Capítulo 1
22 de agosto de 2025, 12:37
No hacía calor, pero Izuku se sacó la prenda que lo abrigaba porque sentía que le oprimía los brazos. No fue suficiente. Podía sentir como la tela de su camisa, que debería ser suave, raspaba insistentemente sobre las marcadas cicatrices. Intentó evitar esa molestia levantando las mangas por encima de los codos, quizás eso mitigaría esas desagradables sensaciones. Pero tampoco resultó.
Izuku estaba en el salón de clases, sentado en su lugar, la voz de Aizawa se apagaba como si se perdiera en la distancia, siendo opacada por la molesta sensación que se acumulaba en sus brazos. La piel expuesta se deformaba sobre la lisura del frío escritorio, la molestia se iba volviendo cada vez más dolorosa. Una suave brisa, que apenas se colaba por una ventana apenas abierta, se inmiscuía entre las imperfecciones de su piel y lo pinchaba como finísimas agujas que intentaban introducirse hasta la médula de los huesos. Desde el interior, millones de hormigas rabiosas trataban de salir por sus poros.
Todas esas sensaciones aumentadas fueron muy dolorosas para Izuku, no podía escuchar nada, no podía ver nada, solo podía sentir cómo sus extremidades eran torturadas sin poder hacer nada. Su cuerpo estaba completamente inmóvil salvo por un ligero temblor en los brazos que fue aumentando cada vez más. Con una enorme fuerza de voluntad, logró liberar su conciencia del cúmulo de neblina que la estaba envolviendo y logró hacer un pequeño ruido antes de volver al dolor.
—¿Midoriya? ¿Qué sucede? —preguntó Aizawa desde su lugar al frente de la clase.
Izuku no respondió. No podía, estaba completamente absorbido por la dolorosa sensación sobre su piel. El sudor se acumulaba en su frente, los ojos vidriosos amenazaban con soltar las lágrimas que se estaban acumulando.
—¿Deku? —Katsuki lo llamó desde su asiento, apenas había girado su asiento para verlo. Izuku ni siquiera pudo escucharlo. Entonces, lo tocó.
Izuku sintió el contacto como brasa sobre su piel, pero no podía apartarse. Intentó volver a despertar su conciencia, estaría acabado si no lo hacía. Entonces de a poco logró ver la cara de preocupación de Katsuki que apenas tenía su mano apoyada sobre la suya. Escuchó cómo sus otros compañeros lo llamaban por su nombre, pero se escuchaban lejanos y difusos.
Escuchó una sombra de la voz de Aizawa y, un momento después, Izuku percibió cómo su cuerpo era movido con cuidado. Sintió calor en su pecho que no le resultó doloroso mientras sus brazos, liberados de cualquier contacto, colgaban laxos en el aire.El dolor aún estaba, pero iba disminuyendo poco a poco. Un aroma familiar relajó a Izuku, un aroma que conocía desde hacía mucho tiempo, un aroma que añoraba de todo corazón. Abrió los ojos cuando se sintió con fuerzas para hacerlo, solo para encontrarse a sí mismo sobre la espalda de Katsuki, que lo estaba llevando a la enfermería de la escuela.
Izuku se dejó llevar sin decir nada, mientras su cuerpo se relajaba por la influencia del aroma de Katsuki. Cuando el dolor cesó, Izuku se concentró en un sonido rítmico cercano. Primero creyó que eran los latidos de su propio corazón, pero no era así. No eran latidos de su corazón sino que eran los del corazón de Katsuki.
Izuku se dejó llevar por la placentera sensación que le daba ese sonido, dejó que su agotado cuerpo se relajara y se durmió sobre los hombros de su amigo.Desde la batalla con All For One todo había cambiado. El hecho de sacrificar la particularidad que le heredó All Might para derrotar al villano más grande de la historia o, tal vez, el dolor fantasma de haber perdido los brazos durante el combate. No se sabrá cuál fue realmente el desencadenante de lo que le pasaba a Izuku.
Apenas quedaban ascuas del One For All, que pronto se apagarían, pero algo más estaba por tomar su lugar.