ソウルメイト...(ALMAS GEMELAS)

Takemichi Y Chifuyu se conocieron en su primer día de jardín de niños, ambos con tres años. Mientras que Chifuyu amaba a los gatos, Takemichi era mas de perros; a Chifuyu le gustaba el Yakisoba, a Takemichi las papas fritas; mientras que Chifuyu era un lino rubio de ojos verdes Takemichi era un adorable pelinegro de ojos azules. Dos niños realmente lindos y unido, algunos maestro había incluso apostado sobre como el par seria almas gemelas, porque no importa donde iba uno el otro estaba a su lado, siempre tomados de la mano con Chifuyu defendiendo a un llorón Takemichi. El problema entre los maestros no era apostar si serian o no almas gemelas; el problema como tal, era saber que alma gemela serian, la mayoría fue por el Eros, dejando solo a la maestra del los niños y un par más con el Storge. Fue a los cinco años que la maestra de los niños y dos compañeros mas invitaron al par de niños a comer un helado como agradecimiento por hacerles ganar cien mil yenes a cada uno, cuando se dio a saber que eran almas gemelas Storge. El par de niños era realmente querido por sus maestros, pero también era la preocupación diaria de cada uno de los trabajadores del kínder, y luego de la primara. Todos ellos no podían evitar sentir cierta preocupación, cada vez que un desconocido se acercaba al par; todos ellos eran consciente del nombre de su Manía grabado en sus tobillos. . . . Fue el primer año de primaria cuando la maestra vio a un joven de aproximadamente catorce o quince años acercarse al par, fue algo que preocupó a los maestros, ya que este joven sonreía mucho al par mientras tocaba sus cabellos. El adolescente pelinegro visitó a los niños en la escuela por un mes, los maestro decidieron informar a los padres, pero era demasiado tarde. Una tarde, luego de que las clases terminaran, el par simplemente desapareció, al mismo tiempo que el joven dejo de verse cerca de la primaria. . . . Chifuyu y Takemichi jugaban en el patio del colegio, cuando frente a ellos se paró un chico Hola niños _ el par miro al chico mas grande _ ustedes son realmente hermosos _ dijo, Takemichi sonrió. Gracias _ dijo el pelinegro. Oye aléjate _ dijo Chifuyu, a diferencia de Takemichi, este no era tan accesible, él pensaba que su amigo era demasiado amable con las personas que no conocía. El joven frunció el ceño _ no te enojes lindura _ dijo el joven _ solo quiero conocerlos, y que seamos amigos. No necesito otro amigo _ dijo Chifuyu _ tengo a Takemichi, así que vete; no nos permiten hablar con extraños. No soy un extraño _ dijo el joven _ soy... ¡Chifuyu! ¡Takemichi! Es hora de volver _ dijo la maestra mirando al joven con el ceño fruncido, Chifuyu no lo dudo tomando la mano de Takemichi salió del lugar. Qué raro _ dijo Chifuyu mirando al joven con el ceño fruncido. . . . Oye, vete _ dijo Chifuyu al joven, no le gustaba, iba a visitarlos y les llevaba dulce, normalmente siempre era Chifuyu evitando que el joven se acercara, hasta que no demoraba y un maestro iba por ellos. . . . Niños esperen aquí, iré por algo de agua _ dijo la maestra que cuidaba al par, normalmente un niño de primaria se iría apenas terminaran las clases, pero dada la situación del par de Storge, la escuela no permitía que los niños salieran de sus terrenos a menos que uno de sus padres viniera por ellos, orden de las autoridades así que su maestra debía quedarse hasta despues de la cinco, ella no se quejaba, le gustaba cuidar del par de niños, eran obedientes, amables y realmente lindo cuando el vinculo de almas gemela trabajaba en ellos; y por si no fuera poco tenia dinero extra por las horas de trabajo de más. Si señorita Asuka _ dijo Takemichi. No paso mas de un par de minutos luego de que la maestra se fuera, cuando el extraño joven se paro frente a los niños. Hola _ saludo el adolescente. Vete _ dijo Chifuyu, el joven frunció el ceño. ¿Oye que haces? _ grito Takemichi cuando el joven lo tomo con fuerza aplicando algo en su cuello, lo ultimo que sintió el pequeño pelinegro fue el dolor de la caída en su cabeza. Chifuyu se lanzo a proteger a su amigo, solo para ser retenido por el joven que también inyecto el calmante para luego dejar que el menor se estrellara contra el suelo. Ahora si los tendré a mi lado _ dijo el joven antes de tomar a los niños y salir del lugar. . . . La próxima vez que el par de niños abrió los ojos fue tenían un fuerte dolor de cabeza, junto con nauseas. Por fin despertaron niños _ Chifuyu frunció el ceño, y miro alrededor, viendo que estaba junto a Takemichi en una enorme cama con cobijas blancas, en una habitación que no tenia ventanas y solo tenía dos puertas. ¿Qué es esto? _interrogó el niño de siete años, mientras se paraba, escuchando el ruido de cadena, frunció el ceño cuando bio una enorme cadena negra que sujetaba el grillete en su tobillo _ quíteme esta cadena, quiero ir a casa _ el joven frunció el ceño. Ustedes no irán a casa, los dos se quedará conmigo, verán que estarán felices de tenerme a su lado _ a Chifuyu no le gusto eso. . . . Durante los dos primeros años, encadenados, el joven jamás les dijo su nombre, auqnue no necesitaba que se los dijera, ellos eran consiente de quien era el chico; les llevaba comida tres veces por