18. Esperando
24 de mayo de 2025, 1:40
Año 2004. 30 de octubre. Noche.
George estaba al lado de un árbol en el jardín, a varios metros de la Madriguera.
Fred sospechaba de las razones de su hermano por estar lejos de la fiesta; de todos modos, Fred se acercó a George.
—Oye Forge ¿por qué no estás cerca de la Madriguera dónde está toda la diversión? —cuestionó Fred entrecerrando los ojos.
Fred sabía que a George le encantaban las celebraciones y el ruido, pero a veces, a George le gustaba estar un momento a solas, para después volver a la fiesta, sin embargo, a Fred ya le pareció que George estuvo demasiado tiempo a solas.
Una pequeña sonrisa se divisó en la cara de George.
—Estoy bien Fred —dijo George haciendo un esfuerzo para disimular su sonrisa—. Te agradecería mucho que volvieras sin mí a la fiesta.
Esto era demasiado sospechoso.
Fred se alejó para entrar a la Madriguera; al lado de Fred, pasó corriendo Gabrielle Delacour saliendo de la Madriguera. Fred resopló.
Años antes, Gabrielle se la pasó pregonando descaradamente su atracción por George; Fred le había dicho a George que le pusiera un alto a esa descarada, pero por algún motivo al cual Fred no le quería dar profundidad, George hizo su rechazo a Gabrielle Delacour ambiguo.
Cada vez que Gabrielle se topaba con George, ella le coqueteaba descaradamente y él solamente se limitaba a reírse, como si Gabrielle contara buenos chistes, acompañados de remates dignos de la admiración de los gemelos; que claro que no era así.
Ya fuera por la curiosidad o morbo, Fred se giró en la entrada de la Madriguera, para poder ver a lo lejos lo que estaba pasando con su hermano.
Fred observó a Gabrielle gravitar emocionada cerca de su hermano, moviendo los brazos y asintiendo. George por su parte sonreía tranquilamente sin apartar su mirada de Gabrielle y jugaba con el cabello suelto de Gabrielle.
Desde que Fred y George se habían mudado sobre el piso que estaba arriba de la tienda, cada uno había tomado una habitación diferente.
Si George y Gabrielle se terminaban coordinando para fornicar en el piso que estaba arriba de la tienda “Weasley & Weasley”, Fred le iba a exigir a George que usara algún hechizo de todo el arsenal que había, para silenciar la habitación desde adentro. De este modo, Fred no tendría el infortunio de escuchar la acción de su hermano desde la otra habitación.