Kakashi x Sakura Week 2025
Prompt 1: Noche de cine / Hoodie
Estaba a punto de caer la tarde cuando Kakashi, el aún sexto Hokage de la aldea de la Hoja, terminó de acomodar el papeleo que se quedaría pendiente para la siguiente mañana. Llevaba ya alrededor de una hora separando los documentos destinados a ser analizados en la junta matutina. Su alarma sonó justo a las seis de la tarde haciendo sentir satisfecho al shinobi quien sonrió debajo de su pasamontañas. Esa alarma era el indicador de que su turno laboral había llegado a su final. Era la única forma que tenía para detener las actividades y poder salir de su despacho antes del anochecer. —Termine justo cuando sono la alarma —se dijo aliviado—, es hora de ponerme en marcha o no llegare a tiempo. Fue con pasos rápidos escaleras abajo tras cerrar la puerta de su despacho despidiéndose del personal que le salía al paso. Tuvo que ser contundente, aunque educado, al informar que ya no estaba disponible por esa tarde. —Todo lo que no sea urgente, puede esperar a que llegue mañana por la mañana. —Si, señor Sexto —le decía el personal a su servicio—, pero… —De hecho, pueden retirarse por hoy. Nos vemos —cerro la puerta principal sin escuchar más. Solo deseaba llegar a tiempo ya que una persona le esperaba en el punto de reunión. Era probable que esa persona ya estuviera en el lugar acordado pues ambos convinieron en que la mejor hora para verse eran las seis por la tarde. El Hokage camino con paso rápido desde su casa, varias cuadras mas abajo, hasta llegar al concurrido cine de la aldea. La salida programada con su acompañante era a una función especial de “Coqueteando en el paraíso” por el aniversario del lanzamiento del libro. Kakashi no estaba seguro si invitar a alguien a esa velada ya que le incomodaba bastante compartir su afición por esos libros con otros; de hecho, alguna vez invito a Guy quien le pidio amablemente no volverlo a hacer ya que, pese a querer mucho a su amigo-rival, no gustaba de mirar ese tipo de películas. No obstante, su nueva acompañante ya sabía sobre este hobbie desde hacía años y acepto sin mayor complicación. El hombre se detuvo justo frente a la taquilla percatandose que ella ya estaba ahí. La ahora jefa de los servicios médicos shinobi, estaba de pie pocos pasos mas allá mirando el cielo sobre su cabeza. —Sakura —Kakashi la saludo amistosamente aproximándose a ella. —Vaya, llego puntual, Kakashi sensei. Seguro tenia muchas ganas de ver la película —comentó algo sorprendida mirándolo con los ojos muy abiertos. —Vamos, Sakura, hace mucho que deje de ser impuntual —comento jovial rascandose un poco la cabeza. La joven rio un poco mientras ambos ingresaban al establecimiento. Kakashi procuro comprar los boletos con cierta antelación, para no perder tiempo en la larga fila apenas ella acepto acompañarlo. —No creí que fuera a invitarme a ver esta película, sensei —dijo Sakura tomando asiento en una amplia zona llena de sofás y mesas mientras ambos esperaban ingreso a la sala—, pensé que habría preferido verla solo. —Lo consideré, pero ya que últimamente nos hemos llevado tan bien, decidí invitarte. No comparto esta afición con cualquiera. Sakura rio discretamente notando como su sensei trataba de ser casual ocultando un poco su evidente incomodidad. Ya tenían algo asi como un año conviviendo de cerca gracias al trabajo de la joven kunoichi; antes de eso, hablaban mas bien poco, coincidiendo muy a veces ya que Sakura ahora estaba enfocada en su profesión como investigadora de jutsus médicos, siendo su antigua jefa quien tenia mas trato con el Hokage que ella. Desde que Sakura asumió esa posición, a sus veintiséis años, es que el trato con su viejo sensei se hizo cada vez mas frecuente llegando a compartir el almuerzo y largas charlas desde hacia unos trece o catorce meses. Gracias a la creciente cercanía y confianza que ya tenían, a veces ella le llevaba el almuerzo, pues aún se le dificultaba calcular la porción para una sola persona