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Ciudad Costera
Sakura termino sus dos cartas en el curso de los siguientes días llevándolas a la oficina postal aquella calurosa mañana. Luego de eso, emprendió el camino hacia la zona sur de la playa donde se reuniría el equipo de trabajo para continuar con las actividades programadas. —Hola Arashi —su colega la recibió amablemente saludando con la mano en alto. —¡Que bien que llegaste, superior! Estamos listos para comenzar. El dia de hoy visitaremos los islotes que están más allá —el chico señalo una serie de pequeñas islas en el horizonte. —Estupendo, pues hagamos el recorrido —indico Sakura entusiasmada llevando consigo un bolso de plástico con su bitácora de trabajo y la pequeña cámara fotográfica. El trabajo en los islotes, poblados de flora y fauna locales mayormente, les tomó todo el día pues se dedicaron a la recolección de muestras con las que iban a trabajar al día siguiente en la clínica directamente. Sakura se sentía llena de vitalidad para continuar otro buen rato en dicha tarea, sin embargo llego un momento en que el dolor de cabeza, de cuerpo y el hambre los hicieron concluir las actividades del día. —¿Qué te parecieron los islotes, superior? —La flora y fauna de esa zona son impresionantes. No sabía que existían tantas especies venenosas en sitios tan pequeños, no imagino cuantos antídotos podríamos generar a partir de las muestras que tomamos. Todo el equipo de trabajo se montó en el bote tras recoger todas sus pertenencias, y el equipo de muestreo, volviendo a Ciudad Costera una hora después. —¿Qué harás por la noche, superior? —preguntó Arashi tímidamente a Sakura, quien parecía perdida en sus pensamientos mirando el mar tras haber hecho varias capturas con la cámara. —Pensaba trabajar un poco en el reporte de hallazgos, pero también quisiera pasear por la ciudad y distraerme un momento. —Podría llevarte a la zona comercial. Hay mucho que ver: tiendas de recuerdos, restaurantes, el templo de la ciudad y más cosas. —¿Tiendas de recuerdos? —Sakura sonrió pues seria una buena idea comprar un par de presentes para dos personas importantes —Si, vamos. Justo quiero comprar algunas cosas. El chico sonrió pues podría tener una pequeña cita con la joven, que ya le gustaba demasiado para esos momentos, valiendose de la excusa de llevarla a recorrer el centro, pasar un rato con ella se le antojaba delicioso. El centro de la ciudad Costera estaba repleto de personas que visitaban el pueblo desde otros puntos del país de las Aguas Termales. Arashi llevo a Sakura a los mejores sitios de recuerdos que conocía observándola mirar cada local con detalle, como si buscara el que vendiera el obsequio perfecto para las personas que tenía en mente. De igual forma, aprovechó para tantear un poco el terreno y confirmar si Sakura tendría algún interés romántico que fuera un impedimento para pedirle una cita formal. —¿Buscas algo en especial, superior? —Pues sí, eso creo… Sakura reviso el interior de una tienda que vendía joyería llamativa y de buen gusto. Bien sabia que Ino gustaba de lucir accesorios bonitos, era dada a verse bien todo el tiempo. Una joyería como esa, seguro seria de su agrado. —Estas piezas le agradaran a mi mejor amiga —dijo de pronto mirando a su acompañante—, ella gusta de usar accesorios. —Ya… ¿Y es el único obsequio que llevaras? —pregunto inocentemente. —No, debo llevar otro mas… ¿Que podría llevarle a Kakashi sensei de un sitio como ese? Jamás lo había visto usar accesorios como lentes o colguijes, tampoco lo había visto llevar prendas de ropa casuales, siempre iba con su uniforme shinobi. Salvo aquella bufanda que ella le obsequió por su cumpleaños el año anterior, no solía llevar otro tipo de adicionales en su atuendo. Ciudad Costera no era un sitio frio como para que vendieran pasamontañas o algo así, cosa que el si usaria. Arashi la veía indecisa en una