ID de la obra: 1436

Lo Último En Fanfiction Para Chicas

Gen
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planificada Mini, escritos 105 páginas, 52.264 palabras, 9 capítulos
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Capítulo 6

Ajustes de texto
      Faith escuchó sonar la vieja campana de cobre en su porche, pronto, estuvo en la entrada arreglando sus prendas.       —Llegas tarde —dijo Faith.       —Me disculpo —dijo Glory. De hecho se presentó 10 minutos antes.       La anfitriona llevó a su invitada a la sala y tomó asiento, sosteniendo las manos de Glory, quien se encontraba frente a ella.       —He estado pensando. —Faith tiró de sus manos hacia abajo, indicando a Glory bajar—. Quiero que seamos amigas primero.       Glory estaba sentada de rodillas, sobre la alfombra. Su cara había caído. ¿Qué no le ha gustado nuestra reciente dinámica? ¿La he asfixiado? ¿Quiere que le de más espacio? Ser amiga de Faith, significa tomar su distancia, no hacerle cumplidos melosos, borrar el brillo de sus ojos, controlar su enfermiza obsesión y disminuir su excesiva complacencia.       —Es sólo que, me gustaría tenerte en mi vida, y no creo que esto nos lleve a alguna parte. En cambio, si somos y actuamos como amigas, nos espera una vida de experiencias, te llevaré a todas partes. Además, no es justo como te estoy tratando, deberíamos de ser iguales.       —No tengo problema con eso, así me gusta. Mientras tengamos nuestro acuerdo.       —Bueno sí, estoy segura de que funciona para otros. Pero además, estoy un poco exhausta de siempre tener el control. Control en la oficina, en el escenario, en mis relaciones. Necesito relajarme.       —Espera, dices que también estás en control con Ronald —preguntó Glory jugando.       Faith rio e ignoró la pregunta. —Pero estoy consciente que no será algo fácil de desarraigar. Por eso quiero ofrecerte el día de hoy. Por este último día te permitiré descargar todo tu apego, ansias y afecto. ¿Qué opinas?       —Estoy de acuerdo. Siempre quise ser tu amiga. —Tiene razón, si mi fanatismo no desvanece, quizá termine abrumándola en algún momento. Eso no puede ser sano, Glory pensó.       Faith sonrió y estiró su brazo para alcanzar un corto listón negro de la mesa.       —¿Qué es eso? —dijo Glory.       —Algo que googleé hace 10 minutos, no le prestes atención. —Faith empujó los hombros de Glory indicándole que en sus rodillas se diera la vuelta. Luego hizo hacia un lado su cabello para ponerle el listón, ajustándolo al diámetro de su cuello. Mientras lo ataba, comenzó—: Esto simboliza que eres mía.       Hace mucho soy tuya. Glory volteó encarando a su ama.       —Acepto tu entrega y sumisión. Me comprometo a protegerte y respetarte —dijo Faith.       —Para ti yo fui creada. No hay nadie más digno de mi devoción.       Faith besó la frente de Glory concluyendo su pequeña ceremonia.       —Dijiste que te querías relajar, haré eso por ti —dijo Glory. Luego la llevó a la habitación y busco en los cajones ropa cómoda para Faith y la dejó cambiándose mientras ella se fue a preparar el sofá de la sala de televisión.       Cuando Faith bajó, Glory le indicó que se recostara y viera algo. El aire acondicionado estaba suficientemente frío para cubrir a Faith con una cobija. Después, Glo fue a preparar el almuerzo. Media hora más tarde regresó con panqueques, café, leche y todos los complementos. Los dejó sobre la pequeña mesa y de rodillas, sirvió a Faith sus alimentos. Luego le pidió que se moviera un poco hacia enfrente, para Glory recostarse tras de ella, rodeando su cintura y recargando su mentón en el hombro de su ama.       —¿No vas a comer tú? —dijo Faith, teniendo un poco de problemas con el jarabe.       —No tengo mucho apetito.       —Te necesito fuerte, las giras son agotadoras —dijo Faith, con más jarabe sobre sus panqueques del deseado, intentó remover el exceso con sus dedos, pero sólo hizo más desastre.       —Más tarde. —Glory desenvolvió uno de sus brazos en Faith, para tomar la mano de esta y llevarla a su boca, limpiando el jarabe. Cuando terminó, rápido volvió a enredar su brazo apretando más fuerte y sumergiendo su nariz en la curva del cuello de Faith, ansiosa por haber huido del frío y reencontrarse con la calidez debajo de la cobija. Y soltó un suspiro.       Faith dejó caer el tenedor sobre el plato en respuesta a la previa acción. Glory sacó ambos brazos y tomó los cubiertos, partió los panqueques y Faith los recibió contenta en su boca.       Pasaron un día normal tanto como cualquier otro, sólo con un poco más del apego físico de Glory. Sabía que no volvería a tocar a Faith de la misma forma, debía aprovechar cada segundo.       Ya al anochecer, Glory estaba al pie del sofá acostada, acariciando las piernas de Faith. Mi ángel, nunca pensé que sería posible tenerte así de cerca, pensó. Estaban en silencio, ambas perdidas en sus más profundas ideas. ¿Qué tan loco sería tener en esta dinámica a unos 4 o 5 más corderos? ¿Sería secuestro? Tendrían que ser locales. ¿Qué rayos estoy pensando? ¡Claro que no! pensó Faith.       —¿Faith? —Glory levantó su cabeza—. No me has pedido nada o hecho algo conmigo.       —Lo sé. Es porque me comenzaba a gustar y no queremos eso. ¿Necesitas algo?       Glory meneó su cabeza. —Hoy es el último día. No más.       —A ver, ven acá.       Glory se sentó encima de ella. Faith sólo la observó.       —No sé qué hacer contigo —dijo Faith y ambas rieron—. Claro, supongo que un hombre sabría que hacer contigo.       —Sí, lamentablemente no eres un hombre.       Faith abrió sus ojos ante el comentario. —Dios mío __T/N__, ¡¿Cuáles son tus límites?!       Glory puso una mano de Faith sobre su propio hombro —¿Quieres averiguarlo?       