Capítulo VI: Caza A Ciegas
4 de octubre de 2025, 19:36
Advertencia: Capitulo extremadamente largo
La noche envolvió a París en un manto azul oscuro, salpicado por las luces titilantes de la ciudad. Desde su puesto en los tejados Luka observa la suite de Marinette con un vigía silencioso. Chloe se marchó hace unos minutos, dejando a Marinette acompañada por el silencio y sus intrusivos pensamientos. La quietud del lugar resulto para el vigilante más perturbador que cualquier tormenta.
Marinette se sentó en su silla favorita, junto a la ventana, mientras lee un libro iluminado por la luz de una lampara. La tenue iluminación se refleja con suavidad en su perfil, pero Luka podía percibir incluso desde la distancia la tensión en su rostro. El conoce cada nota de su melodía, y la esta noche, es más triste y quebrada de lo usual.
De repente, la vio llevarse las manos a la sien. Un gesto de dolor desfigurando su calma, el libro y la lampara caen en un ruido sordo. Luka siente el impulso de lanzarse hacia ella, tomarla entre sus brazos y protegerla de todo sufrimiento. Pero se mantuvo firme. Sabe que no puede interferir. Su presencia, su sola esencia, es un desencadenante de su agonía.
Si tan solo no hubiera escuchado a mi corazón...Pensó, con amargura. Solo fue un segundo. Un instante de debilidad, pero fue suficiente para desafinar su melodía.
Cerro los ojos, y allí, otra vez está el eco de un grito desgarrador que resuena en tu mente, tan nítido y doloroso como hace siete años. El grito de ella. El sonido que marco el "antes" y el "después" en su mundo.
Dentro de la suite, Marinette, con las manos aún aferradas a su cabeza, se dejó caer de rodillas sobre la alfombra. Sus dedos se enredaron en su cabello, jalándolo con desesperación, como si intentara evitar que su cerebro estalle con esa acción. Luka, desde su lugar apretó sus manos hasta que se blanquearon. No pudo contenerse más. Se lanzo de un salto silencioso hasta el balcón de la suite de Marinette, ocultándose detrás del muro que divide su habitación del Exterior.
Marinette jadea, las lágrimas corren por sus mejillas, su cabello cubre sus rasgos, pero todo su cuerpo grita sufrimiento. Cada sollozo de ella era una nota desafinada en su propia alma. Las inmensas ganas de llorar lo azotaron; creía haber agotado todas sus lágrimas por Marinette, pero como siempre ella logra demostrarle que su dolor todavía puede quebrarlo. Se sostiene de la pared, sintiéndose el compositor que arruino su obra maestra.
Los sollozos de Marinette se mezclaron con el eco del grito que nunca, nunca, dejaba de sonar. Un ruido seco se escucha desde el interior de la suite. Luka no necesita asomarse para saber que Marinette se había desplomado sobre la alfombra. Respira profundo, mirando el cielo, tan oscuro como su mundo, sin una luz en su firmamento.
Finalmente, Luka entro en la habitación. Se acerca al caído cuerpo de Marinette, cada paso pesado como una loza. Esta era una imagen que ya había visto incontables veces: Marinette desplomada, como un ángel caído al cual le habían arrancado sus alas. Toma su cuerpo entre sus brazos.
Sigue tan liviana, Piensa con el corazón encogido.
La recuesta con delicadeza sobre la mullida cama. Se sentó en el borde del colchón y comenzó una serie de movimientos mecánicos, practicados en silencio a lo largo de los años: Le quito los zapatos con lentitud, peina su cabello con ayuda sus dedos y arropa su frágil cuerpo con las sábanas. Luego camina por la habitación arreglando todo: acomoda los zapatos junto a la cama, coloca el libro en la estantería y levanta la lampara.
Al terminar, se acerca de nuevo a Marinette, su respiración es pausada, pero su ceño sigue fruncido. El mismo impulso de siempre regreso: quiere inclinarse y darle un beso en la frente, un gesto de despedida y buenas noches. Como es habitual, se contiene. Antes de que haga algo de lo se arrepienta, dio media vuelta, cerró las puertas de la habitación y deja la terraza de un salto silencioso.
Parado en el mismo tejado donde empezó su vigía, Luka volvió su mirada hacia la suite una última vez. La melancolía y añoranza brillando en sus ojos, ahora velados por la resignación. Da la espalda y su figura se pierde entre los tejados de la ciudad.
La noche envolvió a Luka mientras se mueve entre las tejas, cada salto era una nota a la sinfonía urbana que solo él puede escuchar. El frio viento nocturno seco las lágrimas que no se atreve a soltar, pero no puede apagar el fuego de remordimiento en su interior.
Se detiene en el techo de un negocio, respirando hondo. Pasa sus manos por el cabello, desesperado, como si ese simple gesto pudiera ordenar sus pensamientos y llevarse su malestar. Su mirada se posa en las personas que caminan por las calles iluminadas por las farolas, caminando tranquilas, ajenas a la oscuridad que acecha a su ciudad. Superficialmente, su comportamiento era normal, no obstante Luka sabe que algo les estaba pasando a las personas y no eran conscientes de ello, la sinfonía de sus almas está contaminada.
Luka salto desde el tejado hacia un callejón estrecho y poco iluminado, sus botas negras salpicando el agua sucia de un charco. Decidió mezclarse entre las personas, y escuchar desde cerca la sinfonía desafinada de la ciudad. No tiene un rumbo fijo, solo la necesidad de analizar el entorno, de buscar la fuente de la distorsión que envenena la melodía de París.
El recuerdo de su interacción con Marinette irrumpe en su mente, su calor y su olor arraigado en su conciencia. Sabe que lo que está haciendo es un riesgo. Entrar en su habitación, tocarla, arroparla... cada gesto había sido una tortura y una bendición.
_ Sigues haciendo lo mismo _ Una voz lo saco de sus pensamientos.
Alix estaba apoyada contra una farola, con los brazos cruzados y una expresión que no era de reproche, sino de comprensión. Se mueve hasta unirse al patrullaje junto a él.
_ Ya no estas enojada _ Inquiere Luka, una ceja alzada.
_ Nunca lo estuve, la palabra adecuada es harta _ Su mirada distraída en las calles _ Y no me cambies el tema _
_ No sé de qué estás hablando _ Miente Luka, tratando de esquivarla.
_ He visto el patrón _ Su mano toca el frio acero de una farola _ Cada que ella tiene una crisis particularmente fuerte, apareces. Arreglas su habitación, la arropas y desapareces. Como un fantasma benévolo _
Luka se detuvo, enfrentándola con mirada desafiante _ ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué la deje sufrir sola? _
_ Quiero que dejes de castigarte _ Respondió Alix _ Por favor, Luka, esto no es sano _ Pone las manos en jarra _ El incidente no fue tu culpa. Fue el precio de elegir el amor sobre el deber. Y en este mundo, eso es más raro de lo que crees _
Luka aprieta sus manos hasta hacerlas doler _ Te agradecería que no me vuelvas a mentir _ Dice entre dientes.
Alix encoge los hombros mientras suspira _ No me culpes por hacerlo, parece que ese es el único idioma que entiendes _
_ No soy un mentiroso _ Replica.
_ No hay mayor mentira, que la que creamos y afecta a quienes más queremos _ Lo reta con la mirada, escena bastante graciosa, porque Alix debe levantar mucho el cuello para verlo a la cara.
Luka quiere replicar, pero las palabras se atoran en la garganta, porque no hay nada que decir. Su mente está cansada, siete años de replicas y sermones sin llegar a nada. En ese momento, ve por el rabillo del ojo como varias personas pasan apresuradas por su lado, todas yendo a un lugar a sus espaldas. Alix tampoco lo mira, sus ojos fijos en un punto que él no puede ver.
Se giro, viendo cómo se aglomeran las personas, como polillas hacia la luz, en un callejón de la calle contigua. Luka y Alix se miran en instante; ambos tienen la misma idea. Corren hasta el callejón más cercano, vigilan que no hubiera ojos curiosos cerca, se preparan y, de un salto preciso y silencioso, caen en el tejado adyacente.
Hacen uso de las sombras a los rodean para moverse entre los tejados, apartamentos y callejones, procurando que nadie los viera. Cada uno cae con gracia y sigilo en los techos junto al callejón que atraía la atención de los transeúntes.
Cuando Luka y Alix miraron hacia su interior, sus ojos se abren de par en par.
En el fondo del callejón, junto a un contenedor de basura y de una rejilla de alcantarilla, emergen unas flores imposibles. Eran lirios de una blancura bioluminiscente que parecían palpitar con una luz propia. Sus pétalos, traslucidos y delicados, desprendían un aura etérea. A su alrededor, diminutas esferas blanquecinas flotan como si se movieran al compás del resplandor.
