ID de la obra: 1030

El Pacto

Slash
NC-21
En progreso
1
Tamaño:
planificada Mini, escritos 70 páginas, 33.316 palabras, 11 capítulos
Descripción:
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Primer Encuentro

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- Algunos Meses antes - Octubre Habían transcurrido más de 2 meses desde el torneo, Kyo se había adaptado de nuevo a la vida casual, ya muchos de sus amigos estaban cursando la universidad, incluso Yuki. Ambos tenían sus diferencias en este momento, ella parecía empeñada en que él aprendiera alguna profesión o conocimiento fuera de la lucha. Desde lo sucedido con NESTS seguido por los caóticos torneos de KOF, sin olvidar la constante presencia inesperada de Yagami en la vida de Kyo. Ella había desarrollado una fuerte aversión hacia el futuro de luchador del joven Kusanagi. -¿No lo has pensado Kyo? Una vida normal, sin dejar de ser el legado de la familia. Solo intentar ser un poco...más casual, ¿Vivir más tranquilo? No tener que arriesgarte constantemente. - Sonó la voz de la chica, lejana en medio del murmullo de gente que surcaba el malecón. La zona costera siempre había sido un lugar concurrido y a pesar de la entrada fría del otoño, era un sitio ideal para pasar largas tardes. El sol se postraba ya hacia el oeste. Los matices azulados se extendían desde el mar hasta el cielo, reflejando como un espejo, la caída del día y haciendo difícil diferenciar el punto en que se dividía el horizonte. - ¿Me estas escuchando? ¡Kyo! - exclamó Yuki indignada mientras se acercaba para retar al joven que de manera distraída asentía silenciosamente con su cabeza. - ¿No crees que es una bella tarde? Eh Yuki. - dijo calmadamente Kyo intentando evadir el tema. Parecía ya una idea que no daba tregua entre ellos dos y su paciencia se estaba acabando. -¿Te atreves a ignorar lo que te he dicho...crees acaso que no es mi problema? ¿Que no debería inmiscuirme en tu vida? - Reverbero la chica enojada. -Creo que especulas mas de lo que preguntas.- Exclamó Kyo algo irritado, pasó una mano por su cabello y observó a Yuki directamente. –Sabes que es algo que no lo pienso considerar abiertamente, ya hemos hablado de esto y bastantes veces, por cierto. - El joven se levantó del asiento dejando sobre la mesa un billete para pagar la cuenta. Se dispuso a alejarse lentamente del café, el cual tenía las mesas distribuidas al aire libre, siendo separado del amplio andén por unos arbustos bajos, plantados en macetas de arcilla y mármol. El gesto repentino y rápido atrajo la vista de algunas mesas cercanas, ante lo cual Yuki algo apenada aguanto su pulsión de golpear al joven testarudo e imitándolo siguió los pasos de Kyo. -No voy a abandonar las luchas o torneos Yuki- Expresó Kyo mientras cruzaban un espacio pavimentado y amplio, con sillas de concreto centradas a lo largo del recorrido y varios jardines pequeños cercados por piedra. Cruzaron el lugar en dirección a la playa. - Yo nací para esto, es mi destino como guerrero Kusanagi honrar a mis antepasados y llevar el legado de la ardiente flama, alcanzar la gloria del más poderoso, tal vez hasta terminé dominando el mundo, podría tenerte en mi palco de honor. - Espeto finalmente Kyo con sobreactuado orgullo y sonrisa arrogante. - Deja de bromear con descaro! ¿Cuándo piensas tomar esto en serio? –recalco la chica dirigiendole una mirada asesina a Kyo. –Yo hablo en serio. – Y suspirando con resignación anunció que compraría un par de bebidas frías. – Tal vez así te refresque un poco ese cerebro terco que tienes y pienses con más seriedad en esto. – concluyó alejándose entre las pocas personas que rondaban el borde de la acera que lindaba y cortaba el paso a la arena. - Lo hago. – susurro Kyo para sí mismo. Considerar abandonar la lucha era una extraña idea que había acunado su interior desde la terminación del último torneo. Con el tiempo había desechado esa cuestión, pero aún lo perseguía ocasionalmente, tentándole cada vez con menos fuerza. Pero si estaba siendo reforzada constantemente por Yuki, era algo que lo hacía pensar. Kyo rememoro los sucesos del último torneo, recordando la flama púrpura siendo recuperada por Iori. Pronto se cumplirían 3 meses desde la última vez que había visto a Yagami y por alguna razón no tenía ese viejo temor de pensar en su impredecible aparición. Era ya una certeza que había echado raíces en el pensamiento de Kyo. Las apariciones violentas de Yagami, eran una constante en su vida. Se descubrió a sí mismo anhelando el choque de sus flamas, como un deseo opacado por la negación. Tal vez casi 3 meses de obtusa pasividad estaba mellando su carácter, un poco de acción se le estaba volviendo algo tan necesario como respirar. – Yo abandonar las artes marciales...que idea descabellada ha tenido esa mujer. – Suspiro Kyo irritado. Una pareja que cruzaba cerca lo observo con expresión aprensiva. Él, solo bajo un sol que buscaba el sueño del atardecer, dialogando con una cuestión invisible. Kyo obsequio una mirada algo malévola a la pareja y estos aceleraron el paso, nerviosos. Sonrió divertido desplomando su cuerpo sobre la arena tibia, sintiendo las ráfagas de viento frío en el