Faith rápido la retiró. —¡Gloryyy nooo! —Y se echó a reír.       —¡Estoy bromeando! —Se unió con su risa.       —Mejor ven acá. —Faith la trajo hacia ella.       Glory cayó encima. Al pasar de los minutos, las risas se convirtieron en cortas conversaciones y estas en silencios. Sin darse cuenta, pasaron la noche en el sofá.       Al entrar los primeros rayos de luz por la ventana, Glory hizo las paces con sus pensamientos. Estaba lista para aceptar su nueva realidad. Cuando Faith despertó, pudo sentir su puño envuelto en ambas manos de Glory. Una vez que Faith estaba completamente alerta, Glory besó sobre sus manos y liberó el puño de Faith.       —Tienes razón, siento que para ser amigas teníamos que pasar por este proceso. Tenía que liberar mi devoción de alguna forma. Dejar de idolatrarte. Así que, gracias por permitirme la última semana. Fue mil veces mejor que reprimir mis deseos y emociones hacia ti, hasta que desaparecieran. Estoy lista para ser tu amiga.       Faith abrio su puño, revelando el listón negro.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       En uno de los salones de ensayo de Muse Media, unos tambores intentaban hacer retumbar los muros, pero estos sólo absorbieron suavemente sus vibraciones. Faith estaba en sus clases de batería y cuando Glory cruzó la puerta, cubriendo sus oídos, la baterista extendió su solo. Cada golpe de Faith era atroz, su cuerpo rimbombaba más que el sonido percutivo. Su cabello le cubría el rostro. Glory trató de acostumbrarse al sonido decidiendo cruzar sus brazos y se recargó en la pared, a esperar que su jefa termine.       —Faith, ya te oímos, ya es suficiente —dijo el instructor. Faith terminó con gracia al sonar de los platillos. Su pecho subía y bajaba, el ritmo de su corazón más veloz que el que sonaba. Glory se acercó. —¿Me llamaste? Faith echó su cabello hacia atrás con una mano, pudo sentir húmedo el cuello de su camiseta. —Sí, ¿quieres salir con Ronald y Leslie de Río Salado? —¿Me hiciste bajar hasta acá para preguntarme sólo eso? —Pero qué perezosa —dijo Faith antes de tomar de su termo de agua. —Tú estás muy mimada, y es mi culpa, y de muchos otros. Basta de eso. Pero sí, sí quiero. —De hecho, también quería que fueras por el cheque del instructor a contabilidad —dijo Faith. —Creo que el instructor conoce el camino —dijo Glory retirándose. —Glooooryyyy. ¡Le dan miedo los contadores! —Le da miedo lo que le vas a pagar —exclamó Glory fuera del salón. El instructor dio un “Ba doom taz” en sus tambores. Faith lo miró frunciendo las cejas. —Te pagamos bien… —luego las relajó—. ¿No? Él sólo encogió los hombros. ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: Temprano por la mañana, __T/N__ ya le estaba abriendo la puerta a __N/A__, el dormitorio 25 era un desastre debido a la previa fiesta. La huésped llevaba una escoba en la mano, su cabellera recogida en un moño enmarañado, pantalonera floja que resaltaba ligeramente su parte trasera y un top corto mostrando su ombligo y su falta de sostén. —¡Oh rayos! Pasa, perdón Faith, lo olvidé, disculpa el tiradero. Faith estaba más alerta del look de su amiga, la solía ver arreglada o en tiernas pijamas, pero nunca así, con rímel corrido resaltando sus ojos hinchados, los cuales estaba tallando ahora mismo, exponiendo un poco más de su abdomen. —Ya veo por qué —dijo Faith mirando alrededor—, podemos correr después. En eso, se escuchó movimiento dentro de la habitación de Cristina. —No, no, no. En un minuto estoy lista, vamos —susurró Glory y llevó a Faith de la mano—. Anoche embriagamos a Cristina. —¡¿Qué?! —exclamó Faith en voz baja, entrando a la habitación—. ¿Cómo lograron eso? ¿Cómo se pone? —La verdad todos ya estábamos muy ebrios como para prestarle atención, pero grabé unos videos para ti. Sólo balbuceaba números y sobre su tesoro. —Glory abrió su armario para preparar su ropa deportiva. —Te puedes ir así, ¿sabes? —dijo Faith sentada en la cama—. ¿Y qué se supone que hace en Muse Media? ¿Su tesoro? —¿Y luego cuándo voy a usar mi ropa deportiva? Y amm… está en compras. Y creo que todos tenemos secretos, lo averiguaré. —Glory comenzó a cambiarse. Faith luego miró hacia la ventana. —¿Tú tienes secretos? —¿Ahora quién está de rara? —Glo dijo y se volteó de espalda para cambiarse el top por uno deportivo. Faith sonrió y giró hacia Glory. —¿Tú tienes secretos? —Claro. Después de media hora de ejercicio, Faith y Glory decidieron descansar sobre campos verdes de la universidad, en la espera de que el área se despejara, pues, recibieron una alerta por parte de Guerrero de que han sido fotografiadas. Faith le explicó a su amiga que llamaría a Dominika para que les diera a los medios más información, consiguiendo difuminar el rostro de Glory al decirles que se trata de una de sus trabajadoras. —Quizá deberíamos intentar ponerte una peluca —dijo Glory. —Eso ya no se usa, —rio Faith—, eso es tan de la vieja escuela. —Podría funcionarte ahora que nadie lo hace, nadie se imaginará. Faith sólo la miró sonriendo. —¿Me cuentas uno de tus secretos? Glory se tiró de espaldas y suspiró. —Escribo. Solía escribir, hace mucho no lo hago. —¿Qué tipo de escritura? —Pequeñas novelas. Situaciones que había vivido; las alteraba un poco, luego las publicaba y era raro ver cómo la gente tenía algo que decir sobre mi vida, mis sentimientos. —¿Por qué paraste? —Siento que deje de vivir en el 2020. Horas más tarde, Faith llegó a su lujoso apartamento. Se puso encima una pantalonera y un top corto. Mirándose al espejo se sujetó el cabello, y observó sus fachadas. ¿Por qué no puedo lucir tan bien como Glory? Faith se deprimió el día entero.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       

22 de junio de 2022.