El espectáculo era tan hermoso como inquietante. Pero para Luka, quien puede escuchar una sinfonía delicada y perturbadora emana de las flores, el callejón entero se había convertido en una cacofonía caótica. Cada nota de esa melodía etérea se mezcla con la distorsión envenenada de la ciudad, haciendo que se le erizara la piel.
Luka contuvo la respiración, sus dedos se aferraron al borde del frio tejado. La música de las flores era escalofriantemente lamentable. Como si su brillo buscara liberar una sinergia en el mundo.
_ ¿Lo escuchas?... _ Murmuro sin apartar la vista del callejón.
Alix, a su lado, negó con la cabeza, pero su expresión era de profunda preocupación _ No oigo nada, pero puedo sentirlo... Es como si una energía se desprendiera y adhiriendo a las cosas _
Abajo las personas miraban las flores con éxtasis, pera ellas era como ver un evento astronómico único. Algunas ya habían levantado sus teléfonos grabando y fotografiando al extraño organismo. Pero extrañamente nadie se había acercado más allá del margen de los edificios.
_ No son solo flores _ Susurro Luka.
_ Obvio que no _ Agrego Alix, tratando de mirar de más cerca las partículas que expulsan las flores _ Es magia, pero no como la conocemos, es más compleja _
En ese momento, una camioneta se detuvo frente al callejón, de su interior descendieron una reportera y camarógrafo con su equipo en el hombro. Sus pasos fueron apurados, mientras apartan a las personas que obstruían el camino hacia las flores. La reportera hablo con voz exasperada mientras se pone en posición para empezar en el directo. Comenzaron a hacer un reporte sobre las extrañas flores, era como si encontraran el espécimen más innovar de la humanidad, y no estaba lejos de serlo. En un momento, la reportera se acercó peligrosamente a los lirios, extendiendo su mano hacia uno de ellos.
Alix y Luka se tensaron, sus cuerpos preparados para lo que pudiera avecinarse. En el instante que la mano de la reportera toco el pétalo de la flor cientos de esferas bioluminiscentes estallaron, iluminando por completo el oscuro callejón, era un espectáculo fascinante, cautivador. Las esferas eran como copos de nieve a la luz del sol, que al tocar la piel de las personas se desvanecían.
Luka miraba todo desde su puesto en el tejado, sus ojos azules reflejando el bello espectáculo _ Tengo que informarle al maestro Su-Han _ Su mandíbula se apretó, no se dejó cautivar por las flores, solo pudo ver un fenómeno que no debería de ocurrir.
Repentinamente, un sonido los alarmo a los dos. Se estremecieron en su lugar, buscando el origen del ruido. Luka sintió su bolsillo vibrar, cuando lo tentó, saco su teléfono y contesto apurado. Alix se somo por el borde del tejado, pero al parecer todas las personas estaban tan cautivadas por las flores que no habían escuchado nada.
Luka no vio quién lo llamaba, solo atinó a contestar. Cuando escuchó la voz de su hermana del otro lado, se tranquilizó un poco.
_ ¿Luka? ¿Estás ahí? _ Pregunto Juleka, con un tono que sonaba extrañamente normal en medio del caos.
_ Si, sí, estoy aquí _ Contesto Luka tratando que su voz no delatara su tensión _ Ahora no es el mejor momento, Jule. Estoy... ocupado _
_ Ocupado _ Luka casi pudo ver como cruzaba los brazos _ ¿Tan ocupado que se te olvido venir a buscarnos a Rose y a mí al aeropuerto. Llevamos media hora esperándote _
Un golpe de culpa recorre a Luka. Lo había olvidado por completo. Juleka y Rose volvían hoy a París después de tantos años en Londres, y él se había ofrecido a buscarlas. Pero entre una cosa y otra se le paso.
_ Lo siento, Jule _ Dijo Luka pasando una mano por su cabello _ Me surgió un... imprevisto _
_ Siempre hay un imprevisto contigo últimamente _ Respondió Juleka, su voz perdiendo algo de fuerza, tornándose preocupada _ Rose está muy cansada por el viaje, pensaba en reservar un hotel con tu ayuda, pero viendo la hora decidí detener un taxi que nos llevara hasta el barco _
_ ¿Qué? ¡No! El barco... _ Desde abajo una de las esferas cerca de su posición, e instintivamente Luka se desplomo boca abajo en el techo _ ¡Juleka, te dije que el barco no era una opción! _
Juleka contesto exasperada _ Luka ¿Qué esperas que... haga?... Rose... el barco... la Ca-pi-ta-na... Va-mos _ La voz de Juleka se oye entrecortada.
_ Jule, no te escucho _ Pero las palabras de la joven se siguen distorsionando, incluso Luka creyó escuchar un chirrido agudo al otro lado de la llamada _ Juleka, por Rose, no vayas al barco... ¡Jule, respóndeme! _ Replico Luka en un hilo de voz tenso mientras la esfera desciende hasta casi tocar sus cabellos.
_ ... ... ... CRZZZT... ¡AHHHHHHHHHH! _ Un grito profundo y masculino, que no provenía del otro lado de la línea, sino del teléfono mismo, estallo en sus oídos.
En un impulso, Luka aparta el dispositivo de su oído. El grito retumbo en sus tímpanos e hizo a Alix estremece a su lado. El joven sintió una extraña sensación de adormecimiento en su mano; en un instante, el teléfono se le resbala de los dedos, cayendo al callejón y destruyéndose con un golpe seco.
Las personas abajo miraron el teléfono destrozado y luego alzan sus cabezas hacia el tejado, pero antes de que pudieran reaccionar, Alix lanzo una daga que termino de destruir los restos del dispositivo. Acto seguido, ambos se retiraron saltando entre tejados, con los cuerpos tensos y un sudor frio corriendo por sus espaldas.
No hablaron. No hacía falta. Ambos habían escuchado el mismo grito desgarrador.
Luka se detiene junto a una chimenea, su mente asimilando todo lo que pudo descubrir de las flores e intentando deducir su origen o propósito, pero está en blanco. Nada lo preparo para esto.
_ Alix _ La nombra levantando su mirada _ Continúa investigando sobre esto, ve si hay más de esas... flores en la ciudad. Tengo que ir por Juleka y Rose _
Sin esperar respuesta se da la vuelta alejándose de la joven. Alix, por su lado, lo ve irse y luego a la luna. Ella toma su reloj de bolsillo, tocando con sus dedos el diseño grabado en la tapa.
Un diminuto conejo de orejas largas flota desde su chaqueta _ ¿Piensas transformarte? ¡Hazlo! ¡Quiero ver a los dinosaurios! ¡O tal vez a los mongoles! ¡Oh, oh, mejor al Príncipe Harry y el cómo revivió las decapitaciones! _ Fluff, el kwami del tiempo comenzó a hablar y moverse alocadamente alrededor de su portadora.
Alix, con la mandíbula tensa, ignoro la charla hiperactiva de Fluff. El grito seguía vibrando en sus oídos; no era solo un sonido, paralizo la mano de Luka.
_ Esto es serio Fluff _ Empieza Alix sin apartar su mirada de la luna _ En todos mis viajes por el mundo y en el tiempo no he visto algo como esas flores _
_ Ni yo ¿O tal vez sí? No lo sé, cuando viajas mucho por el tiempo se te olvidan cosas ¿O recuerdas? _ El kwami se coloca su mano debajo de su barbilla, su oreja temblando.
_ ¿No te sonó ese grito de algún momento? _ Inquiere Alix a la pequeña criatura.
_ Ah ¿No fue mi imaginación? ¿Ese grito de verdad paso? _ Chilla el kwami, sus orejas se estiran en un movimiento de impresión _ He escuchado muchos gritos a lo largo de mi existencia, pensé que solo eran mis orejas recordando _
_ Pero, ¿Nada te viene a la mente? _ Insiste la joven.
_ No. Ese para mí era un grito humano normal _ Luego Fluff estira todo su cuerpo como si recordara algo _ Normal... como cuando un humano es quemado vivo... ooooo... ya _
Alix cerro sus manos sobre el reloj de bolsillo, sintiendo el metal frio. Había regresado por la extraña concentración de energía mágica que rodeaba a la ciudad, pero no espero que la llevara a un camino del cual no ve una salida. La misión de Luka es personal y urgente; ella, por su parte, antes de un salto temporal que altere el presente debe entender primero la amenaza de las flores bioluminiscentes. Esto se volvió una caza a ciegas.
_ ¡Fluff, transformación!_ Ordeno Alix.
El kwami no esperó a que lo pidiera dos veces. Con un destello de luz y un remolino de energía azul y blanca, la joven Alix Kubdel se convirtió en Bunnix, la Guardiana del Tiempo. Su traje blanco y celeste perdiéndose entre el portal temporal que abrió.
La madriguera le dio la bienvenida. Las innumerables pantallas circulares flotaban en la nada, esperando sus órdenes. Bunnix se acercó a una de ellas, deslizando sus dedos sobre la superficie lisa. Retrocedió el tiempo que se muestras hasta llegar al callejón, horas antes. Se detuvo en seco.
