ID de la obra: 1284

Sin Experiencia

Het
NC-17
Finalizada
1
Fandom:
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
36 páginas, 15.125 palabras, 3 capítulos
Descripción:
Notas:
Publicando en otros sitios web:
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Extra 2: Practicando

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Buenas noches: Antes que nada, gracias por su paciencia. En muy raro que publique entre semana, pero ya les debía el capítulo final. Con esto concluyo la historia y la verdad, debo decir que me ha hecho muy feliz escribirla. Adoré la película y en verdad deseo ver una saga de Broly en el anime. Pasando el extra 2, debo decir que me costó un poco de trabajo redactarlo (tuve que reescribir la mitad del capítulo dos veces) pero estoy muy contenta de haberlo concluido hoy. Como dije anteriormente, es lemon explicito y directo, así que espero no haberme alejado de las personalidades de Broly y Chirai. Esto es todo, no habrá más de ellos, al menos no con esta temática. Ya se me ocurrirá algo más adelante. Pasen a leer y por favor, dejen sus comentarios, ya que me alegran el día. Atención: Dragon Ball y todos sus personajes son propiedad de Akira Toriyama. Yo sólo escribí la historia por gusto y diversión (quizás un poquito perversa, pero diversión a final de cuentas).

***

Extra 2: Practicando

Broly estaba sentado en medio de la cama, con la atención fija en la joven de piel verde. Chirai permanecía de rodillas frente a él, mirándolo con un gesto de emoción. Habían dejado pasar algunos minutos de relajación después de ese placentero orgasmo y ahora era momento de aprender lo que era un beso. —Presta atención a lo que voy a hacer— dijo ella, mientras colocaba sus manos sobre los hombros del guerrero. —Un beso, es una expresión de cariño, como un abrazo, pero con mayor significado. — El saiyajin asintió. —Hay varios tipos de beso— explicó, acercándose a su rostro. —El primero y más sencillo, es el de la mejilla— sus labios se acercaron y depositaron la caricia con un gracioso chasquido. Broly sonrió ante la agradable sensación, mirando al mismo tiempo a la joven, quien también parecía más emocionada. Se tocó la mejilla, asombrado, jamás había prestado atención a la sensibilidad que tenía en la piel. Ahora que Chirai le estaba mostrando todos los efectos físicos que podía percibir su cuerpo, su curiosidad y deseo sólo aumentaban. —¿Otro? — pidió, señalándose la otra mejilla. La mujer sintió una gran ternura ante el comportamiento del guerrero. Asintió y colocó un nuevo beso en esa zona. Al mirarlo otra vez, pudo notar en sus ojos negros un brillo muy llamativo. Él asimilaba rápidamente cada nueva experiencia que ella le brindaba. Entonces, sin previo aviso, Broly tomó a Chirai por los laterales del rostro y la acercó a él. Inmediatamente los labios del saiyajin comenzaron a depositar besitos en ambos cachetes de la chica. Ella no pudo evitar reírse por las cosquillas y su sorprendente reacción. Aprendía demasiado pronto y lo replicaba de la misma forma. El saiyajin la escuchó reírse, al mismo tiempo que una sensación sumamente agradable se extendía por sus labios. Esa estimulación física le provocaba un cosquilleo en la boca y le generaba una nueva emoción en el pecho. Era tan increíble y desconocida para él, que no estaba seguro de cómo actuar. Pero, al menos, al ver la reacción de Chirai, supo que estaba bien lo que hacía, regresarle la misma caricia. —Ya basta, Broly— se rio divertida, mientras le ponía una mano sobre la boca para detenerlo. —Lo haces muy bien, ese tipo de beso es muy fácil de aprender— le guiñó un ojo y después le recorrió suavemente los labios con un dedo. —Ahora, te voy a enseñar otro tipo de beso. — —¿Otro beso? — interrogó