Las memorias del mes pasado, revuelan como los largos mechones de Glory en la pesada brisa del puerto. La canción “Gloria” no ha dejado de sonar, piensa que si camina al ritmo de ella sobre la arena, quizá pronto esté bajo la calma del tiempo y del pensar.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       

Un mes antes.

      Marie Borg, del departamento de Vestuario, había mandado a Glory a llevar unos accesorios hasta la pequeña cabina del acto principal, tras el escenario. El show estaba andando y Faith entró corriendo para ser cambiada por sus asistentes. En cuanto la comenzaron a desvestir, se percató de la presencia de su amiga.       —¿Qué haces aquí? —Faith detuvo a sus asistentes de retirarle el leotardo—. Glory, sal. —Y se cubrió con sus brazos.       —Sólo vine a traer esto, —Glory entrega los accesorios y pronto se los colocan—, qué delicada—. Rodó sus ojos y se retiró.       —Faith, estás roja. ¿Estás bien? —preguntó un asistente.       __N/A__ asintió mientras le ofrecían beber de la pajilla, sus ojos mirando el suelo.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Un día iban de camino a las tiendas, Faith había insistido en aumentar el guardarropa de su amiga. Hace tiempo no iba de compras, cada vez era más difícil salir. Le gustaba ir acompañada de sus amigas, pero dos o más celebridades en escena, implica carne fresca para fotógrafos. Era el medio día según la estación de radio popular, Faith llevaba una peluca de cortos mechones, Guerrero y El Martillo vestían como comunes estadounidenses. Mientras conversaban, una pista familiar sonó en cada una de las bocinas. Glory sacó una pequeña risa, la compositora intérprete del sonido se avergonzó y pidió a Guerrero cambiar de estación. Glory lo detuvo y pidió subir el volumen hasta el tope, para disfrutar palabra a palabra de la melodía. Faith pensó en sus viajes con Ronald y como solían dejar sonar la canción en volumen bajo o cambiar de estación; a ella le incomodaba las de sus antiguos amores frente a él, por lo que fuera a pensar o preguntar, y a Ron le incomodaban las que él había inspirado; era su intimidad en el aire, prefería escucharlas en privado con su novia.       Ya dentro de las tiendas, Glory se probó más atuendos de los que había elegido, Faith le había llevado uno tras otro y no había alguno que, según ella, se le viera mal. Ni siquiera eran su estilo, y Glory no se sentía cómoda dentro de ellas, Faith se veía tan emocionada que prefirió no comentar nada.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Ronald había sorprendido a Faith en una de las fechas de la gira. Habían llegado al hotel luego de un día romántico en la ciudad y Glory les había invitado a una fiesta de habitación organizada por los más jóvenes de los montadores del escenario; Adriana estaba con ellos conversando. Aunque Faith tenía su atención puesta en el grupito de enfrente, aun así, era capaz de seguir la plática mientras tomaba de su trago. Estaban jugando prendas, Samantha y Glory eran las únicas mujeres, este era probablemente el equipo más viril de la gira. Cuando Glory perdió la camiseta, celebraron como hubieran anotado un gol, y al observar lo que revelaba la prenda, Faith les dio la razón. Luego rodó los ojos y se volteó. Minutos después, al escuchar que Samantha perdería otra prenda, Faith se paró y dijo: “Suficiente”, caminó hacia el grupito, levantó las blusas y las arrojó a las cabezas de ambas amigas.       —Vámonos.       —No, jefa, no en la mejor parteeee.       —¡Qué se queden! ¡Qué se queden! ¡Qué se queden! —repitieron en grupo.       Las chicas llevaron sus blusas sobre sus cabezas y siguieron a su jefa en tambaleos, Adriana se encargó de Samatha y Faith de Glory. Al llegar a la puerta de su habitación, Adriana se dio cuenta que habían perdido las tarjetas llaves, Ron se ofreció a acompañarla de regreso a la habitación de montadores. Mientras, Faith esperó sentada en el pasillo, incapaz de contener a ambas chicas de pie. A los lados resguardaban Guerrero y El Martillo. Las amigas dormían en cada uno de los hombros de Faith, mientras esta las rodeaba con un brazo. En un segundo, Samantha salto y se enderezó en su posición.       —Faith, eres una buena amiga.       —Hice lo que cualquier mujer haría por otra. Pero gracias.       Samantha se desvaneció al lado contrario, directo al piso. Faith trató de alcanzarla sin éxito, estirarse por ella implicaría molestar a su otra amiga. Faith miró a su izquierda, Glory dormía serenamente, así que besó su cabeza.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Turno de nuevo para ir de gira en el lujoso camión. Eran pasadas las 6 de la mañana, __T/N__ acababa de terminar de checar asistencia a cada chofer e integrantes de los 23 rodantes. Se encontraba frente a su cabina privada, acomodando sus pertenencias. Luego, Dominika hizo su camino hacia el fondo del pasillo sin decir una palabra, obligándola a moverse a un lado, y Esmeralda también había llegado. Ellas suelen viajar entre nubes de primera clase.       —¿Qué hacen aquí? —le susurró Glory.       —Pregúntale a tu jefa —dijo Esmeralda meneando la cabeza.       —¿A Payton?       —HEY —exclamó Faith abriendo la cortina de la cabina de enfrente.       Glory saltó del susto topándose con Esmeralda, quien no podría estar más fastidiada por haber sido enviada a tierra. Bueno, Dominika lo estaba más, y sabía que era culpa de la checadora. Su trabajo había sido lidiar con las actitudes y movimientos de Faith; su nueva amiga estaba alterando la rutina, pero no le había afectado hasta este momento. Al menos, Faith le había cedido la suite privada.       