terminando por cocinar de más. —¿A que debo que me hayas traído el almuerzo? —preguntó el Hokage sorprendido mirándola con los ojos muy abiertos mientras recibía la enorme caja redonda envuelta en una servilleta de tela. —Es que cocine demasiado, sensei —respondió la joven sonriendo con algo de vergüenza—. Desde que ya no vivo con mis padres, no hay quien se coma lo demás y no quiero que se desperdicie pues mañana ya no estará bueno. Prefiero dárselo a usted a tener que desecharlo o guardarlo para el día siguiente. —Bien siendo asi… Te agradezco —Kakashi sonrió ampliamente cerrando sus ojos, la verdad el gesto le venia bien ya que por lo regular estaba muriendo de hambre siempre alrededor del mediodía. Solo esperaba que esa comida no supiera igual a aquellas trágicas píldoras de comida por las cuales Sakura era famosa. Su sorpresa fue enorme al saborear un almuerzo más que aceptable. De ahí en adelante, conforme pasaron las semanas, se volvió una rutina el compartir el almuerzo todos los martes y jueves que Sakura acudía a las reuniones con él. Una que otra vez llegaron a quedar luego del trabajo para cenar algo, pero eran las menos pues Kakashi tenia dificultades para concluir su jornada ya que siempre surgía algo aunque dejara ajustada su alarma todos los días. Razón por la cual rara vez llegaban a verse por la tarde para compartir el tiempo entre dos buenos colegas. —¿Como estuvo su día, sensei? —pregunto Sakura acomodando un poco su cabello por detrás de su oreja, gesto que no paso desapercibido para su interlocutor quien giro la mirada enseguida hacia cualquier otro lado— Supe que sus juntas son cada vez mas y mas largas. —Pues, el dia estuvo pesado igual que siempre y si, las juntas son cada vez mas y mas largas así es este trabajo. Pero, tras varios años en esto, me doy cuenta de cuanto extraño ir a misiones e investigar cosas. —Han pasado casi nueve años desde que inicio su periodo como Hokage. —Ya ni me digas, me agobia el solo pensarlo —ambos rieron un poco mientras era turno de Sakura de narrar brevemente su día. Por muchos años ambos se consideraron personas no muy cercanas y de poco trato hasta el curso de la cuarta guerra. Sakura siempre tuvo en mente que su sensei estaba enfocado en los problemas entre Sasuke y Naruto quedando ella de lado al ser la menos problemática. No obstante, luego de los eventos contra Madara Uchiha, es que el sensei y ella se volvieron un poco mas cercanos. Convivieron un poco mas de cerca los siguientes años a la boda de Naruto ya que ella aún atendía misiones, hasta que poco a poco dejo de hacerlo al enfocarse de lleno en su carrera como medico investigador. Ahora la vida era mas bien rutinaria y menos intensa al no atender ese tipo de eventualidades. —Lo entiendo, sensei —respondió la joven mirándolo de frente—. A veces también extraño atender misiones importantes con los demas colegas, pero ahora todo es tan diferente. Todos tienen vidas muy distintas y otras prioridades. —Lo se, hay nuevas generaciones en la academia y casi todos tus compañeros tienen familias que les consumen tiempo y esfuerzos. —Si —Sakura pensó en Ino, con quien había hecho muy buenas migas en los pasados años hasta que la rubia, literalmente, la cambio por Sai y el hijo de ambos, no podía culparla. Si Sasuke no se hubiera ido, pensó sin tristeza, seguramente él y yo… Sakura desecho esas ideas al cumplir veinte años y darse cuenta que el chico Uchiha se marcho de la aldea para no volver. O al menos, ella no había sabido de él en todos esos años. Naruto llego a comentar en alguna ocasión que Sasuke pasaba el tiempo recorriendo los diferentes reinos shinobi sin grandes deseos de establecerse en ningún sitio. Y así a ella no le quedo mas remedio que llorar su pérdida el tiempo que fuera necesario y, finalmente, dejarlo ir. Vivir aferrada a su recuerdo no le hacia ningún bien. Tras un rato mas, llego el momento de ingresar a la sala marcada en los pases de entrada haciendo que Kakashi comenzara a sentirse