tienda y otra. Lo que sea que buscaba debía ser muy especial o particular si es que no estaba a la vista. —¿Es muy especial lo que buscas, superior? —No, mas bien… no sé que estoy buscando —respondió desanimada—. No se que podría llevarle a la persona que tengo en mente. —Pues hay mas tiendas por allá. Si es un chico o chica, seguro encontraras algo —respondió el chico casual. —Es para mi sensei —Sakura lanzo un largo suspiro sintiéndose un tanto desganada—, pero… creo que no lo conozco del todo como para elegir un obsequio que le agrade. Arashi no presto mas atención ya que la palabra “sensei” no representaba nada más allá de “guía” o “asesor”. Sakura era una joven detallista y atenta como para comprar un regalo para alguien que le había enseñado en su carrera ninja. Ese gesto hizo que ella le gustara aun mas. Sakura pensó en comprar algo como una figura para el escritorio de Kakashi, pasaba todo el tiempo en su despacho así que un adorno como ese bien podría colocarlo en la ventana. La idea le pareció razonable. Caminaron por otro rato hasta llegar al final de la calle donde se alzaba el templo del poblado. Aquel sitio lucia imponente en comparación del resto de la ciudad pues su construcción era sobria y estaba resguardada tras altos árboles y altares. —El templo luce increíble. Seguro es un sitio muy hermoso en un dia soleado cualquiera —comentó la kunoichi. —De hecho lo es. El último dia que ustedes estarán de visita, habrá un festival de verano en honor a los ancestros —Arashi sonrió al decir esto—, ojalá tengas la oportunidad de asistir, superior. —¿Un festival? —respondió sonriente— ¡Me gustan mucho los festivales! Sugeriré al equipo que terminemos las actividades temprano y nos pasemos un rato por la tarde. Asi podrás mostrarnos todo lo que hay. —Claro, te mostraré todo el lugar. Arashi la acompañó al hotel, Sakura se despidió como siempre hacia ingresando al establecimiento. El chico estaba deseoso por preguntar algo, sin embargo ella se marchó con tanta prisa que no pudo hacerlo. Un par de días mas tarde, hacia mediados de la tercera semana, es que Sakura recibió correspondencia desde casa. Uno de los asistentes llego con correspondencia enviada desde el Hospital de Konoha y, de paso, aprovechó para entregar cartas a ciertos miembros del equipo. En esos momentos, Arashi observó detenidamente como el rostro de Sakura se encendía con sorpresa al recibir dos sobres; el chico no pudo despegar la mirada de la ninja médico quien parecía querer gritar de felicidad. —Parece que si tiene alguien especial, pero no puedo confirmarlo —se dijo desanimado. Sakura, por su parte, solo deseaba que el dia terminara cuanto antes, pues quería correr a la privacidad de su habitación de hotel y sumergirse en la lectura de sus cartas: una de Ino y la otra de Kakashi sensei. Apenas terminó el día, Sakura se despidió de todos con tanta prisa que no logro escuchar nada de lo que dijeron a sus espaldas. Arashi se quedo desagradablemente sorprendido al ver como la chica que le gustaba, salia de la sala con pasos veloces. —¡Te veremos mañana, Sakura! —Sí, si. Hasta mañana. No quería que nadie la molestara. Su corazón latía ansioso apenas llego al hotel subiendo las escaleras a toda velocidad. Tras cerrar la puerta de la habitación, y buscar el modo de tranquilizarse haciendo actividades como ponerse ropa cómoda, abrir la ventana y sentarse al frente mirando los sobres detenidamente. —Empezaré con la carta de Ino. “Sakura, chica traviesa: Me da mucho gusto haber recibido tu carta, me has hecho muy feliz. Me alegra saber que te esta yendo tan bien en la ciudad Costera y que hiciste un nuevo amigo. Hablando de eso, espero que ese nuevo amigo se convierta en un apasionado amor de verano, ¿eh? Quiero escuchar toda la historia, con lujo de detalles jugosos, apenas vuelvas a casa. Tenia razón en que salir del ambiente de la aldea era bueno para ti, respirar