Después de que cada quien se acomodará dentro de su cabina, Glory estaba a punto de cerrar su cortina para conciliar el sueño, cuando vio los ojos _____ de Faith.       —Está bien, ven acá —dijo Glory.       Faith sonrió y estirando sus piernas y brazos, consiguió entrar a la cabina de Glory sin tocar el piso. Mientras esta se movía hasta el tope, G le preguntaba qué hacía ahí.       —Extraño la experiencia de carretera y estuve pensando en eso de convivir más con el equipo, será divertido, y te tengo a ti para que me ayudes, señorita popular.       —Sólo conozco a todos porque es mi trabajo verificar que estén aquí. —Glory ríe—. Y porque me junto con Adriana y Samantha. Samantha es Samantha, y Adriana tiene ese estatus porque es la más cercana a ti… así que no creo que TÚ __N/A__ tengas problemas con eso.       Faith sólo guardó silencio. Allí estaba Glory deshumanizándola de nuevo, ¿qué una superestrella no puede tener inseguridades sociales?       —Sabes, ellos hablan muy bien de ti, te respetan como gran líder. Ni siquiera te esfuerzas y las personas te siguen naturalmente. Cuando me preguntan sobre ti, les digo que también eres buena amiga —dice Glory—. Un poco mimada, pero adorable.       Ambas rieron, Faith insistiendo a Glory si en serio había manchado su reputación con lo de “adorable”, Glo sorprendida de que eso le preocupara más que lo de “mimada”. Esmeralda comenzó a patear bajo ellas exigiendo silencio y estas rieron más, hasta que el sueño las alcanzó.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Antes de adentrarse en la privacidad de la habitación de Glory, Cristina les había preguntado si no estaban cansadas de verse, después de días de carreteras, ensayos a los que Glory era bienvenida, y fiestas de hotel. Glo contestó que de hecho sí, pero desacostumbrarse no era una opción conveniente ya que en unas horas salían de nuevo, Faith sólo empujó su hombro.       Los últimos rayos del día cruzaban por la ventana, la vieja bocina de Glory sonaba. Faith estaba recostada en la cama leyendo uno de sus folletos líricos que pertenecían a esa alcoba. Explicaba a su amiga datos curiosos y recuerdos sobre la composición de las canciones, ni siquiera se lo habían pedido, pero sabía que iba a ser escuchada con atención e interés. Glory estaba recostada sobre su antebrazo, a un poco más de altura. Veía hacia abajo, apreciando de cerca las facciones de su artista favorita. Un rostro tan limpio, tan bello. Faith preguntó el porqué de la intensa mirada, Glory, sin perder el enfoque, le dijo que sólo era uno de sus últimos comportamientos de admirador, tenía que hacerlo. Faith se enderezó e inclinó hacia ella obligándola a caer de espaldas, le dijo que ella debía apreciarla de la misma manera, ya que ahora eran iguales. Glory sólo llevó sus manos a su rostro, pidiéndole que parara.       —No estoy tan bonita.       —¿Qué?? ¿Pero de qué hablas? Eres de lo más… Eres muy bonita.       —Sí, claro —dijo Glory. Pensó en todas esas caras lindas con las que suele trabajar Faith. ¿Dónde estaba ella en ese mundo de categoría? Debía avergonzarle a Faith ser su amiga, quizá por eso el otro día difuminó su rostro de las fotos.       —Glory, cierra tus ojos y retira tus manos —indicó Faith—. Luces mucho como tu mamá.       —Tú no sabes cómo luc-       —Shhh, descríbemela.       —Bueno, sí saqué sus ojos. —Rio Glory—. Y fui tejida de su piel. Me sorprende cómo no está aquí, y aun así, su risa y sus regaños se han incrustado en mis oídos. Extraño ver el resplandor en su rostro cada vez que visto bien, tan orgullosa de cómo crecí, y a la vez tan nostálgica. Sus prendas, esas que robaba de niña para lucir como ella, esas que robo ahora de grande. Y sus uñas brillantes con piedras para disimular lo gastado de sus manos, las que con tanto amor nos sirvieron.       —Hablemos de tu papá.       —Mi papá es un desgraciado.       —Okay. Amm sigamos con tu mamá. Imagínala. Aprecia el resplandor en sus ojos cuando te mira, recorre su piel, siente su cabello, observa cómo se pasea dentro de sus prendas. ¿Es tu mamá bonita __T/N__?       __T/N__ asintió, ayudando a una lágrima terminar de rodar bajo sus mejillas. —Sí, es.       —Luces como tu mamá. ¿Eres tú bonita, __T/N__?       De nuevo asintiendo, se echó las manos al rostro, esta vez tallando sus ojos. __N/A__ la abrazó. Aquel día de mayo, lloraron hasta media noche.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Era día de descanso entre shows en algún poblado cerca de la gran ciudad. Glory iba al volante de la Cadillac después de haber hecho el comentario sobre “qué lindo sería manejar este camino rodeado de ganado”, preguntó a Faith sí en serio podían hacer eso y esta meneó la cabeza “sí” sonriendo. Pronto, Guerrero y El martillo estaban en el asiento trasero, los 4 iban disfrutando de un helado en cono, pero el de la conductora comenzaba a derramarse por su mano por falta de atención. Faith tomó el antebrazo que sostenía el cono y la acercó a su boca para limpiar los excesos. Glory comentó que para qué necesitaban choferes cuando la camioneta se manejaba prácticamente sola, así que su otra mano soltó el volante por unos segundos y para su suerte, pasó sobre una piedra en el camino. Los guardias sólo rodaron sus ojos y esta sólo rio avergonzada. Faith llevaba unos pocos minutos en silencio mirando hacia la ventana, cuando Glory la hizo voltear, esta se percató de sus ojos rojos y humedecidos. Después de preguntarle si estaba bien, Glory se echó a reír, su amiga se había mordido la lengua gracias al salto de la camioneta, había cerrado su mentón de golpe con la mano de la conductora mientras la lamía. Luego de un silencio, se le escuchó a Glory sollozar. Faith obtuvo su respuesta: “te golpeé y te hice llorar y me causó gracia, perdóname”, la copiloto en veloz movimiento se desabrochó el cinturón y abrazó a su amiga con fuerza, el impacto hizo zigzaguear un poco la camioneta. El martillo le dijo a Guerrero con silenciosas señas, que no deberían volver a dejarlas conducir.        