Capítulo 1
4 de diciembre de 2025, 23:14
La aventura más normal que habían experimentando en el circo, resultó ser la más traumante y exhausta de sus vidas.
Lo que empezó como un simple día viviendo la experiencia de un simple empleado asalariado, terminó con Gangle teniendo una crisis de identidad, un Jax traumatizado por cosas que vió, y que nunca sabremos que fueron, y una Ragatha drogada con una especie de salsa "magica'.
El día había sido un desastre y lxs únicxs con cordura eran Pomni y Zooble.
Afortunadamente la jornada había llegado a su fin y cada quien podía disponer de su tiempo dentro de la aventura, pues tenían que permanecer aún es esa pesadilla hasta el día siguiente.
Jax, harto del día horrible que experimentó, se dirigió a la salida del establecimiento, entro en "su" coche y con un rostro cansado, dirigiría su vista a una escena.
Era Zooble tratando de caminar con Ragatha en brazos mientras está misma balbuceaba algo como "Quisiera sentirme menos sola". El conejo encorvo una ceja con confusión recordando el encuentro que tuvo con la pelirroja horas antes.
Ragatha se había emborrachado y Jax ni siquiera sabía con que, la muñeca gracias a esto mencionaba todo lo que su corazón sentía y con Jax no se quedó atrás.
—...Siento que... ¿Te odio?... Pero no quiero que me odies...—
El recuerdo llegó a su mente una y otra vez mientras miraba a Zooble tratando de mantenerse tranquila ante las tonterías que decía Ragatha.
Entonces, algo que jamás había pensado, llegó a su mente.
Quería ayudar a Ragatha.
¿Por qué? Ni siquiera el lo sabía. Tal vez por esa simple curiosidad que tenía sobre lo que la muñeca le había confesado momentos atrás, o que más podría decirle sobre él.
Sus ojos le brillaron al pensar en la posibilidad de descubrir porque Ragatha pensaba eso sobre él y que más pensaba de él. Rápidamente salió del auto y entro nuevamente al restaurante, justo antes de que Zooble saliera.
—Quítate Jax.—Le dijo con firmeza Zooble, ya que necesitaba llegar con rapidez a su auto, Ragatha, a pesar de ser una muñeca de trapo, en ese estado pesaba demasiado.
—Vengo a ayudarte.—Comentó con desgano pues aún permanencia sin ánimos.
Zooble lo miro con duda y ciertamente con un poco de asombro.
—¿Tú?—Hizo una pausa en la que Jax asintió con la cabeza.—¿Es una broma o algo así?—
—No Zooble.—El conejo respondió con cansancio, ya había tenido suficiente ese día.—Ha sido un día raro, quiero despejarme, no pienses que me preocupo por ti o por ese espagueti resbaladizo.—Señalo a Ragatha que poco a poco se deslizaba de los brazos de Zooble.
—¿Y..? A mí que me importa si te quieres despejar, dejame llevar a Ragatha que de espagueti no tiene nada.—Comentó esto último entre quejidos mientras trataba de incorporar a la muñeca a sus brazos pues cada vez se hacia más pesada.
En ese momento, Jax arrebato de Zooble a Ragatha con ambos brazos.
—Yo llevaré a Ragatha está noche.—El conejo miró firmemente a su contraria.
—¿Que c&@$#/°s?!—Exclamó alterada Zooble, que no entendía la actitud de Jax.—Ni siquiera pienses en eso, no soy idiota como para dejar que TU...—Hizo énfasis en la última palabra—...te lleves a Ragatha. Eres un desastre y aprovechas cualquier oportunidad para lastimarnos, quien sabe que le harías a la pobre.—Se cruzo de brazos y miro al conejo con enfado.
—Relajate tonta, está vez no será así. Cuidare de ella hasta mañana, confía en mí.—
—¡¿Cómo podría confiar en tí si hoy mismo la aventaste a la freidora?!—
Jax se quedó pensativo, sabía que Zooble tenía razón en no confiar en él, se lo había ganado, pero no dejaría que su misma actitud arruinara sus propios planes.
