Dos palabras

"Te amo". Son solo dos palabras pero el peso que tienen puede ser a veces abrumador, o eso es lo que Kukui le dijo a Guzma cuando le preguntó por algún consejo para su situación. Ya habían pasado los meses desde que comenzó a salir con Grimsley y ya podría afirmar que estaban en algo estable y serio, pero aún así el aun no tenía el valor de decirle esas palabras; lo intentó, vaya que lo hizo, pero había pasado tantos años reprimiendo los sentimientos que lo hacían "vulnerable" que ahora tratar de mostrarlos era difícil. Así que tenía que tirar abajo esas barreras que él mismo se impuso para cuidar de su relación, lo primero, tratar de expresar sus sentimientos con palabras.  Realmente no tenía la obligación de hacerlo, Grimsley tampoco era alguien que dijera eso constantemente y cuando lo hacía parecía algo aleatorio, podrían estar almorzando sin decir nada y Guzma lo atraparía mirándolo y antes de poder preguntarle algo el solo le diría "te amo". Pero lo hacía sentir realmente bien y quería hacer sentir a su pareja de la misma forma. —Muy bien, escucha, vas a ir con él y se lo dirás, esas dos palabras serán lo que saldrá de tu boca ¿o es que eres demasiado cobarde para hacerlo? —se replicó Guzma a si mismo parado frente al espejo. —¿Por qué te reclamas a ti mismo? Guzma se congeló al escuchar la voz de Grimsley tras él, ¿lo había escuchado todo? El pensamiento lo puso nervioso, pero aun así se dio media vuelta mirando directamente esos ojos azules que lo miraban con extrañeza. —No es nada, solo... —reflexionó un momento sobre lo que diría, pero sabiendo que no podría mentir o al menos no a él, decidió ser honesto—. Me sentía molesto conmigo mismo... —¿Molesto contigo? ¿Acaso ocurrió algo? Grimsley ahora lo miraba con preocupación en sus ojos y suavemente colocó su mano en la mejilla del moreno, quien no pudo evitar cerrar sus ojos mientras sentía el tacto de la mano de su pareja, aun si su mano era fría no era ningún impedimento para disfrutar de ese momento entre ambos. —No, para nada, es solo una estupidez, no es nada grave. —Nada grave ¿estas seguro de eso? —Grimsley apartó su mano lentamente, haciendo que el corazón de Guzma diera un pequeño vuelco—. Aun si es así, me gustaría escuchar de que se trata —contestó mientras se sentaba en en borde de la cama y le hacía un ademán para que se sentara a su lado. Guzma estaba consciente de que no tenía escapatoria, sabía que aun si trataba de mentir sencillamente no funcionaría, así que, resignado, decidió sentarse a su lado y hablar con honestidad. —Yo... Estaba intentando convencerme sobre expresar algo que quiero decirte —la pena comenzó a invadirlo y su mirada cayó hacia el suelo para evitar mirar a su pareja a los ojos—. No es nada malo, solamente quiero... mostrar que me importas con palabras, quiero hacerlo, pero simplemente me resulta demasiado difícil  Grimsley lo miró extrañado, pero una vez que entendió lo que quería decir le sonrió con ternura. —Oh cariño, no es necesario que lo hagas, no tienes que decir nada si no quieres, además, no tienes nada que demostrar —tomó el rostro de Guzma entre sus manos y lo hizo mirarlo a los ojos—. Tus acciones ya hablan por ti y éstos meses han sido tan maravillosos por eso mismo, porque se que tu me amas de la misma forma en que yo te amo. Los fuertes brazos del menor envolvieron a Grimsley en un apretado abrazo. Sus ojos se abrieron con sorpresa por lo repentino de la situación, pero no tardó en corresponder el abrazo de su pareja mientras disfrutaba de la calidez de su compañero. —¿Ves a lo que me refiero? No hubo respuesta por un momento, hasta que Guzma finalmente respondió con sinceridad. —Aun así... Te amo. Una sonrisa divertida se formó en los delgados labios de Grimsley— Yo también te amo.