Ahogo y dolor

"A veces ni nosotros mismo nos conocemos"

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La ciudad siempre era más hermosa de noche, disfrutar del cielo despejado con buena compañía siempre era lo mejor. Roxe no dejaba de mirar el cielo, quizás por lo brillantes que estaban las estrellas o porque estaba perdida en sus pensamientos. — Pareces perdida encanto —las palabras de Sylus la habían sacado de sus pensamientos de golpe, llevaba más de 2 semanas en la Zona N19 tomando un descanso del trabajo. Mas que nada por que había estado teniendo sueños más seguidos. — Solo me quede viendo el cielo —él le tendió el vaso el cual ella bebió, la sensación del alcohol en su garganta le hizo bien. Sylus había notado que su actitud era totalmente diferente, en el fondo se sentía preocupado. — ¿Me dirás la razón por la cual has venido de sorpresa?, No es que diga que te vayas, pero no es común de ti encanto —ante su pregunta ella solo bajo la cabeza, a pesar de que llegó de sorpresa, Sylus no negó que se quedara con ellos. Los sueños que había tenido no podían dejarla tranquila y mas querer volver a dormir, quería saber que era lo que estaba viendo para poder entenderlo. — He tenido muchos sueños, pero en esta ocasión no me dejan en paz —Sylus la miraba, ahora entendía un poco mejor la razón de porque se veía tan cansada— Se que parecerá una locura pero quiero poder ver tus ojos y ver las visiones —ante su petición, Sylus se quedó en silencio. Había esperado otro tipo de conclusión pero no esa. — ¿Quieres que te provoque más sueños?, A ese paso tu lindo rostro tendrá más ojeras, en lugar de llamarte gatita te diría panda —Roxe sonrió, pero sabía que esa era una de las posibles soluciones a sus dudas o al menos un paso más para averiguar qué es lo que sucedía. — Creo que hay otras formas de poder hacer que tengas visiones, las últimas veces que estuviste aquí te enfrentaste con varios errantes y tuviste lapsus en donde veías cosas como si fueran recuerdos —ella asintió, a pesar de que no llegó a sentir dolores o cosas más graves, había tenido visiones. — Es una forma y lo haré, no tengo intenciones de no hacer nada mientras estoy aquí —dijo mientras se levantaba y caminaba hacia el balcón, la ciudad se veía más viva por la noche. Sylus se acercó a ella por detrás, el rostro de Roxe reflejaba que estaba algo cansada de tener que lidiar con todas las cosas que estaban pasando. Iba a ayudarla y sobre todo protegerla de lo que llegará a descubrir. — Hay otro forma que podrías tener visiones sin el esfuerzo físico —dijo mientras se apoyaba en la baranda quedando a su lado, Roxe le quedo mirando esperando a que dijera esa otra forma. Sylus lentamente puso su mano en su mejilla, se quedaron viéndose por unos segundos hasta que el corto la cercanía tomando sus labios por sorpresa. El beso empezó lento, pero sentía mucho calor ya que la estaba besando con mucha ternura. Roxe empezó a corresponderle, haciendo que sus cuerpos se acercaran más, cuando el metió su lengua a su boca ella jadeo en respuesta ya que también las manos de éste se estaban metiendo dentro de su blusa. Todas las sensaciones estaban haciendo que se perdiera. Hubieran seguido a más si no fuera porque Mephisto apareció graznando de golpe. Ambos se separaron de golpe, Sylus miraba con ira al ave, pero cuando no dejo de graznar se dio cuenta que tenía asuntos por resolver. Pero cuando vio a Roxe se dio cuenta de que no quería dejarla, ver su rostro rojo y sus ojos llenos de deseo, le daban ganas de devorarla en ese mismo momento. — Lo siento gatita, pero tendremos que dejarlo para otro momento —Roxe tardó en responder porque aun no salía del trance en el cual Sylus la había dejado— Volveré lo mas pronto que pueda encanto, buenas noches —dijo mientras se acercaba y dejaba un beso en su frente para después dejarla ahí en el balcón. Cuando Roxe por fín estuvo sola se dejó caer al suelo ya que sus piernas le habían fallado, aún tenía el rostro rojo, pero aun sentía los labios de Sylus sobre los suyos. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se habían besado, pero jamás habían llegado al punto de jadear por ello. Las fuerzas poco a poco regresaron a sus piernas y se dirigió a su cuarto en donde se echó en la cama, el tacto frío de esta le hizo bien a sus mejillas que aun se mantenían calientes y mientras pensaba en los labios y el rostro rojo de Sylus poco a poco se quedó dormida. Por otro lado Sylus no la estaba pasando bien, sobre todo porque tenía un gran problema en sus pantalones y cada vez que trataba de calmarse las imágenes de Roxe sonrojada o jadeando hacían que de nuevo calmarse fuera imposible. Desde que tuvieron sus momentos se dio cuenta que tarde temprano perdería el control con ella, la anhelaba y ahora que se había dado cuenta ella también deseaba lo mismo. El la tomaría cada vez que pudiera. Después de todo, ella estaba unido a todo y aunque no se diera en este, estaban destinados a unirse, en esta o en las que vinieran. Estaban unidos para la eternidad.

...

Roxe abrió los ojos de golpe, de nuevo se encontraba en ese lugar desconocido, el calor era bastante alto y no veía a nadie más con ella. Hasta que de nuevo escucho esa voz que le dolía escuchar. "Devoralo, debes matarlo" A pesar de que trataba de mantenerse de pie, escuchar esa voz siempre le producía gran dolor y sentía que pronto desaparecía, hasta que escuchó unos pasos y un jadeo que se entrecortaba. Su visión se estaba nublando debido a la sangre que tenía en el rostro, pero ella no tenía heridas, la sangre no era suya. "Tienes que hacerlo, dispara" Esa voz de nuevo, con dificultad de nuevo le decía que acabara con todo pero a pesar de que intentaba no podía llegar a ver quien era, pero la voz si la reconocía, era de Sylus. Sin darse cuenta jadeo de dolor y abrió los ojos de golpe.

...

Cuando abrió los ojos esta vez se dio cuenta de que no estaba sola, Sylus la estaba mirando, y tenía sus manos entrelazadas. Como si hubiera adivinado lo que le había pasado, además de que por las lagrimas que tenia Roxe su otra mano se encargó de limpiarlas. — ¿Volviste, encanto? —ella asintió mientras sentía más lágrimas caer de sus ojos. —Si, volví... —ante esto Sylus la abrazo ocultando su rostro en su pecho, calmándola sin darse cuenta con los latidos de su corazón. 

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Espero que les haya gustado este primer capitulo, no vemos en el siguiente. Besos.