cada vez más incómodo. Solo esperaba que, en esa versión de aniversario, hayan removido ciertas escenas que podrían ser consideradas de mal gusto. No quería que Sakura fuera a molestarse o sentirse mal. Él estaba acostumbrado al humor y situaciones que el viejo Jiraiya manejaba en esos libros, pero seguramente su acompañante no. Tomaron asiento uno al lado del otro esperando que comenzara la función. —¿Viene con frecuencia al cine, sensei? —No. No soy aficionado a las películas en general. Esta es una ocasión especial pues es el aniversario del lanzamiento de los libros y… —¿Y…? —Tambien es el aniversario de la muerte del maestro Jiraiya —respondió Kakashi con cierto pesar en la voz. —Es verdad. Lo había olvidado… —respondió Sakura algo avergonzada. —Solo por esas razones, pensé que seria una buena idea ver de nuevo las tres películas —añadio el Hokage sonriendo. —Lo es, una linda forma de honrar la memoria del viejo maestro. La película dio inicio apenas terminaron los avances de futuros estrenos. Kakashi miraba de reojo a su antigua pupila de tanto en tanto corroborando si ella se veía molesta o incómoda, o bien, cualquier señal de que lo estaba pasando mal. Sin embargo, parecía ser todo lo contrario ya que Sakura no tenía problemas en entender el humor del filme así como las situaciones para adultos, pues reía constantemente o hacia caras como si el protagonista fuera demasiado bobo hasta para ella. —Vaya… —pensó Kakashi sintiéndose menos tenso— Me tranquiliza ver que no lo esta pasando mal, quizás sobre pensé demasiado en la situación. Al finalizar la función, unas dos horas después, ambos salieron del establecimiento riendo alegremente y comentando lo entretenido del filme. —Creí que no te divertirías —dijo Kakashi a todas luces mas tranquilo que antes de entrar. —Pues el humor es algo simple, pero lo pase bien. —¿No te hizo sentir incómoda la temática o alguna de las situaciones? —Claro que no, Kakashi sensei, le recuerdo que estoy por cumplir veintisiete años. He vivido algunas cosas y he visto otras, esta película no me tomo por sorpresa. —Veintisiete… Fue entonces que Kakashi cayo en cuenta, por primera vez en todos esos años, que Sakura ya no era aquella niña caprichosa y escandalosa que proclamaba su amor por Sasuke a los cuatro vientos; tampoco aquella alumna de la quinta Hokage, ni tampoco aquella joven kunoichi que se desempeño tan bien en la cuarta guerra. La Sakura que caminaba alegremente a su lado, estaba muy lejos de aquella jovencita del pasado. Habían transcurrido quince años en un abrir y cerrar de ojos. Sakura tenia doce años cuando fue asignada al equipo siete y ahora estaba por cumplir veintisiete años. —Como ha pasado el tiempo —comento Kakashi de pronto sin pensar. —Si, ya pasaron quince años desde que nos conocemos, sensei. Por cierto, gracias por la invitación el dia de hoy —dijo ella de pronto sacándolo de sus pensamientos—. ¿Qué le parece si ahora lo invito yo al reestreno de la siguiente parte? “Coqueteando con violencia”, decía un cartel que se estrenara en unos meses mas. —¿De verdad quisieras acompañarme a verla? —Claro. —Bien pues, siendo así, acepto la invitación. —¡Estupendo! —Pero, ¿no quisieras llevar a otra persona? A algún amigo especial, por ejemplo. —Ay, ya le contaré luego mis desventuras en ese aspecto —respondió la joven lanzando un largo suspiro que tampoco paso desapercibido para el Hokage. Caminaron un poco mas girando a la derecha al final de la calle adentrándose por otra igual de transitada. Charlaron alegremente sobre temas de trabajo, de las nuevas investigaciones medicas que se llevaban a cabo así como de las misiones que Kakashi daba a shinobis como Mirai o Konohamaru Sarutobi y otros elementos como Moegi, Hanabi Hyuga y su compañero Udon, así como el resultado de las mismas. Entonces Kakashi noto como ella parecía tener algo de frio ya que se froto ambos brazos un poco mientras andaban. —¿Todo bien? —Si, perdón sensei, olvide mi chaqueta en la