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Capítulo 13: Fin del proyecto Todos los ingenieros estaban nerviosos esperando los resultados. Naraku ya había recibido el informe completo y con la mirada revisaba cada hoja rápidamente. Kagome y los demás lo veían hacer gestos extraños. La única que estaba serena era la señora Kaede, a ella no le preocupaba mucho, dado que sólo revisaban la gestión de llamadas en su departamento y realmente no recibía una calificación como en el área de Soporte Técnico. Naraku alzó la vista y los ingenieros aguantaron la respiración. —Bien, nunca pensé en tener que decirlo, pero esta vez me han sorprendido todos. Debo reconocer que han trabajado bastante— dijo con seriedad. —Ya Naraku, no le des tantas vueltas al asunto, deja de ser tan cruel con ellos, al menos por hoy— dijo Kaede tranquilamente. El coordinador rodó los ojos, pero ella tenía razón, las buenas noticias estaban impresas en ese informe. —Está bien, que humor, no me dejas divertirme— dijo, antes de sonreír complacido por lo que estaba a punto de comunicar. —Ingenieros, estoy orgulloso de ustedes, los resultados de las evaluaciones de calidad son magníficos, comparados contra los de otros proyectos— reveló. Todos se expresaron emocionados a su modo ante la noticia. —¡Qué bien, ya sabía que podríamos lograrlo! — dijo Miroku alegre. —¡Era obvio, somos los mejores en Soporte Técnico! — comentó un emocionado Koga. —¡Bah!, no creas que fue por ti ese resultado, todo se debe a mi excelente trabajo, acéptenlo— habló InuYasha con la vanidad en todo su esplendor. —¡Cállate pulgoso! — Koga le hizo gestos. —InuYasha, no deberías hablar antes de tiempo, falta que Naraku nos dé los resultados individuales— intervino Sesshomaru con gesto serio. —Yo sé que soy el mejor, aunque no les guste— volvió a presumir el mencionado. —Es buena noticia escuchar eso, seguramente el proyecto se verá beneficiado— habló por fin Kagome. —Así es niña, esas son buenas noticias para todos nosotros, ¿Verdad Naraku? — secundó Kaede. El coordinador hizo un ademán para que todos guardaran silencio. —Sí, es correcto… hemos ganado un aumento salarial y el proyecto recibirá más apoyo para infraestructura— declaró Naraku con evidente orgullo. —¡Bien! — —¡Excelente! — —¡Es genial! — —¡Gran noticia! — expresaron los ingenieros. —Escuchen, todos fueron evaluados individualmente, los resultados son muy buenos— continúo hablando el jefe, haciendo una pausa que estresaba a los oyentes. —Kagome, Sesshomaru, ustedes obtuvieron la mejor calificación en atención a usuarios y resolución de fallas— dijo de pronto. —¿Qué?, ¿En serio?, ¡Qué emoción! — Kagome se alegró aún más. Sesshomaru sonrió con altivez, al tiempo que le hacía un gesto de burla a InuYasha. —¡¿Qué?, no puede ser, ¿Estás bromeando, Naraku?!, el idiota de Sesshomaru dañó el equipo de Kagura, él no merece estar en primer lugar— reprochó el joven. —Tranquilo InuYasha, no te pongas así. Tienes razón en eso, sin embargo, aquí dice que no eres muy amable con los usuarios, así que no te quejes por el resultado, tu calificación es la segunda mejor en resolución de fallas y conocimientos, pero no creas que los directores y usuarios pasan por alto tus tonterías— lo reprendió Naraku. El chico se cruzó de brazos sin ocultar su molestia. —¡Bah, esto no puede ser!, eso fue trampa, yo no puedo estar en segundo lugar— masculló. Estaba furioso por tal resultado y no dejaba de hacerles gestos a Kagome y a Sesshomaru. —Miroku y Koga, ustedes tienen el tercer lugar, sus calificaciones son muy buenas en conocimientos y resolución de fallas, pero les falta mejorar su trato con los usuarios, en especial tú, Koga— dijo el coordinador, mirándolo con reproche. Ambos ingenieros se voltearon a ver, sonrieron y se dieron la mano. —Felicitaciones compañero, tienes que ser más amable— dijo Miroku en broma. —Sí, es lo mismo de siempre, yo no tengo la culpa de que sean tan sensibles a mis palabras— rio Koga, satisfecho con su puntuación. A ninguno de los dos ingenieros le importaba demasiado las evaluaciones de calidad, pero se divertían al ver las rivalidades entre Sesshomaru e InuYasha. Con Kagome no tenían ningún problema, ella se ganó su buena calificación con su propio esfuerzo. —Bien, ya basta de tantas risas, vuelvan al trabajo, que los reportes no se van a atender solos— ordenó Naraku. La reunión terminó y todos se pusieron a trabajar, pensando en cómo gastarían su aumento salarial. . . Pasaron aproximadamente dos meses, en los que Kagome se integró por completo al equipo. Ahora la mayoría de los reportes eran pan comido para ella. Ya no se sorprendía del carácter de