Faith había llevado a su amiga a su postrería secreta favorita, una cabaña de madera esmaltada hasta su más pequeña beta. Libros antiguos de cuentos de hadas, iluminación en lámparas de aceite y musgo deshidratado cubriendo cada rincón. Glory tenía que probarlos todos, pero debían volver para el anochecer, así que Faith pidió porciones pequeñas de cada uno. Después de una tarde de dulce fantasía, Faith retomó su lugar de copiloto colocándose el cinturón, mientras Glory dejó caer su torso sobre su asiento, estaba saciada. Faith ofreció cambiar de lugares y ella sólo pudo responder: “me está gustando esto de los guardias de seguridad”.       Ya devuelta, la noche las alcanzó, Glory descansaba su cuerpo y cabeza sobre piel, una de ellas imitación. El fondo de la SUV estaba en total silencio, Faith asumió que su amiga ya dormía, así que besó su cabeza antes de cerrar sus propios ojos.       Pasadas la media noche, ya cada quien en su habitación de hotel, se despedían por el día vía texto. La luna estaba impresionante en el balcón de la suite principal, Glory tenía que verla. Faith la invitó a tal panorama, pero le advirtió que fuera cuidadosa, la seguridad estaba alta y podían confundirla con un stan tratando de colarse a su habitación. Glory rio y dijo: “¿qué hay de mentira en eso?”. Luego de evadir a los guardias y charlar un poco bajo luz blanca, concluyeron que era mejor si pasaba la noche ahí, en lugar de ser atrapada de regreso. Y así compartieron una noche más.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       __T/N__ lucía elegante para celebrar su primera fiesta en Nueva York. Una noche antes, sus inseguridades la habían despertado, por lo que fue a buscar a su sofisticada amiga, y le pidió ayuda acerca de los modales sobre la mesa en eventos de etiqueta. Después de postres finos y espaldas rectas, se había unido a los solitarios o enamorados de la terraza. Recordó que hace un año estaba dormida sobre el comedor de una amiga, junto con otros más, estudiando para los finales, después de haber presentado, una pesada neblina se asentó sobre todo el campus.       —¿Fumas? —preguntó Faith mirando el escote en la espalda de Glory.       —Hace un año no lo hacía —dijo Glo, sin mirar hacia atrás.       Faith recargó su espalda en la barandilla gruesa de ladrillos, a la derecha de Glory y cruzó sus brazos. Después de unos segundos se atrevió a observarla, su mirada era lejana como las luces de la ciudad, labial rojo en cigarro, el viento movía su largo vestido más que ella. Faith tomó su antebrazo y acercó a sus labios la colilla, añadiendo su toque rosado. No exhaló hasta que lo terminó. Glory lo apagó en la barandilla y lo guardó dentro de sus copas.       —No lo hacía hace dos —dijo Faith iniciando camino—. Vámonos.       Faith llamó a uno de los mejores hoteles de la ciudad para pedir la mejor habitación, aquellos que suelen ser reservados con meses. Por suerte, y porque era __N/A__, tenían una suite en mantenimiento que estuvo lista en la siguiente hora. Vaya forma de compensar la salida. Al llegar, Glory era otra, no miraba lejos, ella era las luces de la ciudad. Dejaron los largos trajes para adentrarse en el enorme jacuzzi y disfrutar de varias bandejas plateadas con exquisitos chocolates. La vista era amena y cada quien tenía una diferente, la de Faith más cercana que la de Glory. Rieron y hablaron por horas, antes de salir, Glory le agradeció a su amiga con un íntimo, silencioso y largo abrazo. Y algo se sentía bien dentro de sus cuerpos. Luego tendieron su ropa interior sobre los muebles y se echaron a dormir en batas.       A la mañana siguiente, Faith había mandado traer ropa casual y otras cosas. Mientras ella se duchaba, a Glory le tocó atender la puerta con los pedidos.       —¿Adriana?       —¿Glory?       —¿Qué haces aquí? —Ambas preguntaron al unísono.       Glory la hizo pasar un tanto sorprendida, pero igual gustosa de ver a su amiga. Cuando los ojos de Adriana comenzaron a inspeccionar la habitación, ya no le dio tanto gusto. Trajes en la alfombra, botellas de champagne vacías, envolturas de chocolates en todas partes y ropa interior en exhibición. Glory comenzó a balbucear su noche anterior de la manera más inocente y falló. Luego Faith se escuchaba tras la ducha preguntando si ya había llegado el pedido para que le pasaran su atuendo. Glory le dijo a Adriana que adelante, podía ir ella misma a llevarle la ropa, pero está se negó con una sonrisa pícara, diciéndole que ya se iba, que mejor le cedía la tarea. Adriana se retiró aún sonriendo, y antes de cerrar la puerta dijo:       —Espero te quede la ropa interior que elegí para ti.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Tras el escenario, en vestuarios, Marie Borg había llevado una sorpresa especial a Faith; eran sus atesoradas galletas. La cantante estaba feliz, rodeaba a Marie con uno de sus brazos, recargando todo su cuerpo en la señora, mientras comía una galletita. Glory pasó casualmente tras de ellas cargando unas cajas y la cantante la advirtió de reojo.       —¡Hey Glo! Ven aquí, checa esto —dijo Faith—. Cierra los ojos.       