Un remolino blanco, una mancha de estática visual, se retorcía en el centro del callejón.
_ ¿Qué es eso? _ Murmura, inclinándose. El lugar donde veía estar el torbellino se veía... pixelado. Distorsionado. Sus pantallas siempre de una claridad impecable, HD puro, fallaban. Imposible.
Dejo correr el tiempo, el torbellino se movió, devoro con su luz la oscuridad y se esfumo. Donde antes estuvo, las flores brotaron en la tapa de la alcantarilla y en el contenedor de basura.
Rebobino de nuevo, concentrándose en el contenedor. Contuvo la respiración. Un instante antes de que aparecieran las flores, algo estuvo allí. Pauso la pantalla en el fotograma indicado y su respiración se cortó.
Era una mano humana, pálida y sucia, que se aferraba al borde del contenedor con desesperación. Dejo la secuencia, un solo fotograma más. La mano no se apartó. Se desintegro, convirtiéndose en un fino polvo de ceniza que se dispersó en el aire. La ceniza, se movió, brotando de ella las flores bioluminiscentes abriendo sus pétalos, brillando con un brillo que ahora le resulta a Bunnix enfermizo y obsceno en la noche.
Bunnix retrocedió unos pasos en la inmensidad de la madriguera temporal, el corazón latiendo en su pecho. La imagen de esa mano desintegrándose para dar vida a las flores sentencio la calma de Alix. Acaba de ver un sacrificio. Las personas adoraban unas flores que surgieron de un asesinato. Estuvo en una escena del crimen y ni lo sabía.
_ ¿Quién?... _ Murmuro para sí misma, sus dedos temblorosos sobre la pantalla.
Rebobino nuevamente, más despacio esta vez, cuadro por cuadro. Quería ver el rostro, cualquier detalle. Pero la distorsión era demasiado grande, como si el tiempo se negara a mostrarlo, solo llego a ver un destello en su muñeca, tal vez un reloj o pulsera, antes de desintegrarse en la luz.
Su mente trabajaba a toda velocidad, conectando fragmentos. Las flores no eran una aparición espontánea, sino el resultado de algo mucho más siniestro. Algo o alguien, estaba usando a las personas como combustible para esta extraña flora mágica.
Alix no pudo evitar pensar en Luka. El estaría llegando al barco ahora, con el corazón en la mano, esperando encontrarse con su hermana y cuñada a salvo. Aunque con este nuevo descubrimiento parece que nadie lo está.
Luka llegaba a la calle junto al Sena. El barco en el que creció, vivió sus mejores momentos y lo vio partir, se mecía suavemente en la corriente, sus luces cálidas eran un faro familiar. Pero algo en el aire estaba mal.
Corrió por el muelle, sus pasos resonando sobre la madera. Luka tiene la necesidad urgente de encontrar a su hermana y cuñada, y alejarlas de ese lugar, la urgencia crecía a medida que escuchaba una discusión. Sus pisadas apenas tocando la cubierta del barco, su mano se sostuvo del barandal de las escaleras cuando escucho un grito, vio como un cuerpo cae desde la proa del barco hacia las oscuras aguas del Sena.
Luka subió corriendo las escaleras, con el corazón en la garganta, su cuerpo se erizo ante los gritos de su hermana "!Rose, Rose, ROSE!", y luego un golpe sordo.
Lo que encontró en la proa lo dejo paralizado. El caos reinaba en la cubierta. Una mesa volcada, instrumentos destruidos, macetas rotas esparciendo tierra y flores por doquier. En medio del desorden, Juleka yacía en suelo, sangrando por una herida en la cabeza, tratando de arrastrarse hasta la borda. Y sobre ella esta su madre, Anarka Couffanine, con un remo de madera ensangrentado. Luka ve como su madre, levanta el remo por encima de su cabeza, y lo desciende con fuerza hacia Juleka.
_ ¡Mamá, no! _ Grito Luka avanzando. No lo pensó dos veces, interponiéndose entre su madre y hermana justo cuando el remo descendía. El impacto le toco el hombro, y sintió un dolor agudo que le recorrió todo el cuerpo.
_ ¡Juleka, el agua! _ Grito señalando hacia donde Rose había caído.
Mientras Juleka se arrastraba hacia el borde, Luka se enfrentó a su madre, tomando el remo entre sus manos.
_ ¿No te dije que no volvieras, polizón? _ Masculla Anarka, tratando de quitarle el remo.
_ Te quiero mamá _ Susurro Luka, acercándose lentamente _ Pero no permitiré que lastimes a nadie mas _
Luka tomó el remo, apoyando la pala en la cubierta. Puso su pie en el guión de la caña y, con un empuje brusco, lanzó a su madre y el remo hacia el puente de mando, encerrándola adentro. En ese momento Juleka finalmente llego al borde y miro hacia las aguas. Su grito erizándole los vellos a Luka.
Se giro de un salto y corrió hasta el borde. Allí flotando en la oscuridad del Sena, vio algo que le helo la sangre; cientos de esas flores bioluminiscentes emergían de las aguas como una luz maligna. En el centro, flotando panza arriba, estaba el cuerpo inconsciente de Rose, rodeada de pétalos traslucidos de los lirios que ahora crecían directamente del agua.
Luka, apretó sus manos en la baranda, miro a su hermana que se levantó e hizo el amago de saltar _ Juleka, baja a tierra, yo buscare a Rose _ Su hermana lo miro con ojos desesperados, jadeando y con una mueca, sus labios se movieron tratando de decir algo, pero Luka no la dejo _ No estás en condiciones _ Puso una mano en su hombro _ Baja, llevare a Rose hasta ti, pero primero necesito que te pongas a salvo _
Los lirios comenzaron tejer un miro alrededor de Rose. Luka sabe que está perdiendo tiempo, pero no podía arriesgarse a que su hermana, ya herida, cayera en una trampa luminosa _ Confía en mí, Jule _ Murmuro, sosteniéndose del barandal.
Juleka se fue alejando a paso lento, y Luka regreso su mirada al cuerpo de Rose. Lo había hecho, dijo esas palabras. Recuerda que la última vez que lo hizo, aquella persona que debía proteger termino en un grito desgarrador que no dejaba de resonar en su mente.
Tomo impulso y salto hacia las flores, el agua a su alrededor brillo de un azul intenso. Las partículas de luz danzaban a su alrededor, y al tocar un lirio este desintegraba sus pétalos en más de esas esferas. Luka se sumergió, y al abrir los ojos fue como si estuviera en la superficie y de día, la nitidez que percibió debajo del agua lo paralizo, figurativamente y literalmente, el cuerpo de Luka se comenzó a hundir, como si una fuerza lo arrastrará a las profundidades del río.
Vio como esos lirios crearon una cadena desde el fondo del rio hasta la superficie, el acto era grotescamente atrayente. El aura de los lirios parecía diluirse con el agua y conectarse con la corriente del caudal. Extrañamente Luka no sintió la falta del oxígeno, como si no necesitara de él.
En un instante algo se sintió rozar por su espalda, y la movilidad regreso a su cuerpo, giro en su lugar, viendo como algo, casi traslucido, parecía alejarse entre las aguas. Un escalofrió cruzo su columna, no tiene deseos de descubrir que era eso. Miro hacia la superficie, allí encima suyo se encontraba flotando el cuerpo de Rose, su cabello extendiéndose pálido en el agua, los pétalos adhiriéndose a sus extremidades.
Luka nado con urgencia, sus movimientos amplios dispersando las esferas luminosas. Cada que sus brazos u otra extremidad rozaban un lirio este se desintegraba en un estallido plateado, pareciendo purificar el agua a su alrededor.
Alzo a Rose, Luka noto que su piel estaba alarmantemente gélida, sus ojos están cerrados, pero sus dedos se movían espasmódicamente _ Rose, soy Luka _ Le susurra mientras la aprisionaba con un brazo y con el otro alejaba las flores a su alrededor.
Los tallos submarinos parecieron unirse a su pantorrilla, el toque lo hizo sentir un calor punzante, similar al fuego. Con una fuerza sobre humana, desgarro los tallos, una vibración aguda sacudió las aguas a su alrededor, y todas las flores estallaron en partículas luminosas.
Aprovechando la oportunidad, Luka nado con todas sus fuerzas hasta la orilla del muelle, donde Juleka los esperaba con expresión aterrada. Arrastro a Rose hacia los brazos de su hermana, quien la tomo fuertemente entre sus brazos. Luka no tardo en salir del agua, sintiendo por primera vez la falta de oxígeno y un frio que le heló hasta los huesos, el golpe en su hombro comenzó a palpitar. Giro apenas la cabeza, sus ojos se abrieron hasta casi salirse. Una mano, alargada, palmeada y traslucida lo saludo, con movimientos lentos y juguetones desde la superficie central del Sena. El terror helaba su sangre, siente como si hubieran bajado el termostato.
