Yoshiden Week

Tal vez se sienten pesados al tener tantos piercings, incluso podría decir que seis piercings en una sola oreja son demasiados, además son de metal, ¿qué hará este tipo en verano y en invierno? No pareciera que le doliera, si se hizo tantos es porque debió de ser indoloro o al menos le dolió muy poco. Todas esas preguntas en la cabeza de Denji daban vueltas le generan la suficiente curiosidad para tocarlos. Denji estira el brazo e intenta tocar los piercings en la oreja de Yoshida, pero este se da cuenta y se gira hacia Denji. —¿Ocurre algo? Denji se sonroja. —No es eso, solo me preguntaba si te dolió cuando te los hiciste —respondió Denji señalando su propia oreja. Yoshida sonríe mirando a Denji fijamente. —No exactamente, depende más de en qué lugar te los hagas y de si ya te has hecho alguno antes, ¿estás pensando en hacerte uno? —preguntó inclinando la cabeza suavemente. —¿Aahh?, algo así, y como tú ya tienes varios, tal vez puedas ayudarme a hacerme uno. Tomando un leve impulso hacia Denji se balancea sobre las patas traseras de su silla y sube los pies en su escritorio. —Bien, te puedo ayudar mañana después de la escuela. Yoshida se levanta de su silla y toma sus cosas para salir del salón. —Nos vemos mañana después de clases. Sorprendido por la apresurada conclusión de Yoshida, Denji salta de su asiento y se cae al suelo. —¡Oye, espera, nunca dije que sí! —gritó Denji enojado. Yoshida se detiene y mirando a Denji le responde. —Eso no es inconveniente, tengo todas las cosas necesarias para hacer las perforaciones. Denji pone cara de asco. —Además, no tendrías que gastar dinero yendo a un local. Deteniéndose a pensarlo, Denji se da cuenta de que es algo conveniente el obtener ese piercing gratis y lo convence el poder ahorrarse ese dinero, mientras se levante asiente y le dice a Yoshida que lo verá directamente en su casa, así que le pide la dirección para saber dónde llegar. Yoshida sonríe.