Glory hizo lo indicado. Faith le pidió abrir la boca y colocó una galletita en ella.       —¡Ah, qué ricas! —dijo Glory mirando el contenedor. —¡Están increíbles! ¿Puedo verlas?       —No. —Faith giró los hombros de su amiga y le dio una nalgada para que siguiera su camino.       —Nunca compartes mis galletas con nadie. Ni siquiera con Ronald —dijo Marie.       Faith tomó el contenedor y dio media vuelta. —Ella es especial.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Hora del almuerzo, ya era costumbre que el chofer hiciera su trayecto directamente desde el aeropuerto hasta el lugar del evento, a menos de que el equipo se encontrara almorzando en el hotel. Faith entró brillando como (casi) cada día, pero se detuvo inmediatamente. Había un chico de espaldas sentado con Glory, sus piernas perpendiculares a la banca para tenerla de frente, aunque ella estuviera de lado. Parecía que reían con timidez. Luego recargó uno de sus codos sobre la mesa y con su otra mano cosquilleó el cuello de ella.       —Esmeralda. —Exclamó Faith.       Esme, quien iba detrás, se acercó y siguió la mirada de Faith. —Ohhh. ¿No prefieres preguntarle tú?       —Ahora.       —Su nombre es Abel, es técnico de sonido, lo contrataron sólo por ser apuesto, como sea, se conocieron anoche en la fiesta de habitación de Audio.       Faith sólo retrocedió.       A la mañana siguiente en el almuerzo de hotel, ahí estaba Abel de nuevo y otra vez, y de nuevo, y otra vez, y después estaban ellos acompañados de todo el grupo de amigos. El chofer comenzó a cambiar la trayectoria, de nuevo directamente al hotel.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Glory comenzaba a sentirse decepcionada por tantas cancelaciones de Faith a ver películas, y no debía. La ve casi a diario ¿y aun así quiere robarle los días con Ronald, una vez de regreso a casa? Al menos espero que me inviten un día de estos, podría llevar a Abel. Glory había convivido mucho con la pareja también, en el fondo extrañando la dinámica que suelen tener cuando están a solas. Ron se había vuelto un amigo, aunque aún le era difícil resistirse a su sonrisa, pensándolo bien, era obvio que Faith tampoco podía resistírsele. Glory se encogió de hombros y marcó a Abel.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       La vista que tenía enfrente era tan graciosa que, __T/N__ hacía lo mejor por contener su risa. Bocinas hacían que los vasos caminaran en la pequeña mesa, pero de alguna forma, había silencio en ella y ruido alrededor. Abel y Glory estaban en compañía de un hombre en traje azul, con bigote enorme, tan oscuro y despeinado como su cabellera. Este rodeaba con su brazo a una dama de vestido corto ajustado, con una sola manga larga, su cabello era color cereza apenas cubriendo las orejas. Tras ellos, 2 sujetos con relucientes cadenas colgando sobre sus estampadas camisetas.       Glory se paró de su banco. —Ron, ¿me acompañas a la barra por unos tragos?       —Mi nombre es Ronaldo Cinelli —Él dijo mientras se acariciaba el bigote.       —Ándale, Cinelli.       Una vez esperando sus bebidas, Glory pidió a Ron ayuda con Abel, pues Faith no dejaba de intimidarle, se encargaría de ella más tarde. Quizá él podría darle mejor recibimiento al ser ambos chicos. Ronaldo Cinelli se estaba divirtiendo con su personaje, así que este dejó caer su rostro antes de aceptar con su preciada sonrisa.       —Así que… ¿Faith, verdad? —comenzó Abel.       —Señorita __N/A__.       —¿En serio quieres que te llame así enfrente de toda esta gente?       —Jefa mejor. Abel miró en sus manos, su vaso ya estaba vacío, luego estirando su cuello, echó un vistazo a la multitud, en busca de su cita, mejor le escribió mensajes. Minutos después de nada, Faith hizo un esfuerzo. —La verdad sí extraño las cámaras, ¿cómo voy a atesorar estos momentos escondiéndome tras una peluca? —dijo Faith de forma monótona. —¡Hey! Aquí están las bebidas —dijo Ron llegando con Glory. —No hay problema —le dijo Abel a su jefa, se puso de pie e hizo una señal para que se aproximaran todos. —Aquí capturamos tu momento —dijo al elevar su teléfono y posicionarse para una selfie. —NOOOO —exclamaron Ron y Glory a la vista del flash. Esta le tiro del brazo tan pronto como pudo, y el otro le dio un manotazo haciendo al dispositivo volar. Faith sólo había sonreído para la foto. El teléfono cayó en manos de El Martillo y esté con rudeza lo dejó sumergir en uno de los vasos. —¿Por qué crees que las extraño, Abel? Glory no podía creer que en la pequeña mesa hubiera espacio para más silencio e incomodidad. —Faith, ¿vamos al baño? —Estoy bien gracias. —Faith, es la regla —dijo Glory rechinando sus dientes. —Oh, sí claro. —Y se fue detrás de ella, sin que se le ofreciera una mano. —Y por cierto Abel, no te preocupes por el incidente, mañana le digo a Old Division que se encargue. Entrando al baño, Glory tomó por los codos a la jefa hasta dar con el lavamanos. —Faith. Para —dijo Glo sacudiéndolos—. No sé si eres protectora conmigo o… o aún tienes algún sentido de propiedad o control sobre mí. —No, Glo, eso ya se acabó. —¿No?