Luka tomo a Rose de los brazos de su hermana, la cargo con un brazo al estilo princesa, ignorando su dolor, aprisiono la muñeca de Juleka y se fue a paso rápido de allí. Su mente solo pensaba en resguardar en un lugar seguro a su hermana y cuñada, un lugar donde pudieran descansar y recibir atención médica, y solo se le ocurrió un sitio con todas esas condiciones, El Le Grand Paris.
Luka irrumpió a través de las puertas giratorias, empapando la alfombra inmaculada y el mármol blanco. Cargaba a Rose, pálida e inconsciente, mientras arrastraba a Juleka, que cojeaba visiblemente, la sangre de su sien se secó sobre su mejilla. Su contraste con el lujo y brillo del vestíbulo era surreal.
Los pocos huéspedes, con ropas suntuosas y botellas de champan a medio camino de su boca los miraron.
_ Necesito una suite, ahora _ La voz de Luka, áspera y teñida por el pánico corto el aire. La recepcionista quedo pasmada, escudriño a las personas frente suyo _ Dije ahora _ Grito, soltando la mano de Juleka y estampando la suya contra el mostrador _ Y llama a tu jefa, dile que Luka Couffaine necesita decirle algo urgente _
La mujer trago grueso, tocando repetidamente el botón de seguridad debajo del mostrador.
_ Yo puedo encargarme de esto _ Dijo una voz gruesa al lado de Luka. Emil se ajustó su camisa hasta los antebrazos, analizando a Luka con la mirada, se paró delante de él, con porte recto _ Dale las llaves de la suite Eiffel _ Dijo dirigiéndose a la recepcionista, pero sin apartar sus ojos cafés de los azules de Luka.
La mujer, miraba el intercambio de miradas sorprendida. Pero no desafío las palabras de Emil. Torpemente extendió las llaves, y en el instante que las coloco, Emil se las quito _ Los guiare hasta su suite _ Su voz era aterciopelada y juguetona _ Síganme _ Se dio la vuelta con elegancia caminando hacia el ascensor con las llaves girando en su dedo.
El ascensor se alzó en un silencio tenso. Juleka se apoya contra la pared con respiración entrecortada. Rose en los brazos de Luka parecía una muñeca de porcelana. Emil de espalda mira con neutralidad los números digitales, su comportamiento parecía calmadamente obsceno para la situación.
El ascensor se detuvo, sus puertas exponiendo un lujoso pasillo a sus anchas. Emil tomo la delantera, caminando como si cada metro de ese lugar fuera suyo. Los guio hasta unas puertas y al abrirlas, una suite de grandes ventanales con vista a la torre Eiffel los recibió.
Emil se detuvo en el centro del living, con los brazos extendidos. Una fina sonrisa de triunfo _ Bienvenidos a su refugio temporal. Como solicito una suite, de las mejores, preparada para ustedes _ Da un paso, caminando a un lado de Luka, que se dirigía con una Rose inconsciente y Juleka siguiéndolo hasta la habitación _ Ya les traeré el médico y a la jefa _ Acto seguido, dejo las llaves junto a una mesa y salió de la suite.
Luka deposito a Rose con extrema delicadeza en la cama King size, sus dedos eran temblorosos mientras buscaba el pulso en su cuello, era débil, pero estable. Libero un suspiro aliviado que no sabía que contenía. Juleka se desplomo a su lado tomando la mano de su esposa entre las suyas.
_ La ayuda ya viene, Jule _ Susurro Luka tocándola del hombro y apartando delicadamente los cabellos sobre su herido.
_ Mamá _ Murmuro Juleka, en un hilo quebrado _ ¿Qué le paso, Luka? _
Luka apretó sus dientes _ No lo sé, pero estoy tratando de averiguarlo. También se comportó así cuando llegue al barco por primera vez _ Su mirada cayendo sobre Rose _ Quería evitar que algo así pasara _
_ ¿Por qué no me dijiste? _ El cuerpo de Juleka tembló.
_ ¿Me hubieras creído si te digo que mamá, intento lanzarme de uno de sus cañones cuando pise el barco? _ Juleka ríe nerviosamente, es una escena que resultaba graciosa, pero que ahora sabiendo hasta donde podía llegar su madre, no debió ser tan divertida como sonaba _ Tranquila, voy a preparar un té, necesitas relajarte _
Antes de salir, se aseguró que ambas estuvieran intactas, Juleka besa las manos Rose una y otra vez, la angustia grabada en sus expresiones y acciones, la rubia se veía alarmantemente pálida, su ropa mojaba las sábanas bajo suyo _ Jule... deberías cambiar a Rose, la noche es muy fría _ Y cerro las puertas.
Llego al living de la suite, apoyándose contra una pared, fuera de la vista, se permitió que el temblor en su cuerpo se apoderara de él. El hombro le ardía con cada latido de su corazón. Luka no pudo quitarse la imagen de esa mano traslucida y palmeada saliendo del agua. No era una alucinación. Lo vio.
El sonido de la puerta principal ser tocada lo alerto, se puso rígido y se secó el sudor de la frente. Se paro frente a la puerta, la vuelven a golpear, tres golpes insistentes. Expectante tomo el pomo y lo giro.
_ Hasta que abres, Couffaine _ La voz áspera de Chloe entra por sus oídos _ Si pidieron un médico no deberías tardar tanto _ Se hace un espacio pasando al interior de la suite _ ¿Dónde están? _ Su pregunta fue ruda y cortante, no especifico a quien se refería, pero Luka supo interpretarla.
_ Descansando en la habitación _ Su voz sale más baja de lo que esperaba, hasta le sonó desconocida. Chloe lo ignoro y le hizo una seña a un hombre con bata al lado de Emil, el médico, ese asiente hacia Chloe y luego se va por donde ella señalo, la habitación.
Chloe se quedó plantada en el centro del living, sus brazos cruzados sobre el pecho. No miraba a Luka, sino que escudriñaba el lujoso entorno con una mezcla de desdén y alerta. El silencio entre ellos era pesado.
_ ¿Y tú? _ La pregunta de Chloe corto el aire. Sus ojos azules se clavaron sobre él _ Te ves peor que un fantasma ¿Necesitas que el medico te eche un vistazo también? _
Luka negó con la cabeza _ Estoy bien. Es solo... la impresión _
Una ceja de Chloe se arqueo, escéptica _ ¿Solo impresión? Por favor, Couffaine. Tu brazo tiembla y estas más pálido que la pared _ Su mirada bajo a su hombro y siguió hasta su mano, donde estaba empapada de una sustancia oscura y pegajosa _ Y estas sangrando _
Instintivamente, Luka llevo la mano a su hombro. Un dolor punzante le recorrió el torso al contacto. Retiro los dedos, no había nada, pero su otra mano estaba manchada de un rojo brillante. Se había olvidado por completo de la herida, de la fuerza brutal que empleo su madre para golpear a Juleka, golpe que él recibió.
_ Fue un accidente _ Murmuro, desviando la mirada _ Me golpee con una abrazadera cuando salve a Rose del agua _
_ Que conveniente _ Refunfuño Chloe, pero no insistió. En ese momento, el médico salió de la habitación. Su rostro era serio.
_ La señorita Couffaine está estable por ahora _ Informo, dirigiéndose a ambos _ Esta deshidratada y en estado de shock. Le he administrado un sedante suave para que descanse. La otra señora Couffaine. Necesita calmarse. Está al borde del colapso y su herida ya la traté, sugiero que no tenga emociones fuertes y les recete unas pastillas por su tiene dolores de cabeza _
_ Gracias, doctor _ Dice Luka, recuperando un ápice de fuerza.
_ Doctor, puede tratar el hombro de este hombre, está sangrando _ Luka la miro con una cara de pocos amigos, Chloe lo ignoro mirándose las uñas, al final el de puntas cian tuvo que ceder.
El médico asintió con resignación ante la orden de Chloé y señaló a Luka para que se sentara en un sofá. Luka se quitó la chaqueta, pero el médico lo insto a no moverse más, a regañadientes siguió las órdenes. Con movimientos profesionales el médico corto la tela de la camisa alrededor del hombro. La herida era grotesca, un moretón profundo y sangrante.
_ Mmm... _ Gruñe el médico, y con sus manos tomo los restos de la camisa desgarrándola del cuerpo de Luka.
Un silbido de Chloe se escucha en la silenciosa suite. Emil le echa una mirada inquisidora _ ¿Qué? Tengo ojos para mirar _ Fue lo que dijo la rubia.
El médico y Luka ignoraron el intercambio de esos dos _ ¿Con que te hiciste esta herida? _ Pregunta el hombre mientras limpia la sangre.
_ Una abrazadera _ La respuesta de Luka fue cortante.