curioso mientras la soltaba. Ella asintió, colocando de nuevo las manos sobre sus hombros y acercándose a escasos centímetros de su rostro. —Así es, en éste tipo de beso, se trata de juntar nuestros labios y dejarse llevar por la sensación… — suaves jadeos se intercalaron en sus palabras conforme se acercaba. —Que provoca la presión… de nuestras bocas… — Chirai sintió una extraña agitación al estar a escasos milímetros de los labios del saiyajin. Ella era la primera mujer que besaba al imponente guerrero y eso la hacía sentirse muy especial. Su corazón dio un brinco cuando percibió la tibieza de su respiración. La distancia desapareció entre ellos y sin darse cuenta, ambos cerraron los ojos. La mente de Broly se pausó cuando percibió la calidez de su aliento. Los labios le cosquillearon nuevamente, quedándose quieto y estupefacto al mismo tiempo. No tenía palabras para comunicar las sensaciones que la mujer de ojos violetas le provocaba. Pero, cuando sintió la presión sobre su boca, su instinto se encargó de responder. Ella notó claramente cómo, al primer toque, él se quedaba quieto, pero, al segundo, comenzó a imitar tímidamente el mismo movimiento. Fue sutil al principio y después se aproximó con más seguridad. Esto la sorprendió, porque creyó que el saiyajin se quedaría estático y desconcertado, eso sería lo más lógico. Pero Broly era una caja de sorpresas y ambas bocas comenzaron a reconocerse, lenta y suavemente. El beso evolucionó de poco a poco. El juego de sus labios pasó de toques pausados a roces húmedos y conforme avanzaron los segundos, sus respiraciones empezaron a intercalarse mutuamente. Chirai sonrió para sí misma al notar la pasión del guerrero. Sabía que era demasiado inocente para entender todo lo que implicaba tener sexo con una mujer. Pero, al parecer, el beso le estaba resultando mucho más profundo emocionalmente. De repente, notó que él la abrazaba, acercándola más. Sintió una de sus manos sobre su nuca, parecía que quería evitar que se alejara. La joven no se opuso, dejándose llevar por tan delicioso beso. Entonces notó que algo palpitaba de nuevo en su interior. Sin proponérselo, los estímulos eléctricos en las terminaciones nerviosas de sus labios, comenzaron a generar una nueva respuesta sexual en ella. El guerrero lo percibió también. El temblor del cuerpo femenino le dio una señal y su instinto saiyajin le susurró que usara la lengua. Chirai entreabrió los ojos al notar el húmedo roce sobre sus labios. Se sorprendió al ver que el beso estaba provocando otros efectos en el saiyajin. Tuvo la intención de hacer una pausa, pero su mente la traicionó y de un momento a otro, su propia lengua también respondió. Un poderoso estremecimiento recorrió a Broly cuando la suave lengua de la mujer se encontró con la suya. Instintivamente sus bocas se entreabrieron y el beso se transformó en una beligerante danza. Sus jadeos se volvieron más profundos, sus respiraciones se hicieron discontinuas y el deseo comenzó a despertar de nuevo. Entre gemidos y emoción, ambos cuerpos se arrimaron un poco más. Entonces la joven percibió que las manos del guerrero se deslizaron insinuantes sobre su piel. Un profundo gemido escapó y una alerta se activó en su cabeza. No podía permitir que esto se prolongara más allá. —¡Chirai, tienes que detenerlo! — se dijo a sí misma. Pero aquel placentero beso aún la tenía en trance. De pronto, la dureza del miembro masculino palpitó contra su vientre y en ese instante, se obligó a poner de nuevo los pies sobre la tierra. Una cosa era enseñarle a besar y otra volver a copular. No quería reconocerlo, pero éste segundo encuentro había resultado más intenso de lo que esperaba. Se sentía agotada y no estaba segura de que su cuerpo tolerara una vez más el