—Tienes razón.—Exhaló, lo que provocó una mirada aún más confusa en Zooble.—Pero precisamente por esa razón quiero llevarla.—Hizo una pausa para tomar aire.—He estado reflexionando este día y tal vez me he comportado como un idiota todo esté tiempo y quiero arreglarlo, empezando con Ragatha.—
—¡¿Que rayos dices Jax?!—Le grito incrédula al conejo.—Si piensas que con esa m%$/&a podrás convencerme, no lo harás. Es obvio que algo planeas.—Tras decir esto último, Zooble se acercó a Jax para tratar de recuperar a Ragatha, sin tener éxito pues se vieron interrumpidos.
—¿Que hacen aún aquí chicos?—Preguntó Pomni que se encontraba a metros de ellos. Zooble volteó aliviada por saber que no estaría sola lidiando con Jax. Aprovecho y sin excusa alguna le comentó la situación a la pequeña bufón.
—Jax, es lo que pasa. El lunático quiere llevarse a Ragatha disque "piri arriglir"...—Imitó al conejo e hizo comillas con los dedos.—...todo lo que ha hecho.—Se volvió a cruzar de brazos esperando una respuesta de Pomni, la cual estaba confundida.
—¿Jax? Ehm...—Miro nerviosa a Zooble y se llevó una mano a la nuca.—Al parecer se acaba de ir...—Dijo con nervios en sus palabras y señaló lentamente la puerta en la cual se podía observar el coche de Jax siendo arrancado en reversa para después darse la vuelta rápidamente y arrancar con aún más velocidad hacia adelante.
—¡AGHHH! J$#&@E!—Gritó con furia, la cual provocó un tic en su único ojo. Zooble ya no podía hacer nada.
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—Hmm...uhm...—Ragatha se quejaba entre sueños mientras Jax conducía hacia, lo que parecía, una sección de varios apartamentos, todos destinados para el elenco del circo, y claro, algunos rellenados con Npc's.
—¿Por qué te quejas tanto, muñeca?—Preguntó al aire pues, Ragatha no estaba en condiciones de contestar. Esto mismo provocó que Jax diera un suspiro frustrado.
Miro de reojo a la pelirroja, quien se encontraba sonriendo con los ojos cerrados, tal vez estaba teniendo un sueño placentero.
—¿Con que estará soñando?—Pensó el conejo mientras, sin notarlo, se le escapaba una sonrisa al verla sonreír.—¿Qué te pasa? No sonrías Jax, es una idiota.—Cambio su semblante a uno serio y sacudió su cabeza tratando de despejar esos pensamientos.
Volvió a mirarle de reojo y está vez, Ragatha tenía el ceño fruncido y ya no mantenía su sonrisa, Jax la miró extrañado y la analizo con detalle.
El uniforme de Spudsys marcaba demasiado bien la pequeña cintura de muñeca que tenía, algo que con su vestido habitual no se podía apreciar tanto, además el color negro le sentaba demasiado bien y hacía que llamara demasiado la atención del conejo, rápidamente Jax desvío su mirada hacia su rostro, que permanecía con esa apariencia de molestia, pronto lo entendió. Era una noche fría y aunque ese uniforme le quedaba perfecto, con facilidad podría darle frío a la pelirroja, algo que también podría ser perjudicial debido al estado en el que se encontraba. Jax miro hacia los asientos traseros y para su no sorpresa, había una pequeña manta en ellos, como esas películas románticas cliché que están perfectamente planeadas. Por un momento se lo planteo así.
—¿Y si Caine realmente está tramando esto?...—Lo pensó y después lo descartó.—No hay posibilidad... A Caine no le interesan las cosas románticas... Supongo... Es una simple coincidencia.—
Sin quitar la atención del volante, lentamente llevo una mano hacia atrás y tomo la manta, con cuidado y una sola mano, la coloco encima de Ragatha y poco a poco la acomodo hasta que la cubriera por completo.
La miró nuevamente, Ragatha parecía estar entrando en calor, su ceño se aligeró y volvió a sonreír placenteramente. El conejo hizo una mueca que parecía ser una sonrisa y continúo el camino.
