ID de la obra: 1298

Alma gemela

Het
NC-17
En progreso
1
Tamaño:
planificada Mini, escritos 4 páginas, 1.386 palabras, 2 capítulos
Descripción:
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1: Negación

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Katarina dijo que había un alma gemela para Aaqil. Aaqil no quiso escuchar quién era supuestamente esa persona. ¡Qué tontería el amor destinado! Si Aaqil se enamoró de Katarina aún sabiendo que sería imposible, que nunca podría corresponderle al estar comprometida. Y no solo eso… tener que borrar los recuerdos de Katarina fue algo doloroso. Saber que ya no lo recordaría y que solo él cargaría con el peso de una aventura vivida. El tercer príncipe de Mutrak lo tenía claro: ya no sería capaz de amar a nadie más. Katarina Claes viviría en su mente y corazón por el resto de sus días. No le importaba si el destino tenía otros planes. No le importaba en lo más absoluto. Porque la que logró capturar cada pedazo de él, quién logró conquistarlo con su calidez y espontaneidad, su valentía, su manera tan dulce de ser, fue Katarina. Y con eso en mente era imposible que Aaqil dejara entrar a su corazón a alguien más. Qumiit al lado de Aaqil sonreía. Él sabía perfectamente lo que su mejor amigo pensaba. ¡Aaqil es tan cabezota! Pero dile algo que no sepa a Qumiit. El chico solo sonreía de forma enigmática casi como una burla ante el dilema de Aaqil. Las gemelas Haati y Nashiit, y también Aqul, dormían en la caravana mientras regresaban a Mutrak tras estar en Sorcier. Qumiit se planteaba también rendirse a descansar. … Para Aaqil era imposible entender el mundo que se abría ahora en el horizonte. No entendía cómo sería su vida a partir de ahora. Solo tenía una certeza y esa era que ahora era libre. Que la corona ya no podría controlarle, ya no podrían usar a los animales para vigilarle. Y eso era un alivio. El rey podría tener poder, podría ser su padre, pero nada más. No tenía más dominio sobre Aaqil. Tampoco tendría dominio sobre sus amigos. Ya casi amanecía y Aaqil no había dormido ni un poco. Sostenía su mirada al cielo que poco a poco se llenaba de luz. Solo podía pensar en Katarina, y en el mundo que dejaba atrás. Era una condena esto de tener los recuerdos de una aventura que no podrá volver a vivir. Y tal vez era mejor así. Tal vez era mejor no tener acceso a Katarina. Tal vez era mejor así, porque estar cerca de alguien que no puede corresponder tus sentimientos es cruel en cierto modo. … La caravana llegó a su destino. El imponente cercado con las tiendas campaña y el circo ambulante estaba frente a ellos. Nashiit y Haati corrieron emocionadas dentro, Aqul las siguió de cerca también con una suave sonrisa en su rostro. Aaqil se quedó un momento pensando en qué movimiento debería hacer. Debería sentirse feliz y pleno, pero no lo estaba. Se sentía vacío en cierto modo incluso si se suponía que no debía ser así. — Tienes que relajarte. — Dijo Qumiit con una sonrisa amigable. Aaqil asintió con su rostro aún serio. Qumiit soltó una risa suave. Sabía que su mejor amigo no sabía lidiar bien con las emociones, y ahora estaba en una encrucijada. Y Qumiit también sabía que nadie podría ayudar a Aaqil en esto. El amor, o más bien el desamor, es algo con lo que se debe lidiar personal e individualmente. — Al menos ya estamos en casa. — Murmuró Aaqil. Qumiit sonrió. — Sí, lo estamos. Y ya somos libres de las expectativas del rey. — Dijo con alegría en su voz. Aaqil esbozó una sonrisa. Era cierto, ahora eran realmente libres de poder decidir lo que querían hacer a partir de ahora. Y eso era permanecer juntos, como la familia que sienten que son. Porque allí, en el circo ambulante, podían ser ellos mismos. Aaqil se sentía feliz de tener una familia que, aunque no era de sangre, era mucho mejor que la biológica. Porque ellos sí le entendían. Porque Aaqil haría, e hizo, todo por protegerlos. Así que valía la pena poseer los recuerdos sobre Katarina. Porque eso demostraba lo que Aaqil había arriesgado, lo que se había atrevido a hacer por su familia. Así que ahora, portando esos recuerdos y un amor que no parece que vaya a desvanecerse pronto, Aaqil seguirá adelante. ¿Qué importaba si había alguien esperando por él? Las almas gemelas suenan a un cuento para niños y Aaqil estaba seguro de que así era. No le importaba tener supuestamente una. Él solo quería seguir sus sueños y ser libre, atesorando el amor que siente por Katarina. Sería una tontería creer en otra cosa.
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