apetito del guerrero. Además, era necesario enseñarle algo muy importante a Broly: Había lugares y momentos para tener sexo. No podía permitir que el saiyajin se engolosinara con esta actividad, porque no sabía lo que les deparaba el futuro. Quizás lo que estaba ocurriendo entre ellos era demasiado precipitado y no quería cometer un error con él, así que debía analizar la situación con más calma. Por lo tanto, era necesario establecer reglas y hacer una pausa temporal. —¡Espera Broly…! — dijo contra sus labios. —¡Estoy cansada! — Él se detuvo por un segundo, apartándose sólo unos centímetros de su rostro para verla. Los iris ya se le habían coloreado nuevamente de una intensa tonalidad amarilla y su respiración se volvía más gutural a cada momento. Se acercó de nuevo y comenzó a lamerle la comisura de los labios, para después iniciar un descenso a su barbilla y luego hacia su cuello. Una placentera descarga sacudió a Chirai. Las caricias húmedas eran su punto débil y Broly lo entendió desde el principio. Pero, si no lo detenía en éste momento, después sería imposible. —¡Broly! — alzó la voz en un tono de regaño. —¡He dicho que pares! — colocó una mano sobre la cara del guerrero y lo empujó con algo de fuerza. Lo escuchó gruñir molesto, pero finalmente la liberó de su abrazo. Ella se apartó y bajó de la cama rápidamente. Broly la miraba con un gesto confuso, sentía como si Chirai le estuviese robando algo sumamente delicioso. —Ahora, escucha con atención— dijo, cruzando los brazos sobre sus pechos. —Hay unas reglas que debes acatar si quieres que volvamos a tener sexo. — El saiyajin parpadeó sin entender nada, pero no le quedó más remedio que escucharla. —Primera regla: Sólo tendremos sexo algunas veces a la semana, tú eres demasiado fuerte y yo terminaría muy cansada si lo hiciéramos a cada rato. — Broly meditó sus palabras, quizás tenía razón en haberlo detenido. Era muy probable que estuviera fatigada, después de todo, su raza seguramente era mucho más débil que la de los saiyajines. —Segunda regla: Debes enfocarte en otra cosa que no sea el sexo, como, por ejemplo, entrenar para controlar tu poder. — En eso tenía razón, debía seguir entrenando para dominar su nueva habilidad de súper saiyajin y dejar de perder el control ante semejante poder. Lo bueno era que Goku volvería a visitarlos y él podría ayudarlo con eso. —Tercera y última regla: El sexo es algo íntimo que debe ser consensuado por ambos, no se puede llevar a cabo si uno de los dos no está dispuesto. Sé que ahora te resulta novedoso y deseas experimentar más, pero, todo a su tiempo, Broly. — Él refunfuñó y se cruzó de brazos en un gesto de disconformidad. —¡Yo quiero más! — gruñó. La joven se rascó la cabeza mientras rodaba los ojos, era como lidiar con un niño pequeño. De pronto, se le ocurrió cómo manipularlo. —Escúchame Broly, hagamos un trato— se aproximó a la orilla de la cama y estiró un brazo para acariciar su mejilla. —Si logras controlar tu nueva transformación en una semana, yo te daré más sexo y te enseñaré algo nuevo— le guiñó un ojo coquetamente. El saiyajin se quedó quieto, aceptando el mimo y sopesando la propuesta. Entonces, le sonrió de repente. —Será en menos de una semana— pronunció con absoluta seguridad. Chirai sintió un extraño escalofrío, esa sonrisa se veía bastante traviesa y Broly parecía muy seguro de poder cumplir con el trato. —Bien, entonces quiero verlo y por ahora, esto es todo— se aproximó y le dio un rápido beso en la mejilla. Para cuando Broly reaccionó, ella ya salía de la habitación, dejándolo ansioso. … Al día siguiente. Chirai no podía creer lo que veía. Su rastreador no dejaba de registrar señales de energía a pesar de la distancia. El saiyajin se había tomado muy en serio sus