ID de la obra: 564

He Forgot Valentine's Day

Het
R
En progreso
0
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Mini, escritos 11 páginas, 4.964 palabras, 1 capítulo
Etiquetas:
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
0 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 1

Ajustes de texto
Descargo de responsabilidad: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, k8ln713 escribió esta bonita historia de amor y la traduzco con su permiso. ¡Gracias, Caitlin! Disclaimer: Twilight belongs to Stephenie Meyer, k8ln713 wrote this beautiful love story and I translate it with her permission. Thank you, Caitlin! ¡Mil gracias a MarieCarro por la hermosa portada para esta historia! Tack så mycket, Marie! No tengo palabras para agradecerle a sullyfunes01 por su apoyo incondicional. ¡Muaks! Todos los errores son míos, avísame si encuentras alguno. ¡Gracias! HE FORGOT VALENTINE'S DAY por k8ln713 . Rosalie . Hoy era el día de San Valentín. El día V. Se supone que era considerada la fiesta romántica del año, aunque en un momento no se consideraba así. Todavía no sé cómo se convirtió en una celebración de regalar tarjetas y flores a tu amada cuando estaba basada en un mártir, pero da igual. El día de San Valentín apesta cuando no tienes con quién compartirlo. Yo era una de esas personas que creía eso hasta hace dos años. Hace dos años, en la boda de Bella, mi mejor amiga, conocí a mi novio, Emmett Cullen. El esposo de Bella, Edward Cullen, es el hermano de Emmett. Por alguna razón, no nos habíamos conocido hasta ese fin de semana de abril. Fui dama de honor de Bella y Emmett era el padrino de Edward. ¡Qué típico! ¡La dama de honor siempre se junta con el padrino! Y eso es lo que fue al principio, lo que debía ser. Pero por alguna razón, después de ese increíble polvo arriba en mi habitación de hotel después de la recepción, Emmett y yo ya no lo vimos como algo de una sola vez, y nos juntamos después de eso. Emmett parece uno de esos idiotas, todo grande y musculoso, que intimida a la gente, pero detrás de esos ojos color avellana, el rizado cabello castaño oscuro y esa enorme y alta masa corporal, está el hombre más maravilloso que he conocido. El hombre más dulce. Y no es del todo intimidante una vez que lo conoces, más bien es el osito de peluche más grande que jamás haya existido. Y realmente da abrazos de oso. Y detrás de esa adorabilidad hay un maldito tigre en la cama. ¡Ay cielos! Ni siquiera recuerdo lo bueno que era el sexo hasta Emmett. Sólo pensar en ello me hace temblar de intenso placer. Después de la boda, y después de esa increíble ronda de sexo, hablamos de nuestra situación y nos dijimos que se sentía más que un simple polvo de una sola vez. Éramos parecidos en muchos niveles, y hasta ahora, de todos los hombres que he conocido, con los que he salido y me he acostado, él era el único hombre con el que realmente podía tolerar estar cerca, y solo lo conozco desde hacía un par de días. Nos conocimos un poco más y la noche siguiente me invitó a cenar. Más tarde regresamos, excitados como siempre y tuvimos algunas rondas más de sexo increíble y caliente. Después de ese fin de semana, descubrí que él vivía en Seattle, mientras yo todavía estaba en Forks, trabajando como asistente legal en la oficina de un abogado defensor en Port Angeles. Emmett era copropietario de una empresa de construcción con su mejor amigo Jasper Whitlock, quien es el prometido de Alice, la hermana menor de Emmett. También conocí a Alice y Jasper en la boda de Bella y Edward. Eran personas realmente agradables y eran una pareja perfecta, casi como Edward y Bella eran... almas gemelas. Quería eso desesperadamente. Y lo estaba entendiendo ahora con Emmett. Así que sí... vivía a tres horas de mí, y normalmente nos juntábamos los fines de semana, saliendo y participando de fantásticos revolcones en la cama. Después de unos dos meses, admitimos que estábamos enamorados el uno del otro. Emmett me admitió que se enamoró de mí en el momento en que me conoció en la boda, sabiendo que yo era la indicada para él. Seis