Sol del amanecer

Ya era tarde, la mayoría de los alumno ya habían salido de la escuela secundaria, pero no importaba porque la persona en la que ella pensaba día y noche salía mucho más tarde que los demás. Se conocían desde que eran niños pues sus madres eran amigas desde muy jóvenes, al inicio ella solo lo veía como un hermano menor ya que era un año mayor que él, con el paso del tiempo fueron cambiando sus sentimientos y al llegar a su adolescencia fue que se dio cuenta de que empezaba a tener sentimientos por el que ella juraba que era su mejor amigo. Pero ese era el dia, el dia en que le confesaría a su mejor amigo los sentimientos que tenía por este, ella lo conocía de toda la vida, lo conocía tan bien que sabía que ese miércoles el estaría en los jardines de la escuela ya que estaría saliendo de las bodegas donde se guardaban las cosas de jardinería ya que le gustaba estudiar en esa bodega (otra forma de decir que se escondía de los niños que le molestaban). Ya estaba en camino hacia los jardines, solo tenía que girar en una esquina del edificio pero no pudo, al escuchar unas voces a lo lejos disminuyó el paso hasta quedar detrás de la pared esquinera. Unas pequeñas risas, dos voces platicando amenamente, ella reconocería en cualquier lugar una de esas risas, era esa risa que la hacía suspirar y llenar su cabeza de pensamientos románticos todo el día. Pero la otra no, no sabia de quien era la voz de esa chica, no recordaba haberla escuchado antes, definitivamente no era una compañera de su aula. Con la duda en su mente decidió asomarse para ver la escena y ahí fue que lo vio, comprendió que lo que ella sentía no importaba. La forma en que la miraba, como sonreía cuando ella le hablaba, su expresión corporal, el brillo en sus ojos al verla, no tenía sentido querer arruinar esa amistad con un sentimiento que claramente no era correspondido, para ella era evidente que el pelinegro gustaba de otra persona. Con el corazón roto y un nudo en la garganta decidió dar media vuelta y caminar lentamente hacia su casa. ¿Qué debía hacer de ahora en adelante? La respuesta era simple, hacer como si no pasara nada, que nada cambie o sería sospechoso, solo debía aguantar un mes más, ya que ella saldría de la secundaria y entraría a la escuela de héroes U.A., escuela en la que había sido aceptada hace unas semanas, suceso que celebró con su mejor amigo en su momento. Pasó el mes, celebró su graduación y terminó, dejó de buscarlo, de mandarle mensajes o alguna señal de vida, el pelinegro intentó contactarse con ella en varias ocasiones durante vacaciones y una vez iniciadas las clases pero ella nunca respondió, su madre le dijo que estaba tan centrada en sus estudios que no tenía tiempo para pasar con él con el afán de ayudarla a curar suscorazón roto. Él dejó de insistir, la concordia de toda la vida y sabía que tarde o temprano tendría noticias de ella, aunque la extrañaba mucho. Al final de su tercer y último año de secundaria se postuló para la misma escuela de héroes y fue aprobado, como le hubiera encantado haber celebrado su triunfo con su mejor amiga así como el cerebro con ella en su momento. Él necesitaba un cambio, su vida cambiaría en unas semanas, debía lucir más varonil y decidió teñirse el cabello de rojo carmesí como su más grande héroe Crimson Riot.