palabras. Hoy por la mañana salió temprano para comenzar a entrenar, tomó una porción de carne de araña para desayunar y después partió rumbo a las montañas del oeste. La joven supo que comenzaría a practicar de inmediato, así que buscó el rastreador para poder ubicar su posición. La expulsión de energía del saiyajin era muy peligrosa para la zona de cuevas donde vivían, así que lo mejor era que entrenara en un lugar bastante alejado. El día avanzó lento y mientras ella y Limo hacían limpieza, el dispositivo se la pasó marcando avisos intermitentes, hasta que la alarma se disparó de golpe. —¿Qué es esto? — preguntó, al notar que el rastreador se quedaba en lectura muerta después del silbido final. Salió de la cueva y subió a una de las peñas cercanas. Observó en dirección de las montañas y grande fue su sorpresa al notar la gran columna de luz que ascendía hacia el cielo. El temblor de la tierra hizo vibrar todo a su alrededor ligeramente. —Cielos, en verdad está dispuesto a controlar su poder en menos de una semana— dijo nerviosa, quitándose el aparato dañado de la oreja, el cristal estaba fracturado. —Antes no se había descompuesto, pero ahora ya no sirve definitivamente. — Entonces, escuchó pasos detrás de ella, Limo también había salido a investigar. —¿Ahora que le dijiste? — preguntó, mientras miraba el rastreador estropeado. —¿Por qué de pronto quiere entrenar?, ¿Acaso se aproxima un peligro? — Chirai negó despacio. —Le dije que debía distraerse con otra cosa, para que no estuviera pensando sólo en… sexo— contestó, sonrojándose. —Ya veo— se rascó la nuca, extrañado. —¿Pero acaso no iba a esperar el regreso del saiyajin de la Tierra para comenzar a practicar con él? — Ella tosió disimuladamente, mirando hacia otro lado. Para Limo no pasó desapercibido su gesto. —Vaya, no me digas que hiciste algún tipo de apuesta con él— sonrió divertido. La joven exhaló y se cruzó de brazos en un gesto de enojo. Ese Limo, como siempre, divirtiéndose a sus costillas. —¡Oh, sí lo hiciste! — soltó una risilla el exsoldado. —Chirai, no deberías apostar favores sexuales con un saiyajin, alguna vez escuché que su raza era muy… obsesiva con los temas de ese tipo. — Los ojos violetas de la chica parpadearon sorprendidos. —¡¿Qué me tratas de decir?! — El sujeto de piel naranja rodó los ojos, sin dejar de reírse por lo bajo. —A los saiyajines les gustan los desafíos, está en su sangre guerrera y si tú le prometiste algo a cambio de que entrenara, deberías prepararte para pagarle muy pronto— explicó tranquilamente. Chirai se quedó sin palabras. Ahora entendía la traviesa sonrisa de Broly. … El tiempo avanzó sin novedad. Broly regresó en la noche sin decir nada. A pesar de que estuvo todo el día entrenando, al llegar, simplemente se limitó a tomar un baño y después se fue a dormir. Chirai sonrió para sí misma, no creía que el saiyajin pudiera dominar su transformación en tan poco tiempo. Y, de cualquier forma, si lo conseguía, ella ya tenía en mente cómo lo recompensaría. Además de que esto ayudaba en su estabilidad mental. El estar enfocado y dejar el pasado atrás, era lo mejor que podía hacer el guerrero. … A la mañana siguiente. Limo y Chirai estaban en la colina cercana, picando piedra a la sombra de una gran pared. Después de algunos golpes, la roca se desmoronó para dejar al descubierto pedazos de metal azul. Resultó que el exsoldado había encontrado una veta de dicho mineral y ahora lo estaban juntando para poder venderlo en el mercado de metalurgia espacial. Esto era necesario, ya que deseaban obtener algo de dinero para después abandonar ese planeta y buscar un sitio mejor para vivir. Es decir, no podían confiar en que el malvado de Freezer no los buscaría después de lo ocurrido con las extrañas