ID de la obra: 1067

Mandarinas y cigarrillos

Het
NC-17
En progreso
0
Fandom:
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Midi, escritos 3 páginas, 1.086 palabras, 1 capítulo
Descripción:
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Cartas

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One Piece y sus personajes son propiedad de Eiichiro Oda y Shueisha.

Cartas

Odiaba que la interrumpieran mientras trabajaba. Ese era uno de los motivos principales por los que cerraba con llave la sala que Franky había construido para ella en el Sunny, el otro era la infinita curiosidad de Luffy. Hacer mapas detallados exigía un nivel alto de concentración y, aunque amaba hacerlo al aire libre, era consciente de que era imposible estando en el Sunny. Llamaron a la puerta y de mala gana se levantó de su mesa de trabajo para abrir. Al otro lado, Chopper, la miró un poco asustado con una bandeja entre las patitas. Nami la tomó con delicadeza y le sonrió a su nakama. —Gracias, Chopper —susurró. Junto a la comida había una carta de Sanji. El cocinero siempre le escribía notas y cartas para acompañar la comida, o cuando la veía triste, o cuando por algún motivo se separaban. Al principio era algo que le resultaba molesto, sobre todo, por las exageradas declaraciones de amor; sin embargo, ahora le resultaban reconfortantes y siempre lograban hacerla sonreír—. Espera un momento. Dejó la bandeja sobre el escritorio y tomó un pedazo de papel en el que escribió un sencillo «gracias por la comida» antes de doblarlo y entregárselo a Chopper. —Dáselo a Sanji, ¿de acuerdo? El pequeño reno asintió alegre y se encaminó hacia la cocina dando saltitos. Cerró de nuevo la puerta con llave, apartó el mapa en el que trabajaba y acomodó la bandeja en la mesa. Olía de maravilla y tenía un aspecto delicioso, la comida de Sanji siempre era un auténtico manjar y el que se asegurase de prepararle cosas que le gustasen le daba puntos extra. Tomó un bocado y suspiró complacida. Estaba delicioso. Sus dedos buscaron la carta y la desplegaron con habilidad. Sanji siempre le escribía, era algo que sólo parecía hacer con ella y le causaba curiosidad. Fijó la mirada en la carta y la leyó: Mi amadísima Nami: Espero que lo que he preparado especialmente para ti te guste y haga más llevadero el estar encerrada trabajando. Me estoy asegurando de que nadie te moleste, por eso he enviado a Chopper con tu comida. El sol brilla en el cielo, pero sin poder verte es como si nevara e hiciese un frío cruel. Tu sonrisa hace que el mundo tenga sentido, no me prives de ella durante demasiado tiempo o moriré por congelación bajo un sol radiante. Te quiero. Sanji. Nami sonrió, se había contenido, le había ahorrado las exageradas declaraciones de amor para evitar que se alterase. Era tan idiota y a la vez tan tierno. Lo cierto era que, con el tiempo, había pasado a ser alguien especial para ella, aunque le diese miedo admitirlo en voz alta. Sanji siempre estaba a su lado cuando le necesitaba, siempre la cuidaba y nunca dudaba de ella. Si miraba atrás se daba cuenta de todo lo que había hecho por ella sin pedir jamás nada a cambio. —Idiota —susurró. Tomó otro papel para escribir. Tenía que enviarle algo mejor que una frase de agradecimiento genérico cuando llegase su cena.

º º º

Pensar en un menú para sus nakama era sencillo, idear uno para Nami no tanto. Tenía que ser algo especial y que le diese energía para mantenerse activa. Y, además, necesitaba algo dulce. Sacó sus mejores ingredientes y preparó la cena con esmero deseando acabar antes de que alguien se asomase. No estaba de humor para bromas, no le apetecía escuchar comentarios sobre un amor que nunca sería correspondido, ni sobre lo tonto que parecía cuando se esforzaba tanto para recibir un par de minutos de atención. Amaba a Nami y haría lo que fuera por ella. Era la única mujer de la que se había enamorado de verdad. La única por la que siempre regresaría. Colocó la comida en la bandeja y escribió otra carta, que ella contestaría con otra sencilla frase que haría que su corazón saltase en su pecho, y se asomó para encontrar a alguien que le llevase la cena a su amada Nami. Chopper estaba sentado en el regazo de Robin que leía un grueso libro. Le sabía mal tener que molestarle de nuevo, pero el pequeño reno era el único que no haría nada para arrastrar a Nami hasta el comedor ni la distraería más de unos segundos. —Chopper. El doctor miró a Sanji y saltó del regazo de Robin para acercársele. —Llévaselo a Nami, por favor. Sin protestar, Chopper, cargó la bandeja y se alejó dejándole a solas en la puerta de la cocina. Sanji suspiró y encendió un cigarrillo. Esperó el regreso de Chopper, deseando en secreto que Nami caminase a su lado con aquella sonrisa adorable. Pero Chopper recorrió el pasillo a solas con la bandeja en las manos. —Gracias. —Nami dice que aún le faltan unas horas para acabar y que no te preocupes por ella. —La cena estará servida en diez minutos, díselo a los demás. Se metió en la cocina con la bandeja entre las manos. Se lo había comido todo, al menos no se moriría de hambre. Los platos vacíos no eran lo único que había en la bandeja. La dejó sobre la encimera y tomó la carta sorprendiéndose de no encontrarse con una única frase. La leyó: Querido Sanji: Gracias por la comida, estaba deliciosa como siempre. Sin ti me moriría de hambre. Sé que no te lo digo muy a menudo, pero aprecio mucho lo que haces por mí. Si no estuvieras aquí, a riesgo de sonar ridícula, no sería lo mismo, me sentiría tan sola sin ti. Haces que mis días sean mejores y por eso te quiero. Nami. Sorbió por la nariz, sus ojos se habían humedecido y amenazaban con dejar caer lágrimas por sus mejillas. Era la primera vez que Nami le decía que le quería. Tal vez no era una declaración de amor, quizá sólo era amor por un amigo, pero eran sus sentimientos, los mismos que se esforzaba tanto en ocultar para no parecer vulnerable. Nami le quería. Daba igual en qué plano fuese. Le quería. Y eso era todo lo que necesitaba.

Fin

Notas de la autora: ¡Hola! El Sanami no es mi OTP, pero por algún motivo me han dado ganas de escribir algunas historias cortas sobre ellos. No sé cuántas serán ni puedo establecer un patrón de actualizaciones porque estoy un poco baja de inspiración. Espero que os haya gustado y si tenéis alguna sugerencia será bienvenida.
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