El médico miro atentamente la herida _ Curioso... El golpe es contundente, como si lo hubieran hecho a propósito... Puede que te golpearas con otra cosa y no recuerdas _ Busco algo en el maletín _ Le daré puntos y un antibiótico. Tendrá mucho dolor _
Luka sintió el peso de la mirada de Chloe. Sabía que no se lo estaba tragando. Mientras el médico trabajaba, Luka cerró los ojos, intentando no hacer ruido. Cada pinchazo de la aguja le hizo recordar el ardor que sintió en su pantorrilla cuando desgarro los tallos.
Al terminar, el médico se fue, dejando un silencio aún más pesado. Chloe se acercó peligrosamente al cuerpo de Luka, su perfume caro contrastaba brutalmente con el olor a sal y angustia que impregnaba el aire _ Bien. Ahora que la princesita está atendida, vas a contarme qué demonios está pasando aquí _
Luka contuvo la respiración. La imagen de esas flores bioluminiscentes, el grito que le helo la sangre, el comportamiento violento de su madre y la mano palmeada, grotesca y antinatural, volvió a su mente con fuerza aterradora. Chloe no se iría sin respuestas.
_ Hay algo enfermando a París _ Comenzó, su voz firme. Chloe se apartó sentándose en el sofá a su lado _ No sé qué es, todavía lo estoy averiguando. Pero las personas actúan extrañas, aunque conociéndote ya debiste verlo _ Chloe asiente, su expresión más seria de lo normal _ Hoy descubrí la existencia de unas flores que no parecen de este mundo, brillantes como la luz de una estrella y delicadas como una anémona, su apariencia es como la de un lirio _ Luka omitió a propósito la mención de Alix _ Algo paso cuando Juleka me llamo, la señal se cortó y un grotesco grito provino del teléfono, fue un grito masculino _ Luka respiro pesado preparándose para lo que estaba por decir _ Mi madre ha estado actuando raro desde que llegue, cuando me vio intento atacarme. Y cuando llegaron Rose y Juleka, golpeo a mi hermana, lanzo a Rose por la borda y la herida en mi hombro fue otro golpe que recibí por Juleka _ Chloe contuvo la respiración _ Luego cientos de esas flores flotaban en el agua, y se arremolinaban hacia el cuerpo de Rose... No sé si esas flores son una amenazan, o lo que hacen. Pero puedo asegurarte que cuando se desintegran, lo que queda de ellas se mezcla con lo que tiene alrededor... Y algo mas _
_ Wo wo wo wo _ Se apresura Chloe, levantándose de su lugar mientras pasa sus manos sudadas sobre su chaqueta _ Esto es demasiada información. Déjame procesar _ Las manos de Chloe masajean sus sienes, tiene una expresión contrariada.
_ ... Una criatura está viviendo en el Sena _ Suelta al final Luka.
_ ¡Te dije que me dejaras procesar! _ Se voltea bruscamente, escupiendo las palabras de su cara.
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El agua caliente golpeaba la espalda de Luka como una lluvia de agujas, pero eso ni siquiera podía lavar la suciedad que sentía adherida a la piel. Bajo la regadera de su apartamento, con los ojos cerrados, los recuerdos del día anterior giraban en una vorágine de sensaciones que amenazaban con derribarlo.
El recuerdo era vivido y brutal. Podía sentir el golpe del remo contra su piel y el crujir de la madera. Pero más doloroso que todo, era el recuerdo grabado a fuego, de los ojos iracundos de su madre, aquella que antes lo miraba con travesura y sabiduría. Eso le causaba un dolor más profundo que cualquier herida.
Apoyo la frente contra la fría pared de azulejos, dejando que el agua corriera por su nuca. La tensión en sus músculos era una cuerda a punto de romperse. Toco la gaza que cubría los puntos en su hombro, el toque mando un espasmo de dolor. Había salvado a Rose, sí, pero a que costo. Juleka estaba herida, su madre se perdió en algo que no puede explicar, y esa cosa, de manos palmeadas y traslucidas, ahora habita las aguas de lo que fue su hogar.
Salió de la ducha envuelto en vapor, el espejo empañado le devolvió una imagen fantasmagórica. Se vistió con movimientos automáticos, mientras su mente pensaba a mil por hora, trazando y descantando planes ¿Cómo luchar contra una amenaza que no podía nombrar?
Cuando salió del baño, un aroma familiar lo atrajo como un hechizo hacia la cocina. El olor a café caliente, su preciado café. Llego hasta el umbral observando la escena. Alix estaba de espaldas preparando unos panqueques y una taza de café humeante a su lado, era demasiado normal para el caos que estaba viviendo.
Alix se giró tomando un sorbo de su taza de café, al ver a Luka en el umbral como un niño espiando a su madre, se sorprendió _ Oh. Hola Luka _ Tomo otro sorbo, el hombre se quedó viendo fijamente la taza con el líquido humeante _ ¿Quieres? _
Luka asintió una vez con la cabeza, Alix se giró tomando la cafetera y una taza de la repisa _ Disfruta _ Dijo dejando la taza y un plato de panqueques frente a Luka en el mesón.
_ Estas siendo muy amable conmigo ¿Cuál es la trampa? _ Pregunta Luka.
_ No hay trampa, músico _ Respondió Alix mientras dejaba un termo de café a un lado de Luka, su expresión siendo muy seria _ Solo pienso que debes mantener las fuerzas, después... de lo de anoche _ Hizo una pausa buscando las palabras _ ... Bueno, hasta los guardianes del tiempo necesitamos un descanso. Y te ves al borde del colapso _
Luka tomo la taza de café, dándole un profundo trago, sintiendo como el líquido caliente revitaliza todo su ser.
_ ¿Y tú? _ Miro apenas por encima de la taza _ ¿Qué descubriste después que me fui?_
Alix se apoyó contra el mesón, cruzando los brazos _Es peor de lo que pensamos, esas no son flores _ Bajo la voz _ Revise los registros temporales... esas cosas... brotan de las personas. O de lo que queda de ellas _
_ ¿Qué quieres decir? _ Soltó la taza en sus manos.
_ Vi como aparecieron, Luka _ Sus manos apretadas hasta perder el color _ Había una mano humana aferrándose al contenedor... Y luego se desintegro en cenizas, y de esas cenizas brotaron las flores. Alguien está usando a las personas como combustible para esas cosas _
El silencio entre ellos se sintió frio y pesado, el café repentinamente se volvió agrio, mezclado con el horror de la revelación.
_ Ese grito en el teléfono... _ Murmuro Luka.
_ Seguramente fue de quienquiera que se convirtió en ese jardín macabro _ Asintió Alix sombríamente.
Luka dejo la taza, el sabor del café ahora sintiéndose repugnante en su paladar _ Pero esas flores en el río... eran demasiadas, si lo que dices es cierto... muchas personas ya fueron desintegradas _ Se paso la mano por el rostro, sintiendo el peso de cada palabra _ Mi madre, Rose... Y esa cosa en el río ¿Crees que todo esté conectado? _
_ Debe de estarlo _ Afirmo Alix _ Todo debe ser parte del mismo rompecabezas macabro _ Se acerco a él _ Luka, necesitamos armarnos. Porque si alguien está transformando personas en flores, es solo el comienzo _ Luka miro por la ventana, admirando el caudal del río que le traía paz _ Y seguramente ya dieron su primer paso fuera de las sombras _ Luka la vio sin entender del todo sus palabras ¿Había más? _ Gabriel Agreste fue encontrado muerto en su celda _
Luka se irguió de inmediato, toda la fatiga y el horror anterior empujándose a segundo plano ante la nueva comprensión.
_ ¿Gabriel Agreste? ¿Monarca? _ Pregunto asegurándose de haber oído bien _ El mismo hombre que lleva años pudriéndose en el Tartaro _
Alix asintió _ El mismo. Las autoridades lo llaman suicidio. Pero tú y yo sabemos que eso es una mentira, así como la paz de esta ciudad _
_ ... Aquello que está detrás de las flores también tuvo que estarlo de Gabriel _ Declaro Luka con certeza. Un nuevo nivel de urgencia azoto su cuerpo cuando Alix asintió a sus palabras. Ahora el problema no era sobre entender una anomalía mágica o salvar a su madre _ Si nuestra conclusión es correcta, entonces... esto es sistemático. Organizado _
Se acercó a la mesa y tomó el termo de café que Alix había dejado, esta vez bebiendo con determinación. El líquido caliente revitalizando sus sentidos _ Necesitamos más información _ Miro a los ojos a Alix _ Tú tienes acceso a los registros del tiempo. Yo puedo escuchar la melodía de la ciudad y rastrear la distorsión. Juntos podemos encontrar el punto de origen _
Alix esbozó una sonrisa llena de ferocidad _ Así me gusta, tan lleno de vida _ Le da una palmada en el hombro sano _ Me sumergiré fondo en la línea del tiempo. Vere los últimos días de Gabriel minuto a minuto. Tal vez haya dejado una pista o algún patrón... _ Giro sobre sus talones mientras exclama _ ¡Fluff, transformación! _ Su cuerpo se envolvió en un resplandor blanco azulado que la convirtió en Bunnix _ Nos vemos _ Se despide con un saludo desenfadado mientras un portal se abre a sus espaldas. Con una ágil pirueta desapareciendo en el vórtice.