esferas anaranjadas de la Tierra. Lo mejor era moverse de lugar y esconderse. De pronto, el suelo comenzó a temblar. Ambos se miraron asustados y después voltearon al horizonte. En la lejanía de las montañas del oeste, el cielo parecía oscurecerse por momentos. Pudieron ver a unos cientos de metros, como las serpientes gigantes se ocultaban en sus guaridas subterráneas y los arácnidos huían despavoridos a sus nidos. Las criaturas percibían claramente el poder de Broly. —Parece… — Limo tragó saliva despacio. —Parece que Broly ha perdido el control… — —No lo creo… — contestó Chirai nerviosa, mientras trataba de mantener el equilibrio. El movimiento telúrico fue disminuyendo lentamente. Lo que hubiera pasado al otro lado de las montañas, ya se estaba tranquilizando. Pero decidieron suspender las actividades mineras y regresar a la casa por si volvía a temblar. … Estaban a punto de entrar a la cueva cuando, de pronto, sintieron un escalofrió en la piel al mirar que, a lo lejos, Broly se aproximaba volando rápidamente. El halo de energía dorada alrededor de su cuerpo era demasiado llamativo. Estaba en fase de súper saiyajin. —¡¿Crees que él nos reconozca?! — preguntó limo, bastante inquieto. —Deja que yo me encargue— habló Chirai con seguridad. —¡¿Estás loca?, ¿No recuerdas cómo se puso en la Tierra?! — El guerrero descendió a escasos metros de ellos. Su energía lanzaba ráfagas de aire hacia todos lados. Se quedó quieto, mirándolos fijamente. No se le veían las pupilas de los ojos, sin embargo, no parecía estar descontrolado. Parte de su armadura se veía fracturada y su apariencia en general era desalineada. El cabello erizado y rubio, ondulaba hacia arriba debido al Ki que liberaba. —¡¿Broly?! — llamó Chirai en voz alta. —¿Me escuchas? — El guerrero empezó a caminar hacia ella. Limo retrocedió nervioso, mientras la joven se quedaba en su sitio. El halo dorado fue disminuyendo paulatinamente y las ondas de aire se disiparon después. Broly se agachó, quedando cara a cara con la mujer. —Sé que estás ahí, dime algo por favor— pidió ella, mientras levantaba una mano hacia su rostro. La suave caricia lo hizo parpadear. Sus iris amarillos y pupilas negras aparecieron de nuevo. Su mirada se centró en los ojos violetas, como si estuviese reconociéndola. —Chirai… — —¡Si Broly, aquí estoy! — sonrió emocionada. —Veo que lo conseguiste, estás controlando tu transformación. — Él volvió a parpadear y se enderezó para verse las manos y a sí mismo, podía percibir como el poder fluía a través de todo su cuerpo. Entonces se tocó el cabello erizado y comenzó a jalarse un mechón. Parecía que apenas se daba cuenta de lo que había conseguido: Dominar la primera fase de su transformación en súper saiyajin. Y eso merecía una recompensa. —Vaya susto que nos diste— comentó Limo, acercándose ya más tranquilo. —Lo… lo lamento— dijo Broly. —Sabía que eran ustedes, pero no podía escucharlos, hasta que sentí la mano de Chirai. — La chica sonrió y liberó un suspiro, él en verdad era especial. Su corazón dio un brinco de emoción, esto era un gran avance, resultado de saber cómo encausar al poderoso guerrero. Quizás su método era un poco pícaro, pero si con eso ayudaba a Broly, ella estaba dispuesta a repetirlo. —Bien, creo que es momento de tomar un descanso— dijo la joven. —¿Puedes volver a la normalidad? — El saiyajin asintió, inhalando y exhalando pausadamente. Su transformación desapareció, quedando de nuevo su cabello negro y sus iris oscuros. —Bueno, teniendo en cuenta que ya no va a temblar de nuevo, yo voy a seguir extrayendo metal azul— comentó Limo, encaminándose de nuevo a la colina. —Por cierto, Chirai, no es necesario que me acompañes, creo que vas a estar un poco ocupada— le guiñó un ojo. El color rojo inundó