ID de la obra: 712

Escondido

Gen
G
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planificada Mini, escritos 2 páginas, 849 palabras, 1 capítulo
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Cuando los días son fríos, y las cartas están marcadas… y los santos que vemos están todos hechos de oro.

Cuando regresó a aquel lugar que conocía desde que era un pequeño su corazón aun latía muy fuerte, tanto que su mano vibraba sobre su pecho, incluso sobre el protector de oro que le cubría, no estaba seguro de lo que estaba haciendo, o de lo que hacía, mucho menos lo que había hecho solo un momento atrás, todo había pasado tan rápido, para ser honestos, demasiado rápido. Suspiró, profundo, hondo, queriendo llenar sus pulmones de aire nuevo, se sentó en una de las sillas que estaba en la única habitación donde sentía que podía esconderse y dejó caer su cabeza atrás con ambas manos sobre su sien, masajeando con suavidad, casi como un consuelo para si mismo. — ¿Y ahora? Se preguntó, fijando sus ojos verdes en los dibujos del techo, en rostros burlones de querubines y ángeles que parecían susurrar entre ellos lo que había pasado, no hubo testigos, pero la culpa le carcomía cada centímetro de su piel.

Cuando todos tus sueños fallan, y los que aclamamos son los peores de todos, y la sangre se ha secado

Un rayo partió el cielo en mil pedazos, dejando caer una fuerte lluvia que como cómplice, lavase aquella tinta roja que parecía perseguirle justo hasta sus pies, aun así decir que todo aquello que ahora tenía en sus manos no era lo que había deseado hubiese sido una mentira. Fue entonces cuando su corazón tomó el ritmo adecuado, que Saga se puso de pie, y en pasos firmes se acercó a un espejo que colgaba de la pared.

Quiero esconder la verdad

Quiero ser tu refugio

Pero con la bestia dentro no hay lugar donde podamos escondernos

No hay manera de escapar de un mal cuando este vive dentro de tu corazón, un par de lágrimas se desvanecieron justo antes de llegar hasta el mentón del menor, y es que quien era si no un jovencito de catorce años. Se examinó de pies a cabeza en su reflejo, detalló su cabello, la línea de sus labios y sus ojos, que de repente tomaron un color rojizo como la sangre.

No importa lo que engendremos

Aún estamos hechos de codicia

Esta es la llegada de mi reino…

Esta es la llegada de mi reino…

El llanto de un bebé le recordó que no podía esperar más y que debía terminar aquello que había comenzado, presionó sus puños a cada lado de su cuerpo y cerró sus ojos. —Su ilustrísima… Del otro lado de la puerta una voz apresurada seguida de unos golpes le hizo despertar, abrió sus ojos, todo era un sueño, o mejor dicho un recuerdo hecho sueño, se incorporó de entre las aguas de aquel balneario privado, en donde a diario trataba de lavar la culpa y la sangre vieja y en donde el sueño le había ganado, vio un espejo que le trajo recuerdos y se encaminó hacia él, esta vez tomando entre sus manos la máscara que cubriría su rostro, y no solo su rostro, su conciencia.

Cuando sientas mi calor

Mira dentro de mis ojos

Es donde se esconden mis demonios

Una sonrisa sardónica adornó su boca, justo antes que aquella cara inerte la cubriera por completo. Salió a paso lento solo para ver la cara de aquel soldado llena de angustia, aquellos que se hacían llamar santos de Atena habían llegado. Pero sin temor, y sin prisa Saga se encaminó hasta la sala principal, donde el trono le esperaba vacío, iba solo, sin una pizca de maldad en su rostro, aunque sabía que no podía retenerla por mucho tiempo más.

No te acerques mucho

Dentro esta oscuro

Es donde se esconden mis demonios

Esperó, sentado en aquella silla de oro, con aquella máscara de hierro azulada, le vio llegar, y sintió paz, porque en ese momento era solo él, se vio en aquel joven castaño parado justo frente a sus ojos, con temor a que viese más allá, con la esperanza que completase aquella misión que con la lealtad a la que él le había fallado la de ese muchacho le superaba.

Cuando cae el telón

Es el final de todo

Cuando la función acaba

Todos los pecadores se arrastran

Pero para él todo había acabado, la verdad ahora estaba al descubierto, cuando había decidido dejar atrás la máscara, era el fin para la pesadilla que dia a dia vivía, el santo de géminis revelo su identidad a aquel joven que sin pensarlo le ataco y la batalla dio inicio al despertar aquella maldad que había mantenido dormida.

No quiero decepcionarte pero

Estoy atado al infierno

Aunque todo esto es por ti

No quiero esconder la verdad

Y hubo sangre, y lágrimas y al final… luego de tanto engaño, la misma conciencia habló, y su misma mano le dio muerte a aquella maldad que estaba dentro de él. La misma bebé que lloró para recordarlo lo que debía terminar, esta vez lloró, por él , por sus pecados, y le dejó morir a su lado, con una sonrisa y bajo su cosmos. Y todo comenzó… escondido en la oscuridad. Fin… songfic de un reto hace unos años atrás.
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