otro aire y ver otras cosas nunca esta de más. Espero de todo corazón que estas nuevas experiencias te sirvan en lo personal. Quiero ver a mi amiga feliz y sonriente al lado de un gran amor. Con cariño, Ino”. —Ay Ino, nunca cambiaras. Gracias por tus buenos deseos —Sakura sonrió doblando cuidadosamente la carta en su sobre para depositarla a un lado. Al ver la carta de Kakashi sensei sobre la mesita de la habitación, el corazón de Sakura comenzó a latir con aún mas intensidad. ¿Qué clase de carta seria?, ¿cómo era Kakashi sensei en ese aspecto? Solo lo había visto entregar reportes detallados, y muy técnicos, que no tenían apreciaciones personales. ¿Qué tipo de cartas saldrán de su pluma? Lanzó un largo suspiro mirando distraídamente la ventana, como si fuera pudiera encontrar algo de calma para su agitado corazón y emociones. Tras unos momentos más, tomo aire para armarse de valor. Ni siquiera sabía bien por qué estaba tan nerviosa. —Allá voy… —respiro profundo una vez antes de abrir el sobre y sacar la única cuartilla. “Sakura, Me alegró mucho recibir una carta tuya, fue una inesperada sorpresa que ha dado alegría a los días en los que no estás en la aldea. Me deja buen sabor de boca el saber que estas contenta con el trabajo que realizas en la ciudad Costera. También debo agradecerte las fotografías, no te preocupes si estan mal hechas, tienen tu toque personal lo que las hace únicas. La vista del mar debe ser algo sorprendente cuando no se está en una misión, espero que puedas mandarme un par más en una siguiente carta antes de tu regreso. He echado en falta tu compañía durante el almuerzo de los martes y jueves, pero se que cuando vuelvas tendrás muchas experiencias que contar, espero estes tomando nota de todo lo que has hecho allá. Por otro lado, he enviado a un practicante a monitorear la casa de tus padres un par de veces a la semana y no ha reportado novedades. Ambos están muy bien. Espero continúes trabajando con entusiasmo en esa investigación y seas tu quien presente los resultados en la siguiente junta de resultados. Me despido, Señor Sexto, Kakashi H.” —Kakashi sensei me ha echado de menos… —se dijo sintiendo el rostro encendido— Bueno, la verdad es que… creo que yo también —su mente se quedó en blanco al haber reconocido eso en lo profundo de su persona. La joven leyó la carta unas dos veces mas dibujando una sonrisa tierna en su rostro. En especial, al notar ciertos borrones en la hoja, como si el sensei hubiera escrito algo y luego lo eliminara rápidamente dejando las marcas ocultas bajo la tinta. —¿Qué habrá escrito Kakashi sensei inicialmente? —pensaba Sakura intrigada—, ¿qué habrá querido decirme que lo eliminó? No quería pensar en nada, no deseaba ahondar en ningún sentimiento, solo sonreir por haber recibido esa carta en particular. Apenas se repuso de su impresión, es que tomo papel y lápiz para redactar algo rápidamente mientras buscaba sus mejores fotografías para enviarlas. “Kakashi sensei” Que alegría haber recibido una carta suya, ha sido muy considerado de su parte el haber hecho un espacio en su ocupado dia para dedicarme un par de líneas. Le agradezco mucho sus atenciones en enviar a alguien a monitorear a mi familia, me tranquiliza el saber que todo esta en orden. Estamos por concluir las actividades en la ciudad Costera, tal y como dice, tengo muchas cosas que contarle. ¡Hemos hecho grandes avances en la recopilación de información y muestras que nos serán de ayuda en la creación de antídotos! Es emocionante formar parte de tan importante proyecto. Le mando un par de fotografías mas que hice en el último recorrido de trabajo a unas islas cercanas a la ciudad Costera. Gracias por sus comentarios respecto a las anteriores, se que no soy la mejor fotógrafa, pero ¡prometo practicar más! Por cierto, habrá un festival la siguiente semana, comienza justo el último día en que estaremos aquí. El equipo y yo