Eternal Avenger

Miro su reloj por enésima vez y nada. ¡Tres horas! era obvio que no iba venir. Se había equivocado. ¡Se había equivocado en todo! Pensó estúpidamente que Bucky lo esperaría para siempre y…El timbre sonó y no dudo en correr hacia la puerta y abrir la puerta   - ¡Bucky! – dijo con la más radiante de las sonrisas- Disculpe… – dijo un muchacho rubio, en su gafete decía Peter Quill – pidió la cena…- No – dijo Sam decepcionado- Lo hizo – dijo el rubio – este es el departamento 415… hay no, disculpe este es 315. Me confundí. Es en el piso de arriba. Es que es mi primer día…- No hay problema – dijo Sam con voz apagada antes de cerrar la puerta   Diez minutos después sacaba la carne del horno cuando sonó el timbre. ¡Bucky había llegado! Se limpio las manos y arrojo lejos el trapo. Se aliso la camisa al pasar frente a un espejo y abrió la puerta.   - ¡Bucky! – dijo emocionado- Hola vecino – dijo una castaña con anteojo sonriendo nervioso, si mal no recordaba le había dicho llamarse Darcy – ¿me preguntaba si tenías agua? es que en mi departamento no hay… y no sé si es en todos o…- Tengo agua – dijo Sam- Gracias, creo que hablare con administración – dijo ella antes de irse y Sam cerró la puerta   Sentado frente a su balcón con una cerveza en la mano, las lágrimas de Sam Wilson no dejaban de salir de sus ojos. Bucky no había ido a la cita. Miró su perfil de WhatsApp y había estado conectado hacia cinco minutos. Miro su fotografía, se veía lindo. Bueno, siempre se veía lindo, pero en esta lo hacía más aún. Bebió de su copa y volvió a mirarla.   El timbre sonó, pero él lo ignoro. “¡Bucky!”. Había hecho las cosas con el hombre. No debía haberlo alejado como lo hizo, pero realmente pensó que era lo mejor para él. El timbre volvió a sonar, pero prefirió beber. “¡Bucky!” sollozo. ¡Si tan solo le hubiese explicado todo! El timbre volvió a sonar. Bebió lo último de su copa y se puso de pie. Al pasar junto a una mesa, dejo su copa y tomo una botella de wiski. Avanzo mientras le daba un trago largo y abrió la puerta de un tirón   - ¡Maldición! – grito Sam – ¿ahora que…?- Dijiste que… querías hablar… conmigo – dijo Bucky con un tono de voz neutral- ¡Bucky! – susurro Sam- … pero si… te… molesto… – continuo el fotógrafo- No, por favor – dijo Sam tomándole la mano para detenerlo y ambos sintieron como una corriente atravesó sus cuerpos por lo que Bucky lo soltó de inmediato – no te vayas – suplicó – pasa- Gracias – dijo Bucky entrando – lamento haber demorado, pero estaba ocupado- No hay problema – dijo Sam – ponte cómodo – ¿quieres tomar algo?- estoy bien – dijo Bucky sentándose – ¿Cómo están Carol y los niños?- Bien – dijo Sam sentándose a su lado – están en Boston. Fueron a visitar a su familia. Creímos que le haría bien a Joaquín. Karli, la bebe, ya tiene dos meses- Felicidades – dijo Bucky mirando a su alrededor- Cuando te llame… – dijo Sam- Un amigo me invito a tomar algo – dijo Bucky- ¿Estas saliendo con alguien? – preguntó Sam y su tono le grito a Bucky el dolor que esa noticia le causaba- Nos conocimos por el trabajo, es divertido… – dijo Bucky- Me olvidaste – susurro Sam- Sam, lo nuestro ya fue – dijo Bucky- ¡Para mí no! – dijo Sam – ¡yo te amo! – y el otro hombre lanzó una carcajada poniéndose de pie – ¡Bucky, hablo en serio! – también parándose sorprendido por la reacción recibida- ¿me amas? – dijo Bucky – ¿me amas y no nos hemos visto en meses? no entiendo tu amor, ¿y la verdad? no me interesa.- Cariño… no entiendo…- ¿hablas en serio Sam? – dijo Bucky sonriendo sorprendido – ¡no nos hemos visto en cuatro meses! ¡cuatro malditos meses!