meses después, me mudé a Seattle y al apartamento de Emmett. Mi jefe decidió dejar Port Angeles en busca de más clientes y dirigirse a Seattle. Lo seguí, por supuesto, continuando mi trabajo como asistente legal. Y como Emmett vivía allí y me pedía que me mudara, aproveché la situación y lo hice. Una de las mejores decisiones que he tomado. Hasta ahora todo ha sido perfecto entre Emmett y yo. Sí, hemos tenido nuestros desacuerdos, pero siempre nos reconciliamos y hemos tenido un increíble sexo de reconciliación, seguido de una ronda de hacer el amor agradable y lento, memorizando los cuerpos del otro y besándonos apasionadamente. Sin siquiera nueve meses juntos, el contrato de arrendamiento de Emmett había terminado y decidimos comprar una casa juntos. Sabíamos que íbamos a estar juntos para siempre... de eso no había duda. Queríamos casarnos algún día y traer al mundo algunos bebés, y un apartamento que ni siquiera tenía un segundo dormitorio simplemente no iba a funcionar. No pensábamos que construir una casa fuera demasiado pronto, incluso si solo habían transcurrido nueve meses. Éramos como Bella, Edward, Alice y Jasper. Parejas que sabían que estaban destinadas a estar juntas. Emmett y yo sabemos que estamos destinados a estar juntos. Es extraño cómo lo sabemos, pero simplemente lo sabemos. Sabemos que duraremos para siempre. Siempre se celebraban nuestros cumpleaños, Acción de Gracias, Navidad y Pascua. Veríamos a nuestras familias, tendríamos grandes cenas y participaríamos en todas las tradiciones que acompañan a las fiestas. Incluso ese primer día de San Valentín fue memorable. Emmett me había enviado un ramo de rosas al trabajo, junto con una tarjeta que tenía una imagen adorable de un osito de peluche sosteniendo un corazón. Dentro, escritas a mano por Emmett, había un montón de citas de amor que decían así: Los amigos te mantendrán cuerdo, el amor puede llenar tu corazón, un amante puede calentar tu cama, pero el alma está sola sin pareja. ~David Pratt No amas a una mujer porque es hermosa, sino que ella es hermosa porque la amas. El amor se compone de una sola alma habita en dos cuerpos ~Aristóteles Te amo, no sólo por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo ~Roy Croft Mi corazón te es entregado: Oh, dame el tuyo; Los encerraremos juntos y tiraremos la llave. ~Frederick Saunders Ven a vivir en mi corazón y no pagues alquiler. ~Samuel Lover Nos dieron: Dos manos para sostenernos, dos piernas para caminar, dos ojos para ver, dos oídos para escuchar. Pero ¿por qué sólo un corazón? Porque el otro se lo entregaron a otra persona. Para que lo encontremos. ~Anónimo Pero he llegado a comprender que el amor es más que dos palabras murmuradas antes de acostarse. El amor se sustenta en la acción, un patrón de devoción en las cosas que hacemos unos por otros todos los días. 'A' es por la forma en que me amas. 'M' porque eres la única a la que miro. 'O' es porque estoy muy orgulloso de ti. 'R' es por tu hermoso nombre. Amor es todo lo que puedo darte. El amor es más que un simple juego para dos. Dos enamorados pueden lograrlo. Toma mi corazón y por favor no lo rompas. El amor estaba hecho para mí y para ti. -Nat King Cole «AMOR» (*) Rosie, te amo, nena. Todas estas pocas citas hablan de amor, pero ninguna de ellas puede hablar de nuestro amor, porque mi amor por ti no tiene palabras. Eres lo mejor que me ha pasado y no puedo expresar lo mucho que significas para mí, excepto que te amo, mi hermosa Rose. ¡Feliz día de San Valentín! Con todo mi amor, Emmett xoxo. Después de leer esa tarjeta, estaba llorando y fui a llamar a Emmett, quien aparentemente estaba ansioso por mi llamada, exhalando un «¿Rosie?» cuando contestó su teléfono celular. Todo lo que pude hacer fue llorar y gemir—: Yo también te amo, Emmett. Gracias. Durante una hora, todo lo que hice fue derrumbarme, mientras Em me consolaba y susurraba términos cariñosos y te amo. Esa noche, cuando llegué del trabajo, salimos a un pequeño restaurante italiano cerca de nuestra casa, luego regresamos e hicimos el amor toda la noche. Incluso nos