Luka permanece solo en la amplitud del apartamento compartido _ Iré al Sena _ Le dice a la nada, sabiendo que Alix en algún momento del flujo temporal podrá captar sus palabras _ Tratare de percibir la melodía de esa criatura o rastrear el origen de las flores _ Sus ojos se posaron en el escritorio _ También enviare una carta a Su-Han, quizás la Orden de los Guardianes tenga algún registro sobre esto _
Se dirigió al escritorio con determinación, tomando un pergamino y tintero. Su mano se movió precisión sobre el papel describiendo las flores bioluminiscentes, su macabro origen, su encuentro con la criatura en el rio, el extraño comportamiento de algunas personas y la sospechosa muerte de Gabriel.
Al terminar Luka tomo su flauta, tocando una melodía ágil y vivaz que se elevó hacia el cielo. De entre las nubes descendió un halcón majestuoso, el ave se posa en el ventanal donde en su espalda lleva un equipo de mensajería.
Luka enrolló el pergamino con cuidado, lo sello con cera y lo coloco en el compartimento del halcón. Al cerrar la pequeña capsula el ave emitió un grito agudo y voló entre los edificios de París, perdiéndose entre ellos. Luka giro sobre sus pasos, una determinación fría naciendo en su interior, tomo su chaqueta y salió del apartamento.
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La determinación que había en el corazón de Luka comenzó a ceder. Llevaba más de veinticuatro horas patrullando las orillas del Sena, con los sentidos afinados al máximo, tratando de escuchar o ver algo, pero no había rastro de la criatura transparente o las flores bioluminiscentes, era como si se esfumaran y se estuvieran burlando de él.
La fatiga era una montaña sobre sus hombros, sus músculos tensos y su hombro herido protestaban con insistencia. Incluso un viaje rutinario a una tienda de teléfonos, porque el suyo se destruyó, se había convertido en un enfrentamiento desagradable con una madre porque su hija quería el mismo modelo que él y no había más. Hasta la normalidad se sintió áspera y hostil.
Ahora se encuentra en un tejado con vista al río, mordisqueando un croissant de un puesto callejero. La masa le parecía insípida y grasienta, su mente traicionera lo hizo añorar el dulce sabor de los panes que horneaban los padres de Marinette. Ese simple pensamiento era un lujo que en este instante no se tenía permitido tener.
En ese momento, una sombra se cruzó frente al sol. El halcón mensajero se posó a su lado con un aleteo suave, acicalando sus plumas con majestuosidad. Luka se lanzó hacia el ave, con una esperanza naciendo en su corazón, sus dedos encontrando con urgencia el pergamino. Lo desenrollo con manos que apenas lograban sostenerlo. Su esperanza se hizo añicos. La respuesta de Su-Han era fría y precisa, no sabía nada de flores luminosas o criaturas acuáticas transparentes, pero la decepción paso a horror a medida que seguía leyendo el contenido del pergamino. La guarida de los Guardianes fue violada.
"Algo muy malo ha ocurrido" Decía la carta con una caligrafía tensa "Un intruso penetro en el templo. Intento llevarse la caja de los Miraculous. Logro huir con el de la Mariposa, el del Pavo Real y del Perro".
El pergamino se le escapó de sus manos y se enrolló en el tejado. La comprensión de este suceso lo dejo inmóvil y con la respiración entrecortada. Alguien no solo había logrado penetrar en el santuario más protegido del mundo mágico, también desaparecer con tres Miraculous, dos de ellos siendo los más peligrosos y corruptos del mundo.
Se froto los ojos, sintiendo el peso del insomnio y la desesperación. Y justo cuando pensó que estaba por tocar fondo, sentir que el suelo cedía ante sus pies y desfallecer su teléfono sonó en su bolsillo. Respiro pesadamente, su cuerpo temblando con cada espasmo, mientras saca el dispositivo viendo que un número desconocido lo llamaba, tragando grueso contesta.
_ ...H-Hola _ Su voz sale entrecortada y ahogada. Nadie tiene su nuevo número ¿Quién podría estarlo llamando?
_ ¡Luka! ¡Ven de inmediato a la mansión Agreste! _ Ordeno la voz de Alix al otro lado. Se escucha alarmada e incrédula como nunca antes.
_ ¡Alix! ¿Qué pasa? ¿Por qué la mansión Agreste? _ Logro articular en un eco ronco de su propio agotamiento.
_ No hay tiempo para explicar... _ Le espeto ella, en el fondo se podía escuchar el sonido de pisadas rápidas y un portazo _ ¡Ven ya!... Alguien irrumpió en la mansión. Y trajo a las malditas flores consigo... Tu melodía está aquí _ La línea se cortó, el monótono sonido sonaba insistente en su oído, como un disparo de salida. Las palabras de Alix resonaban en su cráneo, más claras y terroríficas que nunca.
Sin pensarlo dos veces, Luka se lanzó al vacío. Sus pies encontraron el borde de una cornisa, sus manos se aferraron a una saliente de piedra. Se movía con una agilidad renacida, un propósito feroz impulsando cada músculo.
Todo lo demás se desvaneció, el agotamiento, la frustración, el robo de Miraculous, barriéndose por un terror y determinación tan pura que le quemaba las venas. El enemigo había escogido el campo de batalla, y sin saberlo, había puesto al único ser en este mundo que podía darle a Luka la fuerza para cruzar el mismo infierno.
Y él no pensaba llegar tarde.
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El comedor de la mansión Agreste se convirtió en el escenario de una tensión apenas contenida. La llegada de Kagami acompañada de la aparición de Shiro Tsurugi añadían una nueva capa que los presentes no estaban ansiosos por descubrir que consecuencias traería.
Alix fue la primera en salir del hechizo de silencio _ Espera, me estás diciendo que... ¿Este es ese primo? ¿El mismo que se iba a casar? _ Su mirada escudriña a Shiro de arriba abajo, buscando algún rastro de un novio feliz y no encontrando ninguno. El joven sigue con su postura rígida, pero sus ojos se mueven ávidamente por el cuarto.
Chloe palideció _ No puede ser, Tsurugi. Trajiste a un fugitivo a la guarida del león _ Sus ojos se clavaron en Kagami, demostrando una mezcla de incredulidad y admiración.
_ Créeme, cuando lo vi quise lanzarlo en pleno pico nevado de Rusia _ Kagami cruza los brazos mientras se recuerda aún más del cuerpo de Adrien. Le lanza una mirada furtiva a Shiro en la puerta.
Marc se llevó la mano instintivamente a la mejilla, sintiendo como el dolor volvía ante la mención de otro problema. Nino permaneció en su lugar con la boca abierta, todavía asimilando la nueva capa de locura que se agregaba.
Marinette, sintió el suelo moverse bajo sus pies, la implicación de raptar a uno de los hijos insignes de una de las familias más poderosas de Japón. Su mirada pasa a Kagami y su actitud serena ¿Cómo podía estar tan calmada cuando acaba de traer al epicentro de un nuevo problema hasta ellos?
Adrien se puso recto en el instante, el agotamiento reemplazado por una alerta aguda. Miro a Shiro y ese fue el encuentro de miradas entre dos hombres que buscan escapar de sus familias, aunque de formas diferentes.
_ Shiro_ Pronuncia Adrien con una calma en su voz que lo sorprendió hasta a el mismo _ Bienvenido a París _ Hizo una pausa pensando su siguiente movimiento _ ¿De qué huyes? _
Shiro Tsurugi permaneció recto, con una mirada de determinación dijo _ Estoy tratando de evitar que la ceremonia de mi boda se convierta en mi funeral _ Respondió con una voz clara y suave, con un ligero acento japones.
La respuesta cayó como una bomba. Todos aguantaron la respiración, como si de esa manera pudieran evitar la nueva catástrofe que esta por cernirse sobre sus hombros. Las miradas de horror e incredulidad viajaron entre los rostros de Marinette y sus amigos, excepto Kagami, que se sirvió vino en la misma copa que había tomado Adrien.
Esta vez, quien tuvo la fuerza para preguntar fue Nino, su voz un hilo delgado _ ¿Qué quieres decir... _ En ese momento las luces titilaron y el fuego en la chimenea se volvió blanco.
Marc y Marinette que estaban cerca, se alejaron torpemente. Marinette saltando por encima del sofá hasta casi caer en el regazo de una Alix sorprendida y, Marc tropezó con sus propios pasos chocando su cabeza contra el espaldar del puesto del atónito Nino. Emil tomo a Chloe del brazo colocándola ágilmente detrás suyo.