Naraku, se llevaba muy bien con Miroku y Koga, con Sesshomaru sólo hablaba lo necesario y de vez en cuando, tenía alguna discusión con InuYasha, que no pasaba de algunas muecas raras por parte del ingeniero. En cuanto a lo demás, todo marchaba muy bien. Sin embargo, las instituciones bancarias a veces hacen pequeños “negocios” que no salen nada bien, llegando a tener pérdidas monetarias. Los gastos tienen que ser cubiertos, tomando recursos de otros lados y el banco Shikon decidió finalizar los contratos de varios proveedores externos, entre ellos, la empresa que les brindaba el soporte técnico. El tiempo del proyecto ya estaba por finalizar, el contrato así lo estipulaba y la empresa a la que pertenecían todos los ingenieros sólo estaba en espera de una renovación por parte del banco. Sin embargo, los rumores del problema financiero llegaron a oídos de los altos mandos. Así que llamaron a Naraku para darle instrucciones. … Unos días después, el coordinador hizo una junta con los ingenieros y la encargada de monitoreo. Todos ya estaban enterados de la finalización del contrato, así que sólo esperaban las últimas indicaciones. —Escuchen todos, los he llamado para comunicarles el estatus general del proyecto y lo que sucederá con el— dijo Naraku. —Como saben, el banco Shikon tiene problemas monetarios y ha decidido terminar el contrato con nuestra empresa, por lo tanto, ya no trabajaremos aquí. A partir de mañana, ellos se encargarán de dar soporte a su propia gente y nosotros haremos la entrega del área, hoy mismo— concluyó. —¿Qué pasará con nosotros? — preguntó Miroku. —Mañana nos presentaremos en la empresa para recibir el finiquito de las actividades en éste proyecto y tendremos que esperar a que nos asignen a otro— contestó el coordinador. —Vaya, esto fue muy abrupto y sorpresivo, no nos dejan opciones y ni siquiera nos preguntan— dijo Koga. —El tonto tiene razón, además, tengo que reconocer que ya me acostumbré a trabajar con todos ustedes— declaró InuYasha, dándole la razón a su compañero. Obviamente la noticia fue inesperada para todos, no estaban cómodos con ella, pero tenían que acatarla. —Lo sé, pero no tenemos más opción que obedecer y no tienen de que preocuparse, la empresa seguirá pagándonos, aunque no estemos trabajando, créanme, no pasarán más de quince días antes de que seamos reasignados a un nuevo proyecto— aseguró Naraku. Todos hicieron un gesto de afirmación y comenzaron a prepararse para dejar el departamento de Soporte Técnico. Recogieron sus pertenencias, acomodaron herramientas, software, manuales y todo lo general en el área de trabajo. Kaede y Naraku se encargaron de las cuestiones administrativas para hacer la entrega a Sistemas. Al día siguiente, todos se presentaron en la oficina central de su empresa, recibieron su pago y la indicación de esperar unos días, en lo que eran colocados en un nuevo proyecto. … Había pasado una semana desde que Kagome dejó de laborar en el banco Shikon. Estaba descansando en su casa, ocupándose de otras actividades y conviviendo con su familia. Sin embargo, al pasar los días, comenzó a sentir fastidio. Ella estaba acostumbrada al trabajo, prácticamente se había hecho adicta al ritmo agitado que se vive en un área de soporte técnico. Y de pronto, como si lo hubiera deseado, sonó el teléfono. —Diga… sí, ella habla… ¿En serio?, ¡Excelente, voy enseguida! — colgó el auricular. Minutos después, salía de su casa a toda prisa, la habían llamado de su empresa. … Llegó a las oficinas, saludó a la chica de recepción y se dirigió a la sala de juntas. Cuando abrió la puerta, ya la esperaban todos sus compañeros, la señora Kaede y su maquiavélico jefe. —Bienvenida Kagome— dijo Naraku, sonriendo un poco. —Tengo a cargo un nuevo proyecto, es mucho más grande y complejo que el anterior, así que necesito a todo mi equipo, ¿Estás lista para éste nuevo reto? — Kagome se alegró bastante al oírlo y sonrió al ver que Kaede le guiñó un ojo en gesto de amistad. Sus compañeros la observaban en espera de su respuesta, hasta Sesshomaru parecía tener una mueca menos seria. InuYasha la miraba de reojo, pero de buena gana y, por último, Miroku y Koga le sonreían afablemente. —¡Claro que sí, estoy lista! — contestó efusivamente. Ella estaba preparada para el nuevo desafío.=FIN=
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Estoy feliz, he terminado otra historia de varios capítulos, muchas gracias a todos los lectores por seguir estas locas ideas que escribo. Como verán, ya estoy trabajando en otros fanfics, los cuales iré publicando cada fin de semana. Me despido por el momento y espero seguir contando con ustedes. Saludos.