saltamos el trabajo al día siguiente porque estábamos demasiado cansados para levantarnos ya que estábamos corriendo con solo dos horas de sueño. E incluso entonces, después de descansar lo suficiente, volvimos a hacerlo como conejos. Pasó otro año y todo iba bien. Nuevamente tuvimos nuestras peleas, pero ¿qué pareja enamorada no las tiene? El sexo seguía siendo fantástico. Hablamos de nuestro futuro juntos. Todo era como debería ser. Bien... volvamos al presente. Hoy es el día de San Valentín otra vez. Pero esta vez algo simplemente no estaba bien. Hace unas dos semanas, Emmett entró en un pequeño estado de ánimo, donde estaba inusualmente callado, y de ninguna manera lo está. Cuando llegaba a casa del trabajo, era tarde, así que no cenábamos juntos y él se quejaba de que estaba demasiado cansado para hacer el amor. Durante dos semanas me he sentido frustrada, sexual y en las cosas cotidianas. No recibía nada y Emmett no me hablaba de lo que estaba mal. Ni siquiera nos gritábamos cuando lo confrontaba. Algo estaba pasando. Me desperté esta mañana y encontré a Emmett ni siquiera en la cama. Incluso durante su depresión, siempre se despertaba conmigo; besaba mis labios suavemente y me deseaba buenos días antes de saltar a la ducha. No recibí ningún beso de buenos días. Ni siquiera las palabras «buenos días». Ni siquiera oí correr la ducha. Después de ocuparme de mis asuntos y cepillarme los dientes, bajé las escaleras y encontré a Emmett corriendo por el primer piso como si fuera un pollo a quien le cortaron la cabeza. Cuando intenté darle los «buenos días» mientras pasaba a mi lado en las escaleras, él seguía corriendo y pasaba a la otra habitación. Dejé de intentar de saludarlo y desearle un «Feliz Día de San Valentín» después de tres intentos. Me deslicé en la cocina para tomar un poco de café y aun así Emmett no disminuyó el paso ni siquiera se dio cuenta de mi presencia. Diez minutos más tarde, Em salió por la puerta sin siquiera despedirse. No recibí ningún beso, ni «¡Feliz día de San Valentín, cariño!», ni un saludo ni un adiós. Quedé destrozada. Él nunca hacía eso. Como dije antes: incluso en su «depre» siempre me saludaba con un «Buenos días, cariño», un beso, un «Gracias por el desayuno, cariño» y un «adiós». Nada hoy. Y pensar que hoy significaría tanto para él como para mí, especialmente después del último día de San Valentín. Hasta el año pasado, no me importaba esta fecha. Siempre estaba sola, porque creía que era una festividad para quienes realmente tenían una relación, y nunca estuve en una por mucho tiempo ni siquiera para llegar al día de San V. Emmett fue el primero y con suerte el último. Pero Emmett me hizo sentir que había esperanza de estar realmente enamorada de alguien, y después de estar con él durante diez meses, empezó a gustarme la idea de tener una pareja en San Valentín. Dejé de intentar resolverlo esta mañana, esperando que fuera solo porque tenía que ir a trabajar y no estaba concentrado en nada más que la tarea que tenía entre manos, tal vez sin siquiera verme u oírme. Con suerte, para esta tarde todo volvería a la normalidad y con suerte recibiría algo de Emmett para san Valentín, incluso si es solo un mensaje deseándome un feliz día. Sería feliz mientras él lo recordara. Pero no llegó nada. No recibí ningún mensaje de texto. Ninguna llamada. No hubo tarjeta. No hubo flores. Ningún osito de peluche ni chocolate. ¡NADA! Era como si Emmett realmente se hubiera olvidado del Día de san Valentín. Fue como si se hubiera olvidado de mí. Pero, aunque no recibí nada, aun así, le envié un dulce mensaje de texto a Emmett, deseándole un feliz Día de san Valentín y que lo amaba de verdad. Tal vez entonces lo recordaría y me enviaría un dulce mensaje. Pero de nuevo... ¡nada! No iba a derrumbarme en medio de la oficina sólo por una estúpida festividad. Emmett me amaba y no necesitaba esos regalos de afecto un día en específico. He tenido otros 364 días en los cuales Emmett me ha colmado de amor. No necesitaba el día de San Valentín. ¡Ya lo había hecho! Esa noche me fui a casa a la hora