces merecían saborear los frutos de su arduo trabajo, después de todo, ellos se lo habían ganado. Su pandilla había estado con él desde el principio y nunca lo habían traicionado. Así que él decidió hacer una pequeña celebración en su guarida. Al caer la noche, en el apartamento encima de la pizzería que funcionaba como tapadera el encapuchado, este sorprendió a su equipo con un banquete: langostas, caviar, trufas, champagne,vino, drogas y música techno rave. Para mejorar el ambiente, varias pistolas lanza billetes esparcian cientos de miles de dólares al aire mientras que montañas de monedas de oro y plata estaban esparcidas por la habitación.
A las chicas les encantó. Clown y Riri tomaron las pistolas de efectivo y fajos de billetes para lanzarlos por el aire mientras bailaban al son de la música. Slug por otro lado optó por degustar el caviar y el champagne ya que hace mucho que no lo probaba. Johnny y los gemelos Blood tomaron la cocaína de la mesa.
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Fuera del edificio una figura de armadura casi imperceptible levitaba mientras vigilaba al grupo de gamberros. Rhodey ya no esperaba más que decadencia de esta chica pero esa demostración de vanidad lo asqueó no solo moralmente; Los billetes son los objetos más sucios que uno podía encontrar, pero ahí estaba esa mezquina chica frotándose fajos de billetes en su rostro.
-¿Sucede algo jefe?- la inteligencia artificial lo desconcentro.
-No. Solo quería asegurarme de que era la casa correcta.- no temía que escucharán su voz pues él interior de la armadura estaba insonorizada.
-La dirección es correcta. Los rasgos faciales de los habitantes encajan con las grabaciones así como sus fichas policiales.
-lo se. Es solo que esperaba haberme equivocado con la usuaria del traje. Una lástima. Vamos.
-antes de entrar. ¿Le gustaría que reproduzca música para la batalla?
-No. Y desactiva el camuflaje. Quiero que me vean llegar.
-como usted desee señor.
El camuflaje se desvaneció dejando al descubierto una brillante armadura negro con dorado. La máscara, guanteletes, placas pectorales, botas y lo que semejaba un cinturón eran más dorados que el oro, el resto eran placas negras como la obsidiana, el reactor arc del pecho el cual alimentaba la armadura era una versión mejorada del reactor triangular que Tony había inventado para sustituir el paladio. Rhodey tomó un largo suspiro y como un nadador olímpico se lanzó con la cabeza de frente hacia la ventana del apartamento. Entró como un meteorito y se estrelló contra el reproductor de música deteniendo abruptamente la música, subiendo la sala en silencio.
El grupo de criminales se quedaron congelados por el miedo. Habían sido sacados violentamente de su zona de confort, de su fantasía hedonista. Cómo un grupo de niños que fueron atrapados por sus padres después de hacer una travesura.
El hombre de hierro que se suponía que debía estar muerto los veía desde el centro de la estancia, de izquierda a derecha cada miembro se sintió como un acusado frente a un juez que era a su vez jurado y verdugo.
El encapuchado fue el primero en librarse del hechizo. Desenfundó un par de pistolas Glock modificadas. El encapuchado disparó un ráfaga de balas incandescentes que explotaban en la superficie de la armadura de Rhodey. Los sensores de la armadura señalaban que las balas eran más calientes que la superficie del sol. Pero ni siquiera rasguñaban la superficie de la armadura, se necesitaba algo mucho más potente que eso para dañar el interior. Rhodey respondió disparando desde su guanteletes una corta ráfaga de impulsos de su estabilizador de vuelo. No eran letales pero dolerán como el infierno. Pero de manera inexplicable los vectores de energía se desviaban de manera antinatural sin tocar ni siquiera la capucha. Aún así, una expresión de dolor se dejó de entrever en el interior de la capucha. Llegó hasta el extremo que se arrodilló y escupió sangre.
Jhonny decidió interceder. Con presteza lanzó sus cuchillos hacia la figura negra y dorada. Los cuchillos rebotaron cómicamente sin ningún efecto. Cómo si David al lanzar la piedra a Goliath sin el plot armor de su lado.
Inspirados por su compañero, los gemelos Blood se lanzaron de lleno contra la figura inmóvil. Rhodey no sabía cómo reaccionar. Estos gamberros hacían el mismo daño que un bebé golpeando a una estatua de hierro. Se hacían más daño a ellos mismos que al traje. Molesto, los mando a volar con un simple revés de su mano.
-HEY. IMBÉCIL.
De la cocina salió volando la armadura hecha de chatarra hacia Riri Williams y envolvió a la chica con indiscriminado cuidado.
-¿Quién te crees que eres?- la chica se puso en guardia para intercambiar golpes. Su postura era la de un boxeador amateur que solo aprendió a luchar al ver películas de acción. Su guardia estaba demasiado baja y sus piernas no estaban bien posicionadas. Un solo empuje la quitaría de balance. Sin embargo, a pesar de sus provocaciones ella estaba indecisa de iniciar la pelea.