trataremos de concluir las actividades con tiempo suficiente para poder pasarnos por el templo un rato aunque sea”. En ese punto Sakura se quedo pensativa antes de continuar ya que le habría gustado que él estuviera presente en el evento, sin embargo era imposible pues las actividades del Hokage eran demandantes. Kakashi lo tenia muy difícil si es que contara con algunas horas libres el día del inicio del festival. —No se si debería hacer el comentario… —se dijo pensativa analizando esa última linea en la carta varias veces antes de escribirla— Solo es una idea… quizás en otra ocasión podría preguntarle si acudimos a un festival juntos. De todos modos, se dijo, no perdía nada con añadirla al final. “Espero que en el futuro haya posibilidades de que usted y yo podamos acudir a un festival en la aldea. Los festivales de verano son muy divertidos y seguramente el de esta ciudad no será la excepción, sería muy agradable que usted pudiera estar aquí. Me despido por ahora, espero que sus días sean tranquilos mientras vuelvo a casa. Cuídese, Sakura”. Su corazón aun latía aceleradamente tras concluir la carta, ya estaba hecho, había incluido esas líneas finales y no había modo de borrarlas. Ella sabia que no se molestaría y si llegaba a hacer preguntas al respecto, las respuestas eran sencillas. No obstante, en ese punto, Sakura no deseaba ahondar en ninguna idea que brotara de su agitada mente. Kakashi era su sensei, era el Hokage de la aldea, su colega jounin y eso era todo. —No quiero complicar mi cabeza con tonterías de chicas tontas. Pasaría a depositar esa carta en los buzones de la oficina postal y solo quedaría continuar con las actividades antes de volver a casa. Esa cámara será de gran ayuda cuando haga fotos del festival para mostrarlas al señor Sexto. —Le enviare una postal a Ino, creo que se molestara porque no tengo ninguna historia apasionada de amor que contarle cuando vuelva —pensó sonriente. Esa noche Sakura durmió mejor que nunca. .4
A inicios de la cuarta semana, Kakashi recibió la carta de Sakura la cual leyó con calma durante su horario del almuerzo. Dibujo una profunda sonrisa en sus labios apenas concluyó la lectura, mirando las fotos detenidamente. El toque de Sakura estaba en cada una pues, intentó hacerse una foto de perfil usando ambas manos y teniendo el mar de fondo la cual quedó tan movida y borrosa como las demás, pero la intención estaba ahí. El Hokage sonrió acercando la foto a su corazón. Sakura lucía feliz y vibrante como siempre, el tono dorado de su piel a causa del sol era la clara muestra del trabajo en la playa y del empeño en ello. Kakashi observó la foto un poco mas percatándose de otros detalles como su radiante sonrisa, su cabello agitado por el viento y sus grandes ojos verdes; la chica lucia her… —No, en que estoy pensando… —agito la cabeza con violencia posando sus ojos en el horizonte para alejar esas ideas de su mente— Con que un festival de verano al final de la semana, podría tomarme ese día y volver a la oficina por la mañana —se dijo pensativo considerando en hacer un viaje express a la ciudad Costera. Sakura lo invitaba al festival y sería una descortesía dejarla plantada. Además, bien sabía en lo profundo de su interior, que quería verla en persona aunque ella y el resto del equipo decidieran quedarse un dia más para relajarse un poco. Se puso de pie un momento después dirigiendo sus pasos a la zona comercial, debía comprar un pequeño obsequio a la joven brillante que era parte de un importante grupo de investigación. Si había un festival, entonces un presente que la joven pudiera llevar, no solo ese día si no en cualquier otro festival al que acudieran, era el obsequio perfecto. No debía perder tiempo y preparar todo para su salida el jueves por la tarde. . Un par de días después, cuando todo el equipo de la aldea de la hoja comenzó el cierre de pendientes y reportes, Sakura miraba la