- Pero… hemos jugado…- ¡Hace dos que pones mil excusas para no conectarte! – grito Bucky y tras mirar la reacción atónita del moreno lanzo una carcajada sin gracia – ¡Por Dios Sam, no te habías dado cuenta que llevamos dos meses sin hablar! ¿Sabes qué? esto es una pérdida de tiempo. Aquí ya no existe nada – y se encamino hacia la puerta – dale mis saludos a tu esposa y felicidades por el bebe- Ex esposa – dijo Sam con un hilo de voz por lo que Bucky se detuvo en seco y miro sorprendido al moreno – la sentencia salió hace una semana- ¿Te… tú… te… divorciaste? – preguntó Sam con voz temblorosa- Por eso no te podía ver – dijo Sam con la mirada perdida –. No quería que pasaras por eso. No era justo para ti. Te quería proteger. Pensé que sería una… bonita sorpresa – y la voz se le quebró inevitablemente- Sam… – susurro Bucky mientras sus lágrimas caían- Empezar una vida… – dijo este y Bucky lo sintió como una cachetada por lo cerró los ojos – juntos. Te amo… y todo lo que… quería… era… Perdóname. Te falle y… ¡Dios!- Debiste… – susurro sentándose a su lado – decirme. Lo hubiese entendido. Sam… Hoy… por primera vez en meses… me estaba… dando una… oportunidad… real… de olvidarte – y Sam cerro los ojos conteniendo sus lágrimas – ¡y estaba fallando miserablemente! – y no pudo contener más su llanto – ¡tu llamada me saco de mi miseria! Perdóname tú a mí. Estuve a punto de fallarte- ¡Shh! – dijo Sam arrastrándolo hasta sentarlo en sus muslos y rodear su cintura con un brazo y entrelazar su otra mano a la del artista – ya paso. Te amo Bucky. Te amo tanto – y lo beso dulcemente   _________________________   La habitación estaba envuelta en una oscuridad impenetrable a las dos de la mañana, apenas iluminada por el tenue resplandor de una farola distante que se colaba tímidamente entre las persianas. El aire parecía denso y cargado, como si cada partícula de polvo flotante llevara consigo un fragmento de tristeza. La cama, deshecha y con sábanas arrugadas, daba la impresión de haber sido testigo de noches de insomnio y pensamientos inquietos.   El aire se sentía denso, cargado de una melancolía indefinida. En la mesita de noche, una foto enmarcada apenas se distinguía en la penumbra, evocando recuerdos de tiempos más felices que ahora parecían irreales y lejanos. Las sombras danzaban suavemente sobre las paredes, creando formas fantasmagóricas que parecían susurrar historias de melancolía. Un viejo reloj de pared marcaba el tiempo con un tic-tac apagado, cada segundo un recordatorio implacable de la soledad que impregnaba el ambiente. En una esquina, una silla vacía con una chaqueta colgada, olvidada, simbolizaba una presencia ausente que intensificaba la sensación de vacío. La cama, con sus sábanas arrugadas y sin hacer, daba la impresión de ser un refugio abandonado, un testigo mudo de noches de insomnio y lágrimas silenciosas.   El silencio era pesado, interrumpido únicamente por el ocasional crujido de la madera envejecida del suelo, como si la casa misma exhalara sus propios suspiros de tristeza. Sobre una mesa, una vela apagada y un libro cerrado yacían como vestigios de una compañía abandonada. El frío de la madrugada se filtraba a través de las grietas de las ventanas, añadiendo una capa de frialdad que penetraba hasta los huesos. El olor era una mezcla sutil de ropa sin lavar y flores marchitas en un jarrón olvidado, como si el paso del tiempo hubiese dejado su huella de manera cruel e implacable. La atmósfera estaba cargada de un vacío insondable, donde cada aliento se sentía pesado y cada pensamiento, una cadena que tiraba hacia el abismo de la tristeza.   En ese momento, la oscuridad no era solo la ausencia de luz, sino un manto que cubría la habitación con un sentimiento de desesperanza y desolación. Cada rincón y objeto parecía estar impregnado de una melancolía palpable, transformando el espacio en un refugio sombrío donde la tristeza reinaba sin ser desafiada. Las paredes parecían cerrarse lentamente, mientras enterrado entre frazadas que no lograban darle el calor que ansiaba, la mente de Bucky divagaba entre recuerdos y añoranzas, como si cada sombra fuera un espectro del pasado que no quería dejar ir. La tristeza se respiraba en cada rincón, se sentía en cada silencio, y parecía que el amanecer, con su promesa de luz, estaba aún a un mundo de distancia.   