No obstante, el color del fuego fue volviendo a la normalidad. Adrien y Kagami se habían levantado tomando posición de combate. Shiro, en un acto de puro instinto, se colocó espalda con espalda con Kagami. Sus posturas eran rígidas casi como si se estuvieran preparando para el combate. Las luces en la mansión seguían parpadeando hasta apagarse por completo, dejando a la mansión en penumbra, con solo la luz del exterior entrando por las ventanas.
_ Qué demonios _ Mascullo Alix.
Se escucha un golpe sordo desde afuera del comedor. El silencio que siguió era denso, cargado de un miedo palpable.
_ Quédense aquí _ Pronuncia Emil, dejando a Chloe junto a Alix, luego su figura se recostó a un lado de la puerta _ Voy a ver que está pasando afuera _ Salió de un movimiento de la habitación.
Luego de la partida de Emil, solo se escuchaba la respiración agitada de Marc, que se tocaba la cabeza, adolorido, y el incesante golpe del pie de Chloe contra el mármol.
_ Que ridículo _ Mascullo Chloe con los brazos envolviendo su cuerpo, su voz carente de su habitual tono arrogante.
Alix a su lado, parecía una gata a punto de saltar, miraba todo el entorno con ojos agudos y perspicaces, disimuladamente tomo a Marinette y Chloe de los brazos acercándolas más hacia su propio cuerpo. Marinette sintió un frio recorrerle la espalda, fue una sensación antinatural. Giro un poco su cabeza, lo suficiente para ver como la ventana era asediada por gruesas enredaderas, privándolos de la luz del exterior. El fuego en la chimenea ilumino los rostros horrorizados de todos en la sala, Nino tomo el brazo de Marc, un acto puramente instintivo, preparándose para correr.
El vidrio crujió por la presión de las enredaderas, el sonido lleno el lugar antes que la ventana se destruyera y las enredaderas entraran como una estampida de serpientes gruesas. Madera y porcelana haciéndose añicos bajo la fuerza bruta invasora. Las enredaderas se arrastraron por el suelo, rodeando las piernas de los muebles y amenazando con hacer lo mismo con los presentes.
_ ¡Atrás! ¡Todos fuera! _ Grito Adrien agarrando el brazo de Kagami y arrastrando a Shiro hasta la puerta, mirando en el último segundo como las cenizas del que fue su padre se perdían entre el caos.
Nino, sin soltar a Marc, arrastro a su amigo tambaleante a la misma dirección. Alix con una fuerza sorprendente empujo a Marinette y Chloe cerrando las puertas a sus espaldas. Viendo como sus amigos desaparecían por una esquina, Alix se esconde detrás de una columna.
_ ¡Fluff, transformación! _ Grito en el momento justo que las enredaderas derribaban las puertas del que alguna vez fue comedor _ Diablos _ Murmuro comenzando a maniobrar entre las enredaderas sin verdaderamente querer huir de ellas.
El grupo irrumpió jadeando en el vestíbulo, no por cansancio sino por el sobresalto. Fue entonces que un grito desgarrador de Chloe retumba en las paredes, más estridente que cualquier sonido que hubieran escuchado antes.
_ ¡Emil! _ Todos giraron sus miradas aterradas. Tendido en el frio piso de mármol se hallaba el inconsciente cuerpo de Emil, en ese momento Chloe se lanzó a su lado. Sus manos acariciaron el anormal rostro pálido del guardaespaldas, y recorrieron su cuerpo en búsqueda de alguna herida que explicara el suceso _ No sangra... no hay golpes _ Murmuro, su voz quebrandose entre la confusión y el pánico _ Emil, despierta ¡Es una orden! _ Pero el hombre no reacciono, su respiración apenas perceptible. Se inclino sobre su torso enterrando su cabeza en su cuello y sus dedos aferrándose a su cabello rojo, como si se estuviera anclando a su presencia.
_ Así que esto es la vida en París _ Comento Shiro con una calma académica que sonaba hasta chocante. Todas las miradas cayeron sobre él, con consternación.
Con un estruendo que hizo temblar los cimientos de la mansión, de la que fue la oficina de Gabriel Agreste fue lanzado, como un proyectil, el cuerpo masivo de Gorlia. El hombre voló varios metros antes de estrellarse en la pared opuesta agrietando el yeso. La mole desplomándose a un lado del cuerpo de Emil.
En ese momento todos los presentes sintieron los huesos helarse. Los dos pilares de fuerza y protección de sus respectivos mundos acababan de ser repelidos por un enemigo que todavía desconocían.
_ Todavía piensas que estamos exagerando _ La voz aterrada de Marc sale en un hilo hacia Adrien, quien aprisionaba a Kagami entre sus brazos.
_ Marc, este no es el momento _ Le dice Marinette, su voz también sonando terriblemente baja, mientras se alejaba de las puertas caídas junto a sus compañeros. En ese momento de entre las puertas se ve emerger una figura, era una silueta humana, oculta por el polvo de la colisión de Gorila _ ... Antes de que nos maten ¿Alguien sabe dónde está Alix? _
En el piso del umbral de la entrada del estudio, o lo que queda de ella, aparece un vórtice iridiscente, emergiendo de él la figura heroica de Bunnix. Su aparición fue un suspiro de alivio para el grupo _ Retrocedan ¡Yo me encargo! _ Grita maniobrando su paraguas antes de lanzarse al interior del estudio.
El grupo no espero una segunda señal para irse del epicentro de batalla. Ellos conocían bien que batallas podían pelear, y sin los Miraculous no podían contra ¿Alguien? Que derribo e hizo volar a Gorila varios metros. Pensaron todos menos Marinette.
Marinette se apresuró a ayudar a Chloe a cargar el fornido cuerpo de Emil, para ambas femeninas costándole un esfuerzo hercúleo. Chloe murmuraba, con el rostro marcado por la rabia y las lágrimas _ Si sobrevivimos, te haré firmar un contrato por lesiones laborales _
Mientras, los demás luchaban por arrastrar el cuerpo masivo de Gorila. Shiro, con una fuerza sorprendente para su contextura delgada, demostró ser de vital ayuda _ En el kendo se entrena la postura y la estabilidad _ Mascullo con el rostro sudoroso.
Lograron arrastras los dos cuerpos hasta un nicho en las escaleras, sus cuerpos sudorosos y jadeantes desfalleciendo en ese pequeño lugar apartado de la batalla. Desde la oficina los sonidos de la batalla de Bunnix hacían temblar las paredes, zumbidos, chirrido y golpes.
De repente, con un impacto más fuerte que los anteriores, un vórtice se abrió y el ágil cuerpo de la heroína salió despedido de él, cayendo de rodillas, jadeando y con una mirada perturbada.
_Bunnix ¿Estas bien? _ Grito Marinette desde su lugar, la heroína levanto el pulgar, su brazo temblando en el acto _ Lo lamento, escapo _ Tosió _ Pero... Dijo algo _ Esas palabras las pronuncio mirando fijamente a Adrien.
La mirada del rubio había cambiado por completo, una determinación marcándose en su rostro. Camino entre el desastre que se había convertido la suntuosa mansión. Bunnix se levantó tambaleante, dio un paso tropezando en el intento, siendo atrapada por los brazos de Adrien. En ese momento ella coloca algo en el bolsillo de su saco, le da una sonrisa cómplice antes de despedirse con un saludo y desaparecer en un aro de luz.
Adrien queda con los brazos extendidos, viendo el lugar por donde apareció el vórtice en el que desapareció Bunnix. Con lentitud guía su mano hasta el bolsillo del saco, sus dedos tocan el metal frio, detallando su diseño, un escalofrió corriendo por su columna ante el reconocimiento tácito del objeto en sus manos. Cuando lo saca, es justamente lo que se temía: El Miraculous del Pavo Real.
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La batalla en el estudio de Gabriel era una lucha silenciosa y surrealista.
Al cruzar el umbral Bunnix se encontró con una escena de pesadilla. La oficina estaba siendo descompuesta, los estantes se pudrían instantáneamente, los cuadros eran consumidos hasta desvanecer en el aire, y en el epicentro se encontraba una figura humanoide rodeada de un aura carmesí.
Era un hombre de estatura baja y complexión delgada, envuelto en un shinobi shozoku de un negro tan profundo que parecía absorber la luz, como un recorte de la nada. Su piel compartía esa misma oscuridad antinatural, una tonalidad de medianoche que contrastaba con la hoja de la katana en su mano, de un material similar al vidrio ahumado, en su interior parecían moverse tres luces de distintos colores. Pero lo más perturbador eran sus ojos, dos rubíes incandescentes sin pupilas.
No dijo nada, solo inclino la cabeza y un olor a ozono, helio y tierra húmeda rodeo a Bunnix y la heroína no quería averiguar qué pasaría. Dio un giro en el aire, viendo como los restos de madera bajo suyo se desintegraban en unos instantes.
Bunnix rodó sobre su hombro, desplegó su paraguas, lista para atacar, pero el ninja ya había desaparecido materializándose a sus espaldas, su katana silbando al cortar el aire, dirigiéndose a su cintura.