ventana de vez en vez sintiendo que le gustaría pasar otro par de días corriendo en la playa y su hermoso mar. Había tomado cariño por aquel sitio tan diferente de lo que conocía y que le ofrecía nuevas posibilidades de trabajo, personales. Ella sabia internamente con quien le gustaría pasar unos días en la ciudad Costera aunque no era posible, al menos por ahora. —Superior… —Arashi estaba detrás de ella haciendo que la ninja médico diera un leve respingo. —Perdona —respondió Sakura rápidamente—, estaba distraída. Arashi se dio cuenta que, desde que esas cartas llegaron procedentes de la aldea de la Hoja, la mente Sakura solía estar en otro sitio y no actuaba como antes de recibirlas. En ese momento él supo que no tenia oportunidad alguna, pero aun así, le diría lo que sentía por ella, debía sacarlo del pecho y hacérselo saber. —¿Te gustaría pasear un rato por el malecón en cuanto terminemos las actividades del dia? —preguntó el chico tímidamente. —Si, ¿por qué no? —respondió la joven. El colega le parecía un buen chico y su compañía resultaba amena. Le agradaba mucho la idea de haber hecho un nuevo amigo. Todo el grupo se unió a la salida, no obstante en cierto momento de la caminata, los demás miembros del equipo se quedaron atrás mirando las tiendas o la bonita playa. Sakura y Arashi iban ya varios pasos al frente charlando animadamente sobre nada en particular, ella iba por el malecón mirando la playa distraídamente sin percatarse de las largas miradas que le lanzaba su colega. —¿Me esperarias un momento, superior? Sakura lo vio dirigirse con pasos rápidos hacia las tiendas, no dio mayor importancia salvo que le hubiera gustado pedirle algo de beber. Ella devolvió la mirada al mar pensando en que yukata usaria la noche del festival, llevaba uno de verano en colores claros anticipando una ocasión asi. Lo único que no tenia a la mano, eran accesorios de cabello bonitos, pensaba en comprarse alguno en las tiendas locales, pero lamentablemente solo tenia el dinero justo para cubrir lo indispensable, no se anticipó a llevar un poco más para algo así. —Que mas da, ya comprare algo en otro momento —se dijo sonriente. —Superior… —Arashi volvió un momento después llevando algo en la mano. —Pero, eso es… Una rosa blanca, eso era lo que le ofrecía haciendo que Sakura se quedara sin saber que decir ni cómo reaccionar. —Te has comportado algo rara desde que recibiste esas cartas desde la aldea de la Hoja —comenzó a decir el chico—, imagino que una de ellas la escribió una persona que te importa mucho o es muy especial. Solo quería decirte que me gustas mucho, superior. Y, aunque no tengo oportunidad, necesitaba hacértelo saber. Sakura acercó ambas manos a su pecho abriendo la boca para refutar esas palabras: “Una de ellas la escribió una persona que te importa mucho o es muy especial”, sin embargo nada salió de sus labios. No salieron palabras o algún otro sonido. —Eso confirma que tienes a alguien especial en casa —añadió Arashi dibujando una sonrisa triste. —No he afirmado nada… —respondió Sakura aun sin salir de su impresión. —Pero tampoco lo negaste… —Yo… Perdóname, no puedo aceptar la flor. Lo siento. Se alejó unos pasos dándole la espalda, ella sabía lo que dolía un rechazo pues lo había vivido varias veces en el pasado siendo esa la segunda vez que le rompía las ilusiones a alguien. No tenía valor para girarse y mirarlo de frente. —No te preocupes… te vere mañana, superior. —Lo siento, Arashi… Arashi coloco la flor discretamente en una de las aberturas del bolso de Sakura marchándose enseguida. La joven ninja la miro sin saber que decir, se sentía muy mal por él, pero seguirlo y decirle palabras que no querría escuchar no iba a solucionar nada. Dejaron de ser amigos desde ese momento. . Hacia el final del viaje a la ciudad Costera, la relación con el colega de trabajo no cambió más, todo fue cordial y educado entre Sakura y él. La