◆

Un clic en la cerradura de la puerta justo después de que girar la llave para entrar, Yoshida le sede a primero la entrada a Denji y él, al tentar de inmediato, nota una enorme tranquilidad en el ambiente, aunque también se notaba algo solitario, los muebles tienen un estilo minimalista y hay unas marcas cuadradas en las paredes como si hubieran quitado algún cuadro. No es como si a Denji le importara mucho, pero sí que no era lo que esperaba de un tipo como el que se la pasa rodeado casi todo el día por las chicas de la escuela. El silencio de la habitación fue interrumpido por rechinar de una silla que Yoshida le estaba ofreciendo a Denji. —Puedes sentarte aquí en lo que voy por las cosas necesarias para hacerte los piercings. Denji toma asiento, Yoshida entra en una de las habitaciones de su casa y tan pronto como entró salió con dos cajas en las manos, coloca las cajas sobre la mesa y las abre para acomodar los utensilios de perforación. —Son muchas cosas para un solo piercing ¿no? —Tal vez te parezcan demasiadas, pero créeme que son necesarias, no quieres que se te infecte la oreja por una perforación mal hecha. Yoshida sonríe. Esa sonrisa, de todas las cosas que le desagradan del pulpo ese es esa jodida sonrisa que siempre tiene en la cara, mientras Denji pensaba lo peor de Yoshida este se coloca un cubrebocas y un par de guantes, tenía bastante experiencia haciendo perforaciones, ya que solía trabajar medio tiempo en un local durante su segundo año de secundaria incluso había comprado su propio equipo y comenzó a hacerle piercings a sus amigos. Llegó el momento así que Yoshida toma una crema de anestesia local, pone un poco con su dedo y lo unta en la oreja izquierda de Denji haciendo círculos pequeños, realmente se tomó su tiempo haciendo esto por lo que ya lo empezaban a mirar con desagrado se detiene y ahora limpia la oreja con una toallita húmeda y en un trozo de algodón coloca alcohol para desinfectar el área donde se tiene que colocar el piercing, ya en el siguiente paso coloca una de las agujas previamente desinfectadas en la pistola y se la muestra a Denji. —¿Está bien a la cuenta de tres? —Sí… está bien —respondió Denji dudando un poco. Definitivamente, el aparato se veía más atemorizante de lo que había imaginado. Yoshida pone la pistola en posición. —Uno. Sin aviso alguno presiona el gatillo y perfora la oreja de Denji este inmediatamente siente una punzada de dolor y grita. —¡Carajo, ¿Qué pasó con el dos y el tres?! Denji salta de la silla e intenta alejarse, pero Yoshida no lo deja y usa su contrato con el demonio pulpo para regresar a Denji a su asiento e inmovilizarlo. —Pero si te dije que a la cuenta de tres es por tres piercings. —¡¿Qué?! ¡Eso no es lo que diste a entender! Antes de que Denji siga protestando, Yoshida ya ha preparado la segunda aguja. —¡No! ¡Estás demente, pulpo loco, déjame ir! Tratando de zafar sus manos, Denji forcejea e intenta liberarse de él los tentáculos del demonio pulpo para convertirse en chainsaw man, pero resulta inútil, la fuerza del demonio pulpo es demasiada, está atrapado. —Es mejor que dejes de moverte tanto, si sigues así te voy a lastimar por error. —¡Vete a la mierda! —grita Denji mientras sacuda la cabeza. Denji continúa sacudiendo la cabeza por lo que Yoshida no le queda de otra más que detenerlo con sus manos, al tocarlo Denji se puso más violento, pero su cansancio le permitió a Yoshida detenerlo y colocar las dos agujas restantes. —Dos y Tres. En esta ocasión el dolor provoca que Denji se ponga a llorar, su rostro se cubre de lágrimas mientras mira a Yoshida. —Duele. —Estarás bien en veinte minutos, así que no llores, haces que me sienta mal. Pasados los veinte minutos, Denji aún está lloriqueando un poco mientras Yoshida le limpia la oreja de la sangre que salió al quitar las agujas. Denji se ve visiblemente enojado y mira con rencor a Yoshida cuando le muestra una caja con tres piezas de metal. —No tienes por qué enojarte, lo peor ya pasó. —¡Cállate! De haber sabido que me ibas a hacer esto mejor no acepto tu ayuda. —Al menos te ahorraste el costo de las perforaciones y de las piezas. En ese momento le muestra una caja con un juego de cuatro aros plateados. Yoshida también hace que el demonio pulpo libere a Denji. —Considerarlos un regalo. Le arrebatan de la mano la caja y Denji intenta ponerse uno los aros, pero no puede ver dónde quedan las perforaciones, Yoshida sonríe y extiende la mano para ofrecerle su ayuda. Aceptando de mala gana, Denji le da la caja con los aros a Yoshida y él felizmente le coloca tres de los cuatro aros. —Listo, ahora debes esperar unos cuatro meses para que se curen tus perforaciones. —Es mucho tiempo, ¿No? —responde Denji. —Tal vez se curen en un instante la próxima vez que te transformes en chainsaw man. Buscando salir lo más rápido de esa casa, Denji se levanta de la silla y toma su mochila, pero Yoshida lo detiene antes de que pueda acercarse a la puerta. —¿Te vas a ir sin decirme gracias? Denji estaba a punto de darle las gracias hasta que Yoshida hace un movimiento de abrazarlo y acercarse lo suficiente para besarlo en la mejilla, esto sorprende a Denji y por un instante no sabe qué hacer, lo primero que se le ocurre es con una mano empujar lejos de él la cara de Yoshida y pone fuerza con la otra para zafarse de sus brazos. —¡Oye! ¿Qué carajo pasa contigo? Ambos se encuentran forcejeando contra el otro, y tienen ideas contrarias respecto a la situación. Mientras que Denji lo encuentra molesto, Yoshida disfruta del momento. Finalmente, Denji consigue soltarse y poner un poco de distancia entre los dos. —¡Maldito pulpo, ¿Por qué siempre intentas hacer cosas raras?! —grita Denji mientras señala a Yoshida. —No sé de qué estás hablando. —responde sonriendo. —¿Cómo que no, no tienes suficiente con seguirme a todas partes? —dice Denji molesto. —Eso solo lo hago porque es parte de mi trabajo como devil hunter. Esto termina de enojar a Denji, pero en lugar de iniciar una pelea decide irse de una buena vez a casa, además sabe que se le dificultará luchar contra ese contrato del demonio pulpo. Por su lado, Yoshida estaba completamente tranquilo, no le preocupaba para nada que Denji se moleste con él, después de todo es de esas personas a las que puedes convencer fácilmente.