Frutas en la nieve

Mientras Gabrielle besaba a George en el sofá del departamento de él, se preguntó así misma que tan tarde era para que ella pudiera regresar a su país; no la mal interpreten, le gustaba George (muchísimo), George la había tratado bien hasta ahora, inclusive él le mandó por medio de muchos búhos, varios metros de tela, de diferente tipo para que ella pudiera confeccionar toda la ropa que ella quisiera, un regalo muy lindo de parte de él. Sin embargo, la relación con él, Gabrielle la percibía muy ambigua, haciendo a Gabrielle sentir que tenía la oportunidad de maniobrar en algún momento, para irse de su lado sin tener que dar muchas explicaciones, pero… reflexionando detenidamente las cosas, Gabrielle se percató, que por cada bonito gesto, detalle o favor que él le hacía a ella, Gabrielle sentía una obligación por serle leal a él y estar a su lado, a pesar de vaya, cómo se mencionó antes, la relación con él fuera muy ambigua. George sin problemas la besaba, tenía sexo con ella, la invitaba a cenar, le regalaba cosas y la trataba bien en general, no obstante, Gabrielle no recordaba que anteriormente la hubiera llamado “amor”, o que le hubiera dicho “te amo” o que se hubiera referido a ella como “novia”, entonces para Gabrielle fue muy lógico en pensar que su relación con él era muy confusa.