ninja médico sentía unos enormes deseos de volver a casa cuanto antes, experiencias como esa le dejaban mal sabor de boca y no deseaba lidiar con eso. Incluso el festival de verano ya no sonaba atractivo. El dia del cierre de actividades llegó antes de lo deseado recibiendo una noticia aun más inesperada pues, un colega del hospital llegó de improviso a la sala, haciendo que todos dieran un respingo. —Lamento interrumpirlos, pero el Señor Hokage de la aldea de la Hoja esta aqui y desea tener unas palabras con ustedes. —¡¿El señor Sexto, como?! —¡¿Por que no nos avisó que vendría? Habriamos preparado una exposición de resultados! Todos comenzaron a alterarse incluyendo a Sakura quien aun no asimilaba el anuncio. —¿Kakashi sensei? —Sakura dejo caer todos los papeles que llevaba en la mano siendo esa la noticia más sorpresiva de toda la semana— ¿De verdad está aquí? —tenia el rostro encendido y el pulso acelerado. El equipo de la Hoja se reunió en una sala contigua a la espera de las palabras de aliento del señor Sexto. —Que tal, hola a todos —dijo sonriente y formal saludando con la mano—. Lamento haber llegado de improviso, solo me pase por aqui para verificar cómo iban y tener una imagen rápida de sus progresos. Han hecho un gran trabajo y todos estamos muy orgullosos de ustedes. Sakura presentó los resultados obtenidos hasta el momento y los planes a futuro para la creación de antídotos y demas soluciones beneficiosas para la gente. Se sintió con la confianza suficiente para exponer el tema delante de todos recibiendo una ola de comentarios positivos. La sesión finalizó y todos, excepto Sakura y Kakashi, salieron de la sala para concluir con lo demás. —Kakashi sensei —Sakura lo miraba con los ojos muy abiertos—, no tenia idea de que vendría hoy. ¿Por que no nos avisó desde antes? Nos habríamos preparado mejor. —Ahm… quería que fuera una visita sorpresa. Y pues, es algo que se decidió de último momento. —¿De verdad? —Si, además recibí tu invitación para el festival de verano y tenía que aceptar. —Sensei… —la joven sonrió ampliamente, aquella reunión era la mejor sorpresa de toda la semana— Hay que darnos prisa, el festival comenzara en unas horas. Le mostraré la ciudad. Sakura lo tomo levemente del brazo saliendo de la sala, y del hospital, un rato después de que el señor Sexto charlará un poco con el personal asistente del proyecto agradeciendo su apoyo. La kunoichi lo espero a que terminara y ambos dejaron el lugar poco después. —Gracias por venir, Kakashi sensei. Ha sido una sorpresa muy linda. —Al contrario, a ti por la invitación. Este lugar es muy agradable, ayer lo recorrí un poco y me parece perfecto para pasar unos días tirado en la playa. —Si, también pienso lo mismo. —Por cierto —añadió el Hokage—, tengo un pequeño obsequio para ti —Sakura lo miro sorprendida y sonrojada. —Que inesperado… Todo el equipo de la hoja se reunio en el lobby del hotel para acudir al festival todos juntos. Sakura llevaba su yukata en tonos de rosa con blanco y Kakashi llevaba uno en tonos azul y negro, junto con la camiseta oscura que siempre usaba ya que el cuello lo extendia sobre su rostro para cubrirlo. El Hokage entregó un bolso de papel a Sakura quien lo recibió sin poderlo creer. —¡Gracias, que considerado de su parte! Dentro de la bolsa de papel estaba un adorno para el cabello con forma de flor de cerezo en color blanco. La joven lo sacó para mirarlo con detalle, colocándolo enseguida en su cabello recogido en un moño por detrás de su oreja derecha. —¡Es perfecto! Justo pensaba en comprarme uno y usted me leyó el pensamiento —Kakashi sonrió ampliamente bajo su pasamontañas al ver como ella lo lucia radiante. —Me alegra que te haya gustado. Se dirigieron al festival curioseando en los locales, en los puestos callejeros y en el templo del poblado. De tanto en tanto, Sakura tomaba a Kakashi de la mano de forma muy delicada y sutil, cosa de la