Para lo mejor

Indonesia estaba de pie delante de su amigo Myanmar. El hombre tricolor con una estrella blanca lo miró conmocionado. Había una mancha de sangre en su mejilla y sus manos estaban ensangrentadas. Frente a él yacía un cuerpo. Myanmar acaba de matar a alguien que Indonesia no conoce. El indonesio miró el cuerpo y luego volvió a mirar a Myanmar. "¿Por qué hiciste eso?", preguntó Indonesia, aún en estado de shock. "Lo... siento...", respondió Myanmar, apartando la mirada con aire de culpabilidad. Indonesia sabía que era un genocidio, pero ¿por qué? No reconoció a su amigo. Pero se sintió mal. La sangre, la mirada traumatizada en el rostro de Myanmar, todo le recordó a Indonesia el asesinato en masa de 1965-1966. Eso fue terrible y Indonesia no pudo encontrarse a sí mismo durante años, siempre tenía pesadillas, ataques de pánico. Si no existieran Filipinas y Malasia... este pobre país podría volverse loco. Ahora ese pasado ha regresado e Indonesia puede ver cómo era desde un lado. Pero no quería dejar que su amigo fuera así. Se dio la vuelta. "Yo... Debería pensarlo". empezó. "No quiero verte así. ¡Me... me voy!" Indonesia empezó a alejarse, viendo aparecer de nuevo una pesadilla. Myanmar se sorprendió, corrió hacia el bicolor y le agarró la mano. "¡Espera! ¡Lo siento!", gritó el birmano con miedo. "¡No quería asustarte, intentaba hacer lo mejor!" Indonesia lo miró con decepción. "No me lo creo", dijo, y bajó la mirada. Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Myanmar. Dijo presa del pánico: "I-Indo, lo siento. ¡Por favor, no me dejes!" Indonesia movió la mano. La sangre seguía en ella. Volvió a mirar al cuatrocolor. Él lo vio… vio este dolor, este horror y este miedo otra vez. Puso la mano sobre el hombro de Myanmar. "Sabes que eres mejor que esto." Tras estas palabras, Myanmar rompió a llorar. Las lágrimas caían al suelo oscuro. "¡Lo siento, Indo!" "Te volviste loco. Todo te traumatizó y decidiste cometer un genocidio. ¡Pero no es así! Afronten esto como un país normal. Te entiendo, yo era igual que tú y casi me vuelvo loco. Por favor, basta." Indonesia habló con calma. No quería que su amigo estuviera asustado o incluso peor. "Yo... y-yo..." Myanmar no pudo decir ni una palabra. Él miró hacia abajo. "Es para lo mejor. Basta." Indonesia habló más alto y con más confianza. "Lo intentaré... Lo siento, Indo." "Bueno... No está bien, pero estoy listo para ayudarte, Myan. Lávate las manos, entierra el cuerpo y ve con Phili y Malay. Te ayudarán, lo sé. Pero no te vuelvas loco." Myanmar abrazó repentinamente a Indonesia. El rojiblanco se sorprendió, pero luego le devolvió el abrazo a su amigo. Es malo que la gente pase por situaciones crueles, pero es bueno tener que conocer este dolor, así será más fácil ayudar a alguien con el mismo problema.