la cara enojada de la chica. —¡Cállate Limo! — le gritó, al mismo tiempo que levantaba una piedrita del suelo y se la arrojaba. El exsoldado esquivó la pedrada y se fue corriendo sin dejar de reírse. Chirai resopló aún más disgustada, entonces volteó a ver a Broly. Él ya le sonreía traviesamente. —En menos de una semana… — Ella sintió una gota de sudor bajar por su frente, mientras trataba de disimular su mueca nerviosa. … Habitación de Chirai. Después de tomar una refrescante ducha, ambos ya estaban listos para una nueva sesión de sexo, pero antes, Chirai deseaba recompensarlo por su gran logro. La joven no sabía cómo decirle al saiyajin lo que estaba a punto de hacer. No obstante, había prometido enseñarle algo nuevo, así que debía darle un poco de teoría o al menos una explicación básica. —El trato era que, si lograbas controlar tu poder, yo te enseñaría algo más— le sonrió, haciéndolo retroceder hacia la cama. —Siéntate en la orilla y deja que te muestre. — Él obedeció inmediatamente, sintiendo como la emoción crecía con fuerza en su pecho. Ella se acercó hasta quedar en medio de sus rodillas entreabiertas. Entonces colocó las manos sobre su torso y comenzó a acariciarlo. Sus ojos violetas lo miraron con deseo al mismo tiempo que se humedecía los labios con la lengua. Su coqueta sonrisa se aproximó un poco más. El saiyajin sintió de nuevo un estremecimiento cuando los suaves labios de Chirai se posaron sobre su boca. Sin demora alguna, él respondió al delicioso contacto. Sus respiraciones se entremezclaron en un beso lento. Las manos masculinas se movieron por inercia, empezando a recorrer la cintura y caderas de la mujer. El tacto de ella se incrementó, trazando sus hombros y brazos, delineando los músculos del pecho y palpando detalladamente sus costados. Lo sintió agitarse por las cosquillas que le provocaba y eso la hizo sonreír contra su boca. El beso prosiguió, aumentando su intensidad y tomando un poco más de sus alientos. De pronto, se convirtió en una caricia húmeda cuando sus lenguas se encontraron. El deseo pulsó dentro de ellos. La excitación comenzó a crecer más rápido que en las veces anteriores. Broly continuó acariciando la tersa piel, subiendo por su espalda y después bajando hacia su trasero. Claramente la sintió temblar, pero aun así no detuvo el placentero besuqueo. Las sensaciones en la boca incrementaban su apetito velozmente. Sentir el calor de su cuerpo y escuchar sus cortos jadeos le provocaban una punzada en el bajo vientre. Entonces, Chirai rompió el beso y se acercó a su oreja. —Ahora, Broly, te voy a enseñar otra cosa que los labios pueden hacer… — ronroneó. Un escalofrío lo hizo erizarse y la respiración se le aceleró un poco más cuando ella empezó a lamer y besar su torso. Sus delicadas manos acariciaron sus cicatrices, mientras su tibia lengua dibujaba un camino húmedo en descenso. —Lo que voy a hacer… — susurró entre lamida y beso. —Se le conoce como, caricia oral… — El guerrero sintió otro espasmo en el vientre y su virilidad pulsó dolorosamente en ese instante. Su mente registró las palabras de Chirai y no le fue difícil entender a dónde se dirigía. Su instinto saiyajin despertó con fuerza, quería disfrutar del sexo nuevamente, pero algo le decía que ésta nueva experiencia, sería sumamente gratificante. —Coloca tus manos a los lados y quédate quieto… — su tacto llegó al marcado abdomen. —Confía en mí… y déjate llevar… — Él lo hizo, dejó de acariciarla y separó más sus muslos al notar que iba agachándose conforme sus labios bajaban rumbo a su vientre. El ver eso y sentir como las descargas corrían por su espalda, provocaron el aumento de su ansiedad. Para el saiyajin era increíble percibir semejantes sensaciones. Todo seguía siendo nuevo para