-yo soy… Ironman- era extraño decirlo en voz alta. Se preguntó si se acostumbraria con el tiempo
Rhodey esperaba incredulidad, confusión e incluso rechazo ante su afirmación. Pero lo que encontró fue furia e indignación. La chica se abalanzó hacia él con sus propulsores traseros mientras gritaba una bilis tan venenosa que su dispositivo de habla distorsionó su voz. Rhodey esquivó el primer ataque haciéndose a un lado. La chica recuperó torpemente su balance y reanudó su ataque. La chica tenía más pasión que otra cosa, lanzaba puñetazos sin habilidad o técnica. Cualquiera supondría que ella nunca había estado en una pelea en su vida. Y tenían razón.
Slug que hasta ese momento había estado al margen de la pelea con las manos en alto mientras sostenía una copa de champagne decidió que era el momento perfecto para salir por la puerta. Rhodey le disparó una ráfaga leve de su repulsor. Lo suficientemente potente para noquearlo pero de ninguna manera letal. Riri aprovechó esa distracción para agarrarlo de los hombros para darle un rodillazo en la entrepierna. Rhodey dejo salir un gruñido de legítimo asco, ni si quiera para pelear la chica mostraba decencia basica. Con un rápido movimiento enterró sus dedos dentro del pecho de la imitación de armadura y arrancó el reactor con un fluido movimiento.
Las luces de los ojos se apagaron, los servomotores se silenciaron y los demás sistemas murieron mientras caía la chica en armadura como un tronco viejo.
La pelea había acabado. Rhodey no esperaba nada de ellos y aún así estaba decepcionado. Las acciones que esta pandilla criminal había causado en el mundo eran catastróficas y sin embargo peleaban como pandilleros vulgares. Estuvo a punto de llamar a la policía para que vinieran a recoger la basura, pero su mente notó algo que los sensores de la armadura habían ignorado; el encapuchado había desaparecido, no se había desvanecido ni escabullido del lugar, sino que rhodey no se dió cuenta en qué momento lo había dejado de percibirlo.
Se acercó al lugar donde el encapuchado había estado contrayéndose de dolor hasta hace un momento. En el suelo alrededor de un círculo de madera carbonizada habían billetes quemados y monedas derretidas.
“Magia” murmuró mientras pasaba con la yema de los dedos de su armadura sobre la superficie carbonizada. Rhodey odiaba la magia más que nada por lo que le hacía a las mentes débiles o poco experimentadas. El recuerdo de como Wanda Maximoff había perdido la cordura, cayendo en un pozo de locura al punto de torturar por más de un mes a un pueblito al este de Nueva Jersey y aniquilar la población de kamar taj.
Una pequeña explosion saco a rhodey de su divagación mental. Al voltear hacia los delincuentes inconscientes de inmediato notó que faltaba la mitad del pequeño grupo. En específico Johnny y gemelos blood que habían caído encima de él.
Volteó a ver hacia la única del grupo que no había intentado enfrentarse a él o huir, Clown había reptado en cuatro patas, ocultandose entre sillones y mesas intentando no ser notada por rhodey. Pero ella debía haber tenido en mente que la armadura que había derrotado a su pandilla en menos de un minuto debia de tener sensores para detectar a una rata escabullendose. Sin embargo, a pesar de lo que él pensaba de ella y su pandilla, él no quería hacerle daño, ella no lo había atacado, además, quería confirmar si ella era la meta humana que había teletransportado a los demás o si había sido el encapuchado.
La muchacha había arrastrado a slug hasta donde estaba tumbada Riri Williams. Cuando ella notó que estaba siendo observada cerró sus ojos.
-YA MATALO HOOD.
Era obvio que se refería al encapuchado. Su cuerpo reaccionó antes que su conciencia. Si bien sus balas no podían dañarlo eso no significaba que solo tuviera sus balas para hacer daño, además, sus sensores no lo registraban. En ese breve momento en que él había volteado para inspeccionar cada rincón oscuro de la habitación el encapuchado se había teletransportado a lado de Clown y los otros.
Cómo en un show de magia, el los cubrió con su capucha que había crecido hasta cubrirlos por completo. Rhodey solo alcanzo a ver cómo el encapuchado jalaba hacia si mismo la tela que había cubierto a los pandilleros y ahora habían desaparecido.
No importaba. Encarcelarlos solo era un plus. El verdadero objetivo de ese encuentro ya había sido cumplido.
-Jim. ¿Ya obtuviste la información que te pedí?
-si, señor. Sus estados de cuenta, la transacción de los últimos días, así como la identidad de los compradores y los vendedores de las armaduras robadas. Todo obtenido desde el disco duro de las computadoras de este apartamento a través de su wifi. Desea que envié esta información a la policía?
-no. Envíalo al FBI y la CIA. También envían una copia de los vídeos de las cámaras de vigilancia de la entrada y salida de los ladrones en la mansión a los noticieros locales.
-muy bien señor. Desea que lo haga de forma anonima?
-no. Envíalo bajo el nombre de Ironman