rostro y observo como el cielo se teñía paulatinamente de leves tonos anaranjados. De manera inconsciente su mano derecha se posó en el pecho, un sentimiento extraño lo invadió, una angustia ahogada a causa de la realidad. Esa sensación de alerta le era vagamente conocida. ----------------------------------------------------------------------------------- Yuki regresaba con las bebidas, las gotas heladas se deslizaban del recipiente y caían entre sus dedos, brillando con el atardecer que se postraba en un sinfín de tonalidades a su izquierda. Pensar en la negativa constante de Kyo la enojaba terriblemente, pero sabía que todo eso estaba radicado en el temor. Algo había cambiado, ahora no sentía que Kyo fuese capaz el solo contra el mundo como años atrás. Sentía que solo ella lo haría entrar en razón, mostrándole la solución más cercana y fácil. Hasta el demente de Yagami perdería todo interés en él si aceptaba su consejo. Se sentía segura de que todo sería mejor para los dos de esa manera. Pero Kyo no quería ceder. La joven suspiró irritada y camino mirando el piso con paso apesadumbrado. No se dio cuenta hasta que estuvo demasiado cerca de alguien de negro que le impedía el paso. Una poderosa sensación de miedo la embriago. Lentamente levantó la vista hacia aquel personaje amenazante pero lo que vio no era exactamente un hombre o una mujer. El ser que parecía no tener un rostro estaba teñido por una profunda oscuridad antinatural. Aquella visión de ese espectro parecía sumergirla en una densa negrura y lo único que escucho a través de ese vacío fueron múltiples voces que pronunciaron al unísono. Kushinada. Yuki sintió imágenes que abarrotaban su mente, caóticos recuerdos de su infancia y su familia arremolinaban en su cabeza y el apellido Kushinada como un eco en sus recuerdos, era pronunciado por Saisyu Kusanagi. Yuki no lograba enfocar una sola idea con claridad, su mente estaba embotada en una sensación de caída. Al intentar mirar a su alrededor vio que su entorno estaba teñido de tonos grises y toda la gente, ruido y movimiento parecían congelados como en una fotografía que perdía la profundidad. - Kusanagi. - resonaron las voces como un coro ahogado en alguna dimensión ajena. ¿Estaban buscando a Kyo acaso? Pensó la chica. Y en ese instante la abarcaron recuerdos de Kyo. Bombardeando su mente de manera agresiva, los recuerdos llegaron como visiones inteligibles y veloces que resumían gran parte de lo que había vivido con él, haciendo una corta pausa en los instantes más significativos para ella. Está hurgando en mis recuerdos. Pensó la chica antes de que las voces como un eco muy lejano pronunciaran algo que no logro comprender y la oscuridad densa como la brea nublara su conciencia. ------------------------------------------------------------------------------------ Kyo se incorporó, la presión en el pecho estaba cediendo y aun no lograba recordar cuando había sentido antes eso. Pensó confuso si aquella molestia podría ser a causa de alguna dolencia física. Era demasiado joven y atlético para tener alguna enfermedad. Escucho la exaltación de algunas personas en la parte central del malecón y vio cómo se aglomeraban algunos curiosos alrededor. No pudo divisar desde allí que había sucedido salvo por muchos trozos de hielo diseminados por el suelo y al parecer un par de bebidas de color ocre que estaban desparramadas en la baldosa de cemento. – Yuki. – exclamó Kyo sospechando y corrió hasta el corrillo de personas. Al llegar esquivando un par de espectadores que estorbaban en su camino, vio finalmente a Yuki. Estaba en el suelo inconsciente y pálida. Un joven desconocido la tenía en brazos y una chica intentaba hacerla reaccionar. Mientras algunas personas alrededor aportaban inútiles recomendaciones, un hombre anciano llamaba a emergencias. Kyo se acercó con presura y se arrodillo al lado del joven que cargaba a Yuki. Sin decirle nada al chico tomo a Yuki y recostándola contra su pecho registró su pulso. Sus palpitaciones estaban desbocadas como si fuese presa de un profundo miedo. Eso lo alarmó dada aquella presión en su pecho que no había desaparecido. Kyo miro alerta a su alrededor entendiendo que esa sensación era una reacción a algo que desconocía. De manera gradual aquella presión se hizo difusa, hasta desaparecer. -Creo que estaba convulsionando. - dijo el desconocido intranquilo. Kyo aturdido por lo confuso de la situación solo logró susurrar. –¿Qué sucedió? – -Nos percatamos cuando las bebidas cayeron, ella convulsionó un par de veces y luego se desplomó. – Dijo la chica a Kyo. –No te preocupes, tu novia estará bien, pronto llegará una ambulancia. – Aseguro. Kyo no puso atención a las últimas palabras. ¿Ella solo había caído repentinamente? Eso no tenía sentido. –Yuki ¿Qué te sucedió? - susurro Kyo mientras levantaba el cuerpo inconsciente de la joven. Entre los tintes dorados rezagado del atardecer, varias sombras de transeúntes se proyectaban desde la calzada hasta la calle principal. Reflejos rojos intermitentes eran destilados sobre los expectantes mientras la ambulancia se alejaba llevando consigo a los dos jóvenes.
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