ID de la obra: 496

Escena

Slash
R
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Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Mini, escritos 2 páginas, 710 palabras, 1 capítulo
Descripción:
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Capítulo 1

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El seguro está puesto, mas su dedo permanece en el gatillo. Es una escena sumamente peligrosa, la que están actuando, y debe ser por eso que se les hace así de excitante a ambos. —Estás demostrando ser bueno, niño —elogia con voz ronca Tadashi mientras su mano izquierda se apresura a posarse sobre la cabeza de su amo. Sus dedos se hunden entre la sedosa, brillante y azul melena del joven y tiran hasta que su cuero cabelludo arde, lo que le arranca gemidos entrecortados que son obstruidos por el cañón de la pistola recortada que sostiene en la boca —. Parece que sabes cómo dar una buena mamada. ¿Tienes práctica? La baba se desliza por su barbilla y se esfuerza en tragar. Su lengua saborea el metal del arma y su garganta se cierra un poco, pero su sirviente la fuerza hasta que siente que se ahoga y el dolor se hace presente en dos lugares distintos. Está exigiéndole una respuesta, y, como puede, Ainosuke se la da, asintiendo lento. Lágrimas se forman en las esquinas de sus ojos carmín; se sigue esforzando por succionar el cañón de la pistola como si este fuera la caliente y dura erección de Tadashi, su diligente subordinado y su más leal amigo, su único amor y su mejor amante. Piensa que haberle sugerido una escena así ha despertado un algo de lo que no eran conscientes. Ninguno de ellos lo comentará luego, pero... —Por favor —con la pistola fuera de la boca, Ainosuke dice aquello. Ni alcanza a sentir asco por el hecho de que la punta empapada en su saliva esté goteando sobre el puente de su nariz. Nada más es adrenalina recorriéndole el cuerpo y convirtiéndose en ráfagas de excitación que forman un bulto en sus pantalones —. Cógeme, por favor —suplica sin una pizca de vergüenza —. Déjame tener algo real dentro de mí. Tadashi es lo suficientemente débil como para temblar ante los ruegos de su amo. Sin embargo, ha querido satisfacer la loca fantasía del muchacho y para alcanzar a hacerlo debe mantenerse en personaje. Con cuidado, quita el seguro del arma y aleja sus dedos del gatillo, sin apartarla de la frente del heredero de los Shindo. Suspira pesado, dedicándole una mirada desdeñosa desde arriba. —Bien —contesta —. Te daré algo real —anuncia. Un sentimiento extraño se acumula en su pecho cuando los ojos de su amo destellan, ansioso por lo que dirá —. Pero no meteré ni un solo dedo en tu agujero de perra —casi escupe, fingiendo asco, cosa que pasma al más joven y, a los segundos, le hace sonreír con todos los dientes. Es una expresión salvaje, piensa Tadashi. Y hace que se vuelva loco, loco de veras —. No tengo tiempo ni condones para asegurarme de no pegarme algo, siendo que vine a encontrarme con un bastardo que juega a ser un hombre importante cuando no es más que una puta barata que sabe lo que hace. Desde su lugar, los ojos verdes de Tadashi siguen cada movimiento del otro. Es increíble que, arrodillado en las blancas y limpias baldosas del baño, temblando de pies a cabeza, siga mirándole con una sonrisa digna de un monstruo. —Lo siento —ni fuerza el tartamudeo, pero sí hace lo posible por dejar de sonreír —. Creo que realmente necesito una lección de... Un auténtico hombre —tienta, como si Tadashi tuviera autocontrol, como si sus tías no estuvieran por llegar, como si no hubiera una pistola sin seguro apuntándole, como si no fuera a morir por el más mínimo descuido de uno de los dos. —Abre la boca —ordena, ladeando la cabeza para que su flequillo no le cubra la vista. Sus cabellos negros siguen este movimiento, y Ainosuke no puede evitar pensar que es muy sexy —. Vas a ver para lo que sí sirves. Ainosuke parpadea, encantadoramente, risueño, como si la naturaleza del asunto fuera linda o incluso cómica. Entonces, separa los labios, concentrando sus ojos en cómo Tadashi se baja el cierre y le muestra su erección. Cuando esta golpea la parte posterior de su garganta y el hombre mayor le obliga a quedarse quieto mientras embiste como una bestia en su boca, Ainosuke está borracho de placer y solo quiere, con todo su ser, que la ocasión se repita.
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