que él se percataba claramente sin hacer comentarios y sin decir nada, se limitaba solo a sonreír. Su corazón daba alegres respingos cada que Sakura lo tomaba del brazo o de la mano dejándose conducir a donde ella quisiera. El festival concluyó con las luces pirotécnicas que iluminaron los cielos nocturnos de la ciudad Costera. Kakashi y Sakura los miraron desde la parte del templo que daba al mar, estaban de pie uno al lado del otro observando el cielo estrellado e iluminado sobre sus cabezas. Sakura se sintió realmente feliz de que él estuviera con ella viviendo esa experiencia, jamás se imaginó que podría sorprenderla de esa forma. —Por cierto, Kakashi sensei… Perdone, no pude comprarle ningún obsequio de esta ciudad. No tenía idea de que podría gustarle y no quería llevar algo que no le sirva o que no le agrade. —Sakura —respondió el Hokage sonriente—, habria agradecido mucho cualquier obsequio tuyo. No importa lo que sea, asi que no te preocupes por eso. Aunque, si quieres saberlo, me agradan las cosas que puedo colocar en la ventana, seria lindo tener algo para mi escritorio, pero esta repleto de papeles todo el tiempo y a veces no hay espacio ni para los lápices. Sakura rio un poco al comentario sintiéndose feliz al confirmar que él prefería objetos para colocar en superficies. —¡Vamos a la playa mañana muy temprano, ¿que dice, sensei?! —¿A la playa? Pero, tenemos que volver a tiempo. —Por eso debe ser muy temprano, al amanecer. Hay un par de cosas que quiero mostrarle. —De acuerdo, pero no podemos tardar demasiado —indico Kakashi en tono un poco serio. —Verá que no, será rápido. Todo el grupo regresó al hotel al término del festival. Sakura y el Hokage se quedaron charlando un poco más en una de las terrazas del hotel mirando el oscuro mar frente a ellos. —Es una pena que no tengamos más tiempo para disfrutar del lugar —dijo ella de pronto—, hay tantos sitios que me gustaría mostrarle. —Será en otra ocasión. Si no tuviera tanto trabajo esperándome, creo que habría podido tomarme un par de días. ¿Te parece si lo anotamos en la lista de pendientes? —Me parece bien. ¡Que sea el primer lugar de esa lista! —Hay que descansar, Sakura. O no podremos levantarnos temprano para recorrer la playa. —Tiene razón, debo ir a dormir. Lo veré mañana en punto de las seis, ajuste todas las alarmas que sean necesarias —de nuevo, Sakura lo tomo suavemente de la mano sonriendo. El observó el gesto sintiéndose tentado a dejar un beso en la mano de la joven, pero se abstuvo temiendo que no fuera bien recibido aunque algo le decía que no era asi. De hecho, ella se quedó como estaba un poco más, a la espera de que él hiciera otro movimiento, pero nada sucedió. Lo único que Kakashi hizo fue sujetar la mano de Sakura fuertemente por unos segundos. —Ve a descansar. —Hasta mañana, sensei. Sakura se retiro mientras Kakashi la observaba ir escaleras arriba. No se arrepentía de haberse tomado el dia para llegar hasta esa ciudad y poder estar con ella un rato. Quizás debió besar la mano de la chica, pensó, sin embargo sus inseguridades pudieron más que sus deseos. A esas alturas de su vida, sus temores e inseguridades eran tales, que ya le daba vergüenza tratar de salir con alguien creyendo que sería rechazado debido a esa desidia suya. Cualquier mujer se hartaría de su lentitud e indecisión y no quería terminar en lo mismo en esos momentos. Repaso los últimos movimientos de Sakura una y otra vez en su cabeza llegando a la misma conclusión: todo parecía indicar que ella esperaba otro gesto de su parte, algún movimiento más allá. —Podría intentarlo, pero ¿si se molesta y todo termina mal? Ese era su mayor temor no quedando más que desechar la idea. Tenía que tener todas las piezas en su lugar antes de atreverse a besar su mano siquiera. Fue entonces que tuvo que reconocer cuánto le dolería el rechazo de Sakura si es que él hubiera interpretado mal toda la