normal. No iba a explotar con Emmett por olvidar este estúpido día, porque eso es lo que eran... una fiesta estúpida que originalmente no se suponía que fuera romántica. A menos que cuentes la leyenda de que san Valentín estaba en prisión y envió una nota de amor a su amada como la razón por la que el Día de san Valentín es lo que es. Aunque no lo era. Iba a entrar y prepararme algo de cena, esperando que Emmett saliera de su depresión y se uniera a mí, y luego simplemente nos relajaríamos en el sofá y... ¡Puaj! ¿A quién estoy engañando? ¡No quería pensar eso! No quería pensar que el día de san V. fuera estúpido, especialmente porque tengo mi propio san Valentín, uno que me ama por mí. No quería entrar y hacer esas cosas como si el día de san Valentín no fuera hoy y que no me molestara que Emmett haya olvidado enviarme algo, especialmente porque le envié un mensaje de texto. Incluso tenía envuelto un regalo para él arriba, en nuestra habitación que había recibido la semana pasada. ¡Estaba enojada! ¡Se olvidó e iba a decirle lo que pensaba! Cuando me acerqué al camino de entrada, el Jeep de Emmett estaba ahí. ¡Bien! Estaba en casa. Podría aclararlo con él ahora mismo, así no terminaría desahogándome y olvidando que estaba enojada con él. Pero por alguna razón no pude poner cara de pelea, todavía me sentía molesta y olvidada. Salí de mi auto y subí las escaleras, mis tacones de aguja de diez centímetros golpeaban el concreto. Noté que las persianas estaban cerradas, sin darme ninguna pista de lo que estaba pasando adentro. Con mi suerte, Emmett estaría dormido en el sofá, todavía con su ropa de trabajo, o invitaría a un grupo de amigos a una noche de póquer. Abrí la puerta y entré, con la cara mirando al suelo y lágrimas silenciosas corriendo por mi rostro. Me volví para cerrar la puerta y quitarme los infernales zapatos. Cuando me di vuelta nuevamente, vi velas encendidas por todas partes de la sala, las luces apagadas, dando ese efecto tenue. El comedor, a unos metros de nuestra sala de estar, tenía la lámpara de araña encendida y la mejor vajilla, la que decidimos comprar «por si acaso teníamos invitados e íbamos a tener una buena cena», estaba puesta. Nunca comíamos ahí, siempre comíamos en la mesa de la cocina usando platos desechables. Entré un poco más en la habitación, todavía asombrada por el hecho de que nuestra casa tuviera velas encendidas, una hermosa mesa puesta, el aroma de comida italiana cocinándose en nuestra cocina. Y también había ramos de rosas en algunos jarrones alrededor de la habitación. ¿Emmett realmente lo recordó y tenía una velada especial preparada para nosotros? ¿O fue como compensación por haberlo olvidado después de que yo le enviara ese mensaje de texto? Realmente esperaba que no fuera lo último, pero había un pequeño sentimiento dentro de mi corazón que me decía que me estaba compensando, lo que nuevamente provocó que frunciera el ceño. Ni siquiera noté que Emmett entraba desde la cocina, hasta que sus brazos rodearon mi cintura y un pequeño beso fue colocado en mi cuello, lo que me hizo jadear un poco. Me liberé de sus brazos y me di la vuelta, donde Em simplemente puso sus manos en mis caderas y me atrajo hacia adentro de nuevo. —Feliz día de san Valentín, nena —susurró, mirándome profundamente a los ojos. Por alguna razón ni siquiera podía recordar por qué estaba enojada y molesta con él. Miré sus ojos color avellana y solo vi amor. Pero luego recordé ese pequeño sentimiento que decía que lo había olvidado y que simplemente me estaba compensando. —Feliz día de san Valentín —dije sin emoción. —¿Qué ocurre? —preguntó, su sonrisa ahora se convirtió en un ceño fruncido—. ¿Hice algo mal? ¿No quieres cenar aquí? Porque podemos salir si quieres. —¿Que qué ocurre? ¿Qué ocurre? ¡Emmett, hasta ahora recordaste era el día de san Valentín! ¡Eso es lo que pasa! —solté. —Rose, no lo olvidé. Lo recuerdo. Nunca podría olvidarlo, especialmente porque el año pasado fue increíble —respondió. —¡Pero hoy no hiciste ninguna de esas cosas que hiciste el año pasado! E incluso eso no importaría