—. O puede que ambas, no sé. Pero no me agrada, es del tipo que anda con muchas mujeres y no creo- —¿No crees que soy del tipo que pueda tomar en serio? —No es eso —defendió Faith ahora tomando los codos de ella. —No lo conoces —dijo Glory. —Ni tú. —¡Me gusta! —exclamó Glory. —¡Okay! ¡Okay! No estoy de acuerdo, aún. No te ayudaré, pero seré más amable, por ti. En el momento en que te haga algo lo corro. —¿Y se supone que eso me hace sentir mejor? —Glory se dio media vuelta. Faith abrazó su cuello por detrás y recargó su cabeza. —Perdona, no te puedo decir que lo voy a amar, dame tiempo, ahorita sólo estoy no sé, supongo que mi instinto protector es asustarlo y ver si resiste. —Bueno pues basta de eso porque quiero conservarlo. —Está bien. —Faith la volteó de frente para tomar sus manos, aún recargada en el lavamanos. —¿Me perdonas por fastidiar a tu novio? —Basta, no es mi novio —dijo Glory riendo con las mejillas rojas, viendo los ojos _____ de Faith—. Y menos lo será después de hoy. —Bueno, pues qué perdedor. —Faith topo su frente con la de Glory y rieron. Después esta se apartó y aún sosteniendo una de sus manos, dijo: —Realmente pareces la puta de un gánster. —No te confundas, soy la Madrota, jefa de todos esos chongos. —Faith comenzó a seguirla a la salida. —Está usted en lo cierto, Señorita __N/A__.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Faith disfrutaba de la soledad de su almuerzo, sentada en la alfombra a los pies de la cama viendo las noticias. Su puerta de hotel fue golpeada, avisando el arribo de la leche de coco que ordenó. Cuando atendió la puerta, se encontró con su amiga sosteniendo una bandeja de desayuno ligero. Ni siquiera le dio tiempo de saludar, su visita se adentró a la habitación, localizó el lugar donde estaba sentada y se acomodó enseguida. Faith sólo cerró la puerta y retomó en silencio su lugar.       —Te he extrañado en el almuerzo —dijo Glory,       Faith se lanzó a abrazarla con fuerza, impactándola contra la alfombra y derramando un poco de la bandeja. La cantante escondió su cabeza en el cuello de su amiga para cubrir sus lágrimas, pero eran una evidente humedad. Glory, quien estaba bajo ella, sólo respondió con un abrazo mientras acariciaba su cabello. Esa mañana ayunaron.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Era otro día de control de seguridad y comportamiento. __N/A__ trataba de no perder la concentración al cantar, cuando tenía a __T/N__ acostada de espaldas sobre su piano de cola, con su cabeza colgando a unos 30cm sobre las teclas. Glory hacía lo mejor por distraerla, cantó la canción en diferente orden y tiempo, balbuceó y buscó hacerla reír. Faith no pudo contener más la sonrisa y había tenido suficiente, así que con un mano tapó la boca de Glory y esta sólo cerró sus ojos por instinto. Pero los balbuceos no pararon y sólo se convirtieron en vibraciones cosquilludas en su palma. Faith hizo lo mejor por terminar la canción, cuando lo hizo, puso su mano sobre la otra para silenciarla al fin. El pecho de Glory subía y bajaba arrítmicamente, su risa sólo podía salir por su nariz. Faith sonriendo, dejó descansar su boca sobre sus propias manos durante unos segundos, luego, descansó su mejilla.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       —¿Te buscó? —preguntó Dominika.       —No —contestó Faith.       —Le dijimos que no lo hiciera. ¡Nos desobedeció! —replicó Dominika.       —¡No se acercó a mí! Esmeralda, tú conoces a Glory, ¿de verdad crees que rompió las reglas para perjudicarme? —exclamó Faith desesperada—. Esmeralda mírame. ¿Lo hizo?       —Bueno, vas a tener que pagar por esto de todas maneras, con todo el dolor de mi corazón y porque me preocupo por ti, voy a tener que sacarte al escenario, no podemos cancelar, puedes hacer playback —dijo Dominika.       —Sí, creo que _T/N_ la buscó —dijo Esmeralda al escuchar las condiciones de Dominika.       —Bueno, iba a subir allá arriba de todos modos y ni pienses que voy a hacer playback —dijo Faith levantándose tercamente de la cama.       —Estás loca, pero me gusta tu coraje, hace que mi trabajo sea más fácil, así que… —Dominika llevó el teléfono a su oreja—. Hey, hola, Payton. Sí, por favor llena un reporte para Glo- ¿Cuál es su? ¿Cuál es su nombre de nuevo?       Faith y Esmeralda se miraron, esta podía sentir el fuego en los ojos de su jefa y sin apartar la mirada dijo: __T/N__.       —__T/N__. Sí, y mándala a casa, no quiero ver a esa perra en los próximos tres días. —dijo Dominika saliendo de la habitación.       —Qué fiel amiga eres, Esmeralda —dijo Faith.       —Esto es trabajo, profesional, no voy a arriesgarte así.       —Intentaste protegerme por nada, Esmeralda, ¿qué crees que iba a pasar? ¿Que iba a perder mi trabajo o algo? Joder, ya decidí pasar por esto. ¿Cómo puedo confiar en ti, cuando no eres una amiga leal? Piensa en eso. Ahora voy a ir allá y voy a mostrarles a todos en la multitud lo qué la lealtad es, incluso si a veces tienes que arriesgar un poco de ti mismo.       —Exacto, eso es trabajo, harías cualquier cosa por salvar el trabajo.       —Te equivocas Esmeralda. Esos son mis corderos, me voy a presentar porque los amo, así como a-       Un recuerdo golpeó a Faith.       Era un día soleado de junio en los campos universitarios, pero de alguna forma nublado dentro del dormitorio 25.       Toc toc toc.       Una miseria gris abrió la puerta en lugar de una gloria brillante; la fe estaba a tan sólo unos pasos. En menos de un segundo la puerta se cerró de golpe, separando el clima en sus extremos nuevamente.       —Gloo, vamos, no seas así, abre la puerta. Te extraño mucho.       —Faith, vete en serio no puedes estar aquí. Es estúpido.       —Te traje sopa.       —Ughhh. Sólo deja la sopa en el pasillo, yo la recojo cuando te vayas. ¿Okay?       —Okay.       Glory esperó unos contados 20 minutos para asegurarse de que su amiga se retirara y poder recoger el caldillo del pasillo. Sin embargo, su plan falló. Al abrir la puerta fue embestida. Minutos después de débiles forcejeos y discursos, Glory estaba sentada en la orilla de su tina de baño.       —Aww esto me recuerda a la noche en que nos conocimos —dijo Faith limpiando con un pañuelo húmedo la nariz de su amiga.       —¿Me hiciste sopa?       —¿Crees que puedo cocinar así? Podría, pero no tengo tiempo de aprender.       —Bueno, te tomaste tu tiempo en ir a traerlo.       —Siempre —dijo Faith—. Te traería sopa de Chick-fill-A en domingo.       —¿También venden sopa de pollo?       —¿Eso es lo que entendiste de eso? En serio necesito llevarte a Chick-fill-A un domingo.       —Faith. —Glory la detuvo por los codos—. En serio, no puedes estar limpiando mi nariz y mi cara. Tienes shows por hacer y podrías-       —Sí, ya sé que perdería millones de dólares.       —Mhhh, iba a decir que podrías decepcionar a la gente, pero eso también.       —Oh... lo siento, es que suelo escuchar todo el tiempo a Domi y a Esme decir que sería un mal golpe económico; “imagina el desastre, Faith”. Gracias por decirme eso, se siente bien escucharlo.       Ambas sonríeron.       —¿Alguna vez has oído hablar de los cubrebocas? ¿2020, 2021, ahora? —dijo Glory.       —Rayos, me olvidé de eso. Aquí lo tengo. Ni siquiera pensé en la posibilidad de que tuvieras covid.       —Negativo.       —¿El médico te trató bien? —dijo Faith, guiando a Glory al dormitorio.       —Fue muy amable, gracias. —respondió Glory—. Ahora... Detente. Esto es territorio contaminado.       —Oh, vamos, déjame acomodarte en la cama y ya. No puedes ganarme —dijo Faith dando media vuelta a su amiga y empujándola por la espalda.       Minutos después, Faith, estaba alimentándola. También le había preparado un té.       —Sabes, yo también te extrañé.       Y así fue como los rayos del sol, danzaron sobre nubes esponjosas.       Esmeralda con su silencio, incitó a Faith a terminar su oración.       —Así como lo ves.       Esmeralda ya no pudo mirarla a los ojos. Faith tomó el teléfono y marcó un contacto.       —¿Payton? Sí. ¿Dominika acaba de llamar? A Glory, sí. Bueno, a la mierda con eso. —Y colgó—. Ahora deberías contarle a tu jefe lo que acabo de hacer porque le debes lealtad primero a ella que a mí. Pero creo que no lo harás, ¿verdad?       Esmeralda salió de la habitación controlando un incendio interior.       ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::       Sentada en el asiento del conductor, Faith era testigo de un torrencial, no importaba cuánto pánico comenzara a recorrer su cuerpo, no iba a asegurar las puertas. Guerrero y El Martillo deben de estar alertas, ¿no? pensó. Con el estruendoso golpe sobre la superficie de sus dos Cadillac, era difícil concentrar la vista para obtener un panorama más allá de sus limpiaparabrisas. Y la puerta del copiloto se abrió al sonar de un trueno, Faith saltó en su asiento.       —¡Estás empapada!       —Pero conseguí el helado —dijo Glory meneando la bolsita.       —¿Puedes ir a devolverlo? Ahora prefiero más un café.       Glory rodó los ojos y sacudió su cabeza para salpicarla, aquella sólo rio y se cubrió.       —Bueno, dijo Guerrero que esperemos un poco —comentó Faith, luego notó a su amiga reprimiendo un temblor—. Déjame- —buscó el final de la mojada sudadera para levantarla.       —¿Qué haces? Estoy bien. —Pero levantó los brazos aun así.       Faith retiró de igual forma la suya, y se la puso a su amiga, quedando en delgados tirantes del top. Glory no retuvo más su temblor y sus dientes comenzaron a rechinar, abrazándose así misma en la cálida prenda. A Faith se le ocurrió saltar una pierna sobre la consola, para sentarse entre las piernas de Glory, cuando lo hizo, esta abrazó su cintura y recargó su cabeza en su espalda, no había manera más efectiva de aumentar las bajas temperaturas. Faith se estremeció al sentir lo frío en sus costados y sólo se limitó a cerrar sus ojos mientras afuera inundaba el agua y adentro el silencio.       Al llegar la calma, Glory se enderezó y descansó su cabeza en el asiento, luego Faith dejó caer la suya hacia atrás.       —Gracias —dijo Glory antes de besar su mejilla.       —Pensé que no eras una persona de besos.       —¿En serio? En mi país nos besamos todo el tiempo, sólo no lo hago aquí porque sé que no debería y porque vamos saliendo de una pandemia.       —A mí no me molesta —dijo Faith desenvolviendo los brazos de _T/N_ de su cintura para abrazarlos con los suyos y tomarse de las manos.       —Okay. —Y le dio un pequeño beso en su hombro desnudo.       —¿__T/N__? —Faith dio media vuelta para enfrentarla, subió sus rodillas al asiento dejando las de la otra chica en medio de las suyas.       —¿__N/A__? —Y sostuvo de su cintura.       —Sé que sólo hemos salido durante 2 meses, pero no me puedes negar que tenemos una conexión muy especial, y no me refiero a soló en el lado emocional, o sea, también hablo del lado físico. —Faith topó su cabeza con la de Glory y el cielo gritó. La comenzó a mover con primor y de alguna forma llovió más fuerte.       El sonido era aturdidor, Faith no temió de los flashes en su rostro, sabía que la madre naturaleza las protegía con una gruesa cortina. Glory clavó sus dedos en su cintura. Sus corazones latían tan rápido que ralentizaron el tiempo. Había tanta electricidad recorriendo sus cuerpos como la había en las nubes.       Faith se apartó. —¿También lo sentiste cierto?       Aún con los ojos cerrados, Glory asintió relajando sus pulmones.       —Durante este tiempo te has convertido en algo más que mi amiga.       —¿Sí? —dijo casi sin aliento.       —Te has convertido en mi mejor amiga.       
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