situación. Sakura, por su lado, se giró en la cama una vez más repasando las expresiones y movimientos del sensei en su cabeza. Algo le decía que él quería dar otro paso, pues miro de forma insistente su mano como si quisiera tomarla y besarla. Entonces, ¿por qué no lo hizo? Quizás, la situación era la misma que con aquella carta, había letras borradas como si él hubiera querido decir algo más. —Lo conozco bien —se dijo pensativa—, prefiere hacerse a un lado antes de que lo rechacen, o antes de involucrarse. Aunque, recuerdo a la chica de cabello castaño y lacio de aquella vez, la que Sasuke llamó “delincuente”. La imagen de la hermosa joven se dejo ver en su mente aunque ya no recordaba todos los detalles o marcas de su rostro. —Estoy segura de que le gustaba mucho y jamas entendi por que la corrió de la aldea, por que la dejo ir. ¿O no se habrá dado cuenta de eso en realidad? Porque a ella claramente le atraía mucho y lo tenia escrito en toda su frentesota. Sacar conjeturas no sirve de nada, se dijo poniéndose de pie ya que no podía dormir. Se dirigió a la ventana notando como Kakashi continuaba en la terraza mirando el horizonte. Sakura sintió como un impulso la obligaba a ir escaleras abajo y ver si el Hokage estaba bien. Kakashi estaba perdido en sus pensamientos no sintiendo el momento exacto en que Sakura apareció a su lado. —¿Está bien, Kakashi sensei? —pregunto preocupada. —Ahm, si. Solo miraba el horizonte y pensaba un poco en diferentes cosas —respondió tratando de ocultar el fuerte respingo que dio cuando la voz lo sacó de sí mismo. —De acuerdo. Nuevamente, Sakura colocó su mano sobre la muñeca de Kakashi dejándola ahí por un momento. El hombre observó ese gesto sabiendo que si no lo hacía ahora, no podría hacerlo después. Era el momento de jugarse el todo por el todo. —No te preocupes, ¿de acuerdo, Sakura? —en ese momento, Kakashi tomo la mano de la chica dejando un suave beso en ella. Sakura estaba muy sonrojada observando a su sensei con los ojos muy abiertos. Eso era justo lo que ambos deseaban que sucediera por lo visto. En ese momento, ella noto como el rostro del Hokage estaba encendido bajo su máscara resultando un gesto muy adorable de su parte. —No se devele, ¿esta bien? —ella paso la mano por la mejilla de Kakashi suavemente— O mañana no se levantara temprano, ya lo conozco —añadió sonriente con voz suave. —Veras que me levanto a tiempo —antes de que Sakura retirara su mano, el coloco la suya fuertemente encima de la de ella cerrando los ojos. Se quedaron asi, en silencio, un momento más antes de retirarse a sus habitaciones. . A las seis en punto de la mañana, ambos se reunieron en el lobby del hotel vestidos con ropa de playa acorde a sus personalidades. Sakura se sorprendió al verlo llevar una camisa de verano por encima de la ropa habitual que se extendía hasta cubrir su rostro. Ella por su parte llevaba su traje de baño debajo de una ropa de verano corta que cubría sus hombros y piernas. —Veo que llego a tiempo, ¡muy bien sensei! —Te dije que estaría a tiempo —Kakashi trato de contener un bostezo que demostraba cuánto le había costado pararse antes de sus horas—. Bien, pues llévame a donde quieras. Yo te sigo —extendió la mano la cual Sakura tomo fuertemente para conducirlo al malecón de la playa. Solo tenían un par de horas antes de volver y reunirse con el resto del equipo. Algo le decía a Kakashi que no iban a volver a tiempo, pero no importaba ya que él estaba dispuesto a dejarse conducir a donde Sakura quisiera. .FIN
*Notas: Los prompts manejados en este relato son: Fuegos artificiales, tarde por la noche, festival de verano. La chica del cabello café a la que Sakura hace referencia en ambos capítulos, se llamaHanarey es un personaje de un capítulo de relleno de shippuden. La dinámica de pareja va despacio porque no tengo prisa y requiero que todo se cocine a fuego lento. Gracias por tenerme paciencia.