Sercrent, de Talosheim

El aire fresco del túnel, y el olor a recién excavado en la tierra de Talosheim, era un contraste con la pesada atmósfera que se había instalado las últimas horas ee trabajo. Ya era de mañana, la hora a la que normalmente el dhampir y su multitudinaria escolta de ghouls dormían por elección propia. Vandalieu había reunido a los líderes de los ghouls, sus rostros iluminados por la luz diurna que se filtraba desde el final del túnel. A diferencia de los ghouls, que dormían como cualquier humano y podían ser despertados por simples ruidos, el vampiro había caído presa del sopor diurno que el amanecer le ocasionaba a su especie. Después de cenar le habían ofrecido algunas pieles para dormir en ellas, como hubieran hecho los ghouls, pero Sercrent frunció la cara y dió media vuelta, asegurando que se las arreglaría bien. El vampiro se había dormido sentado contra la pared del túnel, a alguna distancia del grupo principal. Tenía los brazos cruzados en el abdomen y las manos recogidas en puño. "Mamá, ¿Estamos seguros de que esta dormido?", murmuró Basdia a Zadiris, observándolo a distancia prudencial. "¿No estará fingiendo que duerme?" "Los vampiros entran en sopor después del amanecer. Ni siquiera pueden despertar normalmente antes del atardecer, a menos que lo atacaran. Pueden quedarse despiertos con esfuerzo, si están en buenas condiciones", le explicó Zadiris. "Y este no lo está. Según Vandaliu-sama, se recupera de un castigo brutal. Lo hicieron tomar veneno". Basdia lo estudió con la mirada. La idea de castigo entre los ghouls era ser asignado a un montón de patrullas extra durante el día, o limpiar sin ayuda áreas muy extensas por ejemplo. Rara vez, ser excluido de las actividades grupales o de los repartos de los mejores cortes de carne. Intentó imaginar un mundo donde algo que puede matarte es considerado "castigo" y se inflinge a propósito. Donde te mandan a pelear después de haber tomado veneno. En cuanto tuvo a sus ghouls de confianza juntos, Vandalieu les informó de la forma más cruda posible, sin un ápice de emoción en su voz, la verdad sobre el vampiro. Les dijo que Sercrent era el asesino de su padre, Valen. También les explicó que Sercrent habia matado indirectamente madre, Darcia, al contratar a los aventureros humanos que la quemaron viva. Y la verdad final, que Sercrent había llegado a Talosheim con el encargo de matarlo. Un murmullo de horror y rabia se extendió entre los ghouls. Vigaro, sus puños apretados, clavó los ojos en el área donde se ocultaba dormido del vampiro. "Vandalieu, si no quieres ser tú quien lo mate, ", gruñó, su voz era un estruendo bajo y amenazador, "puedo quebrarle el cuello ahora mismo, y ni siquiera se va a dar cuenta". Vandalieu, inmutable, les explicó su decisión. "Pude haberlo matado hace horas, cuando peleamos", dijo con calma. "Pero Sercrent tiene información valiosa sobre los vampiros de Pura Sangre que van a seguir persiguiéndonos. No van a soportar la existencia de un dhampir y seguirán enviando asesinos". Tarea, la ghoul más pragmática del grupo, que entre los ghouls ya era hablar de mucho, asintió lentamente. "Vamos a necesitar toda la fuerza de pelea disponible si eso ocurre", admitió. "La actitud del vampiro es detestable", añadió Zadiris. "Pero fue capaz de despejar áreas que a nosotros, usando magia y herramientas, nos hubiera tomado una semana." La preocupación se apoderó de los líderes ghouls. Vigaro y Basdia estaban visiblemente inquietos. "¿Y si, en cuanto se recupere, intenta traicionarnos?", preguntó Basdia, con la voz llena de angustia. "No podemos confiar en él". Vandalieu comprendió su miedo. "Lo mantendré vigilado y controlado. Pero entiendo que no puedo forzarlos a aceptarlo. La decisión de confiar en él, al final, será suya". El murmullo de los ghouls cesó, y la calma regresó al campamento. Vigaro, hablando por todos, se dirigió a Vandalieu con una solemnidad inquebrantable. "Mi Señor," dijo, "confiamos plenamente en sus decisiones. Lo ayudaremos a vigilar y tener bajo control al vampiro, como usted ordene." Vandalieu asintió. La lealtad de sus súbditos era un bálsamo que siempre encontraba cómo calmarlo. Sin embargo, su expresión se mantuvo grave. "Recuerden esto", les advirtió, con una voz que llevaba el peso de la experiencia. "Sercrent es mucho más fuerte que ustedes. Si se rebela, deben dejar que sea yo quien pelee. No intenten enfrentarlo. Lo matará antes de que puedan reaccionar". Los ghouls asintieron, comprendiendo la gravedad del pacto. La lealtad había triunfado sobre el miedo, pero la amenaza permanecía. El enemigo ahora dormía entre ellos, y su seguridad dependía de un delicado equilibrio de vigilancia y confianza en su rey. "Mañana iremos a buscar algún monstruo con un núcleo grande. Sercrent no esta aún recuperado pero quiero ver como se integra a pelear junto con ustedes", planteó Vandalieu. "Es indispensable que sepan moverse en un campo de batalla con el tipo de combatiente que usa magia de área en primera línea, y veamos si él sabe que hacer cuando esta rodeado de combatientes físicos". "Por lo que oí de los demás, usa magia de viento y tiene habilidades de desplazamiento. Buscaremos algo que no derribe tan fácil", dijo Vigaro, repasando mentalmente lo que había disponible de caza cerca de Talosheim. "Quizá algo grande, con muy buena defensa". Los demás asintieron. Sonaba bastante lógico, y además les aseguraría que habría suficiente comida aunque sus cazadores principales se ocuparan buscando un núcleo. "Además de la habilidad de vuelo, regeneración y fuerza de su especie, usa magia de fuego, viento y electricidad. Las habilidades de desplazamiento son probablemente aplicación de la magia de viento, y las usa para golpear", Vandalieu se miró los puños. Por su escasa edad y volumen, era pronto para saber si Vandalieu mismo iba a tener algún talento para los ataques físicos. "Tiene por fortuna un pozo de maná modesto y su regeneración física y de maná estan ahora limitadas, así que parece preferir las peleas rápidas porque no tiene el aguante para una pelea larga". "¿Tres afinidades elementales? No es común encontrar humanos con tantas. Puede ser que por eso lo eligieran para volverlo vampiro Noble", teorizó Zadiris, tratando de recordar los combates que habían tenido con los vampiros Subordinados. "Y realmente conoce de runas. Es posible que hasta sea un Maestro Rúnico", admitió Tarea. "No creo que haya muchas maneras rápidas de usar runas directamente en batalla, pero se pueden aplicar a casi cualquier cosa que requiera magia. Vamos a necesitarlo si Luciliano no puede hacer nada con las barreras del Palacio". "Vandalieu, entiendo la utilidad del vampiro. Lo que no entiendo es porque mantenerlo vivo. Demasiado fuerte, demasiadas habilidades, demasiado impredecible también", dijo Basdia. "¿No sería mas lógico volverlo zombie o fantasma?" "No es impredecible . De hecho es tan orgulloso que se vuelve muy fácil dirigir su atención", explicó Vandalieu. "Y también pensé en eso al inicio. Es solo que no sé si los vampiros pueden ser convertidos en zombies o si producen fantasmas. Se quedan como segunda y tercera opción". Los ghouls y el dhampir acababan de pactar esperar para tratar de matarlo, pero Sercrent nunca lo supo. Estaba durmiendo como los muertos.