él y aunque al principio fue un bombardeo a sus sentidos, su mente lo procesó ágilmente y ahora su instinto le pedía más. Simplemente, su perspectiva del mundo había cambiado y todo gracias a ella. Un sonido gutural escapó de su garganta cuando la mujer alcanzó su miembro. Sus cálidas palmas lo envolvieron y comenzaron a recorrerlo. Su traviesa lengua se detuvo a la altura de su ingle, al mismo tiempo que alzaba la mirada. La lujuria brillaba en sus iris violetas. El deseo se expresó en las convulsiones de su interior. Chirai se había excitado tan rápido como el saiyajin, pero no podía dejar de sentir cierta emoción al brindarle éste tipo de caricia. Un nuevo recuerdo que él jamás olvidaría. Entonces, le dirigió otra sonrisa antes de tomar aire y soltarlo despacio, preparándose para iniciar con su sensual actividad. Sus manos estrujaron la virilidad con más fuerza, provocando un palpitar y después la humedad inicial. Un intenso jadeo escapó del guerrero y sus manos arrugaron las sábanas cuando ella aproximó sus labios a la corona de su miembro. La punta de su lengua emergió, arrastrándose por encima con una morbosa lamida. Un gruñido animal se escuchó. Todo el cuerpo de Broly se cimbró ante la lúbrica caricia. La respiración se le aceleró y su mirada transmutó al amarillo nuevamente, delatando el placer que lo embargaba. Sus puños se cerraron con mayor fuerza en el instante en que ella deslizó su recorrido a lo largo de la sensible carne. Chirai se sintió complacida al escucharlo clamar. Su caricia oral se extendió por toda su longitud gradualmente, subiendo y bajando, humedeciendo su piel con morboso placer. Ella no se cohibía en absoluto, mientras su lengua lamía, sus manos continuaban estimulándolo. No estaba segura de sí lograría hacerlo culminar, pero no perdía nada con intentarlo. Después de todo, se lo había ganado. El delirante recorrido prosiguió con los labios, besando y abrazando su grosor. Los gemidos guturales de Broly se incrementaron, mientras su mente se perdía en una satisfactoria ensoñación. La pequeña hembra lo estaba enloqueciendo a un grado insoportable y sabía que, de un momento a otro, el clímax lo abrumaría. Algo vibró con fuerza en su vientre y el temblor de su virilidad aumentó. La joven continuó libando sin detenerse, mirándolo atentamente. Los ojos del guerrero se cerraron con fuerza y su mandíbula se tensó. Esa era la señal, él estaba listo para terminar. Con una última lamida, ella se retiró y sus manos siguieron masajeándolo. Broly se estremeció con fuerza y clamó incluso más cuando su semilla se derramó libremente. La mente de Broly se perdió en un crudo éxtasis, dejándose caer de espaldas en la cama. Por varios segundos no supo de sí mismo, pero de algo estaba seguro: Esto debía repetirse. … Chirai sonreía para sí misma, estaba satisfecha con lo que había logrado. El saiyajin se mantenía perdido en el placer, no obstante, su propio deseo ya escurría desde su interior en forma de lubricación, así que debía buscar su propia liberación. Subió a la cama y se aproximó al guerrero. Comenzó a besar su agitado pecho al mismo tiempo que se posicionaba encima de su vientre, frotándose contra su, aún rígida, erección. El roce le arrancó un profundo jadeo y, sin importarle nada más, comenzó a cabalgar. Broly gruñó excitado al sentir la suave piel de Chirai. Su éxtasis iba menguando, pero todavía deseaba sentir el delicioso calor femenino. Abrió los ojos y al verla danzando sobre su cuerpo, el instinto lo dominó por completo. Sus manos la apresaron por las caderas, mientras se sentaba de nuevo. La mujer respingó cuando notó que el saiyajin se levantaba y la sujetaba con fuerza. Sus miradas se encontraron y ella pudo ver que la lujuria seguía brillando en sus iris