día, cambiaba la ropa de cama dos veces por semana, les llevaba uno que otro regalo, y ropa que el queria que utlizara; si ellos rechazaban terminarían con el mayor moliéndolos a golpe hasta la inconciencia, si rechazaban la comida, recibían golpes a cambio, si no obedecía eran golpes, al final los niños solo recibían golpes del mayor, quien les llevaba dulce y regalos como disculpa al otro día. . . . Ustedes son tan hermosos _ dijo el joven mientras veía al par de niños de ocho años sentados en el suelo armando un rompecabezas, los niños no respondieron, siguieron en su deber, el joven frunció el ceño, y luego sonrió. ¿saben? Hoy conocí a sus almas gemelas Eros, o por lo menos a Manjiro Sano, y los tres Eros de tuyos Chifuyu _ ambos niños dejaron lo que hacían para ver al pelinegro mayor, quien frunció el ceño, pero siguió _ También los espié un poco, alparcear están buscándolos _ Kiyosama sonrió al ver el brillo en los ojos del los niños, luego rio. No se hagan ilusiones linduras, no importa que tan fuertes y poderosos sean tus Eros, no importa cuanto los busquen; me he asegurado que ellos jamás los encuentren _ dijo el joven. ¿entonces porque nos dices estos? _ interrogó Takemichi. Por que odio a tus almas gemelas, Manjiro Sano, el invencible Mikey, líder de la Tokyo Manji, luego esta Izana Kurokawa el rey celestial, líder del S62 y no dejemos de lado a Shinichiro Sano, líder de la mas fuerte pandilla en Kanto; nadie ha logrado vencerlos si se interponen, bueno si hay alguien _ el joven rio _ ellos son consciente de todo el sufrimiento que ustedes pasan, y están frustrados enojados porque no pueden protegerte. Porque no importa que tan poderoso sean, tienen un talón de Aquiles, una desesperación que no pasa desapercibido por nadie _ dijo el joven acercándose a los niños _ ustedes nos solo son mis preciosos príncipes, ustedes son mi carta de triunfo para derribar a la Touman _ Takemichi lloró mientras que Chifuyu tomaba su mano, para luego abrazarlo. . . . Kiyomizu Masataka, era un pandillero perteneciente a la tercera división de la Tokyo Manji, el joven odia profundamente a los altos mando de su pandilla, pero no era algo que le afectara, Kiyosama era consciente del sufrimiento de su comandante, de los capitanes de la primera decisión y algunos más; incluso sabia la razón y era feliz siendo el causante de tal sufrimiento. Fue a sus diecisiete años cuando decidió avanzar más, cuando el bastardo de Manjiro Sano arruinó sus ring de peleas, que decidió darles más. Kiyosama falto a la próxima reunión de pandilla, pero no se arrepintió, esa noche, dos años despues de tener a sus príncipes con él, Kiyosama por fin los tomó como se debía, y se sintió tan bien para el joven, se sintió también profanar sus pequeños cuerpos, y venirse dentro de ellos. Y se sintió a un mejor cuando en la próxima reunión, sus capitanes eran un desastre, llenos de dolor y sufrimiento. Kiyomizu Masataka, se sentía poderoso solo de ver al Invencible Mikey en tal estado, y ser el culpable; aunque solo él fuera consciente, Kiyosama se sintió genial. Durante el pasar de los años, Kiyomizu Masataka disfruto tener para el mismo a sus príncipes, dándoles regalos, castigándolos, fallándolos, rompiéndolos por pedazos, y luego armándolos mientras les contaba cómo eran sus Eros buscándolos por todo lados, dándoles esperanzas para luego quitárselas brutalmente mientras los penetraba o los golpeaba hasta que no pudieran abrir los ojos. Muchas veces, luego de la primera vez escucho a Takemichi pedir que lo sacara, eso le dio a entender que uno de sus Eros lo escuchaba, desde entonces siempre que lo follaba hablaba fuerte y claro; describiendo como lo hacía como se veía el menor y que posición lo tenia mientras se burlaba; luego de su primera vez, descubrió que dos de los Eros podían sentir el dolor de sus príncipes, por eso nunca se molesto en ser suave con ellos, quería que los bastardos lo lamentasen y lo sintieran. A los trece años Takemichi dejo de pedirle a su alma gemela, ambos jóvenes dejaron de rogar, y simplemente obedecieron, eran dos cascarones vacíos, a excepción cuando Kiyosama hablaba sobre sus Eros; eso lo enojaba, terminaba golpeándolos y violándolos nuevamente. . . . Habían pasado diez años desde que Kiyosama tiene a sus príncipes a su lado, con el ahora teniendo veinticuatro y sus chicos diecisiete, era uno de los hombres de la temida organización criminal Tokyo Manji; tal vez no era un ejecutivos, pero tenia un buen nombre y se podía dar el lujo de tener a sus príncipes “consentidos” llevándoles regalos. Los alimentaba bien, no le gustaría que estuvieran débiles; comprándoles ropas costosas, que le gustaba que el par usara para él; por que no importa que tantos moretones tengan, o como llegarían a parecer un par de muñecas con esos ojos vacíos, sus príncipes eran una belleza, y mas con esos enorme ojos, esa piel clara, esa pequeña cintura. Kiyosama estaba orgulloso, tenia a las dos personas mas hermosas que había conocido para él solo. Con el pasar de los años, el mayor llevaba regalos, como ropa, rompecabezas y mangas para que los chicos se entretuvieran cuando no estaba, teniendo como única compañía a un pequeño gato negro, Peke J lo llamo Chifuyu.