_ ¡Burrow! _ Grita Alix siendo engullida por uno de sus portales y apareciendo en otro a un lado del ninja, intentando asestarle un golpe con su paraguas, pero el villano la detuvo con su arma.
La batalla se convirtió en una danza mortal. Bunnix usaba su Burrow para esquivar, aparecer en ángulos ciegos y atacar con ráfagas de energía temporal. Pero el ninja era hábil. Cada golpe de Bunnix era leído con una precisión escalofriante, su katana convertida en una extensión de su cuerpo. Las desapariciones del ninja ya comenzaban a hartar a la heroína.
Con un último movimiento, Bunnix abrió un portal bajo los pies del ninja, intentando lanzarlo a la era de los dinosaurios. El ninja cayo, pero logro sostenerse con su katana del borde del vórtice y antes de que se cerrara, con una fuerza sobrehumana, no solo se impulsó, sino que también con su arma libero una onda de choque que mando a Bunnix contra la pared.
Jadeando vio como el ninja se acercaba, sus ojos clavados en ella con una intensión asesina brillando en ellos. Las tres luces en el interior de su katana brillaban de forma frenética. En ese momento, una de las ventanas fue destruida, haciendo que ambos combatientes miraran hacia allí.
Luka irrumpió a través de los vidrios, su silueta recortada por la luz del exterior. Aterrizo en una rodilla, con la respiración entrecortada pero una mirada fiera. No llevaba un Miraculous o arma, pero la siguiente posición que adquirió, enseñada por Su-Han demostró que no estaba indefenso.
_ ¡Bunnix! _ Grito Luka, su voz cortando la atmósfera cargada de tensión.
El ninja se detuvo, inclinando su cabeza con interés genuino. Sus ojos rojos sin pupilas deslizándose de Luka a Bunnix y viceversa, como si estuviera midiendo la nueva variable. La oficina quedo en silencio, solo escuchándose el sonido de la madera pudriéndose.
Luka no espero, comenzó a moverse con una fluidez digna de un guerrero. No avanzo con pasos directos, sino pasos laterales y circulares que Su-Han le había enseñado, destinados a redirigir la fuerza y encontrar el ritmo del oponente.
El ninja esquivaba cada movimiento con la misma agilidad de los pasos de Luka. Su mirada no se desviaba de su oponente, como si estuviera estudiando a su presa, las luces en su espada se movían con curiosidad.
Luka cerro los ojos por un momento, no necesito ver. La oficina se materializo como una melodía desastrosa en su mente. Y el causante esta frente suyo, emitiendo una sinfonía que era un zumbido agresivo y opaco, y Luka pudo asimilarlo como la nota fundamental de la corrosión.
Abrió los ojos, lanzando una palma abierta, no hacia el ninja, sino a un hueco a su izquierdo. En ese momento el ninja esquivo alarmado, la energía roja que emergía de su cuerpo, siendo cortada por el ataque de Luka. Los ojos del ninja se estrecharon.
El ninja desapareció en un parpadeo, materializándose a espaldas de Luka con su katana alzada listo para cortar su cuello de un tajo. Pero ya no estaba allí. Se desplazo con la agilidad de quien predecía cada ataque antes de que ocurriera. El ninja emitió un sonido espero, sonaba irritado. Ataco de nuevo una ráfaga de ataques que Luka lograba esquivar, predecir y contratacar con palmas y movimientos limpios. Cada golpe, aun sino colisionaran con el ninja, desestabilizaban el aura corrosiva a su alrededor.
La oficina parecía respirar con ellos. Donde pisaba el ninja la corrosión se materializaba, la madera desintegrándose y el mármol granizándose. Donde se movía Luka, la corrosión se estancaba, como si lograra purificar el aire.
En ese momento Bunnix vio su oportunidad, abrió uno de sus portales, pequeño y preciso, frente a la mano del ninja aprisionándola su arma en el vórtice. El ninja vio su arma siendo engullida por el poder de la heroína conejo, luego a Luka preparándose para su siguiente movimiento. Una furia segadora en los ojos del ninja, tan grande que sus adversarios lograron sentir un calor provenir de él, un aura carmesí expulsándose de él, empujándolos con violencia.
_ ¡Luka, fuera de aquí! _ Grito Alix, abriendo un vórtice de escape a sus espaldas, en el último momento empujando a Luka hacia él, desapareciendo ambos en su interior. Lo último que vio Luka fue al ninja, liberando su katana del portal con un rugido silencioso.
Luka aterrizo de nuevo en la oficina, o lo que queda de ella. Donde antes había algo, solo quedaba arena y polvo. La habitación entera había sido reducida a nada en solo cuestión de segundos. A través de los huecos de las paredes desaparecidas vio la silueta oscura del ninja saltar entre los tejados.
El impulso de seguirlo fue inmediato, pero su piso algo duro que se negaba a desintegrarse. De soslayo, puede ver un destello conocido, allí entra la ceniza que solía ser el mármol. Era el Miraculous del Pavo Real. Una encrucijada se abrió frente a él ¿Perseguir al enemigo y arriesgar su vida, o asegurar el Miraculous que es clave para todo?
Antes de que tomara una decisión, un nuevo portal se abre, una idea nacida de la desesperación y el ingenio. Con un giro rápido, lanzó una patada precisa contra el broche disparándolo hacia Bunnix, quien parece recibir de lleno el golpe, volviendo a entrar en el vórtice y cerrándolo.
Sin más que decir, Luka se lanzó por la pared vacía, seguro de que podrá encontrar el rastro de esa melodía tan caótica. Pero una fuerza adversa lo jala hacia la tierra con brusquedad. Adolorido, se incorporó viendo como cientos de enredaderas se mueven como serpientes a su alrededor. El desconcierto desfigura su rostro, busca de un lado al otro al causante de esta anomalía, sin encontrarlo. Sus oídos son atacados por un coro de sinfonías distorsionadas, cada una queriendo ser escuchada, pero todas compartiendo una misma nota, sufrimiento, un grito colectivo que se alzaba por todo el patio.
Tan rápido como llegaron, las enredaderas se repliegan, como si ya hubieran cumplido con su propósito: Detenerlo. Desapareciendo entre la tierra y los arbustos, como si nunca hubieran estado allí. El ninja se había perdido, y la certeza de que la batalla había escalado a un nivel aterrador golpeo a Luka.
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La noche envolvía a París y la mansión Agreste se alzaba contra el cielo como un espectro de su antigua gloria. En su habitación, Adrien observaba el perfil dormido de Kagami, arropada con sus sabanas. La luz de la luna bañaba su espalda desnuda, pero su mente estaba lejos, en el objeto que ardía en su palma: El Miraculos del Pavo Real.
Un movimiento en el ventanal lo sobresalto. La silueta de Luka, aferrada al marco del gran ventanal, se cortaba con la noche parisina. Sus ojos se encontraron con los de Adrien, con una seña sutil lo insto a ir a fuera, y con una agilidad felina se dejó caer en la oscuridad.
Adrien no lo pensó dos veces, envolvió a Kagami con cuidado, se puso el primer pantalón que encontró y salió de la habitación. El aire frio erizo su piel desnuda. Luka lo esperaba apoyado en una columna.
_ Alix me dijo que estaba en tus manos _ Comento Luka, no hizo falta mencionar que hablaba.
Adrien asintió apretando el broche en sus manos hasta blanquearlas _ Si _
_ ¿Qué piensas hacer con él? _
_ ¿Hacer? _ La voz de Adrien sale en un humor sin alegría _ Nada. Ni siquiera es mío, es de Félix _ Su mirada perdiéndose en el resplandor de la Torre Eiffel _ Pero con todo lo que está pasando... con lo que "sabemos"... ya no estoy seguro de si debería dárselo _
_ ¿Entonces? _ La pregunta de Luka era simple pero cargada de la gravedad de la situación.
Adrien miro el Miraculous una última vez, recordando la historia de dolor y sacrificio que había detrás de él. Luego, con un movimiento, lo extendió con la palma abierta hacia Luka.
_ Quédatelo _
Luka no lo tomo de inmediato, su mirada pasando del Miraculous a los ojos de Adrien.
_ En esta situación es mejor que sea resguardado por alguien que... si pueda protegerlo _ Continuo Adrien, su voz firme, pero con un deje de amargura _ No quiero saber cómo llego a las manos de ese... monstruo. Pero si de él depende si sobrevivimos o no, prefiero confiártelo a ti, Luka _
Luka asintió lentamente con un respeto ceremonia tomo la reliquia de las manos de su amigo _ Lo guardare _ Su voz serena como una melodía que ya no existía en la noche.
Adrien asintió, un peso inmenso había desaparecido de sus hombros. Luka guardo el broche en su bolsillo interno, y con una última mirada de comprensión a Adrien, dio un salto silencioso perdiéndose entre las sombras de la noche.