oficina. Sakura vestía su atuendo rosa oscuro sin mangas luciendo casual para la ocasión. Como hizo algo de calor por la tarde, no seria raro que se hubiera confiado en el buen clima por la noche. Nadie considero que la temperatura pudiera bajar. Su camino los llevo a una parte de la zona comercial de la aldea donde se veía una larga fila de tiendas diversas. Sakura pensó en aguantar un poco mas y no quejarse por algo tan simple como un leve bajón en la temperatura. —No hace tanto frio —penso cuando de pronto Kakashi le informo que debía comprar algo en una de las tiendas que estaba a su lado derecho—. Esta bien —ella espero afuera sin mirar siquiera pues su atención estaba puesta en la gente que les pasaba a un lado. Sakura no pensaba en nada concreto solo en lo bien que lo estaba pasando aquella noche en compañia de su viejo sensei. La noche estaba estrellada sobre sus cabezas, la gente les pasaba por un lado y el otro así como los sonidos de la alegre calle. —Perdón por hacerte esperar —el Hokage salio de la tienda llevando algo en las manos, ese algo se lo ofreció a su acompañante quien lo miro sin entender—. Dijiste que tenias frio, no seria justo que lo pasaras mal por lo mientras. —Sensei… no debió molestarse, pero le agradezco. La joven miro cuidadosamente el contenido de la bolsa encontrando una sudadera con capucha en el interior la cual saco con cuidado para mirarla con detalle. Sakura rio un poco al ver lo que el sensei había comprado para ella pues era un “hoodie” de hombre en realidad, de un color claro y un estampado con la cara de un perro que se parecía mucho a Pakkun. —¡Que hoodie tan original! Con esto estaré bien por el resto de la velada —indico sonriendo ampliamente colocándosela con cuidado. Ambos continuaron su camino hasta llegar a la esquina donde estaba el ramen Ichiraku el cual miraron en mutuo acuerdo entrando enseguida. —Naruto se enfadara conmigo si sabe que vine a cenar aquí sin él —dijo Sakura jovial mientras Kakashi tomaba la iniciativa en ordenar un par de platos de ramen para ambos. —Lo habríamos invitado de habernoslo topado por el camino —respondió el antiguo shinobi sin mas—, pero no fue así. Tras salir del establecimiento, Kakashi acompaño a Sakura un tramo hasta llegar a un área cercana a su apartamento. —Gracias por la velada, sensei. Lo veré en la junta de mañana, la de los jueves. —Cierto, mañana es jueves —respondió Kakashi cayendo en cuenta que día era—. Claro, hay mucho que revisar —añadió algo desanimado. —¿Le molestaría si le llevo el almuerzo de nuevo? —pregunto la joven tocándose el cabello en un gesto que no paso desapercibido para el Hokage— Compre demasiada comida y ya sabe que no quiero que se estropee. —En absoluto me molesta. Es muy agradable compartir el almuerzo mientras charlamos. —Excelente. Bien, pues me despido por esta noche. Hasta mañana, sensei. —Descansa, Sakura. Se quedo donde estaba un momento más mirándola alejarse por el camino. —Veintisiete… —repitio en su mente sacudiendo la cabeza un instante después— ¿En que momento Sakura creció tanto? —se dijo seriamente— ¿En que momento todos ellos crecieron tanto? He vivido tantos años encerrado en mi burbuja que no me habia percatado de todo lo que ha ocurrido a mi alrededor. Los gestos de Sakura le desfilaron por la mente: verla acomodarse su ahora largo cabello, el hecho de que cada vez que se veían, ella le llevaba el almuerzo sin estar obligada a ello. La salida al cine. Jamas había prestado mucha atención a Sakura fuera del ambiente de trabajo o de sus almuerzos de los martes y jueves. Pero ahora… Kakashi sacudió de nuevo la cabeza violentamente. —Creo que volveré a mi despacho. Continuar revisando mis interminables documentos, me vendrá bien —se dijo algo molesto consigo mismo. Cumpliendo con esto ultimo, fue de regreso a su oficina a continuar revisando papeles hasta caer rendido a eso de la una de la mañana. Era su mejor remedio contra cualquier pensamiento extraño que amenazara su paz mental. .FIN