siempre y cuando al menos me lo hubieses deseado en un mensaje de texto o en una llamada telefónica. ¡Ni siquiera recibí un beso esta mañana! Estabas corriendo por la casa y cada vez que intentaba decir una palabra, te alejabas rápidamente como si yo ni siquiera estuviera allí, Emmett. Me sentí olvidada y no amada. ¡No me gustó en absoluto! Ahora me derrumbé. Estaba llorando. Me alejé de él y me dejé caer en el sofá, con la cara entre las manos, mientras temblaba por las lágrimas que fluían rápidamente y por mi nerviosismo. —Rosie... ¡Ay, mierda! ¡Lo siento mucho, nena! No era mi intención lastimarte. No sabía que mi plan te iba a molestar. —¿Plan? —pregunté, levantando la cabeza. Emmett caminó hacia mí y se arrodilló. —Sí. Estaba actuando como si me hubiera olvidado del día de hoy para que no sospecharas de mi plan para... ¡Ay, mierda! Está bien... terminaré haciendo esto en contra de cómo lo tenía planeado en mi mente y todo eso. Te amo y no quiero que te molestes más, y si tengo que hacerlo de esta manera, que así sea. Lo único que importa es que yo te pregunte. No cómo lo tenía planeado. Se levantó, sólo para volver a arrodillarse... esta vez sobre una rodilla. Jadeé al verlo porque sabía lo que iba a hacer. Cuando estuvo sobre una rodilla, sacó una caja de terciopelo negro y la abrió para que yo la viera. Dentro estaba el anillo más hermoso que jamás haya existido. Oh. Mi. ¡Dios! ¡Me iba a proponer matrimonio! ¡Y mírame! Estoy llorando, un desastre emocional, molesta porque supuestamente se olvidó del día de san Valentín, cosa que no hizo porque iba a pedirme que me casara con él. ¡Lo arruiné! —¡Oh! Emmett... ¡Lo siento mucho haberte arruinado todo, cariño! —grité y las lágrimas volvieron a caer. Em dejó la caja del anillo para poder limpiar las gotas saladas que no dejaban de caer de mis ojos, antes de dejar un pequeño beso en mis labios, el primero del día. —Rosie... ¡no llores! Por favor, no te enojes por haber intentado hacer que este día fuera perfecto. De hecho, debería ser yo quien se arrepienta por planear fingir que lo olvidé. Si no lo hubiera hecho, entonces tú no estarías molesta, y tal vez hoy hubiera sido perfecto. Y la única forma en que podrías arruinar mi propuesta es si dices que no. Emmett tomó el anillo nuevamente, sacándolo de la caja y sosteniéndolo, tomando mi mano izquierda también y colocando el hermoso anillo justo fuera del alcance de mi dedo. »Rosie... mi hermosa Rose... Te amo tanto que casi duele. Pero no duele del todo porque tú también me amas, así que tu amor borra el dolor. Me haces desear verte. Al día siguiente, porque eres a ti a quien espero ver recostada a mi lado, besándome con amor... solo estar conmigo es suficiente. Eres la luz de mi mundo, y sin luz, solo estaría viviendo en la oscuridad. Y Sería increíble si dijeras que sí y dijeras que te casarías conmigo. Entonces, Rosie, ¿te casarías conmigo? Ni siquiera tuve que pensar en ello. Sabía mi respuesta. —¡Sí! ¡Sí, Emmett, me casaré contigo! —dije, antes de que Em deslizara ese hermoso anillo en mi dedo y antes de que lo tirara al suelo, besando toda su cara y labios, sus fuertes brazos sosteniéndome contra él. Finalmente nos sentamos y comimos la cena que él pasó horas preparando. De hecho, me dijo que esta mañana cuando «salió a trabajar», esperó en la esquina en su Jeep a que mi auto pasara mientras yo me dirigía al trabajo, todo para que él regresara a casa y se preparara para la noche. Él tenía todo lo que me iba a dar, cosas similares a las del año pasado, aquí en la casa. Cuando llegara a casa era cuando él me iba a dar mis flores, mi tarjeta, mis dulces y un enorme osito de peluche que en realidad sostenía la caja del anillo. Él me iba a dar todo eso cuando entré a la casa, pero no esperaba que llegara antes de lo acostumbrado. Y como estaba molesta porque se había «olvidado», su plan original no funcionó, pero de todos modos me encantó cómo ha estado esta noche. Después de cenar, y lavar los platos juntos… bueno, conmigo lavando y Emmett detrás de mí besando y chupando mi cuello lo que me hizo gemir