dorados. Se relamió los labios, dándole una clara señal. Se aferró a sus hombros cuando percibió la cercanía del miembro masculino en la entrada de su intimidad. Él la estrechó entre sus brazos, manteniéndola quieta, mientras su pelvis se posicionaba debajo de ella. La sintió temblar cuando comenzó a descender sobre su hombría. Apretó los dientes, sofocando un potente jadeo al percibir su ceñido interior recibiéndolo gradualmente. Chirai gimió con fuerza, sus pliegues internos pulsaron y la lubricación provocó un morboso sonido. Su mente se hundió en el mar de las sensaciones carnales cuando su cuerpo empezó a danzar una vez más. Las manos del guerrero se aferraron a sus costados, guiándola en una delirante oscilación. Las descargas de placer amenazaron con hacerla enloquecer. El saiyajin resoplaba sin parar, disfrutando del calor de su piel, del aroma de su intimidad y de su dulce forma de besar. Ambas bocas trataban de mantener la unión, pero el frenesí que los embargaba lo impidió. Era imposible mantener el beso, así que se concentraron únicamente en el frenético movimiento. De repente, el guerrero se levantó, sujetándola por las caderas para cambiar de posición. La recostó en la cama, manteniéndose encima de ella para continuar con el enervante ritual. Sus brazos se colocaron a los lados y su boca se dirigió a los endurecidos pezones. Su pelvis reanudó el vaivén con más fuerza y el coro de gemidos se descontroló. La joven tenía la mirada perdida en el techo, envuelta en la bruma del placer. Podía sentir como aquella hombría golpeaba algún punto sumamente sensible en su interior. Cada embestida del saiyajin le provocaba un delicioso estremecimiento, cada balanceo de su poderoso cuerpo la aproximaba al abismo final. Entre respiraciones y jadeos, el aire les faltaba, entre movimientos y caricias, la cúspide sexual se avecinaba. Entonces, en el límite de la extenuación física, una sublime contracción inició su brusco crecimiento en el centro de sus vientres. Violento e imparable, arañando su médula espinal, el orgasmo estalló con toda su fuerza, propagándose en olas de placer por cada centímetro de su ser. En ambos un bramido se dejó escuchar, al mismo tiempo que la convulsión final hacía que el tiempo se quedara detenido en un éxtasis casi divino. … La relajación llegó lentamente. Ahora permanecían recostados frente a frente. En los ojos del Broly se podía notar un sentimiento real que no necesitaba de palabras. En la mirada de Chirai se reflejaba la misma sinceridad y no había nada que aclarar. Ella levantó una mano hacia el cabello alborotado del saiyajin y retorció un pequeño mechón entre sus dedos. —Y bien, ¿Cómo te sientes? — preguntó. Él sonrió ampliamente. —Feliz— tomó la mano de ella y la besó con suavidad. —Chirai… eres muy especial para mí. — La joven se ruborizó, no estaba acostumbrada a expresiones de cariño tan directas. Pero éste hombre jamás mentiría sobre sus sentimientos, él le decía la verdad. —El sentimiento es mutuo— dijo, acurrucándose contra su pecho. —Tú también eres muy importante para mí ahora, no lo puedo negar. — El saiyajin la abrazó y el silencio se volvió agradable por algunos momentos más. De pronto, su inocencia volvió a brillar. —Si entreno más, ¿Tendremos sexo de nuevo? — Chirai abrió los ojos en grande ante sus palabras y no supo qué decir por un par de segundos, hasta que su expresión se relajó en una sonrisa afable. —Seguiremos practicando, independientemente de si entrenas o no— le guiñó un ojo y después le dio un beso en la mejilla. Ambos se quedaron abrazados hasta que el sueño los venció.

=Fin del Extra 2=

***

Muchas gracias por leer mis locuras y por sus bonitos comentarios. Saludos.
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