going to a cafe

**El olor a muerte y descomposición. Amigos que intentan consolar, pero sus palabras pasan de largo. Un vacío parece rodear. El corazón duele increíblemente fuerte. Afuera hay una fuerte tormenta de nieve, y él amaba este clima...** *Ese día* - ¡Por faaaavor! - pide Felix, mirándolo con súplica. Minho sacude la cabeza y sonríe levemente, sus ojos brillan con solo mirar a su niño soleado. - ¿Y cómo no te da vergüenza? - reprende el mayor. - Vístete. Felix lo abraza fuertemente y le da un suave beso en los labios. Luego se aparta e intenta vestirse. El mayor lo empuja contra la pared y susurra: - ¿Pensaste que todo sería tan fácil? - en sus labios brilla una sonrisa traviesa. - D-D-Disculpa... Quiero decir, no... - tartamudea Felix ante la inesperada acción del mayor. Minho aprieta las manos de Felix contra la pared y se lanza a sus labios. El chico besa rápidamente y muerde sus labios hasta hacerle sangrar, lo que hace que el menor empiece a chillar suavemente. Minho se encuentra junto a su oído, mordisqueando el lóbulo. Felix abre ligeramente la boca, tratando de captar aire que ya no llegaba a sus pulmones. - P-P-Para... hagámoslo después... - dijo apenas Felix. - Lix, ¿y si no quiero ir al café, pero sí a ti? Felix se sonrojó, un leve rubor apareció en sus mejillas. - Vamos... Ve tú conmigo, y luego... por mi... mi desobediencia... podrás castigarme... - Felix apoyó su cabeza en el hombro del mayor. - Quiero que repitas eso - exigió Minho, sonriendo ante la osadía y vergüenza del menor. - Podrás castigarme después... - Un trato maravilloso. Estoy de acuerdo. Felix corrió a vestirse. Unos minutos después bajaban por la escalera. Afuera caía nieve, aterrizando en el suelo como pequeños copos. Las farolas ya estaban encendidas, iluminando la calle. Los letreros brillaban con colores neón vibrantes. Las estrellas formaban constelaciones, la luna brillaba intensamente. La nieve crujía bajo sus pies, creando un sonido agradable. - Last Christmas I gave you my heart But the very next day you gave it away This year, to save me from tears, I'll give it to someone special... - cantaba Minho. - ¡Eh! Canta algo alegre. - empujó Felix. - Jingle bells, jingle bells, Jingle all the way! O what fun it is to ride In a one-horse open sleigh... Luego Minho se quedó en silencio y en el silencio llegaron al cruce cerca del café. Se encendió el semáforo verde. Mirando alrededor, Minho y Felix comenzaron a cruzar la calle. El menor iba un poco adelante. A la izquierda se escuchó un chirrido, un grito y un estruendo. Minho giró la cabeza... No-no-no-no-no – Lix se lanzó hacia allí, cayendo sobre el asfalto y desgarrándose las rodillas en sangre justo frente a Minho. Entró en pánico mientras sacudía al chico por los hombros al ver su mirada vacía, fría e inerte. Su corazón dejó de latir en ese instante cuando Lix vio a Minho tendido sobre el asfalto en un charco de su propia sangre ya visible. Felix recogía la sangre con las manos como si eso pudiera ayudarlo, como si el chico se levantara y dijera que estaba bien, que todo iba a estar bien. Pero el milagro no ocurrió. Nunca ocurrió. ¡No, Minho! – Felix lloró más fuerte mientras abrazaba la cabeza del mayor contra su cuerpo. — Por favor, no así. Te lo ruego, di algo. Minho, por favor… no-no-no-no-no – Lix comenzó a entrar en pánico; se inclinó sobre Minho y lloró amargamente acariciando su cabello. — Minho, por favor… no mueras… – besó suavemente su frente aún tibia y cerró con su mano los ojos que lamentablemente nunca volverían a abrirse por sí mismos. *Ahora* Todos se fueron dejando flores y condolencias. Lix cayó de rodillas. La tierra estaba cubierta de nieve; la tormenta solo se intensificaba. Y las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas. - Queríamos celebrar la Navidad y el Año Nuevo... ¿Por qué siempre se van aquellos que amamos?.. Se escuchó el crujido de la nieve cerca de él. Alguien se acercó a Felix por detrás. - La vida es una cadena de pérdidas. Pierdes juventud, padres, seres queridos, amigos, placeres, salud y finalmente la vida misma. Puedes no aceptar esto —y aun así seguirás perdiendo— dijo alguien. Felix se dio vuelta pero no había nadie cerca. Solo había oscuridad, tormenta de nieve, estrellas brillantes, luna radiante y dolor en su corazón. Felix se levantó y caminó hacia casa. *Dos semanas después* El