fuerte, casi dejé caer la vajilla fina en el fregadero y salté a sus brazos para violarlo con mis propios besos. ¡Lo necesitaba ahora! Ahora que estaba en sus brazos, Emmett me llevó escaleras arriba a nuestra habitación, que tenía las lámparas atenuadas y pétalos de rosa sobre las sábanas de seda. Me bajó y besó su camino por mi cuerpo, desatando y desabrochando mi blusa, luego desabrochó la falda lápiz negra, bajándola de mi cuerpo y dejándome con mis bragas de encaje negro. Luego me quitó la blusa gris sin mangas y qué con el sujetador push up de encaje negro a juego, que levantaba mi pecho maravillosamente, dándole a Em la vista perfecta de mi escote completo. Me senté y comencé a desabotonar su camisa blanca, luego la tiré a algún lugar de nuestra habitación cuando se la quité, proseguí a quitándole el cinturón y los pantalones de vestir negros, dejándolo solo con su bóxer negro con un gran y prominente bulto. Cuando solo estábamos en ropa interior, Em me empujó más hacia arriba en la cama y se cernió sobre mí, dejando besos a lo largo de mi estómago plano y subiendo por mi torso hasta mis senos, lamiendo y besando la carne expuesta que sobresalía de mi sostén. Arqueé un poco la espalda para que pudiera desabrocharme el sujetador, alejando el material de mi cuerpo y dejándome expuesta. —Hermosa... —susurró, antes de lanzarse a chupar mi pezón izquierdo mientras masajeaba el derecho, cambiando al otro después de un minuto. Estaba gimiendo fuerte, y cuando él mordisqueó ligeramente mi pezón, prácticamente grité como un alma en pena. Todo el tiempo que él estuvo prestando amorosa atención a mis senos, estábamos frotándonos el uno contra el otro y yo estaba montando las olas de un intenso orgasmo. Bajé de mi altura mientras Emmett besaba mi cuerpo para poder quitarme las bragas de encaje, dándole un poco de atención amorosa a mi dolorido y húmedo coño. Deslizó dos dedos dentro de mí, bombeándolos adentro y afuera mientras pasaba su lengua sobre la sensible protuberancia, provocando otro orgasmo, yo gritando fuerte ante la intensa sensación de todo. Estaba respirando pesadamente, mi corazón latía con fuerza en mi pecho. No iba a decir más. Simplemente no podría soportar otro orgasmo intenso si estuviera al borde de un ataque al corazón. Pero Em tenía otros planes. Emmett se levantó, bajándose el bóxer, su gran polla saltando de sus confines, antes de flotar sobre mí y posicionarse en mi entrada. Susurró un «te amo» antes de deslizarse dentro de mí con facilidad. En el momento en que lo sentí completamente dentro de mí, dejé escapar un fuerte gemido y un par de blasfemias. Me sentí tan bien tenerlo de vuelta dentro de mí después de dos semanas completas sin recibir nada. Pero valió la pena no tener sexo durante todo ese tiempo, ya que toda la frustración sexual reprimida ahora podía liberarse ahora. Em salió y se empujó de nuevo, fuerte y rápido, y continuó así por un rato, mientras yo gemía de placer. Estaba agarrando sus hombros con fuerza, nuestros ojos se abrieron y nos miramos profundamente el uno al otro. Nos gustaba mantener los ojos abiertos ya que nos encantaba vernos disfrutando de la sensación de llegar al orgasmo. Nuestras caderas se encontraron con cada empuje, gimiendo y gruñendo o diciéndonos mutuamente «te amo». Finalmente, cuando estaba a punto de tener mi orgasmo, Emmett susurró—: Vente por mí, Rosie. Quiero verte venir. —No pude aguantar más. Me dejé llevar, la intensa sensación fluyó por todo mi cuerpo, haciéndome tener espasmos y temblar de placer. En el momento en que lo solté, Emmett también lo hizo, gruñendo cuando entró dentro de mí. Seguimos avanzando un poco más, cabalgando la ola de nuestros orgasmos hasta que ya no pudimos más, con Emmett colapsando sobre mí, simplemente sosteniendo su peso en sus antebrazos. —Te amo, Rosie —exhaló Em. —Yo también te amo, Emmett. Siempre. Metió su cara en el hueco de mi cuello, dejando sensuales besos a lo largo de la piel. Estaba respirando profundamente, tratando de hacer que mi corazón latiera a un ritmo normal, pero sonaba como si estuviera