Capítulo 1
26 de julio de 2025, 3:37
Lucifer estuvo destinado desde el inicio de su intercambio a ser el juguete personal del príncipe del Devildom. Él está consciente de que había elegido este camino y, aunque no se arrepiente de sus razones, la humillación ardió horriblemente en su rostro cuando leyó la orden escrita en un mensaje grupal. ¿El emisor? Nada más y nada menos que Diavolo.
Inhaló y exhaló. Tenía que ser una puta broma de mal gusto. Pero sucede que no lo es. Por eso es que ahora está de rodillas en el suelo, desnudo, con sus hermanos quitándose la ropa. Barbatos graba la escena sin una expresión concreta en el rostro y cuando da la señal, Lucifer toma los penes semi erectos de Asmodeus y Beelzebub, uno en cada mano, mientras abre la boca. A pesar de que desea cerrar los ojos, no lo hace, haciendo contacto visual con la cámara y a veces con sus hermanos.
El demonio de cabellos negros se queja, viendo los dos penes de Leviathan erguirse por completo y apuntar a su boca. Obviamente, no puede tomarlos. No es en lo que la práctica del bukkake consiste, no. Y agradece que esta sea una ocasión especial, porque la sonrisa de malicia de Satán y Belphegor, quienes están tocándose de una manera bruta, buscando acabar pronto y arruinarle, no hace más que disgustarle.
Sus manos se mueven por toda la longitud de los miembros de la lujuria y la gula. Gemidos escapan de sus labios ante lo duros que están y la manera en la que palpitan, y cuando una carga del apestoso semen de Beelzebub cae en su cabeza y parte de su mejilla en gruesas cuerdas blancas, se apresura en atender a Mammon, quien en pocos bombeos le acaba por toda la cara. La cámara hace acercamientos sobre su expresión vergonzosa y Leviathan le indica que separe más las mandíbulas unos segundos antes de acabar en su boca. Su semen es tan espeso que Lucifer siente que se ahogará de tragárselo, por lo que deja la boca abierta y parte del líquido escurre por las comisuras de sus labios.
— ¡Aquí va, Luci, tu loción especial! —Asmodeus exclama de repente, salpicando toda su carga en el pelo del mayor de los hermanos y en su otra mejilla, antes limpia —Ow, no apunté a tu boca, cariño, lo siento...
Lucifer hace un gruñido gutural que resuena en su caja torácica, dando un vistazo general a sus hermanos. La carga de Belphegor y la carga de Satán le aterrizan en la boca, los pectorales y parte de los muslos, dándole una apariencia todavía más indecente.
—Enseña la lengua —Satán indica, otra vez tocándose, a la par de los demás. Y es que si van a darle esta grabación al señor Diavolo, necesitan dejar a Lucifer lo más sucio posible, ¿no? —. Traga ese semen, puta. Todavía tienes más por recibir.
Los ojos carmesí del Avatar del Orgullo brillan con una rabia que debe contener. Con el ceño fruncido y un estremecimiento se traga el semen de Leviathan, volviendo a separar las mandíbulas apenas lo hace, enseñando la lengua como un perro sediento. La cámara hace un gran zoom en su boca y Belphegor se ríe, contento.
— ¿Se te paró solo porque te estamos usando como basurero, hermano mayor? —pregunta con tono burlón. Está jadeando pesado, pero no puede perderse por nada las expresiones que Lucifer hace, sabiendo que no puede contestar. Está ahí para ser el basurero de sus hermanos, para recibir sus orgasmos, completando así la inmunda fantasía de Diavolo, a quien Lucifer pertenece. Apenas está pensando en lo que hará él con la cinta, vuelve a estremecerse. Cierra los ojos unos segundos, apretando los párpados con firmeza —Imagino que eso es un sí... Mmh, qué bueno que lo disfrutes.
Lucifer lloriquea cuando vuelven a cubrir su pelo, su rostro, su pecho, sus muslos y su lengua con salpicones nacarados. Traga con dificultad y le sonríe a la cámara. Barbatos pausa el video, guarda lo que ha grabado, y a los segundos se retira con lo que su amo solicitó. Apenas se despide, Lucifer se desploma en el piso. Ya no podrá mirar ni al mismo MC a la cara.