teléfono volvió a sonar. Felix llevaba varios días acostado en la cama. Su cabello estaba desordenado; el tinte negro había perdido color. Su rostro estaba hinchado; había perdido mucho peso; sus ojos habían perdido su brillo anterior. Un torrente de pensamientos pasaba como un torbellino dejando sensaciones dolorosas detrás de sí mismo; luego su mente quedaba completamente vacía. Las paredes grises del apartamento presionaban tanto que parecía que querían aplastarlo. Sonó el timbre nuevamente; no era el primero en las últimas dos horas. Felix pensaba ignorarlo una vez más; ya era habitual para él hacerlo así últimamente. Pero esta vez los golpes insistentes no cesaban. Finalmente Felix se levantó y abrió la puerta; allí estaba Chang. - Bueno al menos estás vivo. - Desgraciadamente - respondió Lix sin emoción alguna. - El dolor que padece una persona es incomparable con nada más; suele llegar repentinamente cuando menos lo esperas; cuando alguien pierde al ser más cercano parece que la tierra desaparece bajo tus pies - dijo Christopher suavemente mientras abrazaba a Felix llevándolo adentro del apartamento - ¿Cuándo fue la última vez que comiste? Lix movió indefinidamente su mano hacia arriba. - Entiendo - Chang miró dentro del refrigerador donde no había nada - Quédate aquí; ahora vuelvo enseguida. - ¿Acaso puedo irme?... Chang desapareció tras una puerta; Felix cayó sobre la cama sumergiéndose en un sueño inquieto. La palabra "para siempre" —¿qué significa realmente? Creo que algún día nos volveremos a encontrar —susurró alguien cerca de su oído. Lix abrió los ojos rápidamente; frente a él estaba Minho extendiendo su mano hacia él. - No te vayas... por favor... - las lágrimas congeladas estaban atascadas en los ojos de Felix. - Debo irme; déjame ir por favor —pidió Minho. - Yo... No puedo... -Puedes hacerlo; además de mí hay Ban y Hwan contigo; tus amigos también me amaron; tú piensas que ellos no sufren? Ellos también están sufriendo contigo pero tú ni siquiera te has dado cuenta... Felix bajó la cabeza dándose cuenta de cuán equivocado había estado.... Cuando levantó nuevamente la mirada ya no estaba Minho; parecía haberse disuelto en el aire. —Debo seguir adelante.... incluso sin él—susurró Felix sintiendo cómo lo sacudían. Se incorporó abruptamente. —¿Qué pasa? Estás llorando… ¿qué soñaste? —preguntó Chang inmediatamente abrazándolo. —Nada importante. —Come algo —Chang le ofreció un plato con caldo de pollo y una cuchara. Felix comenzó a comer lentamente; cuando ya no quedó nada en el plato Chang lo llevó al baño. Cuando llenaron la bañera con agua sonó nuevamente el timbre. —Quédate aquí —dijo Chang— yo abriré. Se fue para abrir la puerta. Pasaron unos momentos antes de que Hyunjin entrara corriendo al baño. Despeinó los cabellos de Lix. —Hola! Chang fue a preparar algo más para comer y limpiar; yo te lavaré el cabello; ¿cómo estás? —lo bombardeo Hyunjin con palabras sin parar. —Bien… ¿y tú? Sé que eras mejor amigo de Minho… —Yo… bueno… estoy bien ya… —respondió Hwan. —¿Y Chang? No le pregunté… —Él… también está bien… Hyunjin vertió champú sobre su mano comenzando a masajearle y lavar el cabello a Felix mientras este cerraba los ojos dejándose caer ligeramente hacia atrás dentro del agua. —Gracias —dijo suavemente. —Todo estará bien; recuerdo que antes te gustaba escribir; creo que tienes algunos poemas o libros en borrador… —Sí… -Trata de dejarlo ir; podrás hacerlo; escribe algo nuevo; ven conmigo alguna vez para enseñarte algunos bailes nuevos… Chang… estoy seguro siempre estará contigo en su estudio… Y creo quería presentarte también con Chanbin y Jisung? —y Hyunjin guardó silencio. *Dos años después* Felix logró dejarlo ir: los recuerdos sobre Minho resonaban como un dolor sordo dentro del corazón. Prácticamente todos los días iba donde Hyunjin: habían preparado varias buenas versiones musicales que gustaron mucho al público: Chang lo presentó con Jisung y Chanbin así que Lix pasó mucho tiempo con ellos en estudio: ocasionalmente iba al gimnasio junto con Chanbin: Jisung resultó ser tan táctil como Felix así que frecuentemente terminaban pegados uno al otro. Felix comenzó a escribir mucho más e incluso publicó varios libros: aunque no llegaron a ser muy populares algunas veces encontraba fanáticos entre ellos: su vida volvió poco a poco hacia una normalidad anterior.