Nuevamente era 14 de Julio. Un año ya había pasado. Un año desde aquella conversación que habían tenido en el departamento de Sam. ¡Un año! Miro el anillo que tenía entre sus dedos. Se lo había quitado para verlo mejor, pero había terminado así. Hecho un ovillo en su cama llorando desconsoladamente. Sentía como Alphine subía a la cama y se acurrucaba a su lado, pero se sentía incapaz de abrazarla. Él necesitaba unos brazos humanos y morenos con desesperación. Fígaro maulló saltando de la cama, por lo que iba a regañarlo cuando su cintura fue aplastada contra el colchón   - Si te lo quitas a cada rato – dijo Sam tomando el anillo y colocándoselo nuevamente – lo perderás y cualquiera podría pensar que eres un hombre soltero e intentar robarte – sonriendo al ver la cara de sorpresa de su esposo al mirarlo – y es algo que no estoy dispuesto a permitir- ¡Sam! – grito Bucky abrazándose a él – ¡Dios, como te extrañe!- ¿Creíste que pasaría nuestro aniversario lejos de ti? – dijo el moreno sonriendo mientras lo besaba suavemente – feliz víspera de aniversario, señor Wilson – y lo beso nuevamente- ¿Por qué no me dijiste que venias? Hubiese ido al aeropuerto a esperarte – dijo Bucky mientras Sam se acomodaba sobre él basándole el cuello- Porque sabía que en cuanto te viese y va a querer hacer esto – dijo Sam metiendo su mano bajo el polo de Bucky- ¿Y desde cuando eso te importa? – pregunto este con los ojos cerrados sintiendo las caricias sobre su piel- No me importa – dijo Sam –, pero hoy no me quiero arriesgar a que nos encierren en celdas diferentes- Idiota – dijo Bucky mientras sus labios se encontraban en un beso dulce y tierno- ¿Empezamos oficialmente el festejo? – dijo Sam mientras una sonrisa guasona se abría paso entre los labios de Bucky. De un salto ambos estuvieron de pie   Entre risas, juegos y una carrera en la que Alphine y Fígaro tomaron parte a favor de Bucky llegaron a la sala. Cada uno tomo las cajas que estaba sobre la mesita frente al televisor. Tomaron el chip que estaba dentro de las cajas y los metieron en sus respectivos controles, luego cada uno tomo el otro disco y lo coloco en tu sien. Mantuvieron pulsado el botón de sincronización. Bucky escogió a Roxette y Sam a Lance.Al terminar el conteo pulsaron el botón y sus mentes viajaron atreves de la red hasta llegar al helipuerto del edificio más alto de la ciudad. El avatar de Sam vestía con un pantalón ancho de color negro y una camisa del mismo color que dejaba su pecho al descubierto, a la altura de la cintura llevaba colgando una faja amarilla. El avatar de Bucky lo hacía como como siempre tenía el cabello blanco y llevaba un vestido amarillo con una faja negra en la cintura y botas negras que le llegaban hasta encima de las rodillas   - ¿Listo? – dijo Sam- Primer Round. A pelear – dijo la voz en off dl programa- ¡Te hare morder el polvo! – dijo Bucky- ¡Te aseguro que no será polvo lo que morderé! – dijo Sam con una sonrisa torcida- Bla… bla… bla… – dijo Bucky de manera cansina – ¡que se vea!   La pelea inició y Roxette con una sonrisa maliciosa levantó su pierna e hizo volar a su rival. Ella no daba tregua y Lance no lograba parar los golpes de la pierna de la mujer sobre su rostro, pero cuando lo consiguió, Roxette salto sobre él y enredando sus piernas alrededor de su cuello para tirarlo al suelo sentándose sobre su pecho y golpeándole la cabeza. Lance los hizo girar varias veces hasta que Roxette quedo sentada sobre sus piernas que le sujetaba firmemente los glúteos desnudos