jadeando como un perro en un caluroso día de verano. Finalmente, cuando nuestras respiraciones se estabilizaron, Em se apartó de mí, acercó mi cuerpo al suyo y me acurrucó contra su costado, depositando dulces besos en mi sien y yo sonriendo como una tonta enamorada. Aww diablos... Soy una tonta enamorada. Y comprometida. Nunca pensé que vería el día en que estaría enamorada de un hombre como Emmett, y mucho menos estaría comprometida. Pero lo estaba. Y estaba eufórica. Aunque el Día de San Valentín no empezó bien, seguro que terminó de una manera que siempre recordaré: con Em de rodillas, consolándome cuando era un desastre emocional y luego dándome la mejor propuesta de matrimonio y la más hermosa. anillo. Incluso hacer el amor era algo que siempre recordaría. En algún momento en medio de la noche, Em y yo volvimos a hacer el amor, al mismo ritmo, susurrando dulces te amo. Cuando Em se volvió a dormir, yo me quedé despierta, la luz de la luna brillaba a través de la ventana. Levanté mi anillo de manera que captara la luz y brillara maravillosamente. Un diamante redondo en el medio, con diamantes alrededor de la banda de platino y dos pequeñas bandas de cinta alrededor del diamante con pequeños diamantes a lo largo. Realmente era un anillo precioso. Nunca fui fanática de las joyas ultra llamativas, especialmente los anillos, pero esta era la pieza más hermosa y Emmett sabía que me encantaría. Sentí a Emmett moverse en la cama, moviéndose desde su posición de espaldas, conmigo en sus brazos, a moverse de costado. —Deberías estar durmiendo, Rosie —suspiró. —No puedo dormir. Sólo estoy pensando en algunas cosas. —¿Qué ocurre? —preguntó, sus ojos color avellana fijos en los míos azules. Sonreí alegremente. —Sobre nosotros y cómo nos casaremos pronto. Solo estoy mirando mi anillo y pienso que nunca pensé que encontraría a alguien tan maravilloso como tú, alguien tan extraordinario con quien casarme algún día, y estás aquí. Em sonrió, tomando mi mano izquierda entre la suya, llevándola a sus labios y besando ligeramente el anillo de diamantes. —Bueno, nunca pensé que encontraría a alguien tan maravilloso o tan hermoso como tú, mi Rose. Eres más que cualquier cosa que jamás haya imaginado, nunca pensé que podría tener algo real en mis brazos. Sin embargo, eres… Realmente eres lo mejor que me ha pasado y no puedo esperar para casarme contigo —afirmó. Luego se inclinó y me besó completamente en los labios. —Te amo, cariño. Siempre lo he hecho y siempre lo haré. Hiciste mis sueños realidad cuando dijiste que sí. —Yo también te amo, Emmett. Siempre te he amado, siempre te amaré —respondí, algunas lágrimas corriendo por mis mejillas. Le di un beso más, antes de acurrucarme en sus brazos una vez más, mi cabeza en su pecho, exhalando, —Feliz Día de san Valentín. —Antes de caer en un sueño profundo, imágenes de mi vida futura y junto a Emmett desfilando en mi cabeza: nuestra boda, los nacimientos de nuestros hijos, los primeros días de colegio, los primeros bailes y citas, sus bodas, Em y yo sentados en mecedoras en nuestro porche mientras veíamos a nuestros nietos correr por el patio... todos los momentos más maravillosos de nuestras vidas. Aún está por llegar, pero eventualmente sucederá. Simplemente no podía esperar a que ocurriera. Fin. (*) La letra de la canción de Nat King Cole dice: 'L' is for the way you look at me. 'O' is for the only one I see. 'V' is very, very extraordinary. 'E' is even more than anyone that you adore. Love is all that I can give to you. Love is more than just a game for two. Two in love can make it. Take my heart, and please don't break it. Love was made for me and you. - Nat King Cole "LOVE" 'L' es por la forma en que me miras. 'O' es por la única que veo. 'V' es muy, muy extraordinario. 'E' es aún más que a cualquiera que adores. Amor es todo lo que puedo darte. El amor es más que un juego para dos. Dos enamorados pueden lograrlo. Toma mi corazón, y por favor no lo rompas. El amor fue hecho para mí y para ti. - Nat King Cole "LOVE"
0 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)