Se estacionó en el parqueadero, justo en la sección que por alguna razón llevaba su nombre. Apagó el auto, quitó las llaves y por último, miro a Ragatha que aún permanencia dormida, abrió la puerta y salió, miró una última vez a la muñeca y cerró la puerta, para después apretar el botón que asegura el auto y dejar a Ragatha encerrada.
—De que me sirve ahora sí se quedó dormida.—Dijo con una visible decepción a un paso de entrar al edificio.—Digo, ni siquiera me preocupa, solo necesitaba saber, por curiosidad, claro, que piensa de...—Hizo una pausa y miro hacia el cielo buscando quizá un alivio.—... mí...—Excusó cómo si alguien lo escuchara y definitivamente nadie lo hacía, pronto se dió cuenta que solo se ponía excusas asi mismo.
Dió una vuelta sobre sus pies quedando frente a su auto, y enfoco su visita a Ragatha quien dormía cómodamente, manteniendo esa sonrisa destellante, Jax se quedó inmóvil, mirándola a la distancia, mirando su sonrisa sin quitar su vista de ella.
—¡Agh! ¿Por qué soy así de ridículo?—Se preguntó asi mismo en voz alta y empezó a caminar en dirección a su auto, apretó ahora el botón que abría las puertas y finalmente, después de dar un gran suspiro, abrió la puerta donde permanecía Ragatha, y sin mirarla, para no parecer "imbécil" la cargo con ambos brazos, tratando de no dejar caer la manta que tenía la muñeca encima. Cerro la puerta y después, volvió a asegurar su auto con el botón de la llave.
Subió unas cuantas escaleras hasta llegar a el departamento de Ragatha, el cual sorpresivamente estaba a un lado que el suyo, solto una pequeña risa incrédula y acto seguido entro al lugar de la muñeca.
—Bien Raggy, llegamos.—Comentó al aire, nuevamente, como si la muñeca le escuchara, con un aire de tranquilidad y mucho más calmado.
Observo el pequeño departamento aún con Ragatha en brazos, miro el como Caine se encargo de poner cosas características de ella.
Era un lugar muy colorido, pero acogedor, como su personalidad, había varios muñecos de trapo que al parecer en algún momento hizo la pelirroja. Jax se acercó cuidadosamente a ellos y los observo a detalle. Eran todos los miembros del circo, bueno, los actuales. Zooble con su rostro amargado de siempre, Kinger con una mirada que transmitía paz, Gangle con su máscara de comedia, aunque detrás de esta se podía observar ligeramente una lágrima caer de su ojo, la nueva bufón Pomni con su cara triste y confundida, a un lado de Ragatha con su sonrisa animosa y calmada. Jax hizo una mueca de disgusto al ver a Pomni cerca de Ragatha, el sentía que la pelirroja le prestaba demasiada atención.
Pero antes de seguir pensando en eso, se vio interrumpido al mirar el otro lado de la muñeca Ragatha, era él, un Jax hecho de tela con una sonrisa muy grande, mirando con sus grandes ojos amarillos a la muñeca pelirroja, Jax dirigió su mirada nuevamente a la muñeca Ragatha y se dió cuenta que sus ojos miraban al muñeco Jax...
—Se están mirando mutuamente.-—Pensó, se quedó atónito, pero mantuvo su mirada en los muñecos, una ligera sonrisa se hizo presente en su rostro hasta que un quejido lo saco de sus pensamientos.
—Uhm...—Ragatha levantó un brazo en señal de querer levantarse de dónde sea que estuviera.
Jax entró en pánico y con la mirada, rápidamente, ubicó la cama destinada a Ragatha. Corrió con la muñeca en brazos y con una velocidad impresionante, colocó a Ragatha sobre la cama. La pelirroja solo que quejó una vez más y después no hizo ningún movimiento.
El conejo dió un suspiro de alivio. Miro a Ragatha una vez más dormir y acomodó por última vez su manta.
—¿Por qué? ¿Por qué de la nada me preocupo por ti, imbécil?—
¿Realmente era de la nada? ¿O eran todos esos sentimientos reprimidos hacia Ragatha? No lo sabía, pero lo estaba descubriendo...
Se giró hacia la puerta y cuando estaba a punto de apagar la luz, una voz suave y débil lo hizo quedarse quieto.
—¿Jax?—